Partida Rol por web

Entre sombra y sombra

Lo que vino después

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31/12/2017, 06:32
Jeremy Andrews

El detective no llegó a decir nada más. Simplemente se encogió de hombros con las palabras de la muchacha, como si aquello estuviera fuera de los límites de lo que estaba en sus manos. Antes de salir de la habitación aún así echó un último vistazo atrás, pero no llegó a formar ni un gesto de despedida.

Tras de sí dejó la habitación vacía, con la silla donde él la había colocado.

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31/12/2017, 16:13
Cosette Mercier

La chica echó un vistazo a la espalda del agente mientras éste se preparaba para marcharse. Seguía en silencio, dándole vueltas a esa forma de cargarla a ella con la culpabilidad de algo que no había hecho, incluso cuando el mismo policía reconocía que no creía que fuera así. Sin embargo, estaba más preocupada que indignada. Hacía mucho que estaba acostumbrada a las injusticias y no saltaba ante ellas, pero la perspectiva de ir a la cárcel le erizaba los hombros. 

Tuvo un impulso y antes de que el detective desapareciese del todo, lanzó una voz a su espalda. 

—Comprueben las huellas. Si yo hubiera tocado el cuchillo, tendría mis huellas. 

Lo dijo sin mucha esperanza y sin esperar ninguna respuesta antes de volver a mirar al techo. Se sentía sentenciada sin remedio y el policía tenía razón. No podía pagarse un abogado. ¿Tendría razón en todo lo demás? ¿Lo mejor para ella sería que se escapara y escondiese? ¿Eso no sería como reconocer su culpabilidad? ¿Y habría alguna diferencia en que la reconociese o no? 

Ni siquiera fue muy consciente de cuándo habían empezado a deslizarse por sus mejillas gruesos lagrimones. No se sentía con fuerzas para escaparse y tampoco tenía dónde ir salvo la casa de Jack y eso sería demasiado evidente. Pero también tenía la sensación de que si ese hombre la llevaba a la comisaría terminaría encerrada para siempre y sólo con recordar el orfanato un sollozo se atragantaba en su garganta. 

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01/01/2018, 21:16
Dibujante

El detective debió oír la sugerencia de Cosette, aunque no reaccionó a ella. Siguió caminando para marcharse, sin detenerse ni dar signos de que la había escuchado. Que la tuviera en cuenta o no era otro asunto. Y así la chica se quedó sola, con el corazón en la garganta y las lágrimas a punto de empezar a resbalar por sus mejillas.

El tiempo tras su marcha fue lento. El mundo había cambiado totalmente desde lo sucedido en aquella pista de baile y si las cosas seguían el curso por el que parecían discurrir sería Cosette quien pagase las consecuencias. Cosette y, por supuesto, el hombre muerto, aunque era difícil sentir simpatía por él. El olor a grasa quemada y amoniaco de aquel tipo se había grabado, y bien, en el cerebro de la chica, y aún sin pensar en ello conscientemente en ocasiones se hacía presente.

No habían pasado ni quince minutos cuando alguien llamó a la puerta. Fueron dos golpes rápidos. Cosette pudo ver una mano llena de anillos de madera oscura y en cuanto el cuerpo pegado a ella dio un par de pasos a una persona de aspecto bastante alternativo. Tenía el pelo tan clareado que era prácticamente blanco y peinado como si todo el cabello partiese desde un punto a un lado de su cabeza en lugar de la típica raya. Sus ojos eran verdes y expresivos y tenía un aro oscuro en el labio. A pesar del maquillaje la bailarina no podía estar muy segura de si quien tenía ante ella era hombre o mujer. Su cuerpo era delgado, y aunque cuando habló su voz sonó ligeramente más grave de lo habitual en una mujer sus movimientos entraban en el terreno de lo femenino.

—Buenos días —dijo con una sonrisa que despertaba cierta simpatía. Colgada a la espalda llevaba una mochila con estampado militar—. Cosette, ¿verdad? —preguntó antes de acercarse hacia la cama y tenderle la mano—. Me llamo Noah y trabajo para el inspector Andrews. He venido a dibujar.

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03/01/2018, 22:49
Cosette Mercier

Cosette alzó la cabeza al escuchar los dos golpes en la puerta, sintiéndose descubierta en un momento de debilidad, y cuando sus ojos se encontraron con esa chica desconocida —¿o era un chico?— se enjugó las lágrimas con un gesto rápido de la mano. 

No se molestó en hacer un esfuerzo por devolverle la sonrisa, como habría hecho en cualquier otro momento aunque sólo fuese para camuflarse en la normalidad de las otras personas. Asintió con la cabeza cuando escuchó su nombre y asintió otra vez cuando explicó el motivo de su visita. 

—Ah, claro —dijo tras algunos segundos, con la voz algo tomada antes de saludar a destiempo—. Buenos días. 

Pensó en si debería empezar a explicar lo que había visto, aunque en el fondo todo eso le parecía una pérdida de tiempo. Vale, había tenido un mal viaje... Pero no era para tanto, ¿no? ¿En serio era relevante hacer un retrato robot de una alucinación? Pero finalmente tampoco no dijo nada, se quedó esperando a que la chica, creía que era una chica, le dijese qué necesitaba o qué debía hacer. 

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05/01/2018, 03:27
Dibujante

La persona que había llegado para esa especie de extraño retrato robot se sentó en la silla que había dejado el detective, y ya sentada la arrastró un poco más hacia la cama. Dejó la mochila en el suelo, frente a ella, y la abrió para sacar un cuaderno de dibujo y un carboncillo. Luego se sentó cómodamente, apoyando ambos pies sobre la estructura de la camilla de Cosette, y al volver a encontrar su mirada estuvo un instante en silencio, como si algo en ella le extrañase. No tardó en volver a hablar.

—Bueno, cuéntame —dijo con tono amigable—. Vamos a hacer primero de cara, de la máscara esa, y luego de cuerpo entero, ¿te parece? —Ladeó entonces un poco su postura, colocándose para que la chica pudiera ver.—. Tú ve diciéndome y yo pinto.

Los dibujos tardaron unos veinte minutos en estar listos. Ambos quedaron bastante bien, se notaba que Noah sabía captar exactamente lo que la bailarina decía. El de cuerpo entero quedó asombrosamente realista, y la posible muchacha que lo dibujaba no hizo ningún comentario acerca de la extrañeza de aquello. El de la máscara fue mejor aún, casi como verla de nuevo en directo. Noah captó su expresión y sólo con mirar el dibujo Cosette podía sentir de nuevo todo lo que había acompañado a las visitas de aquella mujer.

Cuando hubo acabado miró a Cosette de nuevo a los ojos, con una expresión que era casi de disculpa.

—Muchas gracias —le dijo—. Además guay, porque yo voy a tener que irme ya. ¿Te importa si te dejo los dibujos, y se los das tú a Andrews? Supongo que no tardará mucho.

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05/01/2018, 20:54
Cosette Mercier

En cuanto pudo apartó sus ojos de esos dibujos escalofriantes. La dibujante había captado a la perfección el horror de esa alucinación y recuerdos del cuelgue y de la extraña pesadilla que había tenido después aparecían en su mente como flashes al mirarlos. Después, asintió con la cabeza. 

—Sí, claro. Puedes dejarlos ahí —respondió, señalando con un gesto de la mano hacia la mesita que había junto a la camilla. 

No dijo nada más. Bajó la mirada hacia sus manos y esperó en silencio a que la chica, o chico, se marchase también. Si de verdad faltaban poco para que volviese el policía, seguramente ya estaba condenada y no iba a poder hacer nada más. 

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07/01/2018, 01:05
Desconocida

Con una breve despedida aquella persona dejó los dibujos donde Cosette había indicado y se dispuso a salir. Antes de hacerlo, sin embargo, puso una mano sobre la parte baja de su pierna, como si se hubiera decidido a tener ese gesto en el último momento, y musitó un «Ánimo» casi inaudible antes de dejarla sola.

Cosette se quedó acompañada sólo del silencio. Por lo que aquella ¿chica? había dicho el detective no tardaría, pero fuera no se oían aún ni siquiera sus pasos. Sin embargo algo rompió esa quietud. Un sonido que al principio le costaba ubicar, pero que pronto entendió que venía de la propia mesilla.

 
Eh —dijo una conocida voz metálica, como si intentase llamar su atención—. Eh, eh, eh. Eh.
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08/01/2018, 05:17
Cosette Mercier

El gesto de la dibujante sorprendió a Cosette, que alzó la mirada para contemplarla con ojos tristes mientras asentía con la cabeza. No estaba acostumbrada a ese tipo de movimiento desinteresado por parte de un o una desconocida y sintió una pizca de calidez. 

Se llevó la mano al pelo, asegurándose de que sus orejas estuviesen bien ocultas bajo sus cabellos, en un gesto inconsciente y automático, y después, ya a solas, suspiró hondamente. Su situación se le antojaba la más precaria que había vivido y eso que su vida no había sido sencilla precisamente. Intentaba de nuevo pensar en alguna salida cuando el sonido interrumpió sus pensamientos con un escalofrío que parecía nacer en su nuca y extenderse hasta su cintura. Esa voz salida de una pesadilla... no podía ser real. 

Tragó saliva mientras sus mejillas palidecían de golpe hasta que su rostro estuvo tan blanco como el papel. Sus ojos parecían enormes y sus labios mucho más rojos. Intentó resistir el impulso de mirar, pero no podía evitarlo. Ni siquiera sabía qué esperaba ver en la mesilla, su cerebro le decía que tenía que haber imaginado ese sonido. No había nada, ¿qué iba a haber?. Pero aún así, giró la cabeza despacio, apretando los dedos de ambas manos alrededor de la tela de la sábana y conteniendo la respiración.

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11/01/2018, 04:06
Desconocida

En cuanto los ojos de Cosette se dirigieron a las hojas de papel fue inevitable sentir que estas le devolvían la mirada. Los dibujos no habían sido coloreados, pero aún así pudo notar ligeros tonos de los colores que debería haber en cada lugar. Los trazos eran claros, pero parecía que hubieran ganado cierta definición con respecto a cómo los recordaba la chica. Y en cuanto las miradas de la bailarina y el engendro se cruzaron esta pudo ver como su interlocutora inclinaba ligeramente la cabeza hacia un lado.

—Eh, eh —dijo la misma voz metálica—. Eh, eh, eh. Eh. Eh.

Parecía estar intentando llamar la atención de Cosette, como si no se diera cuenta de que ya la tenía por completo. Pronto volvió a hablar.

—Tú. Tú. Tú —la llamó de nuevo—. Yo te saqué diecisiete veces, ahora me sacas tú —dijo como si eso debiera tener sentido—. ¿Vas a quedarte miran-miran-mirando o me vas a sacar de aquí?

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14/01/2018, 03:33
Cosette Mercier

El peor de los temores irracionales que revoloteaban en la nuca de Cosette tomó consistencia cuando el dibujo se movió. La boca se le quedó seca y por un momento boqueó, incapaz de moverse o reaccionar, con los ojos enormes clavados en el engendro que se movía en la mesilla. 

No es real —murmuró cuando la voz puso en alto su exigencia, pero enseguida empezó a hablar más alto y más rápido—. No puede ser real, joder. He perdido la cabeza, se me ha ido la olla del todo. Puto Bill, tiene que ser eso. Su maldito caballo me ha dejado la cabeza mal. 

Sus dedos empezaron a rascar la sangradura de su brazo en un movimiento nervioso y sus siguientes palabras fueron directas para la alucinación.

¡No eres real! Lárgate y déjame en paz. 

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15/01/2018, 02:25
Desconocida

Aquel dibujo cambió ligeramente su expresión al escuchar a Cosette. No fue algo muy pronunciado, sino sólo como si algunas líneas de repente estuvieran más marcadas y esto fuera suficiente para expresar la extrañeza de la mujer de la ilustración. La conocida voz metálica volvió a inundar la cabeza de la muchacha, aunque no dijo nada que la bailarina pudiera entender. Parecía un amasijo de sílabas inconexas hasta que pronunció aquella frase. Entonces lo que Cosette oyó fue una risa. Distorsionada, macabra y tan metálica como todo lo demás. Hasta le pareció oler a hierro. La risa continuó mientras ella se rascaba, y también con esas últimas palabras.

—El caballo —dijo la voz al final, como si intentara explicar qué le había hecho gracia—. El caballo, el caballo. El caballo te dio una coz y te dejó la cabeza mal, pero bien. Mal pero bien. Mal pero bien, el caballo. Coz, coz, coz, te dio una coz. El caballo.

Al acabar esa última palabra sin embargo la risa se cortó de una forma totalmente antinatural. No quedó de ella ni el eco, ni siquiera una respiración que añadiese algo de normalidad a aquello. En lugar de eso todo se quedó tan quieto y tan callado que Cosette pudo pensar que aquel episodio había terminado. De no ser porque, tres segundos más tarde, volvió a oír la voz.

—Real. Real. No soy real, pero soy. Real no, pero soy. O no soy, pero sí real. Real. Real. Realreal, te dejo en paz. Ya te dejo en paz. Ya te he dejado. Real, no soy real, pero soy, y sí, y no. Y soy y no real. Real. Real. Real. Real. Real. Real. Mal, pero bien, pero real, pero riel. Real pero riel. Riel.

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15/01/2018, 02:34
Enfermero

Aquella voz aún seguía con aquella repetición constante: «Real. Real. Realreal» cuando Cosette pudo distinguir entre los sonidos predominantes en su cabeza el de unos pasos a la carrera. Un momento más tarde, cuando aquella voz ni siquiera había acabado de hablar, vio cómo el enfermero que antes la había atendido entró rápidamente.

—Estoy aquí —dijo de inmediato, con expresión de urgencia—. ¿Qué ha pasado? ¿Qué necesitas?

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15/01/2018, 20:45
Cosette Mercier

El chirrido de la voz de aquella alucinación se le clavaba a Cosette en el cerebro y le hacía rechinar los dientes. Para cuando el enfermero entró en la habitación, la chica se había llevado las manos a los oídos, intentando así atenuar su sonido, dejar de escuchar esa risa metálica que la crispaba... sin éxito.

Miró con ojos confusos al tipo, a todas luces asustada por algo que él no podía ver ni oír. Pero estaba acostumbrada a disimular de cara a los demás, intentando ocultar sus problemas, y, desde luego, no quería acabar internada en un manicomio. Así que soltó sus manos de inmediato y se mordió el labio inferior. No encontraba en su mente una respuesta que no la hiciese parecer una chalada absoluta. Terminó señalando con el dedo hacia la mesa, sin mirar los dibujos sobre ella.

—P-podrías...  ¿p-podrías llevarte los dibujos? —pidió con voz entrecortada—. El policía los necesita, ¿pero se los podrías dar tú? E-es q-que... me ponen muy nerviosa. 

Apretó los puños y bajó la mirada para volver a levantarla al instante siguiente, con ojos suplicantes. 

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25/01/2018, 02:40
Desconocida

En cuanto Cosette empezó a hablar y mostró la intención de que se llevaran aquellos dibujos la voz habló aún más fuerte, como si de alguna forma pudiera impedir que el enfermero escuchase a la bailarina en caso de subir lo suficiente el volumen.

—Real. Real. Real —repetía cada vez más fuerte—. No soy real, pero me llevan. Real, pero bien. Real pero riel, pero mal, pero riel, pero mal. Real. ¡Real! ¡Real!

La voz metálica que la chica oía se volvió casi ensordecedora y a ella finalmente le costó pronunciar sus últimas palabras por pura desconcentración. Sin embargo en cuanto el enfermero tocó aquellas hojas de papel todo cesó, dejando en la cabeza de Cosette únicamente el silencio.

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25/01/2018, 02:47
Enfermero

—Por supuesto —dijo él complaciente con ellos ya en la mano. Hizo un gesto con la cabeza, como un asentimiento, y luego dio un paso en dirección a la puerta. Pero sólo uno—. Si luego necesitas cualquier cosa o, bueno... Lo que sea, aunque sea un sitio donde quedarte, avísame. No es algo que suela ofrecer, pero tengo un cuarto libre y no soy mala gente.

Hizo una pequeña pausa antes de hacer un gesto con los dibujos.

—Bueno, voy a llevar esto al inspector. Puedo decirle que estás descansando, si quieres un rato a solas.

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26/01/2018, 02:10
Cosette Mercier

Con el silencio llegó el alivio a la cabeza de Cosette y la chica respiró profundamente, aún nerviosa. Le costó un par de segundos procesar lo que el enfermero había dicho, todavía algo atontada después de los gritos chirriantes. Le miró en esa pausa y pestañeó tres veces antes de terminar de asimilarlo. 

«Es una mala idea», pensó, pero de inmediato ignoró esa voz de sentido común en su cabeza. Sabía que seguramente sería una idea terrible. Escaparse y meterse en la casa de un desconocido. ¿Pero qué otra alternativa tenía? Incluso el policía le había dicho que debería esconderse y no tenía dónde ir. 

—¿L-lo dices en serio? —preguntó, aferrándose a la idea que el enfermero había puesto en voz alta—. ¿Me llevarías a tu casa? 

Se mordió el labio inferior con duda antes de añadir algo más, lo que realmente sería la clave que haría inclinarse la balanza en una dirección u otra.

¿Y no se lo dirías a la policía?

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17/02/2018, 22:31
Enfermero

Con la primera pregunta de Cosette el enfermero se quedó mirándola, como si le costase creer que ella estuviera planteándose aceptar. Que fuera tan fácil. Con la segunda asintió con la cabeza y se inclinó un poco hacia adelante, pendiente de ella. Y con la última pareció algo incómodo.

—A ver... —empezó. Dio un par de pasos hacia atrás entonces, hasta asomarse al pasillo, como para comprobar que nadie los escuchaba. Luego volvió a entrar—. Yo decir no voy a ir a decírselo, pero si me lo preguntan directamente no sé qué les diría, la verdad. No quiero acabar en la cárcel, ni nada de eso.

El propio enfermero debió pensar que con esas últimas palabras quizá Cosette se echase hacia atrás, porque no tardó en insistir.

—Tú te ibas a ir hoy de todas formas, ¿no? —le dijo antes de pasarse la lengua por los labios, humedeciéndolos—. Puedo dejarte mis llaves y te vas por tu cuenta. Si te pillan, pues dices que me las has quitado. Además, así puedo cuidarte lo de... —Hizo un gesto con las manos, sin llegar a señalar explícitamente las muñecas—. Ya sabes.

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20/02/2018, 16:40
Cosette Mercier

Entre lo extrañado que parecía el tipo de que pudiese aceptar su oferta y la poca seguridad que parecía ofrecerle con lo de la policía, Cosette se lo quedó mirando en silencio durante algunos segundos. Se le daba bien notar las intenciones de la gente y antes de ponerse en manos de ese enfermero necesitaba saber, al menos, que no quería hacerle daño y que, aunque no mintiera directamente por ella, al menos no la delataría a la primera de cambio. 

Tal vez había otras opciones. Quizá Bill podría echarle un cable, ya que en parte estaba en el hospital por culpa de su droga mal cortada. Y, de paso, podría compensarla con el chute que empezaba a necesitar tanto como respirar. O tal vez Jack conocía a alguien que pudiera esconderla. No tenía muchos amigos, pero quizá no estaba tan sola como se sentía en ese momento.

Aunque... Lo del enfermero parecía más sencillo y rápido. Y, además, nadie podía relacionarla con él. Sería mucho más difícil que la encontrasen. Quizá podía quedarse con él una o dos noches, en lo que tanteaba otras posibilidades. Sus largas pestañas aletearon sobre sus ojos de gacela mientras le daba vueltas a todo y escrutaba el rostro de aquel hombre.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Espero resolución de la tirada antes de seguir :P.

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04/03/2018, 14:46
Enfermero

El tío parecía sincero. Desde luego no parecía que se plantease siquiera ir directamente a la policía, ni mucho menos. Claro que también parecía de esos que se cagan encima cuando ocultan algo y les enseñan una placa acompañada de un par de preguntas. En cualquier caso parecía que su oferta era genuina. No generosa, claro, porque parecía esperar obtener algo a cambio... Pero sí genuina.

Si Cosette quería quedarse un par de días —o de semanas— en su casa no parecía que él se fuese a quejar, ni a tratarla mal, mientras ella estuviera abierta a compartir algo más que el techo. No era esta una condición que pareciera rondar de manera definida ya por la cabeza del enfermero... ¿Pero acaso no era lo que acababan queriendo todos?

Por otro lado tampoco parecía que esperase integrarla en su vida familiar, o con sus amigos. No parecía que hubiera hecho antes nada así. Daba la impresión de que tenía claro que eran desconocidos y que pensaba que cuando todo acabase seguirían siendo exactamente eso, desconocidos... Pero con unos días extraños y probablemente divertidos en el pasado en común.

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05/03/2018, 03:06
Cosette Mercier

Cosette no era una ilusa. Era evidente que el tipo iba a querer algo más que un agradecimiento. Pero eso no iba a ser muy diferente si se iba a casa de Jack, Bill, o alguno de sus conocidos. Al final todos siempre querían algo a cambio de todo. La diferencia para la stripper era si lo pedían y aceptaban una negativa o directamente lo tomaban sin preguntar. Al menos el enfermero parecía respetuoso, y resultaba agradable a la vista. Quizá pudiera contentarlo con un baile privado. 

Así que la chica se decidió y asintió con la cabeza. Iba a tratar de contactar a Jack de todas formas, aunque tal vez esperase al día siguiente. No le parecía que su improvisado salvador fuese a mantener la fachada mucho tiempo si empezaban a lloverle preguntas inoportunas, así que no se quedaría en su casa más que lo justo. 

Vale, hagamos eso —aceptó la triquiñuela de las llaves—. Voy por mi cuenta y te espero en tu casa. Pero tienes que mantener la boca cerrada, ¿eh? No vayas a joderme luego en cuanto te pregunten si sabes dónde estoy o si me has visto salir. 

Tenía la esperanza de que al menos el hombre mantuviese la expectativa de esa noche lo suficiente como para no chivarse demasiado rápido y pensaba aprovecharse de eso todo lo que pudiera.