Partida Rol por web

Maldita sea...Imperiales...el encargo de Maya cada vez trae mas sorpresas consigo ¿ahora vamos a tener que robarle al Imperio?

Se retiro en el mayor sigilo posible de la entrada del hangar para poder activar el comunicador por el canal seguro que solían usar cuando se separaban. 

- ¿Anzak? ¿Gunar? ¿Alguno me recibe?- parecía haber algo de estática pero el comunicador funcionaba y la señal era clara

Por vuestros comunicadores suena un mensaje, es la voz de Xator

- ¿Anzak? ¿Gunar? ¿Alguno me recibe?- parecía haber algo de estática pero el comunicador funcionaba y la señal era clara

Al oír la voz de su compañero Anzak contestó al instante.

- Te oigo alto y claro, amigo- dijo mirando al tipo.

Claro, aquí estamos. ¿Qué ocurre?

- No se donde os habeis metiso pero...se nos acumulan los problemas- hizo una pausa para asegurarse que nadie se acercara, pero sobre todo para cerciorarse de que nadie entraba o salia - he dado un vistazo al hangar donde eata la carga y me temo que los imperiales se nos estan  adelantando - eso si la misión de Maya no era robar al Imperio ¿¡en que mierda nos hemos metido!? Hilo pensamientos mientras seguia hablando con sus compañeros - un oficial junto a un grupo de soldados de asalto parexen listos para cargar algo...si queremos hacer algo tiene que ser pronto

De repente, Gunar propinó un fuerte golpe en la frente al individuo que cayó pesadamente al suelo.

- Vamos, acabemos pronto con esto y salgamos de aquí. Xator, ya vamos para allá.

- ¡Uy! ¡Pobrecito! - exclamo - Gunar, espero que no le hayas hecho demasiado daño.

El bothan sintió cierto alivio al escuchar la voz de Anzak y Gunar al otro lado del comunicador, aunque la tensión por la situación no le permitía bajar la guardia. 

- Mantendré vigilado el lugar mientras llegáis y decidimos actuar

Se le ocurrían una o dos ideas de lo que hacer, pero para alguien de su clase iba a ser complicado. Quizá labia de Anzak fuera mas eficiente, bueno siempre y cuando la joven damisela no terminara con una de sus salidas imprevistas. Necesitaba cerciorarse del número de soldados que custodiaban el lugar.

Al recibir la información, Anzak se pasa la mano por el pelo mientras murmura un juramento.

- ¡Cagonmivida!

Luego se recompone y piensa rápidamente, haciendo caso omiso al golpe que propina Gunar al tipo que acababan de encontrar.

- Espera. ¿Sabemos algo de lo que teníamos que recoger? ¿Nos dijo algo Maya de lo que podía ser?...Lo digo porque si los soldados de asalto están "metiendo" algo en la nave, lo más seguro es que sea ese "algo" lo que tengamos que buscar- preguntó a sus compañeros.

- Que haya soldados es un problema - digo a mis amigos - pero debemos hacer algo rápido para averiguar si lo que van a cargar es lo que andamos buscando.

Pienso un momento cómo podríamos hacer una maniobra de aproximación sin levantar sospechas.

Anzak se acerca a Xator y le coge el dispositivo.

- A ver qué puedo hacer- comentó poco animado-. Vosotros acercaros por el otro lado para que no se den cuenta de que voy con vosotros.

Anzak se acerca a los soldados que estaban con el contenedor, mientras miraba el dispositivo. Al llegar hasta ellos levantó la vista y habló.

- Perdón...no me di cuenta de que estaban aquí. Soy Ralus, técnico de la estación médica. Siento importunarles, no me he dado cueta de su presencia pues que estaba mirando este dispositivo que hemos inventado que me dice dónde puede haber un virus extraplanetario que pueda ser peligroso- mintió el contrabandista.

- ¿Puede decirme qué es lo que lleva ahí?- preguntó mirando de nuevo el dispositivo como confirmando que era lo que había en el contenedor o en la nave lo que hacía pitar ese cacharro.

El gigantesco hangar huele a humos de escape y refrigerantes y parece haber tenido bastante actividad recientemente. Cajas permanecen apiladas por todo el hangar, esperando que cualquier lanzadera las transporte a la superficie. Tres puertas conducen al lado izquierdo de la habitación, las dos de abajo permanecen cerradas y la de arriba conduce a la sala de control con un una ventana transparente con vistas a todo el hangar.

Xator habia logrado esconderse tras unas cajas que había al sur. Gunnar y Hanna se quedaron en la entrada, cubiertos tras unas cajas bajas, y Anzak Avanzó hacia un oficial que parecía que estaba dando órdenes a los soldados que se encontraban en la sala

¿Que hace usted aquí? Te responde el oficial. No puede estar aquí.  Se ve algo de duda en sus ojos ante tus palabras, y comienza a alejarse un poco hacia la derecha. Los soldados tienen soporte vital, si realmente tiene un virus no les afectará. Sin embargo voy a solicitar que vengan a comprobarlo. Gracias. Ahora, si no le importa, abandone el Hangar hasta que hayamos acabado. Tras estas palabras el oficial deja de prestarte atención y comienza a sacar un comunicador de su cinturón

- ¡¡Espere!!- le ordeno sin dejar de mirar el aparato que transporta en sus manos y que le había dado Xator. Luego lo gira hacia el oficial y luego hacia lo que transportaban los soldados. Parecía que el oficial había caído más o menos en su juego, así que siguió con él.

- No hay que precipitarse. Es posible que no sea nada- dijo intentando ganar tiempo-. Dígame, que transportan, de donde viene y a dónde se dirige- preguntó nuevamente-. Quizás con esa información sea suficiente para descartar el problema.

Cruzo los dedos mientras Anzak habla con los imperiales.

- Espero que lo que me contó Amaia sobre él sea cierto. Que aunque no lo parezca, tiene un don con la palabra y sería capaz de vender un rancor muerto a un Hutt.

El oficial parece estar perdiendo la paciencia,

Salga usted de esta sala, o haré que mis hombres le echen fuera. Dice sin prestarte demasiada atención.

Parece que el bulto que están transportando en el repulsor es efectivamente el que buscáis, mide aproximadamente 2 metros de alto, y un metro de ancho y largo.

Aquí central, informe

Suena por el comunicador que saca del bolsillo el oficial

Agarro a Gunnar por una oreja y tiro de ella.

- ¡Lo van a pillar!