Partida Rol por web

Apollo os mira sonriendo, pero con la misma cara de cansancio que vosotros. Usar los poderes es algo natural  para todos, intuitivo. Pero consume parte de la energía vital de vosotros mismos, y el ya había echo alarde de sus poderes al igual de gastarse tanto físicamente.

Pero al menos todo el equipo estaba junto, y dentro del complejo.

El eco de vuestras respiraciones era lo único que resonaba en aquellas paredes que tan solo unas horas antes habían rebosado de vida.

Lilith quería saber cómo se había abierto la puerta, y vio como el jefe de equipo, tenía una tarjeta en la mano.

Estaba claro que había medido todos los pasos.

Bueno…

Dijo Apollo en un susurro.

….ya estamos dentro, se acabo la parte sencilla del plan. Ahora toca moverse como sombras.

Aún estaba doliéndome de la patada en el estómago que me propinó Le Carp, y todavía estaba entumecida por el frio. Mi mandíbula estaba entumecida y no podía ni hablar, ni protestar ni nada. Estaba seria y de mal humor, eso parecía bastante claro. La dureza de mis rasgos así lo asimilaba.

Me froté los brazos para entrar en calor; estar en el interior del complejo era todo un alivio, al menos el cortante viento ya no te invadía hasta el último rincón del cuerpo. Pero también era todo un reto. Cerré los ojos y me concentré en los planos memorizados hace pocas horas. Mentalmente ubiqué cada cámara y pensé en el recorrido menos arriesgado y mas seguro hasta el laboratorio y luego hacia el alcantilado. ¿Teníamos ya un bote allí? ¿podríamos manejarlo con esta tormenta? Le Carp y Fatboy ya habían pensado en eso, imagino.

Cada segundo que pasaba  mi congoja crecía. Incluso ahora cambiaría este momento por dar un paseo por un barrio palestino en Jerusalén enarbolando una estrella de David. pero no quise decir nada al resto para no intranquilizarlos.

El corso aún se sentía un poco avergonzado por lo que había pasado en la puerta, no era su estilo pegar a mujeres y mucho menos a compañeros... aunque se empezó a plantear que quizas en un futuro no tan lejano tendría que realmente matar o golpear a mujeres tambien si estas se interponían, la idea no le hacía mucha gracia así que la apartó dejandola para la situación debida... Disculpame Lilith, te confundí con un guagdia... en un susurro le decía a la chica mientras ladeaba la cabeza...

Acto seguido, empezó a ordenar ideas intentando recordar donde estaba la sala de guardias, consideraba que debía de ser su primer destino...

Al entrar en el complejo noto como disminuye la tensión y la adrenalina en mi cuerpo. El posible guardia solo era Lilith, y eso supuso un alivio, aun no dejamos mas pruebas que lo que hayan podido grabar las cámaras. Algo que habrá que arreglar. 

Observo al grupo, el cansancio era palpable en todos nosotros, pero al menos olvidaríamos por un tiempo el frío exterior. Mis ojos frenan un tiempo considerable sobre Sharon, pensando si preguntarle si esta bien, pero por su expresión creo que no es un buen momento.

- ¿Vamos? - 

Susurro intentando apremiar al grupo mientras me quito los guantes. Aquí dentro no eran necesarios, lo único que hacían era disminuir nuestra precisión manual. Cuando me los guardo en el bolsillo caigo en la cuenta de lo que tengo, pero ahora estoy seguro de que no me hace falta. Aun noto los latidos en mi pecho a causa de las emociones que estoy viviendo y esto es mucho mejor. 

Doy un paso hacia delante por el pasillo mientras intento recordar los planos, pero no tengo esa capacidad innata en Lilith por lo que me freno esperando que ellos avancen conmigo. 

La respiración vuelve a su curso, el pulso a su lugar, y los nervios parecen atemperarse.

Después de Plectro, un extraño y silencioso Fatboy se levanta y empieza a caminar pasillo a dentro.

Pero no pasa más de un par de segundos, antes de que os sintáis de nuevo en peligro. Un ruido, pasos y una luz al fondo del pasillo, en lo que debe ser otro corredor que se une con el vuestro avanza sin parar hasta donde estáis.

Fatboy hace un gesto pasando su pulgar por el cuello, y empieza a andar despacio hasta el cruce de pasillos.

Apollo se empieza a mover, y toca con la mano una de las puertas del pasillo. Mientras la adrenalina sube, y la luz esta cada vez más cerca, tanto que podéis escuchar el eco de las transmisiones de radio del guardia.

Es hora de tomar decisiones. Ir con Fatboy a luchar, o esconderse con Apollo.

Había callado con un gesto a Le carp. No tenía importancia. Yo misma había saltado contra él inconscientemente, y sin pensarlo dos veces. Pensé si sería fruto de mi entrenamiento en la granja porque no creía que la instrucción básica que me dio el ejército israelí hubiera podido generar en mi esas reacciones casi instintivas. Pero la buena noticia era que ahora sabía responder a las agresiones, o al menos intentarlo.

Estábamos dentro. Estaba muy callada. Sabía el camino hasta llegar al laboratorio, sabía como usar mis poderes pero nunca antes había estado tan asustada. Fatboy habla de acuchillar a un pobre guardia de seguridad. Pongo mi mano en su hombro reteniéndole mientras niego con la cabeza. No deberíamos llamar la atención hoy, pero tampoco mañana cuando estuviéramos lejos. Deberíamos entrar, sustituir la muestra  salir sin que nadie llegue a ser consciente de que hemos roto sus medidas de seguridad. Y qu enadie lo descubfa ni hoy ni mañana ni nunca.

Hago una señal con las manos invitando a la calma y señalo las sombras. Era momento del subterfugio y no de la violencia. Señalo las sombras y busco donde esconderme.

El breve periodo de relativa tranquilidad toca a su fin cuando un guardia se acerca a nuestra posición. Fatboy quiere ocuparse de él mientras Apollo y Lilith prefieren el sigilo, y yo apoyo a estos últimos, no debemos dejar huellas de nuestra estancia.

Apoyo con las señas hacia Fatboy para que venga con nosotros y empiezo a buscar con la mirada un lugar donde poder esconderme. Puede que la puerta a la que se acerca el líder este cerrada, no debería, pero todo es posible, por lo que me voy acercando a otra mientras comprueba si puede abrirla. 

El gesto de la chiquilla le tranquilizó un poco, aunque se le veía bien disgustada parecía que pasaría por alto el pequeño error, así que se intentó relajar un poco frotando una mano contra otra...

Siguió al grupo cuando se pusieron en camino, no había memorizado muy bien los planos, pero parecía que el resto andaba bien seguros, así que no objetó nada. Todo se paralizó cuando escucharon los pasos, como no, los guardias...

Le Carp junto a Fatboy intentaba hacerle recular, el tampoco quería el enfrentamiento, pero si no retrocedía tampoco lo iba a dejar solo, quería poner algo en práctica y no le parecía tan descabellado, solo tenía que conseguir ponerle la mano junto a la boca y lo solucionaría...

La tensión podía cortarse como un cuchillo caliente corta la mantequilla. Era un misión complicada, no debían de ser vistos, no debían dejar rastros, y puede que un error afuera fuera la causa de todo aquel barullo.

Apollo abrió rápidamente la puerta, y uno tras otro entrasteis en una habitación, Fatboy el último, que asintió ante vuestras palabras, como iluminado por la sabiduría divina. En que estaría pensando.

La puerta se cierra y podéis ver, que la luz se hacía más intensa. Estaba claro que no os habíais descubierto, pero había que andarse con cuidado.

Tras un minuto de tenso silencio, solo roto por vuestras respiraciones, y algún ruido de los abrigos rozándose con otras partes, no paso nada más.

Tras un tiempo prudencial, Apollo asoma la cabeza, parece que el guardia, ha seguido su camino.

Ahora había que ver cómo gestionar la operación.

Creo que deberíamos de dividirnos. Unos ir hacia el laboratorio, otros controlar el centro de seguridad y con el todo el complejo. Es un trabajo aburrido, pero puede ser necesario.

¿Como lo hacemos?

Estaba claro los objetivos, aunque aún quedaba la parte de moverse por el complejo. Lilith conocía perfectamente los planos, los otros, unos mejor que otros, pero había que coordinarse. Si alguien hubiera cogido los pinganillos que había en el coche….

Mis ojos reflejaron de inmediato el pánico ante la propuesta de Apollo. De lo que estaba segura es que no quería que nos separáramos. Me sentía segura al lado de mis compañeros y temía algún otro error que pudiera comprometer nuestra salud. Le Carp me había confundido con un guardia. ¿Y si nos separábamos, no podría volver a repetir el error? ¿no me podría acaso suceder a mi misma?

No, por favor.... me sentía muy insegura sin tener a todos los chicos a mi lado. Tiene que haber otro modo...

Pero sabía en el fondo que no era tan mala idea lo de separarnos. Podríamos controlar todo el complejo y controlar nuestras salidas desde las cámaras. Me metí las manos en el bolsillo del anorak. Estaba comenzando a molestarme el calor, pero no tenía donde dejarlo. saqué las manos del bolsillo con cuatro pequeños transmisores y receptores; cuatro pinganillos que nos mantendrían en comunicación constante.

Perdonad, me estoy comportando como una niña.  Separarnos y controlar la situación desde seguridad será mas rápido. Si creéis que es el mejor modo, así lo haremos. Creo que esto nos será útil. Perdonad, olvidé que me los había guardado yo. Sonreí, tenía que quitar algo de hielo al asunto y no dar tanta importancia a la misión. Al final fluiría sola y todo saldría bien. para eso estábamos entrenados y para eso disfrutábamos de nuestros poderes que nos harían la vida mas fácil, pero me sentía tan inexperta... mi voz era casi un susurro. No me atrevía a alzarla, ttenía tanto miedo de que pudieran escucharnos...

¿disfrutábamos de nuestros poderes? es mas bien una maldición divina. El mundo sería mas sencillo para nosotros si no pudiéramos detener el tiempo o movernos a vertiginosa velocidad. Seríamos personas normales y viviríamos nuestra vida de un modo mas tranquilo y sin meternos en laboratorios protegidos con sistemas de alta seguridad y nadie nos perseguiría por lo que somos.

Creo que podré vigilar muy discretamente la situación desde el centro de seguridad, podré detener el tiempo si me encuentro en peligro o si veo que estáis en peligro. No se si podré liberaros cuando el tiempo esté detenido si no estoy a vuestro lado. Nunca lo he intentado. También se algo de química y de biología. No se hasta que punto es necesaria mi presencia en el laboratorio. Estoy hecha un lio.

¿Saber algo de química y de biología? Me quedaba corta, pero tampoco me gustaba alardear sobre mi misma.

¿Cuántas tarjetas electrónicas tenemos? ¿y como es la salida por el alcantilado?

Y mi otra mano también se metió en el otro bolsillo del anorak. Mis dedos rozaron el táser, el mismo táser que el destino puso en mis manos en el aeropuerto romano de Fiumicino. No quería volver a usarlo, pero me hacía sentir segura.

Me muevo con el mayor sigilo posible internándome en la habitación con mis compañeros. El guardia parece que se adentra en el pasillo que poco antes ocupábamos y, de la misma forma, se retira, lo que apreciamos por perder de vista la luz de la linterna. Ahora podemos relajarnos relativamente. Hemos estado cerca y creo que tendremos que andarnos con mas ojo, pero lo que mas he notado mientras nos escondíamos era la incomodidad que generan estos abrigos.

Apollo se asoma a la puerta para confirmar que el guardia se ha ido y nos comenta el siguiente paso del plan. Yo, mientras, me quito la chaqueta, sintiéndome bastante liberado. La dejo apoyada en el suelo mientras Lilith interviene. Noto su miedo ante la situación, su inseguridad... Me acerco hasta ella y cojo uno de los pinganillos, colocándomelo. Luego le doy un ligero apretón en el brazo mientras la miro a los ojos a modo de apoyo, confío en ella y sus habilidades. De hecho son mejores que las mías.  

- Tu deberías ir al laboratorio, tus conocimientos pueden venir bien para localizar el paquete. En el centro de seguridad podemos estar cualquiera de nosotros y avisar de cualquier peligro, tras el aviso tu puedes hacer uso de tu poder si es necesario. - susurre, no sabía como de aislado acusticamente estaba este complejo. Me gire esta vez hacia Le Carp - ¿Como sera la huida? - agarro la manga de la chaqueta que tenia delante mio, en el suelo - esto no nos hará falta hasta entonces y quizás alguien se pueda encargar de guardarlos o cargarlos hasta la salida que vayamos a tomar. Quitarnos estos abrigos nos facilitara las cosas dentro, pero los necesitamos para evitar morir congelados cuando salgamos. 

Doy un repaso mental al plan y a como iban sucediendo las cosas.

- Yo puedo ir al centro de seguridad. Me he mirado un poco los planos y con suerte habrá alguno allí a partir del cual os pueda guiar. Aunque con Lilith creo que ni os haré falta - sonrío hacia ella.

Suerte para ellos, al final habían optado por la evasión y había sido bastante inteligente, el guardia pasaba de largo, lentamente pero sin incidentes, cuando la luz se fue perdiendo, se dió cuenta de que había dejado de respirar, tomo aire profundamente mientras se quitaba el abrigo y lo dejaba junto al de Plectorum y tambien lo imitaba al hacerse con otro de los pinganillos...

Llevaba un rato pensando en la huida y es que ya no sería tan sencilla, la tormenta lo iba a complicar todo... D'accord, paga podeg huig con velocidad yo debegía salig de aqui con algo ventaja, hagemos una cosa, yo acompaño a Plectogum, una vez asegugada la sala de vigilancia, me voy a pgepagag la lancha... Cuando salgais os vais hasta el acantilado, Fatboy y Apollo saben donde, desde allí os descolgais pog la cuegda... hasta que encontgeis el agpón con el cable, lo afianzais a la goca y lo usais de tigolina, al otgo lado del cable estagá la bagca, cuando me lanze al agua pgobablemente piegda contacto con vosotgos, no cgeo que el comunicadog aguante el agua... Si alguno cae al agua que no se pgeocupe, soy un excelente nadadog...

- Podemos encargarnos nosotros de los anoraks hasta la sala de vigilancia y luego tu los dejas en la zona de evacuación para cuando nosotros lleguemos - comento con Le Carp. - ¿o nos complicaran mucho el movimiento? - 

Asiento ante las palabras de le carp y Plectrum

¿Fatboy? ¿Apollo? ¿venís conmigo o iré sola? ¿Por cierto quién tiene el placebo? ¿debería llevarlo yo?

Miraba nerviosa hacia el pasillo. Estaba comenzando a impacientarme. Cuanto antes llegaramos al labo antes acabaríamos y antes nos iriamos.... ¿a casa? ¿nos quedaba alguna casa?

El corso miraba a Plectorum calculando como de peligroso sería dejar las chaquetas allí mismo... Cgeo que podgiamos dejaglas aqui, d'accord?? ese guagda no va a estag entgando en las habitaciones, pego fuega esta clago que los necesitagan... El no se iba a inmiscuir porque no creía que fuera su trabajo, pero estaba con Lilith, pensaba que Fatboy debía acompañarla, ella pegaba duro, lo sabía a buena fé, pero Apollo era el apoyo y debía estar un poco más libre para actuar en cualquier momento o eso creía... Se acercó a la puerta para oír al otro lado y observar bajo ella... Luego gesticuló con la barbilla y las cejas, mientras miraba a Plectorum instandole a ponerse en movimiento.

Me muevo en sigilo junto a Le Carp. 

- Los anoraks tenemos que dejarlos lo mas cerca posible del punto de evacuación para perder el menor tiempo posible en la huida... Si nadie se encarga de ellos lo haré yo - 

Llevaroslos puestos. Nunca se sabe si necesitaremos precipitar la huida.

Y respiré hondo intentando recobrar la tranquilidad.

Estamos en contacto. digo señalando el pinganillo que ya adorna mi oreja izquierda.

Apollo escucho el plan, y coincidió con vosotros. El y Fatboy, junto con Lilith se encargarían de cambiar el placebo.

Os recordó a todos, que había que controlar los movimientos de los guardias, solo debía de haber tres, tendría que ser sencillo moverse por los pasillos si alguien indicaba cuando moverse y cuando pararse.

Por otro lado al grupo del placebo les tocaba conseguir saltarse las medidas de seguridad, sin duda toda una hazaña, a pesar de tener toda clase de códigos.

Finalmente el tema de la huida, con suerte, seria duro, pero tan sencillo como entrar.

A todos aun os pesaba la incertidumbre de saber si alguien había visto o grabado vuestra entrada. Pero no era momento de dejarse guiar por los miedos.

Salisteis, cargando con los abrigos, y procurando ser silenciosos. Hasta tomar el control, del puesto de seguridad principal había que mantener el sigilo a toda costa, luego la cosa se presentaba tan clara.

Los dos grupos iban en principio por el mismo sendero. Había que dirigirse a través de la primera planta, hacia el centro del complejo. Desde allí, había cuatro pasillos en la primera y la segunda planta, que distribuían a los trabajadores a distintas zonas.

Normalmente, de día, en aquel lugar había un nutrido grupo de guardias que comprobaban que todo estuviera correcto. Ahora, no había nadie cuando os acercasteis.

Llegados a este punto, los dos equipos tenían que cambiar de ruta.

Los que iban a seguridad, desde allí tenían que subir a la segunda planta, sin usar los ascensores, que daban la impresión de que estaban dormidos, esperando que alguien los despertara para poder alertar de la presencia de los intrusos.

Los que querían ir a por el fármaco, tenían que seguir o bien el pasillo norte, o el sur, pues ambos se conectaban a mitad, con una puerta al patio. Desde allí, había que cruzar un patio interior, asolado por el frio, para llegar a un edificio de acero y cristal. Donde se guardaban todas las muestras.

Como curiosidad, cabía destacar, que los pasillos de la parte baja, tenían la pared interna, la que daba al patio, con una cristalera, que de poco serviría, porque con la que estaba cayendo nada se podría ver del cristal hacia afuera.

Sin embargo, y a instancias de Apollo, no se moverían del centro del complejo, hasta que el otro equipo tomara posiciones. Podía ser arriesgado no moverse, pero lo era más hacerlo sin tener el factor humano controlado.

Aun así, no es un líder autoritario y pasea la mirada de unos a otros esperando que alguien sugiera un plan mejor.

Flashback.

La mujer aun tenía las manos frías, cuando comprobó en su apartamento como quedaba el vestido sobre su busto.

Tenía una cena importante esa noche, una cena de presentación. Iba a ser presentada novia, a los hijos nada normales de su rico novio.

De repente su teléfono móvil se encendió, y acto seguido empezó a vibrar en la cama. Sabía que seria del trabajo y estuvo tentada de no girar la cabeza, pero sabía que aunque lo intentara no podría hacerlo, así que descuidadamente tanteo con la mano mientras sus ojos seguían fijos en el espejo.

Cuando la pantalla de su móvil se interpuso ante sus ojos su cara cambio, se puso tensa, sus músculos faciales se contrajeron una mueca absurda, de incredulidad mezclada con pánico.

Sabía lo que era aquello, y sabia que solo podía significar que los infalibles, habían fallado, si había saltado aquella alarma, es que todo iba muy muy mal, y se temía, que no podía dejar de hacer lo que se suponía debía hacer.

Dejo caer su cuerpo en la cama y sus ojos buscaron consuelo en un techo frio y blanco, como la nieve que se empeñaba en golpear la ventana. Que mala suerte. Que mala suerte, se repetía la jefa de seguridad.

Tras unos segundos de estar abatida, se puso en pie, y comenzó a hacer llamadas. Había que movilizar un contingente. No podía haber fugas. Solo esperaba que su otra misión, no fuera un fiasco total, como se temía que seria.

Bien, busquemos un lugar para ocultarnos hasta que Le Carp y Breo tomen posiciones.

Comprobé que los pinganillos funcionaban y me despedí del resto.

Suerte... esperamos vuestras noticias