Partida Rol por web

La mujer no discutió, y fue a donde estaba el agente de seguridad. Le tomo las constantes, o algo parecido y te dijo muy segura de sí misma.

Está vivo, pero esta fuera de combate. Puede que tarde en despertarse. Aun así debería de verlo un medico, se ha llevado un golpe muy fuerte.

La mujer no podía con él. Y tú no sabías que hacer con el agente de seguridad. Estaba claro que inconsciente era un peso muerto. Y no podías cargar con él sin soltar a míster cantante de Thrash Metal.

Le hiciste un gesto a la mujer y te encaminaste a donde estaba la sala de control, y donde Le Carp debía de tenerlo todo controlado. 

Al llegar, tu compañero estaba en el suelo siendo apuntado por el gordo de seguridad, y tu rehén empezaba a desempañarse.

Marcelo, no, no dispares, son los buenos.

El hombre no estaba nada convencido. No había visto las cámaras, y no sabia que venia mas gente para donde estabais. Se quedo tenso, mirándote, dudando que hacer.

Pero al final tomo una decisión.

Soy yo quien tiene la pistola, y no te creo. Si te mueves voy a disparar. Me has entendido.

En ese momento escuchaste pasos que venían a la oficina. Y el también los escucho. Pudiste ver como de repente unas personas se ponían a tu espalda y una voz de mujer decía.

.- Marcelo, no, no dispares, son los buenos.-

El hombre dudo unos segundos, pero bajo el arma, dejando que te movieras libremente, aunque aún no estaba convencido de nada.

La situación se normalizaba al entrar Plectrum pudo ver a un guardia con el arma en la mano. Y a Le Carp levantándose del suelo. Estaba claro lo que había pasado. Pero al menos todo había acabado bien.

Porque había acabado, ¿No?

En otro orden de cosas, y sin presentaciones, la técnico de laboratorio le explico al agente de seguridad que su otro compañero estaba vivo. Que había un ataque terrorista y que vosotros erais los buenos.

Mientras, Scream, el hombre megáfono abrió los ojos. Y se dio cuenta de que tenia las de perder. Pues la pistola de Plectrum se le clavaba en la sien.

Un pequeño suspiro. Hasta que Le Carp llama la atención de todos sobre las pantallas.

El código había funcionado. Justo cuando te girabas para ver cómo le iba a vuestro líder Fatboy te metió en la sala de un empujón y volvió a cerrar la puerta con él fuera.

Al mirar por el cristal insonorizado, pudiste ver algo que te quebró el alma.

Apollo luchaba a brazo partido, esquivando los embates cuerpo a cuerpo que su formidable oponente le lanzaba. El era más rápido, pero también parecía cansado. Cosa que su fiero contrincante no.

Fatboy al otro lado del pasillo hizo que Scar desviara su atención, un momento que Apollo aprovecho para lanzarse al cuello de su enemigo.

Aquel fue su único error. Aquel hombre, aquella bestia, estaba curtido en combates a manos desnudas, su aparente falta de concentración no era más que una estratagema. Sin siquiera mirarlo, agarro al joven rubio por el cuello y empezó a apretar con su monstruosa manaza.

Todos guardasteis silencio, ni respirabais desenado que algo pasara y Apollo pudiera huir. Pero un segundo más tarde, y tras un firme y violento movimiento del brazo, la cabeza del que hasta ahora había sido vuestro líder, vuestro amigo, y en muchos casos vuestro salvador personal se posiciono en un ángulo para nada natural.

Su vida se extinguió. Ni siquiera hubo respuesta física. Estaba muerto. Lo sabíais. No podía ser de otra manera.

No escuchasteis más que vuestros propios y ahogados gritos de dolor. Pero Scar no perdió tiempo. Se encaro hacia la sala de virus peligrosos. Al laboratorio donde sin duda Lilith ahora ocupaba. Y lo único que lo detenía era Fatboy.

El cual, con lagrimas en los ojos saco sus armas y empezó a disparar.

La situación había sido tensa. El guardia de seguridad se quedo durante unos segundos conmocionado. Vosotros mismos no sabíais que hacer. Aquellos hombres de Invierno Rojo eran bestias, bestias sin control con un poder muy superior al vuestro. O no.

Plectrum seguía teniendo bien atado a su pistola a Scream. Al menos por el momento.

La situación había cambiado. Había que hacer algo. Y rápido.

No era el frio lo que te atenazaba pegada al cristal de la puerta blindada de seguridad. Era el miedo. Acababas de ver la muerte en su pleno apogeo, y te estaba doliendo físicamente.

Apollo ya no estaba y tú tenías una misión, una misión que te dejaba aislada en la única sala en la que aquella bestia quería entrar. Y no había más salida que aquella puerta.

Que harías. Serias una heroína, o saldrías de allí corriendo…

Millones de pensamientos paarecieron de golpe en mi cabeza. ¿había podido detener el tiempo para salvar a Apollo? estaba tan seguro de si mismo y ahora estaba muerto. Solo tenía que haber detenido el tiempo, noquear al enemigo con el táser y correr al laboratorio. Apollo estaría vivo y su contrincante inconsciente y apenas habrían pasado unos pocos segundos y nadie se habría enterado... ¿o no?

No podía bloquearme ahora. Alguien tenía que ser el nuevo líder y yo ya había visto antes la muerte con mis propios ojos. Solo tenía que mantener la cabeza fria. Por el comunicador hablé con el resto.
Apollo... ha caido... Fatboy, ese tipo es una fiera. Puedo detenerle, creo que puedo detenerle. Solo entretenle unos segundos y estaré fuera. Y si no lo ves claro no te preocupes por mi, solo huye. No os durmáis, acabemos YA
Mi voz no sonó todo lo firme que debería. Estaba muy asustada, pero no podíamos permitirnos flaquear, no tan cerca del objetivo. Apollo no me perdonaría si ahora mostraba debilidad. Debíamos triunfar, lo haría por él, lo haríamos por él.

Mi mano se metió en el bolsillo y tocó el tubo donde guardaba el placebo, y busqué con la mirada el virus que lo habría de sustituir. No debía de llevar mucho tiempo y ese gorila no debía llegar a enterarse.
¿Cuánto tiempo tendría? Mi poder me ayudaría, tenía que ser suficiente.

Entro en la sala de seguridad fingiendo un aire de autoridad que no poseo. Miro a Le Carp, que se levanta, y al hombre, que parece empezar a colaborar, mientras la mujer le explica la situación, así como quien se supone que somos nosotros.

- Necesitamos algo para taparle la boca a este. - empezaba a estar totalmente lucido y eso no hacía mas que menguar mi confianza en la situación, aunque intentaba no mostrar ese cambio al resto. Con suerte no intentaría nada estúpido, mi pistola seguía apuntándole y mi brazo obstaculizando parcialmente su respiración. 

Mi mirada cruzo la estancia en busca de algo que sirviera para tal fin cuando mi compañero guía nuestras miradas hacia las pantallas. Vemos el encarnizado combate entre Apollo y el terrorista, en el que nuestro jefe parece que tiene las de perder. Hay un momento en que parece que lo tiene, pero todo fue un engaño por parte del enemigo y la situación se vuelve totalmente en nuestra contra... No quiero ver lo que va a suceder pero no consigo apartar la mirada de la pantalla. Mantenía una ligera, y quizás ridícula, esperanza de que Apollo consiguiera liberarse y reducir a aquel terrorista. Todo se redujo a cenizas en un instante... Mis ojos se abrieron como platos y volví a sentir el miedo en mi cuerpo, al compás de mis pulsaciones. Miro hacia Le Carp con la boca abierta ¿si nuestro jefe ha sido vencido por aquella mole que nos podría hacer a nosotros, mutantes menos expertos?...

- Eh... - titubee. Aunque ya había presenciado la muerte de algún que otro compañero en mi antigua vida, no era nada fácil de sobrellevar. Sabía hacer a un lado la impresión, el dolor, el miedo y todas esas emociones que te bloqueaban en una situación así para dejarme llevar por el instinto de supervivencia. Esta vez tarde mas...

Entonces me di cuenta hacia donde se dirigía el terrorista que aun andaba suelto, el enorme asesino, y supe que tenia que actuar. Nuestros compañeros necesitaban nuestra ayuda. Pero... ¿como?... Yo era el mas indicado para vigilar al capturado, a no ser que consigamos taparle perfectamente la boca y anular su terrible poder. Ademas, ¿de que serviría contra aquella mole?. Apollo era mas rápido que yo, mas diestro en combate y había perecido... Quizás Le Carp...

- ¿Puedes ir a ayudar al resto?.- Sabia que lo que le pedía era difícil, hacía falta mucho valor. Yo no dudaría, debía proteger a Lilith, se lo había prometido pero... ¿dejarles esta carga aquí? ¿y si consigue reducirles con un grito?... - Quizás puedas... ¿encharcarle los pulmones?...- Intentaba pensar lo mas rápidamente posible una forma de dejar fuera de combate al terrorista que quedaba suelto - Sino iré yo. - ya se me ocurrirá algo, ya se me ocurrirá algo.... -me repetía mentalmente. 

Lleve a mi vociferante amigo contra una de las paredes, colocandolo de frente a ella, y me gire hacia el guardia de seguridad presente. 

- Esposele los pies - Necesitaban actuar rápido. - Necesito una toalla, cachos de ropa, pañuelos o algo así para taparle la boca. - ¿que mas habría usado para tapar bocas en aquellos tiempos difíciles?- Cuando tengamos a este controlado tendrá que traer a su compañero hasta aquí. - 

Sonaba incluso capacitado, ¿cosa del entrenamiento?...

La sala del laboratorio estaba dividida en dos zonas. La exclusa de entrada, donde había una serie de bancos y percheros con ropa aislante.

Y luego después de un breve pasillo de dos metros cuadrados, donde difícilmente podían pasar más de dos personas.

Luego el laboratorio. Con bancos de trabajo, neveras, ordenadores, y multitud de componentes que no tenias muy claro para que servían.

Sin duda un lugar de trabajo estupendo. Pero que era como una ratonera para ti. A la que le tiempo, le quemaba más de lo que quemaba el sol.

Le Carp empezó a recuperar el aliento en cuanto entró Plectorum con el terrorista y dejaron de apuntarle, entonces echó un vistazo a las pantallas y volvió a perder la paciencia, cuando parecía que todo pintaba mejor se empezaba a trastornar la situación de nuevo, llegando al punto límite de perder a su cabecilla, el bueno de Apollo no se merecía aquello...

Pasaron unos segundos en los que el mundo parecía que se había detenido... realmente no sabía que hacer ahora... gracias a dios su compañero le sacó de la nube en la que estaba y le dió una orden... Afirmó con la cabeza nerviosamente y se lanzó a la carrera recordando los pasillos que había mirado en el mapa para llegar a donde estaba sucediendo la pelea...

Lilith le brute, va en tu digección Fatboy le esta dispagando y yo voy a ayudag, hazte con el antidoto ya!!! tenemos que salig de aqui de inmediato...

detuve el tiempo y me puse un traje aislante. No sabía por qué pero quizás fuiera la inercia después de tantos años mtida en laboratorios en la universidad. Allí dentro había cosas peligrosas y no sabía si realmente ese bruto podría acceder al interior mientras estaba dentro.

No tardé demasiado en vestirme. Una vez aislada y con el placebo en mi mano accedí al interior y busqué los registros del laboratorio, algún documento que me pudiera indicar cual era el vial que había venido a buscar. E hice que el tiempo volviera a correr, no sabía cuando sería necesario volver a detenerlo, pero confiaba en que Fatboy estuviera bien.

La voz de le Carp resuena en mis oidos y le contesto

Estoy dentro, Le Carp. Estoy buscando la muestra para cambiarla. Huid y forzad que os siga, eso me dará mas minutos aquí dentro...

Le Carp no tardo casi nada en llegar a la zona de batalla, una ráfaga de aire helado le dijo que estaba cerca. Y los disparos que podía oír y ver impactar contra las paredes le decían que sin duda, era el sitio.

Fatboy, a pesar del clima, había echo una maniobra arriesgada metiéndose en el patio y parecía que funcionaba. La bestia que lo seguía, había salido al exterior. Y pediste notar dos cosas casi a golpe de vista.

1. Si Fatboy no entraba en menos de dos minutos a una zona más caliente, moriría congelado.

2. Al bruto el frio parecía no afectarle. O si le afectaba, sin duda lo hacía a un nivel mucho menos importante que a tu compañero.

Ahora lo importante era ver como lo distraes de Fatboy para salvarle la vida, al tiempo que Lilith conseguía hacer la parte de la misión que tenía entre manos. Y podías salir de allí.

Lilith tenía que hacer su trabajo, y lo tenía que hacer rápido. Por suerte, había una zona que sin duda era más especial, porque estaba cuidada con más detalle.

Pero aun así, tenía un teclado cifrado para acceder.

Al asomarte vistes las muestras y los nombres. Justo el lugar que estabas buscando.

Ahora tenías que abrir esa caja de seguridad, y no tenias referencias de ningún código especial para hacerlo.
Tendrías que usar toda tu inteligencia para abrirlo o buscar otra manera.

Plectrum se queda solo. Con un asesino en potencia, un segurata gordo, y una técnico de laboratorio inteligente que por el momento estaba de su parte.

Las cosas no pintaban bien para tus compinches masculinos. Y tú “amiga” estaba encerrada en una sala llena de virus mortales. Y ese era el secreto que tendríais que guardar tus compañeros y tu.

Ahora mismo jugabais el papel de un grupo de soldados que perseguían terroristas y que habían llegado tarde, pero si el segurata o la mujer notaban la intrusión en el laboratorio, seguramente vuestra tapadera y todos los puntos que habíais ganado se irían al traste.

Cuando Le Carp se puso en contacto con Lilith agradeciste que el auricular estuviera puesto en tu oreja, y no fuera algo que emitiera un volumen de sonido alto.

El gordo bigotudo, tras titubear un poco hizo lo que le habías pedido, engrilleto como pudo los pies de aquel hombre, una maniobra que tardo demasiado, porque las piernas no eran tan finas como las muñecas, pero finalmente quedo atado.

Los ojos de Scream se abrieron de golpe, haciendo que los dos civiles dieran un paso atrás, pero no abrió la boca. Al menos de momento.

Por algún motivo, ahora eras tú quien lideraba el operativo. Le Carp había asumido tu mandato. Y Lilith siempre confiaba en ti. Fatboy estaba tan concentrado que difícilmente podría tomar cualquier decisión.

Por absurdo que fuera, tú eras el cabeza de aquel grupo, Y ahora te tocaba tomar las decisiones.

¿Cuánto hacía que alguien no abría la caja de seguridad? ¿Podría ver el pasado? pasar de media hora era ya algo agotador para mi, así ue esa opción la descarté de inmediato. Pero... ¿Y si mirara el futuro? ¿me vería a mi misma abriendo la caja? Me vería obteniendo la contraseña o me vería lloriqueando y dando puñetazos al teclado de pura rabia? ¿quién podía reparar cosas usando sus poderes? ¿Le Carp quizás? me lo dijeron pero, extrañamente, no lo recordaba. Quizás era uno de esos momentos en los que sus habilidades eran mas necesarias que nunca, pero ahora estaba sola y le carp estaba lejos y tenía sus propios problemas y objetivos.

pensé en el típico científico sesudo (Antunes, por ejemplo). Siempre se le olvidaban las cosas importantes, incluido su propio cumpleaños, porque solo se concentraba en cosas que solo ellos consideraban útiles, como sus experimentos y juegos con el ácido desoxirribonucleico.

Luego me volví hacia el tipo que estaba pegándose ahí fuera con Fat Boy. ¿sabría el la clave? se le ocurrió una idea curiosa, muy curiosa. Y solo tendría una opción. Era peligrosa, y arriesgada pero.... otros perdieron la vida por esta misión. era mi turno

Fat Boy, Fat Boy, ¿me recibes? no digas nada, solo escucha. necesito a ese cretino aquí dentro. busqué con la mirada algún sitio para esconderme. Podría detener el tiempo justo cuando abriera, eso me convertiría en invisible, solo tenia que estar siempre fuera de su radio de visión, no era tan difícil.

Ese tipo ha venido a por el virus y tiene que saber como abrir la caja de seguridad, y nosotros no tenemos los códigos.. Pero él sospecho que si. Inmediatamente abra la caja detendré el tiempo y cambiaré mi muestra por la suya. Incluso pensará que ha conseguido la muestra correcta cuando solo se está llevando un placebo. Huye, o hazte el muerto o algo así, y deja que me encargue yo, ¿vale?

Y busqué donde esconderme. No tendría mucho tiempo, o mejor dicho, lo tendría sin saber donde estaban mis límites.

La escena se volvía cada vez mas extraña. Sin saber como había adoptado el papel de líder y Le Carp acataba una de mis "ordenes". ¿Sería esto bueno para el grupo?. Que dependieran de mi me ponía bastante nervioso, pero por otro lado el liderazgo no hacia mas que regalarme protagonismo. Y eso siempre me ha gustado. 

Sacudo la cabeza para volver a la realidad, ya me perdería en mis pensamientos en otro momento. Empujo a mi rehén, forzándole a doblar las rodillas para tumbarlo en el suelo. Suelto su cuello y coloco una de mis rodillas sobre su espalda y brazos, limitando lo máximo posible su movimiento. No dejo de apuntarle a la cabeza con el arma mientras uso mi otra mano, de manera bastante torpe, para sacarme la bota y uno de mis calcetines. Parece que no hay nada mejor.

- Necesito un trozo de cuerda... o de cable. - pido sin girarme hacia los empleados del laboratorio. 

Mientras espero a que hagan algo útil intento mostrar ante mis compañeros la preocupación que me ataco cuando empezaron a hablar por los auriculares. Dejo mi calcetín sobre la espalda del terrorista para tener una mano libre.

- Os vemos desde la sala de seguridad, en cuanto lo reduzcáis nos vamos. - Espero que entiendan el mensaje que intento transmitir de forma lo menos codificada posible. Confío en Lilith se de cuenta, es quien tiene que hacerlo.

Volviendo mi atención sobre la sala de seguridad caigo en otro detalle.

- ¿Habéis dado la alarma? - me permito unos segundos de silencio - A nadie le viene bien la publicidad - Dejo caer la gran opción de que la policía filtre información a la prensa. Quizás así nos concedan el tiempo que requiramos para coger lo que no es nuestro y abandonar el recinto con un par de paquetes que no esperábamos llevarnos. Aunque puede que ya sea tarde... o que estos dos se hayan ocupado de la alarma... o que los coches patrulla no lleguen nunca en medio de este temporal. Ademas... quizás este empezando a confiarme demasiado con la posibilidad de reducir a la mole que nos queda suelta.

Agarro el calcetín usado y se lo meto al terrorista en la boca, aguantándolo de momento con la mano. En este momento triunfal me siento bien, me siento como un héroe. Vamos a llevar a cabo nuestra misión y encima vamos a salvar a esta gente de los agentes de Invierno Rojo. Me gusta esto... ¿pero por cuanto tiempo? ¿se torcerán las cosas?.

-Os vemos desde la sala de seguridad, en cuanto lo reduzcáis nos vamos.-