Partida Rol por web

Érase una vez

La sala de audiencias

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28/01/2013, 21:21
El rey Picas

Oh dios esto se nos ha ido de las manos, pienso, ignorando a Zelda

-¡Peach por el amor de dios, eres una princesa, compórtate como tal!

Basta de bodas por hoy- digo, cansado y aun asustado con la idea de que estos dos... iugg.

Miro a Zelda y le digo- tranquila, aunque exista la posibilidad de que Peach este como tu dices "estropeada", una buena dote lo arreglaria, no te preocupes por tu hermana. Además, no creo que esos principes sepan diferenciar a una mujer virgen.

Por cierto, tu sigues siendolo?- le pregunto, ya asustado por la idea de tener dos hijas pendones

Y lo peor de todo, es que la reina los apoya. La miro con cierto odio mezclado con miedo a que sepa lo que realmente esta pasando aquí...

Llevaos a vuestro hijo para que os ayude en vuestra misión, Elmer, ya trataremos este asunto mas detenidamente- esto ultimo lo digo mirando muy fijamente a Peach

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28/01/2013, 21:36
Jóker

 

Amo a la princesa  y para mi su bienestar es importante...pero la princesa Pech  no fue mancillada su honor esta tan limpio como la honradez en las palabras de su hermana 

Si el rey decide tomar cartas en el asunto que sea el único afectado  , esos dos pomposos parecen estar mas interesados en contratos mercantiles que en honras

 

Notas de juego

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28/01/2013, 21:39
Elmer

Ante la conversación empalidezco y me quedo mirando a mi hijo con los ojos desorbitados. ¿Con la princesa? Niño estúpido, no se muerde la mano que te alimenta...

-Sea como ordenais majestad.- Digo tras echar una ultima mirada a la reina. Quería hablar con ella a solas y esperaba que ella se hubiera dado de cuenta.

Antes de que termine de hablar ya e agarrado del cuello a mi hijo y me lo llevo fuera de la sala. Paso al lado de mi esposa y la miro con incredulidad. ¿Como puede apoyar esta majadería? El mundo está del revés.

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28/01/2013, 22:02
Sebastián

Las gracias y chistes del bufón Jóker habían conquistado el corazoncito veleidoso de la princesa Peach, pero su padre no parecía estar por la labor de mezclar la sangre real con la de un plebeyo con un oficio tan bajo e indigno.
El cazador real y la jefa de criados abandonaron sonrojados la sala de audiencias impeliendo a su hijo para que no añadiera más leña al fuego. Desde luego que aquel no era un buen momento para provocar la ira del rey, viviendo como estaba toda la familia a su costa. Además, la inesperada confesión de la princesa Peach no podía ser otra cosa que un capricho pasajero. Aquella niña mimada hoy se había colado por Jóker como mañana lo haría por el mozo de cuadras. ¿No se rumoreaba acaso que había tenido hace poco un novio fontanero? Lo que estaba claro es que ni siquiera en los cuentos más fantasiosos los bufones acababan casados con princesas.
El mayordomo Sebastián les abrió la puerta a los tres y consultó su lista para llamar al siguiente peticionario:
- Arusán... Asuzán... Aturán... ¿Pero qué clase de nombre es este? ¡EL SEÑOR BARDO!

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28/01/2013, 22:11
La princesa Zelda

-Una buena dote lo arreglará... ñeñeñe...dita sea, no le importa nada...- Aprieto los puños con rabia ante la respuesta de padre y me remuevo incómoda en el asiento.

Ante su pregunta, no puedo más que mirarlo horrorizada mientras replico, -Por supuesto que yo lo soy, padre ¿me tomáis por rubia?, me ofendéis con vuestras dudas, mi corazón sólo es de Encantador y sólo me entregaré a él cuando le deis mi mano y nos unamos en sagrado matrimonio-.

Me giro para ver marchar al trío de sirvientes, y la entrada de un nuevo peticionario, procurando no mirar la reacción de padre ante mi insistencia con el príncipe.

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28/01/2013, 23:23
Asurancetúrix

Entro en la Sala de Audiencias con paso firme y seguro. Sin embargo, no me siento para nada seguro, pero lo importante es parecerlo. Observo la Sala detenídamente mientras me inclino en una reverencia e hinco una rodilla al suelo en señal de respeto. Parece que he entrado en plena discusión. Pienso. La princesa Zelda tiene la cara congestionada de ira, algo ne la anterior audiencia parece haber desatado la ira de la princessa.

Espero sumísamente con la mirada puesta en el suelo a que alguien me dirija la palabra, no es este momento de palabras ligeras o chanzas de bardo.

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29/01/2013, 13:06
La princesa Peach

¿Estropeada? Pues claro que lo estaba, ¡mi nariz! ¡Mi nariz era la estropeada! Por lo menos Jóker había confesado sus sentimientos hacia Peach, ¡hacia mí! Pero lejos de conseguir nada, todo el mundo parecía enfadado con ella. Peach se sentía desconcertada y dolida, y ¡no le gustaba! ¡Mecachis! O sea, ¡qué mal rato! Seguía perdida en sus pensamientos y ni siquiera se dio cuenta de que el bardo había entrado. Su mini-yo pataleaba dentro de su mente como una niña malcriada, tirada en el suelo. "¡Eres tonta! ¡Eres tonta!" berreaba.

Peach bajó la mirada hasta sus pies, sus manos reposaban sobre sus muslos. Ni siquiera se enteraba de los insultos de su hermana, estaba demasiado concentrada en si misma. Yo, yo. Suspiró. ¿Estaré o para nada? Otro suspiro. Mi, mi.

La princesa heredera levantó la mirada del suelo y se quedó mirando al bardo. ¡Él era la solución!
-¿Qué os trae hasta nuestra presencia? -Habló con majestuosidad y coherencia, adelantándose a sus queridos padres.

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29/01/2013, 21:33
Asurancetúrix

Durante mi primera inspección a sus majestades mi vista se había posado sobre todo sobre la princesa Zelda y su postura rígida, como intentando sobreponerse a algo que ha oido pero que no le ha agradado en absoluto. Una mirada rápida a su hermana la princesa Peach me hace darme cuenta que me mira de forma rara, como si se le hubiera ocurrido alguna idea al verme

-¿Qué os trae hasta nuestra presencia?

Me incorporo para hablar mas cómodamente y expongo mi situación.

- Pues eso querria que me aclarasen sus majestades. He sido convocado a presencia de sus excelentísimas, según tengo entendido, para contar un cuento. Pero un bardo no puede crear un cuento de la nada, bueno si, poder puede, pero si no sabe lo que esperan de su cuento, puede que el resultado no se ajuste a lo que desean sus majestades. -Miro a mi audiencia con nerviosismo, esperando una respuesta de alguien que aclare esta situación.

 

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29/01/2013, 22:25
El rey Picas

- yo os mande llamar, buen bardo- digo aclarando la situación, ya que se ve un poco nervioso al bardo.

Me costo dar con vos, ya que nadie que conozca puede pronunciar vuestro nombre de carrerilla, aunque lo que he oido de vos son todo elogios.

Sere breve. Necesito, o mejor dicho, necesitamos todos un cuento. Un cuento que nos de... vida, ya me entendéis. Y por supuesto, ha de ser bueno, o sino... mejor que sea bueno- digo con una pequeña sonrisa

No os preocupeis. Tenéis hasta la ceremonia y el baile para componer vuestro cuento con lo que veais hasta entonces, y después lo leereis para todos.

Tras esto, intento reordenar mis ideas. El Joker y Peach se ven.... aunque por suerte sigue siendo doncella. Espero que los principes de Muylejano les gusten. A una mala podriamos casar a Zelda con encantador... aunque no es lo que ellos quieren claro...

Dejemos que las cosas surjan por si solas, antes de forzarlas hasta que sean como queremos.

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29/01/2013, 23:06
La reina Corazones

Demasiadas cosas estaban sucediendo. La reina no sabía como negarse al matrimonio de Peach y Jóker, pero tampoco quería que el rey se saliese con la suya. Necesitaba hablar con Elmer, pero se fue con su mujer... cuanto la odiaba la reina.

Luego se quedó extrañada al ver la reacción de su hija cuando pasó el bardo, hacía mucho tiempo que no estaba tan seria, y no es muy normal en ella. Lo más serio que llegó a escuchar de ella una vez fue: "osea, estoy super enfadada, ¿sa'e?"

¿Y qué quería el rey del bardo? Algo tramaba, pero no sabía el qué. Tenía que hacer algo, esta era la noche de las revelaciones y Corazón llegaría hacia su objetivo.

Las cosas estaban llendo mal. Zelda se había encaprichado de Encantador. Eso era bueno si este consiente el matrimonio. Pero si no... la desgracia caería sobre las princesas. Debían casarse por amor... pero en ese reino, en esa época, es complicado.

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29/01/2013, 23:34
Asurancetúrix

- Un cuento, decís Majestad, que os dé la vida. ¿Como un cuento puede daros la vida?. Y si necesitais algo que os dé vida, es porque algo ahora mismo os está dando muerte. - Los miro a todos intentando interpretar por sus reacciones, si voy bien o mal encaminado. -Se cuentan por ahí cosas raras que están ocurriendo por el reino de Macedonia, desapariciones y cosas malas. ¿Para eso necesitais un cuento?

No se muy bien como continuar. Bueno y ahora lo mas complicado, respira tranquilo Asurancetúrix, a la de tres; una, dos...

-Y si yo logro crear un cuento tan bueno, tan bueno, tan bueno, que salve al reino de Macedonia y lo devuelva a la vida ¿Como sería recompensado?

 

 

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30/01/2013, 13:31
La princesa Zelda

Observo en silencio la entrada del Bardo, en estos momentos me importa un bledo lo que quiera este ser de difícil nombre. Al ver la reacción de Peach, me acomodo en el incómodo asiento y arqueando una ceja la observo sin más. -¿Qué se trae esta entre manos?, no me digas que el bardo también es uno de sus amantes... No me extrañaría, primero el fontanero bigotudo y paticorto, luego que ama al bufón... jajajajaja, es que no puedo con esto... y ahora el Bardo, desde luego...Sabía que no tenía buen gusto a la hora de vestir, esos rosas que usa dañan a la vista, pero en cuanto a caballeros... ufff se supera a si misma...-

Al oír las palabras del peticionario, lo observo pensativa, -¿No ha venido a pedir nada?, Ha sido convocado para hacer un cuento de hadas... ¡Claro Zelda!, es que pareces Peach. Las historias narradas por los Bardos se hacen realidad. ¡Oh si!, sólo tengo que convencer al bardo para que narre una bonita historia sobre Encantador y yo y todos mis sueños se harán realidad... ¡Oh no!, espera que padre lo ha convocado-.

Cambio rápidamente la mirada hacia padre, quién parece tener sus propios planes para Asuntrelusis o como sea, -Bueno, padre quiere un cuento para todos, el problema es que el cuento debe hacerlo en base a lo que vea en la fiesta... No será tan complicado, solo tengo que pegarme bien a Encantador y enseñarle mis encantos, encantos que Peach jamás soñaría tener... ¡Si, eso es!... Oh, vamos, maldita prole, siempre quieren algo a cambio.-

Delicadamente, llevo mi mano hacia la fina cadena de mi cuello y la acaricio con suavidad, -Dependiendo de lo que prometa padre, y si consigo lo que necesito, puedo mejorar la oferta para salir claramente favorecida en el nuevo cuento, y enviar a Peach a fregar letrinas junto al sin gracia... -.

Sonrío con satisfacción ante mis pensamientos y permanezco sumida en ellos, recreando mi propio cuento de hadas.

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30/01/2013, 14:09
La princesa Peach

Peach miró al rey y después a la reina, para volver su mirada hacia bardo. Ni siquiera recordaba su nombre. O sea, que si soy la prota del cuento puedo conseguir que mi Jóker sea un tio buenorro con títulos y demás. Así, Papuchi estaría contento. ¡Es ideal! ¿Sa'es? Peach seguía perdida en sus pensamientos, en donde, de vez en cuando salía tuberías de la nada. ¿Qué'e eso? se preguntaba Peach al ver tuberías, manzanos, champiñones y castillos. Su vida universitaria le estaba pasando factura.

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30/01/2013, 20:29
El rey Picas

que puede querer un bardo? supongo que oro, reconocimiento, fama, patrocinio... si quiero que el cuento sea bueno, tendré que ofrecerselo todo

-Os ofrezco patrocinaros halla donde valláis, y siempre contareis con amigos en nuestra corte- digo a ver si esto lo impresiona un poco.- además, habreis conseguido un cuento  que se hace real, y para que eso ocurra, tiene que ser muy bueno, asique no dudeis que os vuelva a llamar o que os lluevan las ofertas despues de esto.

Además, pensad que si es bueno sereis recompensado, sino... bueno, sería como para perder la cabeza el pensarlo...

Veo que Zelda se toca una cadena en el cuello... no será....

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30/01/2013, 23:09
La reina Corazones

El rey quiere que una historia que le interesa se haga realidad. Eso inquietaba a la reina, podía sospechar que él planeaba de alguna forma librarse de ella. No le extrañaba, ella también lo haría si pudiera.

Ve a Zelda, sonriendo mientras acaricia el colgante de su cuello. ¿En qué estará pensando? Puede que la historia del Bardo también le interese a ella. La reina también podría aprovecharse de ella, quizá... si el bardo la ve haciendo determinadas cosas, el rumbo de la historia pueda proseguir un camino interesante.

Picas ha amenazado al Bardo... por lo que es un asunto muy serio. No puede permitir que en su reino las personas mueran porque sí, simplemente porque no ha hecho una historia que interesaba al rey. Ya mandó a matar a sirvientes por no atender sus caprichos, y lo volvería a hacer. Pero en este caso, no puede dejar que el rey cumpla su objetivo... sea cual sea.

-Mi rey.-Dice con sorna.-Ese es un castigo demasiado grande por un asunto tan mínimo. Quizá deberíais rebajar la gravedad del asunto y simplemente no recompensar al señor... Asura.... Ausa... al bardo, y si os complace, encerrarlo una temporada.-Así podría intentar converncele de que compusiera una historia para ella.

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31/01/2013, 00:03
Asurancetúrix

Asurancetúrix habia vivido un poco y presumía por los bares y posadas de todo el Reino de Fábulas de ser un hombre dificil de engañar y bastante astuto. ¿Quieren un cuento que se haga realidad para salvar el reino? ¡Já!  - soltó una carcajada para sí. -Seguro, viendo lo que se cuenta por el vestibulo sobre todos estos, si no bucan algo en su propio provecho, soy yo un vampiro vegetariano. Pues bien sea, yo les haré su cuento siempre que la recompensa sea apropiada con respecto a lo que ellos esperan sacar con este asunto.

- Excelentísimas -Hago una reverencia ante la familia real -Comprendo lo que me piden y comprendo el peligro en el que se encuentra el Reino de Macedonia y lo que depende de mi cuento. Yo aceptaría gustoso hacer su cuento si mi propia persona pudiera ser un personaje más de él. Mi recompensa será expuesta en mi propio cuento y si es tan bueno como para que se haga realidad para ustedes, que se haga realidad también para mi. -Observo a mi ilustre audiencia, no creo que les agrade demasiado lo que les estoy pidiendo, pero yo también espero sacar cosas de esta noche y de esta recepción. Si el cuento es un éxito, ganamos todos. Sino... tanto dará nuestras cabezas porque todos desapareceremos.

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31/01/2013, 12:15
Sebastián

La del bardo parecía una propuesta justa. Si su historia fuera tan buena que gracias a ella el reino se pudiera salvar del olvido, justo sería entonces que también él participara de la dicha de todo el reino. Sin embargo, ¿por qué los monarcas tenían la sensación de que Asurancetúrix pretendía jugársela?

¿Por qué esperar al cuento para pedir su propia recompensa? Eso no podía significar otra cosa sino que lo que el bardo tenía la intención de pedir estaba más allá del alcance de la generosidad de la corona. ¿Querría aquel bardo codicioso una renta de por vida que arruinara todavía más el menguado tesoro real? ¿O era la mano de una de sus hijas lo que pretendía?

Picas estaría dispuesto a entregarle a una de ellas con tal de que el reino de Macedonia volviera a su antiguo esplendor, ¿pero hasta dónde llegaría la codicia del barco? ¿Sería capaz de arrebatarles la corona y ponerlos a fregar letrinas para ocupar su puesto gracias a aquel cheque en blanco?

Muchas eran las preguntas que se acumulaban en la mente del rey, pero todavía había más demandantes esperando y aquella audiencia se había prolongado demasiado. Mejor pensarlo fríamente y volver a tratar este asunto más tarde durante el baile.

El rey Picas hizo un gesto para dar aquella reunión por concluida y Sebastián se adelantó para acompañar a Asurancetúrix de vuelta al vestíbulo. Cuando el bando hubo abandonado la estancia, dos nuevos súbditos fueron llamados para que expusieran sus peticiones:

- ¡La señora Piruja y su gato!

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31/01/2013, 22:20
La princesa Zelda

Notas de juego

Jefe, no me salen la bruja y el gato como destinatarios

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31/01/2013, 22:36
Director

Notas de juego

Ya está arreglado. Ahora sí que tienen los permisos.

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31/01/2013, 22:38
La princesa Zelda

Observé a padre amenazar al bardo y abrí los ojos de forma exagerada, -¿Qué demonios querrá padre para querer cortarle la cabeza si no cumple con el cuento?, más le vale que no me fastidie mis planes de boda, demasiado hace ignorándome como para que encima me ponga piedras en el camino...-. Madre intenta suavizar el asunto, -Encerrarlo me parece buena opción, así, si no estamos conformes, podrá escribir otro mientras medita en la soledad de su celda-.

​Cuando quiero darme cuenta, el cantautor está de camino a la puerta y Sebastián anuncia a nada más y nada menos que a ¡una bruja y a un gato!. Aterrorizada, observo al animal con una mezcla de miedo y asco, y recuerdo lo sucedido años atrás, cuando padre regaló a Peach un hermoso gatito blanco, al que la mono-neurónica de mi hermana rechazó por no tener pelaje rosa. Yo, acostumbrada a recoger todo lo que la rubia descartaba, me llevé al animalito a mi cuarto y allí vivió un tiempo conmigo, hasta que una fuerte alergia me afectó, llenando mi aterciopelada piel de pústulas, picores, rojeces y granitos, miles de granitos. Por no mencionar los asquerosos mocos taponando mi delicada nariz y provocandome estornudos cada cinco segundos.

Por el trauma psicológico que aquel bicho me dejó, comienzo a rascarme compulsivamente el brazo y rezo para que no tarden mucho en largarse de palacio. Por nada del mundo puedo dejar que ese apestoso animal se acerque a mi.