Partida Rol por web

 Lo que Jones podía escuchar de era una conversación un tanto banal por parte de McTaker y Roni, discutiendo los orígenes de la buena puntería del cardenal. Sin embargo, el agente Ivanov estaba enfocado en otras conversaciones. En particular, con la adolescente que se encontraba con él al momento de ser abducidos por los piratas.

McTaker: Cht! Pater, tenia pensado ir dando el informe al equipo y volver con algo de INFO, pero no podrá ser. Aun no...
 Tengo que preguntarle, Páter ¿Donde aprendió a disparar así?  ¡Ni los marines, oiga!"

 

 

 

Roni: Supongo que en Normandía, esa sí que fue una verdadera masacre... Era como navidad, no paraban de venir y venir... ¡Qué divertido que fue!... ¡Y gracias a esto me gané esta medalla!.

¡Se la arranqué al primero que entró en mi puesto tras apuñalarle y quemarle con mi flammenwerfer!. ¡Sin lugar a dudas Hans sabía pasarme muy bien y muy rápido el flammenwerfer y la munición de la ametralladora!... A veces lo echo de menos... Pero bueno... ¿Y vosotros que tal?. ¿Alguna "batallita"?

McTaker: ¡Es usted todo un héroe, Páter!

 

 

 

 

Ivanov: Siento haberte metido en todo esto.- De verdad espero que ninguno de los huérfanos se encontraran en el barco, y espero que hayan podido escapar. Supongo que ya no importa, pero ¿puedes explicarme qué eras lo que hacías, dando cigarrillos a los huérfanos? ¿El hombre que Roni mató era quien te obligaba a hacerlo?

 

 

Sam: Ugh... mi cabeza, ¿por qué yo...? Es probable que... que los piratas no hayan llegado al barco con los niños. Tendrían que haber abandonado el puerto; y casi todos estaban por allí. Deben estar bien... auch... ¿Ese... ese tipo? No, yo no... yo no lo conocía. La razón por la que hago esto... es el dinero, simplemente. Dinero para mi y dinero par los huérfanos. Un tipo que viene de Los Bloques me da un bolso con paquetes de cigarrillos, me pongo una mascara y los reparto entre los chicos. Sé lo malo que es fumar, pero... me suelen pagar bien. Y es mejor que puedan llenar sus panzas con comida y humo antes de que tenerlas vacías...

 La agente no pudo reconocer al muchacho, pero optó por la vía de la persuasión. Después de todo, el muchacho estaba herido y ese era un elemento a favor para ella. El chico, que también era consciente del pobre estado en el que se encontraba, atinó a bajar un poco la escopeta. Su dedo seguía en el gatillo, pero ahora sería mucho más fácil agarrarlo por sorpresa, desarmarlo y...lo que quisiera hacer la agente.

 El muchacho, aún así, se mantenía a la defensiva.

- ¡N-no intentes bajar mi guardia! Yo s-soy Toby Soh, miembro de las Fuerzas de Seguridad del Puerto Obikanui... ¿t-t-tú eres... una sucia pirata?

 Ahora Zeta podía recordar mejor de dónde le sonaba aquel rostro: aquel chico, Toby, era uno de los guardias que acompañaba a Bob Dong a todas partes. Era un hombre del régimen de Peggy. Era un milagro que siguiese vivo luego de la masacre efectuada en el centro del pueblo.

 De a poco, todos los agentes pudieron notar como el sol iba cayendo lentamente por el horizonte. Pues loa agentes podían ser personas de miradas y métodos muy distintas; pero todos compartían el mismo ocaso.

Era evidente que el bueno de Giuseppe podía seguir contando más batallitas de guerra, pero al parecer, quería irse a dormir, a fin de cuentas, uno no se hace mayor sin tener un horario de sueño más o menos rígido, las ocho horitas es importante, lo que no se duerma de joven no se va a vivir de mayor.

-Camaradas Piratas -Exclamó hacia Angus y Vladimir- ¡Me voy a dormir!. ¡Que uno no mantiene la piel tersa y fina sin sus buenas horas de sueño!. ¡Además, este clima creo que puede empeorar ligeramente mi epidermis!.

Antes de buscar una zona para poder dormir, este dio una órden.

-Si podéis hacer guardia, estaría bien. A fin de cuentas, los hombres de Peggy ya han de saber del incidente.

A Jack se le planteó un dilema. Había escuchado que había un montón de niños en peligro en un barco, huérfanos concretamente, sin embargo su principal objetivo era sacar a Vladimir de allí, junto con la otra chica secuestrada.

Con un gran pesar en su corazón y debido al desconocimiento de la ubicación exacta del barco, decidió seguir esperando para ver si tanto Agnus como Giuseppe abandonaban aquél lugar y podía sacar a aquellas dos personas de allí. Si conseguía sacar de allí a ellos dos, vería si podría ir junto con ellos a salvar a los niños.

Por otra parte, el hambre apretaba y Jack decidió buscar algún reptil por el suelo, preferiblemente alguno que no tuviera veneno encima. Usaría su mechero para intentar cocinarlos un poco, aunque sabrían mucho a gas... Pero eso ya era algo que había probado en sus años mozos para su desgracia.

 Al agente Ivanov no le quedaba claro lo que le estaba sucediendo a Sam, por lo que decidió indagar un poco más. Con la aguda percepción de un soldado soviético, Vladimir pudo llegar al fondo del asunto: el cardenal Roni tiene un aura impregnada por una extraña fragancia, la cual hace que los menores de edad se tranquilicen y vean en aquel hombre una figura amigable y protectora. Fue aquella fragancia la que puso en un estado de trance a la adolescente y le hizo ver a aquel asesino como un hombre en el que podía depositar su confianza.

 Ahora que estaba alejada de él, Sam no tenía la más mínima simpatía con el pater. Pero Vladimir sabía que, de estar Sam cerca de Roni nuevamente, caería presa de la manipulación del cardenal.

Vladimir se limitó a mirar por unos minutos al pater mientras éste se iba a descansar. Lo de hacer guardias no le parecía una mala idea, no sólo para protegerse de los hombres de Peggy, sino de los mismos piratas que estaban en las cercanías. Miró hacia McTaker. -Yo haré la primera guardia, te despierto en cuatro horas.- Le indicó, antes de volver su atención a la adolescente.

El ruso sintió repulsión al comprender el efecto hipnótico que Roni tenía en inocentes niños. No era raro que por tipos como él la iglesia tuviera la reputación que tenía como pervertidora de críos. -Siento haberte metido en esta situación. Aún no sé cómo nos sacaré de aquí pero lo haré.- Le aseguró a la chica, mirando a su alrededor. -Podríamos intentar escapar en este momento, pero avanzar en la oscuridad de la selva no es seguro, incluso sin que los piratas estuvieran aquí. Así que de momento, seguiremos con ellos hasta que encontremos una oportunidad.-

La miró fijamente a los ojos. -Mantente siempre a mi lado, o con el americano. No te acerques por voluntad propia al padre, ¿me entiendes?- Iba a intentar hablar con McTaker para ver si podía convencer al Pater de intercambiar "asistentes". -Ahora intenta descansar.-

Quería intentar comunicarse con Jack y con Zeta, pero no sabía si el dispositivo de comunicación alertaría al resto. Esperó una oportunidad, una vez que Sam estuviera dormida, y cuando estuviera seguro que nadie lo vigilaba o estaba cerca.

"Entendido, hombre"

"Yo aprovecharé a ayudar a los piratas a montar un campamento algo mejor, a espantar las hormigas y chinches ¡Y a hacerlo CON LA CIENCIA!"

 Finalmente la noche cae en el campamento de los piratas, así como en el resto de la isla. Algunos, como el Padre Roni y Sam, habían decidido irse a dormir para recuperar los energías y superar lo que fue un estresante día. Otros, como McTaker, se quedaron en compañía de los piratas para ayudarles, contar historias o reírse de la destrucción y el desmadre provocado en el pueblo. Finalmente, estaba Ivanov, que se decidió por hacer guardia en las afueras del campamento, alejado del tumulto de piratas que celebraban.

La noche cae, y las penumbras devoran los colores brillantes de la jungla para volverlos extrañas figuras negras.

 Ivanov se había decidido por hacer guardia en las afueras del campamento, sin levantar las sospechas de los piratas debido a la confianza que McTaker y Roni relegaban en este nuevo "prisionero" del grupo pirata. Estando ahora alejado de estas personas y contemplando la oscura espesura de la selva en la noche, puede notar que una figura grande y esbelta se mueve a través de los arbustos. Al acercar la lampara para poner un poco de luz sobre aquel ser, el agente soviético se encuentra con Jack Jones.

 El agente canadiense se encontraba comiendo una lagartija semicruda, a la cual había intentado cocinar un poco con su encendedor. Con todas las cosas que habían pasado en ese día, el comer había quedado relegado. Los dos agentes se ven por primera vez desde aquella fatídica masacre en el puerto.

 El capitán de los piratas, contento por el caos desatado pero enojado por la retirada obligada que tuvieron, se paseaba por el campamento viendo los objetos robados para subirse el ánimo. Seguramente tendrían más suerte en sus próximas incursiones para asentarse en algún lugar y allí establecer bases más firmes. Lejos de aquellos temibles barcos extranjeros.

 Acercándose al dúo Roni-McTaker, a Henry parecía no gustarle del todo la idea de que Ivanov se hubiese ido por su cuenta. Pero la confianza que había generado para con los dos agentes, dejaba esa inquietud en un segundo plano.

- Ah, McTaker... veo que el viejo Stromboli ya está contando ovejas. Debe ser extenuante para él todo esto.... ¿Tú cómo lo llevas? No pareces tener mucha experiencia con los saqueos y la piratería. Carne joven, ¿eh?

Aún con sangre en su cara y cachos del pobre lagarto entre sus dientes, se acercó al agente ruso con la mayor discreción posible. - ¡Vodka! - susurró. - He oído que estabas atrapado con una chica ¿cómo demonios has conseguido escapar? - preguntaba asombrado al verlo tan bien. - Por otra parte mi tapadera se ha ido al garete por culpa de los traidores, así que me he organizado junto con Zeta para desmantelar los malvados planes de estos dos. Ella se está encargando de trabajar con la agencia para desmantelar a los piratas, mi objetivo por otra parte es rescatarte. 

Miró alrededor, los piratas parecían estar más en sus cosas robadas que en vigilar con seriedad el perímetro. - Supongo que no quieres dejar atrás a la otra rehén... Así que imagino que escapar los dos ahora mismo no es una opción. Sin embargo puedo escabullirme por la zona y buscar cosas que necesites para escapar, buscar información o incluso traer medicinas para que puedas soportar mejor el dolor si te torturas. - dicho eso le dio otro mordisco a la lagartija.

¿Ves que tenga pinta de pirata? – Alzó una ceja, confusa por aquella insinuación. Se guiaba sobre todo por los “piratas” que había visto en las películas o series sobre esos elementos marinos, además del hombre que habían visto en el puerto, y la apariencia dictaba mucho de ese canon.- Sólo soy una turista que intenta ayudarte.- Intentó dar un único paso hacia él, una comprobación si seguía considerándola una amenaza o había bajado momentáneamente la guardia. Después tendió una mano en señal pacífica a modo de presentación formal.- Soy Zulema, y como a todos no me gusta que me apunten. ¿Podrías bajar eso antes de que ocurra una desgracia? – Señaló con un golpe de cabeza el cañón del arma, esperando que entrara en razón, aunque preparada si no lo hiciera.

Tras.ir ayudando al resto de la tripulación a hacer repelente de mosquitos casero, neveras portátiles, o como conectarse a la internet del siglo XXI para bajarse cosas piratas, saludo a Henry que ha venido de buenas

"Aye-aye. Capitán."

"Tiene usted el.ojo de un viejo marino para ver a la tripulación, arrrr. Me costaba demasiado escapar del colegio, así que decidí prestar atención a lo que los profesores explicaban, y cuando ya aprendí lo bastante... ¡Booom! Agujero en la pared y a huir del colehio"

"Pero si. Puede verlo fácilmente. Puedo arreglar un barco, pero navegarlo, me es nuevo"

La reacción defensiva de Vladimir pasó a una de relajación al reconocer al otro agente.

-Gusto verte, Whiskey.- Dijo con media sonrisa, haciendo referencia a la marca Jack Daniels. Le alivió saber que Zeta estaba bien. -De momento no somos rehenes, McTaker y el pater convencieron al tal Henry de que la chica y yo podríamos serles útiles. McTaker ya se ha dado cuenta de la estupidez que ha hecho al aliarse con Roni.- Agregó, mirando hacia atrás con atención por si escuchaba algún ruido.

-Busquen un sitio al que podamos reunirnos llegado el momento. A la niña hay que mantenerla lejos del pater. A cualquier niño. Parece que tiene la capacidad de manipularlos y hacerles creer que es alguien bueno.- Una mueca de desagrado se punto en el rostro de Vlad. -Los piratas están asustados. Quizás con una buena estrategia podríamos mermarlos o asustarlos, hacerles creer que la jungla está embrujada.- Propuso a su vez.

 El muchacho, viendo que en efecto aquella mujer no se parecía en nada a los piratas que habían estado saqueando, finalmente baja su arma y se la calza en su espalda; en donde tenía una funda para escopetas. En parte mostraba confianza con la "turista"; y por otra parte entendía que la ayuda que aquella mujer le pudiese dar no la podía rechazar.

- Es raro... ver turistas... luego de que la isla se cerrara al mundo. Pero supongo que no hubo tiempo para que todos se fueran. Si me puedes ayudar... te lo agradecería mucho...

 Guiando a Zeta hacia el interior del hangar del que acababa de salir, el muchacho se quita la camisa para revelar la herida que tenía cerca del estomago. Una herida que requería ser tapada y suturada; cosas que no eran imposibles de realizar para la experiencia de Zaheera. El muchacho le indica en dónde podría encontrar utensillos. Y revelaba algunos detalles más sobre cómo había llegado a su situación.

- Allí... en aquella mesa... hay una caja de primeros auxilios. No es mucho, pero servirá. Aquellos salvajes quemaron todo el cuartel y... y mataron... _{mataron a todos...} Yo huí. Me rozó una bala, y... huí.

 El chico bajaba la mirada, avergonzado. Aunque por encima de la vergüenza se encontraba la angustia de haber perdido a su compañeros. Sus ojos, vidriosos por las lágrimas que se negaba a derramar, miraban hacia el suelo para no tener que mostrarle su dolor a la "turista".

Jack asentía un poco incrédulo. Parecía que Vodka había tenido unas buenas dotes oratorias para convencer de que iba a ser útil. - Entiendo, entiendo... Me reuniré con Zeta e intentaré ver como nos organizamos. - pero antes de irse, recordó algo. - Antes puse la oreja... Creo que escuché a la pequeña hablar de un montón de niños que estaban en alguna parte y que no iban a sobrevivir solos. Me dejó muy preocupado eso... ¿Sabes algo del tema? - inquirió antes de partir, ya que después de todo, el agente ruso había tenido contacto con aquella niña y quizá habían hablado de eso.

-Se trata de los niños huérfanos del puerto.- Explicó Vladimir. -¿Recuerdas que lo comenté ayer? Durante el día estaban por la ciudad, pero usaban el barco abandonado a orillas del puerto para dormir. La chica, se llama Sam, ella les proporcionaba comida.- Estaba apesadumbrado. -Acordemos una hora para vernos de nuevo. O si no pueden venir, para activar las radios y comunicarnos. Intentaré que se me asignen siempre estas horas de guardia, si no contesto luego de tres toques no insistas, ya me comunicaré yo con ustedes. Traten de no ser descubiertos, el capitán los asesinará si los ve por haberlo intentado matar, no sé si podremos convencerlo del mismo modo que lo convencieron para no matarnos a Sam y a mí.-

Le extendió la mano a Jack. -Cuida de Zeta...- Pidió por último.