Partida Rol por web

Michael miro al negro cuando este le pregunto sobre su ojo.

-No, la verdad es que perdí gran parte de mi vista cuando perdí el ojo. Tuve un accidente con mi coche, era un coche fantástico, pero paso algo con el.

Musito recordando aquel trágico accidente, donde pedio a su compañero.

Cuando aquella familia semita apareció se mantuvo mirando los alrededores, mientras esperaba que Forbúl montase su historia.

—Buenos días amable señor... shalom. Hemos tenido un accidente con mi vehículo cuando estábamos realizando la tarea que me ha sido encargada por el gobierno, y lamentablemente quedamos a pie e incomunicados. Si usted pudiera llevarnos a Villa Ganga le estaré enormemente agradecido.

Sin esperar respuesta comenzó a subirse al coche intentando empujar a los niños, pero no pudo evitar quedar con uno de ellos en la falda.

—Qué adorable familia. ¿Vive usted en villa Ganga? Me gusta conocer los rincones de nuestra patria. ¿A qué se dedican ustedes allí?

Sorprendentemente, las palabras de Forbúl no solo no levantaron ningún tipo de sospecha por parte de los Hoffman, al contrario, estos parecían contentos de que este, por su propia cuenta, entrara al interior del vehículo, y aquellos dos niños del interior también se apartaron para dejarlos pasar.

-¡Claro!. -Exclamó con una gran sonrisa en la cara mientras volvía a sentarse correctamente en su asiento- Por favor, pasad, pasad todos... Sean mis invitados. Estaremos encantados de ayudar. ¿A que sí, amorcito?. Justamente volvemos a casa, a Villa Ganga, como pueden ver.

Al parecer aquel hombre estaba contento de tenerlos ahí y de poderles ofrecer su ayuda a esta panda de desconocidos. Aunque cuando Forbúl comentó que trabajaba para el gobierno, este se sintió ligeramente incómodo, incomodidad que trató de ocultar con una amplia sonrisa.

-Yo soy repartidor postal. -Indicó el hombre- Y si no es demasiada impertinencia... ¿En qué rama del gobierno trabajas?. ¿Será por casualidad la policía, policía secreta o el ejército?.

Aquella pregunta hecha por el patriarca de la familia no pasó por alto a su mujer, sentada al frente con el bebe en brazos, y esta de forma sutil, le dio un leve toquecito en el hombro a su marido para que se callara acerca de ese tema, o al menos se contuviera al respecto.

-Cariño... -le dijo en voz baja para reafirmar su punto- Yo trabajo de camarera en "El Dragón Rojo", uno de los muchos casinos de Villa Ganga. Si pasáis alguna vez por ahí, os recomendaría probar la comida Kosher. Me costó mucho convencer a mi jefe para ponerla en el menú. Y somos los únicos de toda Villa Ganga que servimos este tipo de comida.

Porque el vehículo tenía un tamaño limitado para tres hombres adultos en la parte trasera, uno de estos niños tenía que sentarse encima del regazo de alguien, y en este caso, el más mayor de todos, se sentó en el regazo de Michael Fury, al parecer su apariencia varonil -y el parche- le llamó la atención.

-¿Eres un pirata?. -Le preguntó con cierto asombro- ¿Tienes un loro?.

Porque el vehículo tenía un tamaño limitado para tres hombres adultos en la parte trasera, uno de estos niños tenía que sentarse encima del regazo de alguien, y en este caso, el mediano de los niños, pasó de estar encima de Forbúl Tamejiri y se sentó en el regazo de El Negro, al parecer su apariencia le llamó la atención.

-¿Uh?... -Dijo el joven mientras que, con cierta curiosidad tocaba al hombre- ¿Uhh...?.

Al parecer nunca antes había visto a una persona con un uniforme de camuflaje caqui. ¿En verdad estaba ahí?. Teniendo en cuenta que la isla era verde, el caqui no parecía ser el mejor color de camuflaje.

Aún con la sonrisa fija en mi rostro como si fuese casi robótica, entré detrás del resto sin mencionar una sola palabra. Especialmente sobre cosas relacionadas con el gobierno... Cuando uno de los niños se me puso encima, mantuve esa expresión congelada de sonrisa en mi cara, pero mis ojos iban de derecha a izquierda preguntándome *que diablos está haciendo éste niño? - me miraba fijamente y me tocaba como si estuviera palpándome. Me puso una de sus manazas en la cara. Pero al parecer le interesaba más el traje. 

El otro parecía distraído con Michael por su parche. ¿Por qué no se iban los dos niños a jugar con él?! Pero tenía que mantener la compostura, y hacer mi papel de asistente. Así que me aguanté y esperé a que el Tailandés hablase y se explicase para no cagarla.

—No, qué va. Ni policía ni ejército. Sólo sigo haciendo o que hacía antes de que se produjeran los cambios. En eso tuve suerte, ¿no? No todos pueden. —Pasto fresco para pastar. Forbúl no se enteraba de muchas cosas, pero si alguien estaba enojado, y si podía canalizar su enojo para que trabaje gratis a favor de Forbúl eso sí lo olía de lejos. Forbúl no dejaría pasar la oportunidad, aunque tuviera que empezar a comer comida si cerdo que costara el doble.— A veces ocurre que los que quieren forzar cambios, aún creyendo que lo hacen por el bien de todos, se olvidan de los que tenemos costumbres que se alejan un poquito del promedio. Imagínate si te obligaran a trabajar los sábados.

Sacar su libreta para apuntar "el dragón rojo" hubiera sido mala idea en ese momento. Debería contar con su memoria, que a veces flaqueaba.

—Pero hay cosas que a veces no conviene conversar en cualquier lado. Strudel. Strudel con té. Mi tía hacía un strudel delicioso. Y cuando estábamos solos y tranquilos en una mesa familiar teníamos tiempo de charlar de esas cosas que no se charlan en la calle.

De forma amable pero firme, Sadie Hoffman, la figura materna de aquella familia idílica de habitantes judíos, tuvo que rechazar la propuesta tan amable de Forbúl Tamejiri al respecto del Strudel; a fin de cuentas, el Strudel era un plato que se preparaba con carne de cerdo, comida que estos no podían tomar debido a sus valores religiosos.

-Agradecemos el ofrecimiento, -comentó de forma cariñosa- pero no podemos comer eso. ¿Y si comemos unos helados?. Ahora mismo nos dirigimos a la ciudad y mi turno empieza en nada. Podemos parar todos juntos en el casino y podréis disfrutar de un delicioso postre. Así seguro que se endulza un poco vuestras vidas... porque debe de ser terrible que se os estropee el coche en mitad de la jungla...

Porque el vehículo tenía un tamaño limitado para tres hombres adultos en la parte trasera, uno de estos niños tenía que sentarse encima del regazo de alguien, y en este caso, el más mayor de todos, se sentó en el regazo de Michael Fury, al parecer su apariencia varonil -y el parche- le llamó la atención... pero no tanta como la promesa de helado.

-¡Sí!. -Exclamó dejando de intentar tocar el parche- ¡Helado!. ¡Helado!. ¡Helado!.

Al parecer iban a canturrear todo el camino...

Porque el vehículo tenía un tamaño limitado para tres hombres adultos en la parte trasera, uno de estos niños tenía que sentarse encima del regazo de alguien, y en este caso, el mediano de los niños, pasó de estar encima de Forbúl Tamejiri y se sentó en el regazo de El Negro, al parecer su apariencia le llamó la atención.

-¡Eh!. -Exclamó dejando de intentar tocar lo caqui e imitando a su hermano mayor- ¡Helado!. ¡Helado!. ¡Helado!.

Al parecer iban a canturrear todo el camino...

Los comentarios de Forbúl Tamejiri parecieron dar directamente en el blanco con aquella familia tan idílica, pero quizás estos parecían tener más que un secreto que contar y que iban a ser contados, al menos por parte del padre y con la autorización de la madre. Por lo que, este, con voz calmada y sin perder la vista de la carretera, habló.

-Ese es el problema de la Policía. -Empezó a contar- Ellos no están ahí para hacer lo correcto. Solo siguen órdenes, por muy absurdas o injustas que estas sean. Y aunque hay algunos buenos policías, por supuesto, la mayoría de la policía y las fuerzas del orden tan solo están para defender el "status quo", ¿Cierto?. Y eso beneficia a la gente que ya esta en el poder.

-aMÉN hermano! - me salió del alma cuando el tal Elijah habló del mal comportamiento policial, como dándole toda la razón del mundo. Sonreí al ver que sí había gente que lo comprendía, pero dejé de sonreír al darme cuenta de que quizás lo mejor para mi era seguir callado, no decir nada y no meter la pata. *Los asistentes tienen permitido expresar opiniones?... o peor, un asistente NEGRO tiene permitido decir su opinión?. - me estaba costando meterme en el papel, y el niño saltando en mi regazo pidiendo helados no ayudaba mucho.

—¡He-la-do! ¡He-la-do! —alentó Forbúl a los niños a seguir expresando su arte.— Las policías fueron entrenadas para eso, defender la autoridad establecida, no hay que culparlos; aunque es cierto que a veces sobreactúan. ¿Aquí, lejos de la capital también ha sucedido? Qué pena. —una larga pausa, como si estuviera elaborando una idea que en realidad ya había tomado— Quizá... Quizá habría que ver cómo llevarles un poco de solidaridad a las víctimas de esos acosos injustos, para aliviar su sufrimiento. Claro que sin llamar la atención, no vaya a ser el caso que un agente policial dasido celoso se ensañe, ¿verdad?

La conversación de la actualidad política y la sociedad actual seguía su rumbo, en esta ocasión sería la madre la que hablaría, eso sí, entre susurros porque la criatura que estaba sosteniendo estaba tratando de dormir, a pesar de todo el ruido del coche por las personas de detrás clamando por helado.

-Por supuesto, por supuesto... -Comentó la mujer asintiendo con la cabeza mientras acariciaba la cabeza del niño menor que tenía en brazos- Escuchad, sabéis que hay gente que tiene una mala reputación por culpa de esos policías. Los judíos no sufrimos lo peor de ellos, porque tenemos un aura de "minoría modelo"... Aunque a veces la gente dice que los judíos tenemos los dedos largos, nos miran mal cuando de repente desaparece dinero... y cosas así...

-Nosotros somos una familia cumplidora de la ley, -remarcó el patriarca de la familia Hoffman- No somos piratas como los de la isla del sur, no somos miembro de las mafias que dirigen tras las sombras la Villa Ganga o Los Bloques. Que quede claro antes de nada. Pero si da la casualidad que os encontráis con un agente de policía que ataca a las minorías, no creo que a nadie le importe que desaparezca... -Tras comentar esto, el silencio se hizo sepulcral en el vehículo- No estoy diciendo que matéis a un policía, ¿De acuerdo?. No digo que colguéis a ningún cerdo... pero si hay menos pasma proto-fascista por la ciudad que amo, pues mejor para todos.

Porque el vehículo tenía un tamaño limitado para tres hombres adultos en la parte trasera, uno de estos niños tenía que sentarse encima del regazo de alguien, y en este caso, el más mayor de todos, que se sentó en el regazo de Michael Fury, al parecer su apariencia varonil -y el parche- le llamó la atención... pero no tanta como el comentario de matar a policías.

-¡Bang!. -Exclamó haciendo un gesto de disparo con sus dedos- ¡Cerdo Muerto!. ¡Cerdo Muerto!. ¡Cerdo Muerto!.

Al parecer iban a canturrear todo el camino...

Porque el vehículo tenía un tamaño limitado para tres hombres adultos en la parte trasera, uno de estos niños tenía que sentarse encima del regazo de alguien, y en este caso, el mediano de los niños, que pasó de estar encima de Forbúl Tamejiri y se sentó en el regazo de El Negro, puesto que al parecer su apariencia le llamó la atención.

-¡Eh!. -Exclamó dejando de llamar por helado y procedió a imitar a su hermano mayor- ¡Cerdo Muerto!. ¡Cerdo Muerto!. ¡Cerdo Muerto!.

Al parecer iban a canturrear todo el camino...