Partida Rol por web

Desde el suelo y con todo el matadero en llamas, era cuestión de tiempo que el edificio se viniese abajo o acabásemos todos churruscados. Excepto los ignifugos rizos de Elijah... que por cierto estaba por palmarla si no seguía disparando al chinorro.

Era tan grande que era difícil fallar, y además acababa de ver que sangraba, lo cual significaba que un tiro bien dado haría su efecto también. Por un instante pensaba que podría tratarse de un ciborg desalmado. Y de hecho estaba en la posición justa para darle a una parte sensible. Al levantar a Elijah por encima de su propio cuerpo tenía la vista perfecta.

Al parecer las matemáticas no era algo que Ted Hyun resaltara, o al menos no lo suficiente como para saber exactamente cuantas balas quedaban dentro del cartucho de aquella pistola. Por lo que este, apuntando con la última bala disparó a la parte del cuerpo más sensible que encontró de Ted Hyun, a fin de cuentas, mantenía elevado cual escudo humano (agonizante) a Elijah Hoffman.

El disparo fue preciso y rápido, llenando de sangre el pantalón de Ted Hyun y haciendo que este no tuviera más remedio que soltar al hombre que mantenía en lo alto.  Aquel impacto había sido tan dañino que este no pudo contener el dolor para sí, tampoco pudo mantener aquella sonrisa por más tiempo.

-Serás hijo de put-

Trató de soltar un improperio mientras comprobaba como sus partes aún seguían ahí -o no-, palpando y tratando de contener el sangrado profuso que tenía en toda la entrepierna y alrededores.

Una vez en el suelo, Elijah Hoffman trató de recuperar aquel bastón extensible que le había quitado el hombre y aprovechando que este se encontraba herido, golpearle una y otra vez, tratando así de derrotarle. Claramente aquel combate se había vuelto algo sucio y vil, pero contra alguien tan poderoso no había tiempo para delicadeces ni linduras.

^{_{-Muere maldito cerdo...}} -Gritaba, pero debido al daño en su garganta, su voz no era más que un mero susurro- ^{_{hijo de...}}

A medida que más golpes daba, más sangre se iba esparciendo por el lugar.

Harto de estar recibiendo aquellos golpes, Ted Hyun suelta una mano de su entrepierna y agarra directamente el bastón prensil, y sin siquiera usar otra mano, con la mera fuerza de sus dedos; logra doblarlo hacia Elijah Hoffman, mostrando lo que en verdad la verdadera fuerza se trataba.

-¡BASTA!. -Gritó con odio en su voz.

Acto seguido de un puñetazo hundió el pecho de Elijah Hoffman de tal manera que el hombre cayó a un par de metros de donde estaban combatiendo, tratando de recuperar un poco el aire que había perdido, este gigantesco Comandante se acercó a ellos mientras tiraba de cadenas en busca de alguna que pudiera servirle, pero cuando tiraba de alguna de ellas, otras también reaccionaban, hasta que finalmente encontró la adecuada y la arrancó de cuajo.

-Os voy a dejar aquí colgados y que el incendio se ocupe de vosotros. -Comentó con cierta fascinación en su voz- He oído que la muerte por fuego es la más dolorsa que hay.

El hombre trataba de recuperar el aliento como malamente podía, aquel golpe le había roto unas cuantas costillas y probablemente también fracturado el esternón, aunque esto no era algo seguro, la sangre que escupía por su boca indicaba que claramente no lo estaba pasando bien.

^{_{-Ves... lo mismo...}} -Preguntó a El Negro, con aquel hilo de voz que tanto sus pulmones como su garganta le permitían hablar.- ^{_{A la de tres... una... dos... y... tres...}}

Detrás de Ted Hyun, luego de que hubiera manipulado las cadenas cercanas para armarse con aquel gancho con cadena, se encontraba otro que se había desenredado y caído a la altura de su espalda baja. Al parecer el Comandante no se había percatado de ello y tampoco parecía importarle.

Ver al gigantón "sufrir" en cierto modo me transmitía la tranquilidad de que era humano. Pero ver cómo se movía después del tiro me daba a suponer que los clichés eran reales, ya que no debí darle donde quería haberle dado. 

El fuego se extendía pero mi pierna por lo visto seguía doliendo. Cuando Elijah contó hasta el 3 me lancé junto con él para empujarle con todas mis flojas fuerzas hasta la cadena que ambos  habíamos visto detrás del psicópata. -AAAAAAH!! - mientras grito para llamar su atención.

Viendo como El Negro en vez de salir corriendo tal y como el parecía haber indicado con el "Ves lo mismo" haciendo alusión a que el enemigo era imposible de derrotar y que lo mejor era escapar a la de tres cada uno por su lado y así que alguno tuviera una oportunidad de salvar la vida; este agente saltaba a atacar al Comandante de Defensa, Elijah Hoffman lo siguió.

^_-Aaaaahh... -Tambien grito, pero por lo bajo, por causas obvias.

Estaba claro que aquello era algo, cualquier cosa, menos de lo que Ted Hyun se hubiera esperado; que aquellos dos hombres ya derrotados y tumbados en el suelo se levantaran para hacer un último ataque conjunto, en este caso, tratando de embestirlo, era algo que no pudo predecir... quizás porque estaba herido o porque se había confiado demasiado.

-¿Pero qué?. -Gritó enfadado a la par que sorprendido- ¿¡Acaso no habéis tenido suficiente!?. ¡Bien!. ¡Luchad hasta el final y morid con ganas!.

Sorpresivamente, la fuerza combinada de El Negro y de Elijah Hoffman fue justo lo suficiente como para que Ted Hyun perdiera el equilibrio y cayera hacia atrás, empalándose con el gancho que se usaba para colgar a los cerdos en aquel antiguo matadero.

Pero a pesar de haber sido apuñalado, el hombre se mantenía firme, queriendo continuar con la lucha hasta el final.

Teniendo en cuenta que el hombre había sido empalado y que las cadenas estaban vinculadas las unas con las otras; Elijah Hoffman salió corriendo hacia la cadena que estaba vinculada con la que había atravesado a Ted Hyun, y con un fuerte salto, hizo que esta bajara y por tanto hizo que el empalado Ted Hyun se elevara hasta dejar de tocar el suelo.

^{_-¡Rápido!.} -Exclamó, mientras aún seguía sosteniendo la cadena, tratando de mantener al Comandante en lo alto.

A pesar de haber sido golpeado, disparado en sus partes y ahora apuñalado por la espalda y colgado por los aires en donde su piel y músculo se empezaba a desgarrar debido a su propio peso; Ted Hyun mantenía las ganas de seguir luchando, al punto que usó la cadena y el gancho que había arrancado previamente como arma.

-¡Aaaahhh...!. -Gritó de dolor mientras lo zarandeaba con el objetivo de golpear a El Negro.- ¡Tu no te escapas de aquí!. ¡Esto no es más que una herida superficial!. ¡Y lo único que quedará de ti será la superficie de tu piel una vez que termine contigo!.

Había conseguido lo que pretendía, llamar la atención del loco para que me atacase a mí en vez de a Elijah.

-AH sí?? Pues tú tampoco escapas de aquí! Te vas a churruscar por todos los que hayas torturado en esta vida! o en la anterior! que sé que a vosotros os gusta reencarnaros mucho!! Maldito cerdo psicópata!! - lo que tenía claro era que estaba lisiado. Y que sin ningún otro arma a mano y totalmente seco de balas sólo podía hacer lo mejor por ser una diana y intentar esquivar mientras Elijah le siguiera zurrando.

La cadena rodea el cuello de El Negro, apretándole con fiereza, al parecer la suerte que este podía demostrar caía en comparación con la tremenda habilidad de aquel hombre que a pesar de estar herido, colgado y desangrándose, seguía igual de imponente que antes.

-¡Te pillé!. -Exclamó con alegría al haber capturado el cuello de El Negro- ¡No te escaparás de mi!. ¡Tu cuerpo se rendirá mucho antes de que yo siquiere me canse!. ¡Y luego le tocará a tu amigo!.

-AGhrhg - ahghadfjf  gbab - arhghghajghajbffahg!! - ggjhag  Ajg gngnanahgh- asdsd asdasdasd ASDADSASDD!!

Claramente el tener una cadena rodeándome el cuello no me otorgaba demasiada elocuencia, ni demasiada lucidez de pensamiento. Tuve que confiar en que mi cuerpo actuase por instinto propio. Y ese instinto fue intentar colar las manos por dentro entre el cuello y la cadena y correr como pollo sin cabeza (si es que mis piernas aún tocaban el suelo) moviendo todo lo posible al chino monstruoso para provocarle el máximo dolor con el gancho anclado a su espalda. Y con suerte lograba hacer que otro gancho le diera en la cara o algo.

-ASDASDADDADDAD AHHGGGRGRG - por una vez, la cara de El Negro empezaba a ser más morado oscuro que negro. Todo daba vueltas mientras pataleaba y intentaba que la cadena no me asfixiase más rápido, a flashes me parecía ver los rizos de Elijah yendo y viniendo.

Cuanto más se movía El Negro, más daño le causaba a Ted Hyun ahí colgado, haciendo que el gancho se retorciera dentro de su cuerpo y su espalda; llego a ser tal, que incluso cuando este giró alrededor de una de las cajas que había por ahí fue capaz de generar la suficiente tensión en el gancho que el grandullón no pudo más y lo soltó.

Una vez liberado el color morado del rostro de El Negro pasaría a ser simplemente Azulado para luego volverse, en efecto, de su color habitual que tenía. Había logrado liberarse y ahora desarmar a Ted Hyun de una vez por todas.