Partida Rol por web

Escape de la Isla de la Muerte

Escena V.II: You will not know what the word "problems" means until you meet a red hair inish girl (James Lawson)

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01/04/2017, 20:20
NAVEGANTE

Arghyle O´Toole, el tuath de la familia O´Toole, era el hombre más poderoso de Inismore, sólo después del propio árd´ri (alto rey) O´Bannon. O´Toole había dirigido la rebelión inismoresa frente a los Avaloneses hasta el regreso del inmortal Alto Rey a la Isla Esmeralda. Y después de que O´Bannon se inclinara ante la reina Elaine de Avalon (cosa que no le hizo demasiada gracia a Arghyle) controlaba la flota mercante más numerosa de la isla.

Y James Lawson se encontraba a la espera de recibir audiencia de este hombre.

El lugar: La octava altura de la torre Dun O´Tool. La construcción más alta, cara y ornamentada de toda la Isla Esmeralda y sede del clan O´Toole.

La imponente construcción dominaba la ciudad de Lochcual, capital del Condado de Carrig, una de las ciudades más grandes de Inismore. Desde aquella altura y a través de los ventanales aplomados de la torre James podía ver amarrada en el puerto de la metrópoli a la flota mercante de los O´Toole. Una flota gobernada en el día a día por los muchos hijos del thuat, y que partía a comerciar hacia otros puertos en la Marcas Altas y Vendel principálmente.

Por ello Arghyle contaba con una gran fortuna, y era actualmente visto más como un mercader que como el thuat del Clan O´Toole y gobernante del condado de Carrig.

James Lawson llevaba tiempo trabajando para él, ya fuera como uno de sus guardaespaldas personales o formando parte de la escolta de alguna de sus muchas naves mercantes. Arghyle viajaba mucho a Vendel y las Marcas Altas estando tanto tiempo fuera de la ciudad de Lochcual como en esos lugares. Y contaba con aliados entre algún clan de las Marcas Altas y con miembros de la Liga de Vendel con los que tenía tratos comerciales.

Cuando uno de los hombres de O´Toole salió del depacho personal del thuat para comunicarle a James que ya podía pasar, Lawson no dudó un momento. Atravesó con decisión la puerta doble de entrada para encontrarse con el propio Arghyle .

El Thuat era un individuo de constitución nervuda, algo más recio que James y de altura similar. Visiblemente mayor en edad que el antiguo Perro Negro, con una barba oscura pero plagada de canas, al igual que el pelo de la parte superior de su cabeza, algo menos abundante que su barba. A pesar de ello lo llevaba largo y peinado hacia atrás, recogido en una elegante coleta en su nuca.

Al cuello un pañuelo sostenido por un ejnoyado alfiler con forma de ojo de buey y debajo una camisa blanca marinera (aunque más cara y pulcra que la de James) cubierta con un chaleco verde esmeralda dorado con ribetes de plata. Calzones a juego y zapatos con hebilla dorada sobre las medias.

El thuat permanecía de pie junto a la recia mesa donde un escriba tomaba notas:

-Tenemos aquí a Lawson, James, anote.- El inismorés estudió al avalonés de arriba a abajo.

Después soltó un sonoro bufido,,, -¡Mufff! Siéntese.- ...mientras señalaba una silla.

Era la clase de hombre acostumbrado a ser obedecido. No resultaba fácil gobernar una isla poblada de hombres tan cabezotas e indisciplinados como los inismoreses y este hombre lo hizo durante años con una voluntad de hierro.

-Al grano. Ha trabajado usted durante bastante tiempo a cargo de mi hijo Roland y que usted halla aguantado tanto tiempo me fascina. Los subordinados de Roland acaban en una tumba o hartos de él. .-

Roland, el tercero de los hijos de O´Toole era el mayor hijo de mala madre nacido sobre la faz de la tierra; además de mentiroso, violento, iracundo y maltratador de sus subordinados contaba con el "gran don" de acumular todos los vicios existentes: Era jugador, putero y un borracho empedernido.

Trabajar para él había sido una tortura constante e insufrible a pesar de la buena paga garantizada por su adinerado padre. Por otro lado, Roland O´Toole era el mejor tirador que James había conocido nunca, y había aprendido mucho de él en cuanto a armas de fuego con sólo observarlo. Incluso borracho el hijo de los O´Toole era capaz de alcanzar con un mosquete a una manzana a cien pasos, y más de una vez James fue testigo de como acababa con al vida de un marido airado en un duelo a pistolas. Y también era buen marinero. Al fin y al cabo, capitaneaba la flota mercante de su padre.

Pero Roland daba la impresión de odiar a todo el mundo, más aún a todos aquellos que trabajaban para él. Más de una vez a James le entró la tentación de volarle la cabeza de un tiro.

-La lealtad a los miembros de mi familia es algo que admiro, así que quiero asignarle otro trabajo.- El poderoso patriarca O´Toole dio unas firmes zancadas por el despacho antes de dirigirse al avalonés de nuevo: -Necesito que mi hija viaje a la capital de Vendel. Quiero que conozca a uno de mis más importantes socios comerciales, un miembro de la Liga. Tengo esperanzas en una futura unión entre mi hija y mi socio.- Si su hija estaba de acuerdo con eso o no, no lo dijo.

-Normálmente en su primer viaje al extranjero haría que a mi hija la acompañase uno de sus hermanos varones, pero en este momento todos ellos tienen asignadas otras tareas importantes para el Clan-

Miró a James con decisión: -Así que usted va a acompañar a mi hija Meg hasta la capital de Vendel en uno de mis navíos. Los informes me indican que usted es un hombre de confianza, es un buen marino y sabe cómo defenderse. Así que comandará la nave hasta Vendel, será la sombra de mi hija en todo momento, la protegerá de todo daño y no dejará que nadie se le acerque.-

Meg era una de las hijas pequeñas de Arghyle O´Toole. James había oído hablar de ella debido a los rumores. Según contaban, algún miembro de los O´Toole debió ofender en el pasado de la familia a un poderoso shide y por ello los O´Toole llevaban siglos sin ser bendecidos por la magia del Glamour de los shide (al contrario de lo que es usual en otras familias de la nobleza avalonesa). Meg había sido una excepción dentro de la familia O´Toole, la primera con el don del glamour en siglos, y claro, las malas lenguas decian que tal vez Arghyle no fuera el padre, si no que la chica fuera fruto de un desliz de la esposa de Arghyle con un amante.

Era mejor era por si acaso no extender el rumor no fuese que los O´Toole se enterasen y le cortaran a uno la lengua.

-Si le pasa algo a ella, cualquier cosa, le haré directamente responsable.- James sabía perfectamente a qué se refería. El patriarca O´Toole ejercía su propio sentido justicia a diestro y siniestro al margen de la ley según le convenía.

-Y cuando lleve a mi hija ante mi socio vendelio, sea amable con él. Servicial inclusive. Si le pide algo, hágalo. Cualquier cosa por complacerle. -

A continuación se le explicaron los detalles de la nave la cual se llamaba Honor de Tara y saldría del puerto al amanecer.

 

***** *****

 

La noche fue agitada debido a todos los preparativos para el navío en el muelle de Lochcual. James sólo tuvo un par de horas para descansar un poco antes del alba. Los tripulantes eran en su mayoría marinería inismoreses, con algún avalonés u extranjero. La nave era un mercante de tres palos y pequeño tamaño. Además de a la hija de O´Toole aprovecharían para llevar algo de mercancía a Vendel.

Antes de salir el sol James se levantó para recibir a la pequeña de los O´Toole. Era un dia nuboso y lloviznaba levemente, algo bastante común en aquellas regiones.

Una calesa escoltada por algunos hombres de armas del clan llegó hasta el muelle de amarre. De ella descendió una mujer. La dama subió sola por la pasarela hasta cubierta con un voluminoso bulto en una mano sin que los hombre de armas que esperaban en el muelle le prestaran ayuda.

Algunos marineros intentaron ayudarla a subir el equipaje de la jóven al "Honor de Tara", pero esta los rechazó con mirada furiosa.

Meg O´Toole no era una chiquilla como James esperara si no una mujer hecha y derecha. Si aquella era una de las hijas pequeñas de O´Toole (y por lo que decían tenía unos ocho hijos) entonces este debía tener más años de los que aparentaba o haber empezado a tener a sus hijos muy pronto y de seguido.

Era algo más alta que James y pelirroja. Un alfiler vivaracho. Su respingona nariz y rostro estaban repletos de pecas. Sus vestimentas... digamos que no eran las propias de una mujer. Más bien algo "marimacho" con pantalones marineros y chaqueta. Aunque sin duda eran más adecuadas y practicas para un barco que un vestido.

Con sus ojos verdes la chica buscó infructuosamente algún rostro conocido sobre cubierta.

-¿Donde puedo llevar el equipaje?- Los marinos evitaban mirar o hablar a la chica. Seguramente los hombres tenían miedo de las represalias del patriarca O´Tool por un mal gesto o una mala mirada.

El primero oficial (Bryan, el único oficial en el pequeño barco a parte de James) era el inismores con más años y más feo que Lawson había visto nunca. Y un pájaro de mal agüero, de esos que siempre veían el vaso medio vacío. Escupió por encima de la barandilla hacia el mar antes de decir al capitán Lawson. -Una mujer en un barco. Mala cosa, capitán. Y me da a mi que esta es la de armas tomar.-

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07/04/2017, 07:40
James Lawnson

Que el jefe del clan de los O'Toole te llame a su castillo, normalmente no son buenas noticias para nadie y a cualquiera le hubiera hecho temer por su pellejo y obviamente James Lawson no era una excepción. Sin embargo, tampoco le preocupaba en exceso porque el tuath no era su hijo Roland, del que estaba a sus órdenes, y no mataba a la gente sin una razón y que James supiera no había hecho nada merecedor de castigo, al menos en los últimos tiempos.

Más bien suponía que le iba a encargar una misión. Poco tardó en descubrir que su suposición era acertada. La misión no podía ser menos plato de gusto para James. Llevar a una mujer en un barco y además, la hija del jefe. Ahora sabía, además de porque era obvio, porque se lo había dicho el propio tuath, que si le pasaba algo a esa mujer, su pellejo sí que estaba en riesgo.

Terminó James la entrevista con un casi susurrado:

-Acepto gustoso. Es un gran honor para mí y estaré orgulloso de llevar a su hija a buen puerto. Es un placer servirle una vez más -La verdad estaba muy lejos de esa frase, pero desde que había abandonado a los Perros, no podía hacer otra cosa para mantenerse vivo.

                                            *******                          ********

La mañana de la partida, James desayunó algo y un escalofrío recorrió su cuerpo al salir a la cubierta. Había trabajado casi toda la noche para tener el barco listo. La lluvia le cayó en la cara y se apartó el pelo para ver como llegaba una calesa con la parte más importante de su equipaje en ella.

Al verla subir por la pasarela, le quedó claro que no iba a necesitar ayuda con el equipaje, cosa que agradó a James. Creía que iba a tener que llevar a una damisela y se encontraba con una mujer que parecía que sabía lo que hacía y que no estaba dispuesto a que nadie la tomase por alguien desvalido.

Byron insinuó, cosa que James ya esperaba, que llevar una mujer en un barco era signo de mala suerte.

-Cállate, Byron, no puede ser peor que llevarte a tí - dijo James sonriendo para que evitar que se ofendiese.

Observó un poco más a la chica, le gustaba su estilo. Tras ese breve momento, James avanzó decidido hacia ella.

- James Lawson es mi nombre y soy el encargado de llevar este barco hasta Vendel y de su seguridad, señorita O'Toole.- no hizo ademán de coger el equipaje, ya había quedado claro ese punto- La acompañaré hasta su camarote.

Por el camino, estuvo callado y solo farfulló algo sobre el tiempo que les esperaba durante el viaje. Sin saber por qué, estaba bastante nervioso. Cuando la dejó en la habitación, cerró la puerta, suspiró, se pasó las manos por la cara y pensó para sí que quizá la misión no fuera tan fácil como había pensado en un primer momento.

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10/04/2017, 10:03
NAVEGANTE

La chica siguió a Lawson hasta la habitación. Antes de entrar a ella examinó detenidamente desde la jamba con un gesto que James no supo descifrar. Era una habitación pequeña, muy pequeña, pues en un barco de ese tamaño todo dedicación no practica al espacio era supérflua. Pero todo un lujo en comparación con las estancias comunales de la marinería.

La única nota de color en la sobria estancia era un bonito jarrón con flores frescas recién cortadas sobre una mesilla. Un detalle de la tripulación (más bien del propio Byron, que al enterarse de que una señorita viajaría en barco insistió en hacer la estancia más "acojedora").

Luego de un buen tiempo de examinar la estancia (se fijó mucho en el jarrón, estuvo como cinco segundos mirándolo con cara de póker) ella entró dentro.

Después de cerrar la puerta y llevarse las manos a al cara, Lawson oyó a través de la puerta el sonido del jarrón al estrellarse contra la misma y romperse en mil pedazos, seguido de un sonoro: -¡Gracias, señor Lawson! ¡Estoy seguro que será un buen perro guardián!-

Ciertamente, sería un viaje muuuuuyyy largo.

 

******  *******

 

Lawson sabía que los hombres no estaban demasiado contentos de que les dirigiera un avalonés. Eran inismoreses de pura cepa y muchos de ellos se consideraban un pueblo aparte de Avalon a pesar de la unificación de los tres reinos bajo la corona de Elaine.

Este sentimiento independentista era aún más marcado en el condado de Carrig y entre los hombres de O´Toole, que habían luchado contra los avaloneses bajo el liderazgo de Arghyle hasta el regreso del loco O´Bannon. Ahora se sentían algo desconcertados al encontrarse como aliados de sus antaño enemigos.

La mayoría lo aceptaba con resignación. Había unos pocos en cambio más alborotadores. Y era de esos de los que Lawson debía estar más alerta. Un buen capitán debía saber ganarse la confianza de sus hombres, una tarea a veces más ardua que el propio manejo del barco. Lawson sabía no debía dar por sentado su lealtad, que tendría que ganársela paso a paso, decisión a decisión, siendo un buen capitán para sus hombres.

Por todo ello se tomó su tarea muy en serio y de manera profesional. Partieron en seguida. La mar estaba ligeramente picada y el cielo algo nublado, lo corriente en aquellas regiones. En principio se cruzaron con bastantes navíos dado que Lochcual era el puerto mas importante de inismore, la cual estaba necesitada de intenso comercio marítimo al ser una isla. Una vez en alta mar las velas de las naves se convirtieron en puntos en la lejanía.

Durante unos días par de días James se mostró como un marino competente. A parte de las cuestiones climáticas, un tema peliagudo a la hora de navegar por los mares del norte, no hubo muchos problemas. Los marinos se centraban en sus tareas, las cuales acaparan la mayor parte del tiempo en un barco (hay mucho más trabajo en un barco de lo que la gente de tierra piensa) y los escasos tiempos de ocio eran aprovechados por los marineros para sus pequeñas aficiones personales, como la pesca, tallado de figuras de madera e incluso lectora en algún caso aislado.

La chica de los O´Toole no salia mucho de su camarote. Por los rumores de los marineros Lawson descubrió que prefería hacerlo de noche, cuando había pocos marineros en cubierta (siempre debía haber alguien de guardia, un barco no debía de navegar solo jamas). Las pocas veces que se cruzó con ella esta le mostraba un gesto malhumorado, pero luego fue cambiando hacia otra cosa. Tristeza tal vez.

Puede que fuese el viaje. Estar ocioso a bordo de una nave podía volver a alguien melancólico. Aunque resultara contradictorio los marineros necesitaban estar ocupados para no entra en profunda depresión. El mar arrebataba a los hombres su fortaleza al aislarlos del resto del mundo y de sus familias durante largos periodos de tiempo. Y mirarlo durante prolongados periodos de tiempo a bordo de un barco les producía una sensación de aislamiento y soledad absolutos. El mar les martilleaba el espíritu como las olas erosionan a la roca con sus idas y venidas. Y al final, los volvía duros, fríos y ásperos. Estando con los Perros Negros, ese era un tema de lo que no se hablaba nunca, pero además de los marineros que se llevaba la mar en su furiosa tempestad o en los abordajes y combates contra el enemigo, estaban aquellos que se rendían ante la dureza de la vida del marinero y, dejándose llevar por el arrullo del mar, se arrojaban a las aguas por voluntad propia, presos de la melancolía.

Lawson había conocido a unos cuantos de esos. Cuán dura la vida del marinero.

Una noche, algo le despertó. A través del mamparo creyó oír unos sonidos provenientes de la habitación contigua donde se alojaba la chica. Curioso, se levantó y salió al pasillo para acercarse a la puerta de ella y oyó al otro lado lo que claramente eran los sollozos de la mujer.

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20/04/2017, 08:10
James Lawnson

Los días pasaban en el barco y aunque el tiempo no había acompañado del todo, no habían tenido mayor dificultad en la navegación. Nunca se puede esperar que en aquellas aguas fuese a hacer un tiempo tropical, pero al menos no había habido grandes tempestades.

Tampoco se puede decir que marinería hubiese creado mucho problemas, a pesar de que su capitán era bien consciente, de que su lugar de nacimiento era un problema para más de uno de los marineros que tenía en su nave. Nunca había sido un patriota avalonés, dado que Avalon no había hecho mucho por él, ni él por Avalon, todo sea dicho, pero comprendía que sus hombres sí lo sintiesen y sabía que una guerra deja muchas cicatrices que tardan mucho en curar y no todas ellas son sobre carne. De modo que sabía que la única manera de evitar un motín era mostrarse como el marino experimentado que era, intentar no dar muestras de crueldad innecesaria pero hacerse respetar y no parecer blando, en cuyo caso también estaría a merced de los más alborotadores. No era fácil tal empresa. Decidió fichar a los que más descontentos parecían y elegir alguno de ellos para ver si podía ganarse su confianza.

-Ten a tus amigos cerca, y a tus enemigos aún más cerca... - pensaba el avalonés, maldiciendo de vez en cuando la suerte que le había caido en gracia. Por otro lado, por difcial que fuera la empresa no podía ser peor que tener al hijo de Thuagh tocandole las narices el día entero.

Así se pasaba los días, medio intentando gobernar los aparejos del buque, medio intentando controlar a sus hombres y que no se apagasen por la dura vida de la mar. Eso era duro, pero en el fondo sabía, que excepto alguno de ellos, todos eran hijos del mar y que un marinero debe conocer los peligros de la abulia que eso provoca.

Pero, la hija, ah, la hija, eso era harina de otro costal. La mujer, que no podía de ninguna manera llamarse niña, le preocupaba cada vez más. Lo que en los primeros días parecía haber sido una ira, que James solo achacó a cosas de la edad, se había tornado en otra cosa, melancolía y tristeza, para la que no debe haber ninguna edad.  Quizá fuera que ella no estaba acostumbrada a los viajes en barco, que bien es sabido que mella y erosiona las mentes de los principiantes. James sabía que tenía que haber algo más, pero tampoco la dama daba pie para poder abordar ningún asunto con ella.

La noche que oyó sus sollozos, se quedó en la puerta de la mujer un rato. Llegó a hacer amago de dejarlo pasar, volver a su camarote y descansar. Los días eran agotadores de por sí para que tuviese que hacer de confidente con nadie que no fuese para los intereses de mantener la disciplina en el barco. Conque la chica O'Toole llegase viva a Vendel, el se daría por satisfecho y lo más probable es que su pellejo también.

Pero James no era un hombre así. Había dejado los Perros Negros porque no le gustaba la crueldad que ellos usaban. Y dejar a esa chica llorando sin saber si podía hacer algo por ayudar, o al menos calmarla era algo que iba en su temperamento. Evitar que se suicidase antes de llegar a puerto fue la excusa que se puso a sí mismo para decir que tocar con los nudillos esa puerta era algo que tenía que ver con la misión que le habían encomendado.

Se volvió a pasar las manos por la cara una, dos, tres veces antes de decidirse. Sentía como los nervios de antes de entrar en batalla. Finalmente, casi escuchó como ajenos los toc, toc en la puerta, como si no hubiera sido él, el que hubiera llamado. Un segundo después cogió aire y dijo:

-Señorita, Meg, señorita O'Toole. ¿se encuentra usted bien? ¿Le sucede algo?

Con los dientes casi apretados se quedó esperando la respuesta.

 

 

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21/04/2017, 10:49
Megan (Meg) O´Toole

De repente se hizo el silencio al otro lado de la puerta. Hubo un momento muy largo en el que James no lograba oír nada. La cosa estaba "en el aire".

Pasó un buen rato hasta que oyó de nuevo a la mujer. Aunque ella parecía intentar disimular sus sollozos James notó la voz ronca y claramente afectada de la muchacha.

-¡Váyase! ¡Y déjeme en paz de una vez!-

Notas de juego

Si James habla con ella puedes intentar "ganarse un poco su confianza" con una tirada de [Voluntad + Interacción] de Dificultad 16.

También puedes usar [Voluntad + Subterfugio] de igual dificultad si es James engañoso respecto a sus intenciones y palabras, pero este segundo acercamiento tendría una reacción bastante negativa por parte de ella si fallas la tirada.

O dejarla en paz. O entrar a las bravas (no hay cerradura en la puerta). Como veas.

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24/04/2017, 16:54
James Lawnson

A James le molestó bastante la respuesta de la muchacha, suspiró un poco y abrió la puerta. Desde la misma puerta, sin entrar, ni por supuesto cerrarla, vayase a pensar nadie que las intenciones del capitán eran de otra índole.

Mire señorita, soy capitán de este barco, por lo que su seguridad y bienestar me corresponden completamente. Llevo unos días viendo que su actitud es de tristeza, lo que me preocupa enormemente. La fiereza con que venía al principio podía comprenderla, pero este asunto empieza a ser de mi incumbencia, así que le ruego que me comunique cuales son los problemas o cuitas que tiene usted y qué puedo hacer para mejorar  su situación en el barco o cómo puedo tratar de solucionarlos. El mar es muy duro y la tristeza no es buena compañera.

James se quedó casi sorprendido de oirse. No había soltado una perorata como esa en su vida, pero esperaba vivamente que funcionase con la mujer.

- Tiradas (1)

Motivo: ganarse confianza de la muchacha

Dificultad: 16

Habilidad: 6+4

Tirada: 4 8 9

Total: 8 +6 +4 = 18 Éxito

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25/04/2017, 22:21
Megan (Meg) O´Toole

A pesar de la oscuridad en el camarote James pudo apreciar que la mujer estaba metida en la cama. Aunque estaba cubierta por las mantas y se adivinaba un grueso camisón bajo las mismas ella hizo un gesto de cubrirse aún mas, tirando de las mantas. Estas taparon la mitad inferior de su rostro dejando espacio justo para poder ver sus verdes ojos y su pelo rojo alborotado sobre la almohada.

Se quedó mirando en silencio al marinero en la oscuridad. James podía oír su agitada respiración bajo las sábanas.

Hubo unos instantes de incertidumbre tras las palabras del avalonés, y dado que James no podía observar el gesto de la muchacha le resultaba incapaz de adivinar su reacción o pensamientos.

Al fin ella habló: -No. No es por el viaje.- Respondió al fin.

-Es...- Parecía que las meditadas palabras de James habían hecho, pues al tiempo que se abría hacia él, descuidó el celo anterior para dejar caer un poco la manta y que James pudiera ver su rostro al completo.  -... otra cosa.- 

Se oyeron unos pasos resonando por el techo. Ambos miraron hacia arriba. Uno de los marineros estaría haciendo su guardia nocturna de trabajo en el castillo de popa, justo encima de ellos. Los pasos se alejaron tan rápido como aparecieron, y al bajar ambos la mirada sus ojos se encontraron.

-Dígame, señor Lawson. ¿Se siente usted un hombre libre? Es decir, ¿cree que a lo largo de su vida ha contado con la oportunidad de decidir su destino, o bien que otros hombres han controlado su vida por usted?- Meg quedó expectante a la contestación de Lawson. La conversación parecía haber tomado unos derroteros curiosos, sin duda. Aunque había muchas formas de interpretar aquellas preguntas. ¿Qué sería lo que Meg querría decir?

Notas de juego

Éxito. Meg haya descendido su hostilidad y se muestra más abierta.

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27/04/2017, 08:05
James Lawnson

Por un momento James pensó que se pondría a gritar como una loca, lo que haría que se armase revuelo en el barco y que fuese sorprendido en la habitación de la mujer, podía desatar las habladurías en el barco y que su frágil reputación cayese en picado, lo que le daría de primeras mucho más trabajo para recomponerla y quién sabe si también un montón de problemas a posteriori.

Resopló cuando la mujer respondió y de modo amable desde el camarote. Se sobresaltó un poco con los pasos por encima del camarote, pero comprendió que era la guardia y se calmó en seguida. Se sorprendió casi más con la preguntas de la dama. Los ojos de la muchacha eran sin duda del agrado de James. Caviló durante unos segundos y finalmente se arrancó a contestar:

-Mire señorita, nunca he sido un hombre muy dado a pensar sobre la libertad, quizá porque la he tenido desde muy joven  de una manera forzosa. Me crié solo como el que dice. Luego estuve en lugares donde era forzado a hacer cosas que no quería hacer, así que salí de ayer por piernas, pero desde luego casi me cuesta la vida, varias veces. Así que no sé ni siquiera si he sido libre alguna vez. Por ejemplo, ahora mismo tengo la tarea de llevarla a usted y ni por un momento se me ha ocurrido negarme, aunque no es por tí - James la tuteó de un modo involuntario, no estaba acostumbrado a sincerarse con nadie y le salió espontáneo-es por llevar este barco lleno de inismoreses que me odian por mi condición de avalonés.- esto último lo dijo mirando al suelo, casi sin hablar con Meg.

-De modo que sí, mi vida también es controlada por otra gente. La libertad es complicada.

Pensó durante un momento más y añadió:

-¿Quién controla su vida, señorita O'Toole? ¿Por qué está tan apenada? Este viaje no le place, ¿verdad?- preguntó James casi de seguido.

Dicho esto miró a la muchacha de nuevo esperando lo que ella tenía que decir.

 

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30/04/2017, 11:43
Megan (Meg) O´Toole

La "joven" de los O´Toole escuchó en silencio las palabras de Lawson. Pareció mostrar bastante interés en su relato, que sin mostrar demasiados detalles, parecía componer un resumen bastante dramático de su vida.

-Lo siento.- James no podía entender muy bien a cuenta de qué debía pedir perdón la muchacha. -Usted si que ha tenido una vida complicada. Y a su lado, mi frustración debe parecer el pataleo de una niña malcriada.-

La muchacha intentó explicarse: -He tenido una vida más acomodada que la suya, sin duda. No puedo quejarme de penurias monetarias ni incomodidades.-

-A pesar de ello, siempre me sentí sola desde la pérdida de mi madre. Ella era una mujer fuerte, no se confunda, pero a diferencia de mi padre contaba con un corazón de oro. Mi padre es más... frío.-

-Tengo hermanos y hermanas, pero son como mi padre. Distantes. Diría incluso que crueles. No quiero parecer insultante para con mi familia, pero no me siento parte de ella. No desde la pérdida de mi madre. Sólo piensan en el oro y en el beneficio. Embarcándose en empresas y pasando por encima de quien sea para lograr sus objetivos. Supongo que para alguien que siempre ha tenido todo como yo y nunca ha sufrido las penurias resulta demasiado fácil decir que no le importa el dinero. Que preferiría algo más de... cariño por parte de su familia. Pero intuyo que sentiría lo mismo si mi familia no tuviera ni un acre.-

-Disculpe. Me he desviado de lo que hablábamos... - James se percató en ese momento que la mujer había salido de la cama para sentarse a un costado de la misma, con su largo camisón. A pesar de este y de la oscuridad James podía intuir las delicadas formas femeninas. Ni se había ni dado cuenta que la chica había salido de debajo de las mantas y cambiado a una posición mas distendida.

-... A pesar de que en cierto modo a lo largo de mi vida se me ha concedido hacer lo que quería, siempre he sentido que estaba en una fría jaula de oro. Ahora me dirijo a tierra extraña a conocer a un hombre con el que mi padre quiere desposarme. Un socio comercial importante. No se si ese hombre me gustará o no. Y lo que más temo es que no llegue a amarle. ¿Y si no me gusta? ¿Y si lo desprecio? Tengo un deber para con mi familia, y me siento en la obligación de obedecer a mi padre, pero me preocupa que pase de pertenecer a un hombre cruel y sin corazón, mi padre, a otro, mi marido.-

- ¿Debo someterme a los deseos de mi padre? Aun así, ¿que otra opción tendría? Mi padre no aceptaría una negativa por mi parte a la boda. Quién sabe, puede que incluso me repudiara. Es un hombre poderoso, cruel, y a pesar de ser mi padre temo su reacción. Le conozco demasiado bien.-

-No señor Lawson. No me desagrada este viaje. Para nada. El mar me hace sentir, momentánemante, libre de mis cadenas. Son mis últimos momentos de verdadera libertada antes de llegar a mi... destino.-

Se encogió de hombros. -Bueno. ¡Quién sabe! Puede que tenga hasta suerte y ese miembro de la Liga vendelio llegue a mi corazón.-

-¿Qué opina?- Sonrió, y su sonrisa iluminó la noche.- Seguro que sabe mucho de esos asuntos. He oído lo que cuentan de los marineros. Una mujer en cada puerto. Y un hombre apuesto como usted habrá tenido muchos... amoríos.-

 

Notas de juego

Por cierto, hazme una tirada de [Voluntad + Profesión] para medir un poco como de bien has estado comandando la nave durante esta parte "tranquila" del viaje.

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05/05/2017, 07:17
James Lawnson

James se relajó también un poco. Estaba claro por fin que Meg no respondía hostilmente a sus comentarios y a su entrada. De hecho, se sentía a gusto.

-Cada uno ve la vida desde su punto de vista. Quizá no has pasado por las mismas situaciones que yo, pero el sentirse vacío, no comprendido y falto de libertad no es algo sencillo para nadie. Conozco bien a su padre y a alguno de sus hermanos y sé bien lo duros que pueden llegar a ser. Así que sí, conozco bien sus asuntos. -se quedó durante unos momentos pensativo.

La vista de las formas bajo el camisón sin duda era algo agradable. Y además se sentía cada vez más confortable hablando con la mujer. Hacía mucho tiempo que no tenía una conversación sincera con alguien y no pensaba dejarlo escapar. Dio un par de pasos hacia delante con cuidado.

-¿Cuáles son sus opciones? Pues me temo que no son muchas. De momento, creo que debería conocer a ese socio tan importante para su padre. Quizá se un hombre honrado, honesto y que la quiera. Si no, la vida puede dar muchas vueltas. -sobre su cabeza corría la opción de la huida, de plantar cara a su padre o de que fuese capaz de dominar a ese hombre, pero no se atrevía del todo a verbalizarlas -Como le digo - dijo tras otro titubeo -la vida puede ser sorprendente y siempre hay opciones de cambiar las cosas que a uno no le gustan.

-De momento, disfrute del viaje y ya pensaremos sobre que es lo que puede hacer si el vendelio resulta ser un hombre que no es de su agrado, ¿le parece? No hay que adelantar acontecimientos.- James esbozó su mejor sonrisa. - ¿No le parece?

- Por cierto, no piense que todos los marinos somos unos mujeriegos, no niego que me gusten las mujeres, pero de ahí a una mujer en cada puerto, hay un trecho. Además, ya se sabe que casi todos los hombres hablan de sus conquistas doblando su número como mínimo- volvió a sonreir mientras le guiñaba un ojo.

 

- Tiradas (1)

Motivo: Manejo barco (voluntad + profesión

Dificultad: 0

Habilidad: 4+8

Tirada: 6 7 8

Total: 7 +4 +8 = 19 Éxito

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06/05/2017, 13:10
NAVEGANTE

Ella sonrió, pero antes de que le diera tiempo a contestar oyeron los pasos apresurados de alguien descendiendo a toda prisa por las escaleras desde cubierta, seguido del sonido de unos golpes aporreando la puerta del capitán:

-¡Capitan! ¡Señor Lawson! ¡Un navío a las primeras luces del alba! ¡Rápido!-

Lawson tuvo que excusarse y salir de inmediato de la habitación de ella al pasillo (no sin antes cerrar la puerta de entrada a la habitación tras el) y llamar la atención de marinero. Este se quedó algo perplejo al encontrar a su capitán en el pasillo a su espalda. Su rostro era un poema.

Mientras subían apresuradamente a cubierta, el marinero se explicó: -Está demasiado cerca.-

Al llegar a cubierta Lawson comprobó que el cielo empezaba a clarear en la lejanía. El sol no había salido y la noche estaba aún sobre ellos, pero el fulgurante horizonte delimitaba la silueta de la otra nave. Efectivamente, había la sombra de un barco visible a simple vista recortándose contra la luz. No hacía falta ni catalejo para contemplarlo. 

El viejo Byron apareció como surgido de la nada. Lawson no sabía cómo lo hacía:

-Los marineros de guardia me lo han contado todo. Acabo de enterarme. El muy malandrín...- Se refería sin duda al capitán del otro navío. - ...debió aprovechar la oscuridad de la noche para acercarse. Está claro que se ha acercado furtivamente y con sus luces apagadas, porque si no lo habríamos visto mucho antes.-

Sonaron las admonitoras palabras del viejo: -Ese no viene con buenas intenciones.-

 

Entonces se izó la bandera en la nave contraria. -¿Qué es eso?- Preguntó un joven marinero, al ver alzarse al viento la imagen de un hombre colgado en la bandera.

-La Fraternidad de la Costa.- Contestaron James y Byron al unísono, reconociendo enseguida la simbología.

Lawson sabía que la Fraternidad de la Costa era una hermandad de capitanes que surgió hace un par de años después de un motín en la prisión de la isla de La Bucca, al sur de Castilla. En poco tiempo habían pasado de tener siete barcos (los siete capitanes fundadores) a toda una flota pirata.

Se decía de ellos que eran piratas "caballerosos" que perdonaban la vida de sus prisioneros, después de esquilmarles la mercancía, claro. Y que a veces se quedaban también con los navíos, con los que aumentaban su flota.

Había rumores de que incluso contaban con unas leyes o constitución propia.

-¡Señor...!- Grito otro marinero. -...¡envían un mensaje!- En la proa del navío contrario podía verse a un hombre descamisado y con un vistoso pañuelo en la cabeza, enarbolando banderas de señales en cada mano. 

Byron tradujo, aunque Lawson conocía bien la lengua de señales: -Detened el barco... Coger mercancía... Dejar libres con la nave.-

El navío tenía algún cañón más que la nave de Lawson y no era mucho más grande. A cañonazos estaban casi a la par y no parecía haber demasiada diferencia. Lo preocupante es que seguramente tendrían mucha más tripulación y si lograban abordarles les superarían en número.

-¿Qué hacemos, capitán?- Preguntó Byron. -¿Intentamos huir? ¿Negociamos? Si aceptamos la rendición perderemos la mercancía, y O´Toole no se lo tomará muy bien cuando regresemos. Y también me preocupa lo que pudiera pasar si eso piratas llegaran a ver a la señorita.-

 

Notas de juego

Por cierto: Muy buena tirada.

Parece que en este tiempo los marineros han llegado a tolerar a Lawson y a tomarle en buena consideración como capitán del barco.

 

PD: Por cierto, Haz otra tirada de INTELECTO + PROFESIÓN

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22/05/2017, 18:04
James Lawnson

Lawnson suspiró con fatiga cuando oyó las noticias de que el barco enemigo estaba a la vista. Sabía de sobra que rendir un navío sin presentar batalla sería un signo de cobardía que malamente perdonaría su tripulación. Además pensar que descubrían a la chica y se la llevasen presa sería igualmente su condena a muerte. 

-Lamento que tenga que terminar así nuestra conversación -dijo a Meg. -ahora es importante que se quede en su camarote, tumbada, si es posible en el suelo para evitar que algún cañonazo de metralla le haga daño.- todo en susurros para que Byron no le oyese.

Se giró hacia Byron casi con un respingo cuando surgió de nuevo a su lado.

-Sabes de sobra que no podemos rendir el navío sin dar el combate que es debido. ¿Qué respeto van a tener con nosotros y nuestros marineros si les damos lo que piden así? ¿qué respeto nos van a guardar los marineros después, sobre todo los Inishmoreses?

Dicho esto, se giró y gritó con toda la voz de la que era capaz.

-ZAFARRANCHO, A LOS CAÑONES, ESAS VELAS SUELTAS, ES MUY IMPORTANTE QUE NO NOS ABORDEN, INTENTAD GIRAR PARA COGER SU POPA, UNA ENFILADA QUE MANDE AL INFIERNO A ESOS CABRONES, EN CUANTO ESTÉN A TIRO FUEGO, A VER SI LES PODEMOS METER NOSOTROS LA PRIMERA ANDANADA. - cogió algo de resuello para continuar - VOSOTROS, ARRIBA DE LOS PALOS CON LOS MOSQUETES Y LAS INCENDIARIAS. EN CUANTO SE PONGA A TIRO, YA SABÉIS. MUCHA SUERTE, SEÑORES, Y NOS VEMOS CUANDO ESTO ACABE.

Casi sin respiración se dirigió al puente de mando escoltado por Byron al lado del timonel, se acordó de su época pirata cuando tantas veces había estado en el otro lado. Vamos allá, pensó para sí y clavó los pies firmemente sobre la tablazón del barco esperando los acontecimientos.

- Tiradas (1)

Motivo: Intelecto + profesión

Dificultad: 0

Habilidad: 5+8

Tirada: 1 4 8

Total: 4 +5 +8 = 17 Éxito

Notas de juego

Disculpa por la tardanza en contestar, me ha venido una oleada de curro brutal, más otras historias y no he tenido tiempo de nada...

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10/06/2017, 10:08
NAVEGANTE

Notas de juego

.... se acordó de su época pirata cuando tantas veces había estado en el otro lado ...

Aclaración: En realidad en este flashback estamos narrando todo lo que le ocurrió a James antes del crímen, de ser acusado en falso y convertirse en un miembro de los Perros Negros. Es más, espero meterte todos esos acontecimientos a lo largo de esta narración.

Mea Culpa, porque ni te he dicho nada al respecto ni hemos ajustado la ficha de tu personaje creando una nueva a partir de la que tienes ahora (pero sin cambiar la ficha actual en la "Isla de la Muerte", que también la vas a necesitar tal y como está) para que la "nueva ficha"refleje como era Lawson antes de todos esos acontecimientos.

Teniendo eso en cuenta, acabo de añadir a tu ficha algunos de Rasgos e Hitos alternativos (sin eliminar los que ya tenías antes, ojo) y poniéndolos entre asteriscos y con cursiva de esta forma: ** bla bla bla **

Eso bastará para reflejar su situación en el pasado; en esta escena de juego. Si no te molan los rasgos alternativos que he sugerido puedes alterarlos y elegir otros que te parezcan mas acordes o te gusten mas.

 

PD: Además, en la pestaña o sección "Notas" de la Ficha de Personaje he definido ahora dos bloques de estadísticas: Uno refleja el estado de salud y puntos de drama de Lawson en la Isla de la Muerte y otro refleja el estado de Lawson en este episodio de flashback.

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10/06/2017, 10:53
NAVEGANTE

Gladiator Soundtrack - The Battle - Hans Zimmer

 

En vez de intentar huir iniciando así el conocido juego del cazador y la presa Lawson tomó la decisión de hacer frente al depredador con garras y dientes. 

A su orden los hombres se movieron en un cáos aparente de gritos y agitación, de hombres corriendo de un lado a otro. Un testigo lego en la materia hubiera creído que el navío había caído presa del pánico, pero un observador adusto en las artes del mar habría apreciado cada uno de los gestos, de las acciones de aquellos marinos y su efecto en la nave. Los hombres corrían tomaban sus puestos y sabiendo lo que hacían. 

Individuálmente cada uno de aquellos veteranos del mar tirando de una amarra no conseguiría nada, pero al unísono cada una de las pequeñas acciones causó que algunos de los palos tomaran otra posición, las velas se hincharon y la nave sufriera un brusco vaivén antes de que empezara a girar bruscamente acompañada de una pronunciada inclinación a un lado. Aquello era una forma de magia. Una serie de maniobras secretas e incomprensibles aprendidas a base de años de practica y ejercicio; un lenguaje secreto de actos que sólo aquellos hombres entendían o podían desentrañar.

El cumulo de incomprensibles maniobras sobre una extraña estructura de madera, tela y cordel que comprendía un lenguaje secreto, y ese lenguaje acababa haciendo que el bajel obedeciera a un sólo hombre a los mandos de la nave, todo ello a través del intermediario de los brazos y el esfuerzo de un puñado de hombres. Hombres de caracteres y sueños totálmente diferentes, pero que trabajaban al unísono como uno solo. Una especie de titán amorfo y abstracto creado a base de madera y de seres mas pequeños. Una obra humana incompresible capaz de domeñar al mar, el eterno enemigo.

Ahora el enemigo era, en cambio, otro. Este vio la maniobra de Lawson y comprendió al momento que su presa no se rendiría fácilmente. Lawson no podía verlo, pero sabía que al mando de aquella otra nave había una mente como al suya, cavilando las posibilidades. Aquél era un enfrentamiento de tripulación contra tripulación, navío contra navío y, como no, hombre contra hombre. Mente contra mente.

El castellano siguió adelante, aunque Lawson pudo apreciar un muy suave viraje por su parte alterando ligeramente su rumbo para poder situarse en futuro en el costado de Lawson. El pirata no se amedrentó sin embargo y siguió adelante esperando la andanada.

Hubo un momento de calma tensa mientras ambos barcos se posicionaban. Lawson tendría la ventaja pero sabía que esta duraría poco, y que la proa del navío que se aproximaba de frente no era su zona vulnerable. A pesar de todo y con un poco de suerte alcanzaría un palo mayor, y todo habría acabado en un suspiro. Aun así, ser el primero en humillar al enemigo era una ventaja moral nada desdeñable.

El silencio se hizo mientras ambas naves se aproximaban. Lawson le presentaba el cotado de estribor y el castellano la popa. Debían esperar a que el alcance fuera el suficiente.

En un momento dado, Lawson dió al orden de disparar. -¡FUEGO! ¡FUEGO!- Su voz sufrió replicas por la cubierta inferior y superior y los cañones escupieron su mortal casquillería de metal con un estruendo atronador. El aire se llenó de humo y los oídos pitaron; peor sería lo que sufriría el castellano.

Un par de segundos antes de que las primeras balas levantaran fuentes de agua salpicando alrededor del navío castellano y luego este aulló de en forma de gritos de dolor y madera astillada volando por los aires en la lejanía. Los inishmoreses dieron gritos de victoria, pero Lawson sabía que la esta estaba aún lejos de producirse. Lo habían dañado pero ningún palo había caído. Lo contrario hubiera sido demasiada suerte y a Lawson esta nunca le había acompañado.

Ahora, el castellano reaccionaba, y empezó a virar de formas más visible hacia su babor. Al haberse girado para recibirle, Lawson se había frenado y el castellano empezaba a maniobrar para darle al réplica por un costado y navegar en el mismo sentido que lo hacia Lawson. Para cuando se produjera el giro del castellano, Lawson tendría de nuevo los cañones preparados. Ahora era importante saber si Lawson le seguiría el juego y mantendría la dirección, esperándole  para disparse mutuamente uno junto al otro mientras navegaban en la misma dirección, o si Lawson intentaría una maniobra mucho más complicada y difícil para intentar darle su costado opuesto y que ambas naves se cruzaran de lado en direcciones opuestas. Esto último era arriesgado.

También Lawson podría intentar huir tras esta primera andanada, pero lo mas probable es que el otro intentara interceptarle embistiéndole con la proa. Tal vez Lawson lo esquivara, o tal vez al embestirle alcanzara la popa de Lawson o, la peor opción, le embistiera por el centro.

Los hombres estaban asustados. Lawson lo sabía, aunque estos intentaran ocultarlo.  El avalones podían oir los gritos furiosos de los piratas castellanos jaleando y amenazando, y la cubierta enemiga repleta de hombres de la peor calaña sedientos de sangre.

 

Notas de juego

La nave enemiga ha sufrido daños leves, pero aguanta bien. Parece que el combate se alargará por ahora.

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14/06/2017, 13:03
James Lawnson

James torció el gesto después de ver que la primera andanada no había hecho el daño que esperaba al enemigo, pero después de todo, los palos de las embarcaciones son fuertes y si los piratas son gente dura, más aún debían serlo sus barcos.

Su característica media sonrisa brotó cuando vio el inteligente movimiento del enemigo, que le obligaba o a un combate a cara de perro, a cañonazo limpio o a unas maniobras arriesgadas que bien podían hacer que su barco acabase en el fondo del mar.

Sabía sin duda que por mucha prisa que se diese la segunda andanada caería sin duda sobre el castellano antes de que la primera cayese sobre él. Lawson dio las órdenes rápidas, recargad, gritaba con todas sus fuerzas. Tomó la decisión de navegar a la par con el castellano y darse estopa hasta que uno de los dos arriara la bandera. Sin embargo, también dio la orden de virar muy sutilmente a la derecha, de modo que mantuviese la distancia con el barco y evitar a toda costa que ambos barcos se acercasen los suficiente para que el castellano estuviera a distancia de cable. 

-Byron, si nos abordamos, nos podemos dar por jodidos,  - susurró al oido de su segundo- los tenemos que mandar al infierno a cañonazos antes de que se acerquen demasiado.

En su fuero interno, esperaba que los piratas fueran demasiado ambiciosos e intentasen dañar el barco lo menos posible para quedarse con el botín intacto, unido a que le subestimasen como marino. Sabía que ahí tenía una buena oportunidad de alzarse victorioso, pero también tenía claro que no iba a ser fácil.

 

Notas de juego

Por cierto, lo había yo entendido al revés, creía que el flashback empezaba después de abandonar la vida pirata y que se había reinsertado como mercante, pero me parece bien así, a ver como la mala vida le lleva uno al pirateo!

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02/07/2017, 23:38
NAVEGANTE

-Lo sé, señor.- El rostro del viejo marinero estaba surcado de arrugas. Con tanto pliegue en la piel resultaba difícil saber si era la actitud habitual de mal agüero de Byron o si la inminente batalla le preocupaba. Quién sabía lo que pasaba por la mente del veterano. Curtido por los años, por el mar y por el sol, su rostro se veía una máscara impenetrable.

El hombre no añadió más lo dicho y se limitó a esperar pacientemente a que los dos navíos se empezaran a alinear uno junto a otro. El pirata fue mostrando su costado y esta vez Lawson pudo verle de cerca. Aquél mascarón no era el de un granuja si no que mostraba a un león rampante dorado con una corona en la cabeza, así que la nave había pertenecido en algún momento a la real armada castellana.

Pero no servía ya bajo una bandera con la cruz de Théus si no bajo otra de fondo negro bajo huesos blancos.

La espuma saltaba sobre la borda y salpicaba los rostros. Lucía el sol y la visibilidad era perfecta. Lawson esperó a que su enemigo se adelantara aún más, casi a su altura, y fue el primero en declarar fuego. Cuando los cañones hablaron sus hombres les siguieron dispararon desde las alturas. Esta vez pudo oir los gritos de dolor de su enemigo mucho más cerca, señal de las abundantes bajas que le estaba causando.

No le dio mucho tiempo a disfrutarlo, empero. Este respondió con una andanada furiosa que barrió la cubierta de la nave inishmoresa.

Hubo una detonación cercana, y Lawson vio desaparecer a Byron de repente. Al instante lo vió en el suelo, a unos metros, y por pierna ahora un muñón. -Maldito perro castellano...- Fue lo último que dijo el viejo amrino antes de cerrar los ojos, quien sabe si inconsciente o muerto.

Los gritos de los hombres se sucedían y los destrozos se extendían por ambas naves. Cuando se disipó el humo, Lawson vio que había bastantes heridos entre los inishmoreses, mientras que los que quedaban se apresuraban en cargar de nuevo los cañones y las armas. Lawson pòdía sentirse afortunado. Estaba intacto.

Entonces el Castellano intentaba maniobrar para acercarse a la nave de Lawson. El humo no dejaba ver demasiado, pero Lawson intuía que el castellano seguía teniendo muchos hombres en cubierta, aunque era difícil saberlo.

 

Notas de juego

Haz una tirada de (Ingenio + Navegación) para ver cuan efectiva ha sido vuestra anterior andanada.

En teoría, la cosa continuará con ambas naves navegando en paralelo y disparándose la una a la otra (dado que viajáis en la misma dirección). Los cañonazos y disparos ya no se suceden en "andanadas", si no que los artilleros y tiradores vuelven a disparar en cuanto tienen sus armas cargadas.

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24/08/2017, 15:01
James Lawnson

Ese sabe lo que hace- iba a comentar Lawnson a Byron, cuando tras agacharse instintivamente por la explosión cercana, lo vio en el suelo.

-Mierda...- pensó para sí mismo, le dolía ver a su compañero con una pierna solo, aunque si salí vivo de esa, seguro que le hacía mucha ilusión poder lucir una pata de palo como todo buen marino que se precie, pero en ese momento no tenía tiempo para su buen Byron. Además no podía permitir de ninguna de las maneras que sus hombre pensasen que flaqueaba lo más mínimo o se iría todo al garete. Además, el poco respeto que le tenían los inishmoreses se perdería por completo si veían que su moral flaqueaba solo porque un hombre había caido.

Había sido su decisión entablar el combate y lo iba a llevar a las últimas consecuencias. 

-Bajad este hombre a las bodegas y echad más arena y serrín por la cubierta, que nos vamos a matar  y le vamos a aligerar la faena al pirata ese!!

- Disparad, vamos, disparad y seguid disparando, nuestra vida depende de ello. Apuntad a la cubierta, hay que hacerles todas las bajas que podamos - SUS Y A ELLOS!! - seguía gritando Lawson como si estuviera poseso. 

Vio claramente que el castellano se acercaba con la mala intención de abordarse con él. Por lo que intuía seguía habiendo mucha gente en la cubierta enemiga y eso podía hacer que pintasen bastos para él y los suyos. Así que de momento todo lo que podía hacer era mantenerlo a distancia mientras se daban estopa el uno al otro.

- Mantened la distancia con ellos, que no nos aborden!! Vamos, DADLE HIERRO Y FUEGO, MUCHACHOS!!

 

- Tiradas (1)

Motivo: Andandaa (Intetelecto marinería)

Dificultad: 0

Habilidad: 5+8

Tirada: 5 8 9

Total: 8 +5 +8 = 21 Éxito

Notas de juego

No se si se contempla más de un tipo de bala en el combate marítimo. Si es así, pido que se cargue metralla, además de disparar a la cubierta.

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03/09/2017, 01:09
NAVEGANTE
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: ANdanada Enemigo (Inteelcto 4 + Profesion 9)

Dificultad: 0

Habilidad: 9+4

Tirada: 3 7 8

Total: 7 +9 +4 = 20 Éxito

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09/09/2017, 03:03
NAVEGANTE

Théus confunda a todos. Al disiparse la humareda fruto de las andanadas continuadas de los cañones Lawson pudo hacerse una mejor idea de la situación. Gran parte de la cubierta había sido barrida por el certero fuego enemigo, y aunque los daños en la nave no eran sobresalientes, fuera de las barandillas destrozadas y el suelo machacado en algunos puntos, la tripulación en cambio había sido diezmada. Había cadáveres por todos lados y la sangre inismoresa inundaba la cubierta.

Al mirar hacia el enemigo, comprobó que este había sufrido también un fuerte embate y que los otrora numerosos sables al aire habían reducido su número sobremanera.

Aquello había sido una carnicería mutua. Los gritos de dolor y lamentos de los heridos se extendían por todas partes. Los supervivientes seguían disparando bajo las órdenes de sus capitanes, pero los cañonazos dispersas no eran comparables al castigo inicial de las andanadas.

El maldito castellano no cejaba en su empeño, empero, y su navío seguía al lado del de Lawson sin refrenarse una barza.

Hubo entonces una serie de señales en la cubierta enemiga. Banderas. Banderas de parlamento.

El capitán enemigo no quería ceder su captura pero parecía estaba dispuesto a negociar. Estaba en manos de Lawson si aceptar el parlamento o seguir dándole guerra.

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26/09/2017, 11:58
James Lawnson

Cuando se disipó todo el humo, vio la tremenda carnicería que el castellano le había hecho a su tropa, pero no pudo evitar echar una mirada de fiereza cuando vio que también corría sangre hasta el mar del barco enemigo.

Abrió la boca para seguir ordenando que dieran estopa sin dejar de disparar, hasta que observó las banderas pidiendo parlamento del enemigo.

Dudaba si aceptar o al final mandarlo todo al carajo y seguir combatiendo hasta que uno de los dos se hundiese o no quedase quien disparase  los cañones.

Volvió a mirar a su alrededor y se acordó de la dama que llevaba en las entrañas del barco. Pensó que al fin y al cabo, tampoco perdía nada por hablar y ver qué es lo que condicionaba que esta gente dejase de luchar. 

O habían recibido mucho más de lo que esperaban en el momento del ataque o  esos piratas no eran tan duros como se suponía. Pronto iba a descubrirlo.

Aceptad el parlamento! A ver qué es lo que nos tienen que contar esos piratas. - Igual hasta salimos de esta con alguno vivo... - pensó para sí en el último momento mientras terminaba de hacer los preparativos para la reunión.