- Al contrario. Solo estoy aprendiendo las "normas" de éste mundo. Y está claro que las normas se basan en ponerme trabas para todo...
La pregunta del programa me hace reir con ganas. - ¡Pues del real, claro! Jajajaja. ¿O es que piensas que algo de lo que hay aquí es de verdad?
- Y luego soy yo el perdedor... susurro con una sonrisa de triunfo en los labios. Al poco de decirlo me siento algo tonto por reírme de un programa de computadora, pero por alguna extraña razón, me ha hecho sentirme bien. Supongo que será por la forma en como me trata.
Ignorando al niño gris, decido ir a mi siguiente parada por puro descarte: la tienda de animales. Todos los demás sitios se me antojan poco útiles para mi, ya que me pedirán dinero a cambio de las cosas, con lo cual no me serán útiles, o me dirán que un niño no pinta nada allí, así que el resultado será el mismo. Quizás en la tienda de animales pueda conseguir algo de dinero echando una mano al dueño. Creo que podría entrar dentro de lo posible.