Partida Rol por web

Por favor, tomad asiento. - Dice con una voz inocente - La ceremonia tomará lugar en unos minutos.

Mira al cielo, y todos sentís que algo va a suceder.

La bruja Scarlet se coloca cerca del altar mirando al cielo.

"¿Qué ceremonia? ¡Maldita sea! Encima parece que soy la única que no entiende nada."

Miro a mi espalda esperando ver la ayuda de mi padre, pero no hay suerte. Así que me acerco lentamente a Julia y a Elisa y les pregunto.

- ¿Vosotras sabéis de qué va todo esto? ¿Quién tiene que venir y... quiénes son todos esos?

Sientate como dicen por favor, no debemos molestar. le digo a Cerys mientras me seco un poco la lagrima que me recorre la mejilla. Luego sigo explicandole en susurros para no despistar a los que estan preparando el ritual. Se que tiene mala pinta... pero lo que quieren es exorcizar al demonio que posee al niño, están esperando a un mago o algo así no se mucho de esos temas y del resto realmente no conozco a casi nadie. Tan solo a Mark. Digo viendo en su direccion sonriendo.

Mark se coloca junto a Elisa, Julia y Lucía y conmina a Shamir a que se siente junto a Megan.

Por su parte Scarlet pide a Ian que la acompañe al altar, en el centro del claro.

"Y una mierda... de una cosa así no puede salir nada bueno..."

Permanezco callada no obstante y me siento procurando mantener todos los sentidos alerta.

"¿Y qué pinto yo aquí? No sé nada de todo esto... Esos demonios me produce escalofríos... y una rabia difícil de contener. Son enemigos... pero, ¿cómo enfrentarles sin más?"

Guardo silencio visiblemente asqueada por tener que mantener la paciencia en esa situación, pero no me atrevo a hacer nada más.

El demonio camina hacia donde scarlet le indica, el niño parecia estar sumergido en la merced del demonio que anhelaba su libertad.

El demonio mira a Shamir que se encontraba sentado, y utiliza el enlace psitico que ambos tienen.

has venido para recobrar tus recuerdos, verdad shamir? Eres patetico, al igual que los de tu especie,debiles, en la desesperacion hacen cualquier cosa con tal de no sufrir.... Se lo que estas pensando hacer, tus pensamientos son claros para mi. Puedo leerlos como si fueran mios, y dejame decirte una cosa. Fue muy agradable que hayas compartido tus recuerdos conmigo... Descubri que hay mas en comun de lo que jamas esperé...Somos la misma sangre impura...

El demonio parecia estar jugando con los pensamientos de Shamir:

¿Quieres saber porque te abandonaron? Porque este enlace tan especial que tenemos?... Matame y nunca podrás saberlo... Te remuerde la conciencia, tu ira y desesperacion alimenta mi vida. Y me hace mas fuerte... Sigue odiando a tu sangre, y yo recuperaré lo que es mio por derecho.

El demonio estaba en posicion, no sabia bien si esto era una trampa o no, pero se aseguraba una forma de escapar si lo era. Ambas estaban en su mano, como un doble as para ser usado.

Vamos, empecemos. Y es mejor que no intentes nada extraño conmigo bruja

Mark, Megan, por favor acercaos. - dice a ambos y luego mira a los invitados - Necesito que todos los demás os coloquéis alrededor de ambas estatuas, mirando al altar.

Recoge del altar, unos cuchillos de aspecto extraño, y se los entrega a Mark y Megan. - La sangre debe manar... - les dice.

Veo perpleja como Mark coge el cuchillo que le tiende la bruja.

¿Sa... sangre? Murmuro con voz tremula sin apenas moverme

Intento mantener la calma y ordenar mis pensamientos.

"¿La sangre? Qué magia tan siniestra... ¡No la quiero!"

Me llevo la mano a la cabellera y saco una especie de pasador. Con él agarrado, doy un paso hacia atrás.

- Rien du tout, sorcière! No liberarás a un demonio con mi ayuda.

Me concentro para protegerme, ayudada por mi objeto mágico.

Un negro portal se abre en el centro del lugar, de su interior sale el profesor Dante con cara de muy pocos amigos, varias partes de su cuerpo parecen estar ya envueltas en puras llamas negras..

¿Solicitabas mi presencia Shamir?...pregunto con voz capaz de asustar a una manada de lobos rabiosos..

Gracias Shamir - le dice con una pequeña reverencia - sólo faltaba el poseído para que todo el elenco de personajes estuvieran presentes.

Se vuelve hacia Dante. - Bienvenido, poseído a nuestra pequeña ceremonia - mira a todos los demás, y sobre todo a Cerys - Mantenéos en vuestras posiciones, no me gustaría que la magia infernal que se está reuniendo comenzará a causaros... problemas.

Las Estatuas que se encontraban en los flancos del area del altar comienzan a fragmentarse y bajo la piedra, carne rojiza y sangre candente palpita.

Heme aquí - dice con un tono grave, de ultratumba. Se yergue por encima de todos los presentes, extendiendo sus alas.

Habéis llamado, y nos hemos presentado. - Dice la otra voz, también grave, profunda y monstruosa.

El demonio se habia sorprendido al ver la figura de Dante en la escena. Aun mas cuando nombro a Shamir.

TU!-Dice el pequeño demonio, apretando sus manos en signo de furia-Como osas venir aqui, maldito!

En la aparicion de Dante, aparecen dos figuras exhuberantes en la escena. El demonio comienza a sonreir al ver a estos demonios.

Ya saldaremos nuestras deudas Jacob.

¿Qué es todo esto Elisa? ¿Qué hemos hecho?

Julia se abraza más a Elisa asustada y temblando.

Profesor... por favor ayúdenos...

Jacob!-Dice shamir sorprendido-Por favor, tiene que detenerlos. Estan llevando a cabo un ritual satanico.

Al oir que la bruja le insinuaba que este es el "poseido":

¿Poseido?-Se soprende-Profesor, usted tambien tiene un....

No, no puedo creerlo... entonces... El tambien quiere....???

Shamir resignado se echa al suelo, ¿Que he hecho?

"Oh, merde!"
Las imágenes del demonio anclado al profesor Dante vuelven a mi cabeza en forma de torbellino. Recuerdo las advertencias de mi padre a propósito de él y reculo todavía unos pasos para prepararme. Ya no hay ninguna duda acerca de la sórdida escena que está teniendo lugar.

- Attention! ¡Alejaos de ellos! ¡Él es un demonio aussi!

Algo más cansada después del último esfuerzo procuro dominar mi temor, tal y como he aprendido al lograr el conocimiento del agua, y llamo a la Magia a mis labios para conjurar de nuevo un escudo.

Esta vez se produce el efecto deseado y una fina capa brillante me envuelve mientras resoplo, agotada, en su interior, mirando con furia a Dante.