Partida Rol por web

Escuela Xavier para Jóvenes Superdotados: División europea

Edificio principal : Planta baja (Comedor y cocina)

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14/12/2017, 21:30
Natalia "Nat"

Nada más llegar a la mesa, Caroline le brindó un efusivo abrazo a Nat, la cual no lo rechazó. Realmente lo necesitaba y solo se dejaba tocar por unos pocos. Abrazar eran menos los desafortunados que podían hacerlo. Caroline y Vera estaban en ese último grupo. - Sí... con los seres queridos... - Susurró Nat pensando precisamente en quienes no vería ese día, ni ninguno en ese invierno. Los meses que llevaba allí la habían hecho ver y valorar algunas cosas que no valoró en su momento y ahora añoraba profundamente.

Astrid llegó realmente efusiva y feliz, colocando un gorro sobre la cabeza de Nat. El pompón del mismo golpeó sobre un ojo de la joven y mientras refunfuñaba por lo bajo por el golpe y la pregunta de la maestra, vio con cierto horror como esta se sentaba a su lado. Nat dejó el bastón sobre su plato y estuvo a punto de quitarse el gorro, pero sabía que a más de uno le sentaría un tanto mal el gesto y prefirió no herir sensibilidades ese día. Ya encontraría la forma de escaquearse y desaparecer hasta la hora de dormir. - Nada profesora... que no entiendo esta fiesta... - Respondió a Astrid para no hacerla un feo.

Vera entró entusiasmada también por la fiesta. Nat se sentía cada vez más un bicho raro entre los demás. Recibió un beso de la joven y otro bastoncillo de caramelo, el cual dejó en el plato junto al otro. En ese instante vio entrar a Connor y el supersaludo que la dedicó. Nat le devolvió un saludo similar y negó con la cabeza a continuación para servirse algo para desayunar a parte del chocolate caliente. Los alumnos siguieron entrando y cada uno uniéndose con los compañeros más afines. Nat intentó no mirar hacia donde se dirigía Connor, pero se quedó en un simple intento.

De aquel desayuno le sorprendieron varias cosas a la joven. La primera que Keyla tuviese ese detalle con ella. Era un "simple bastón de caramelo más", pero la chica le hizo entrega de uno como al resto. Un gesto que no se vio demasiado por parte de los demás. - Gracias... Feliz Navidad. - Le dijo casi en un susurro a la peliazul por aquel gesto. Era lo menos que podía hacer por ello.

La segunda fue el regalo que recibió. Jamás había jugado al amigo invisible y temía lo que se podía encontrar en la caja. Sacó los binoculares y leyó la nota para sí. La tentó olfatear el contenido de la caja para sacar así a su "amigo invisible", pero a la par se dio cuenta de que eso sería igual que hacer trampas. - Son muy bonitos, pero... váis a tener que enseñarme a usarlos... - dijo mirando a Caroline y Vera que estaban a su lado mientras miraba a través de ellos, sin saber hacer mucho más. Sonrió a Caroline cuando dijo aquello sobre su regalo. - Me alegro de que tu amigo invisible haya acertado de lleno con eso. - Luego miró el regalo de Vera. - Sabes que si te pones el cascabel, no podrás escapar de mi oído, ¿verdad? - Bromeó con ella. - Es muy bonito, me alegro de que a Caroline también la haya encantado. - Guiñó un ojo a las chicas.

La tercera el numerito que se montaron entre Keyla, Vincent, Connor y Fausto. Nat procuró ignorarlo todo por completo. Había trabajado duro durante este tiempo para conseguir canalizar la ira, la rabia y el dolor. Normalmente corría y saltaba hasta agotarse, pero en ese momento quedaría muy raro que hiciese aquello. Por lo tanto se limitó a centrarse en otra cosa, otras personas que no llegasen a afectarla tanto lo que pudiesen hacer o decir.

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14/12/2017, 22:24
Selina Swan

Notó cierta electricidad cuando Cisco se acercó para susurrarle algo y al escuchar sus palabras se sonrojó ligeramente, como siempre que le decía algo así.

Le miró con complicidad un instante.

-Yo también -sonrió con timidez.- Son las primeras Navidades que paso lejos de mi familia, pero me alegro de celebrarlas contigo.

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14/12/2017, 23:26
Selina Swan

-Feliz Navidad! -respondió sonriendo a Connor cuando el chico la saludó. Ya iba llegando el resto de compañeros y Selina miraba con curiosidad la cara que ponían al entrar al comedor y descubrir lo precioso que lo habían decorado.

Gwen le envió un sobre haciéndolo deslizar sobre la mesa y Selina lo detuvo posando la mano sobre él al igual que un gato cazando un punto de luz. La miró sorprendida. Había visto cómo se habían intercambiado algunos regalos pero pensaba que era solo por ser familia. Esto era para ella totalmente inesperado!

-Para mi?

Se sonrojó un poco, no por timidez sino porque ella no había comprado nada!! Solamente había hecho un regalo y era el de amigo invisible.

Aaaahh!! Por qué nadie me avisó de estas cosas? Ahora me siento fatal. ¿Y por qué no se me ha ocurrido a mí? Qué maaaaaaaaaal!!

Abrió el sobre que Gwen le había dado y se quedó petrificada, al igual que la frase de la nota. Miraba boquiabierta con los ojos de par en par embelesada observando a Medusa dibujada al más puro estilo griego! Y la frase... Uff, para comérsela a besos!

No esperó un segundo. Se puso en pie de inmediato y rodeó la mesa a toda prisa hasta llegar donde estaba Gwen para darle un estrecho abrazo y varios besos en sus adorables mejillas.

-Aiiix!! Muchas gracias Gwen!! No sabes cuantísimo me encanta!!

Los ojos de Selina brillaban y es que realmente le había parecido un detalle precioso. Le encantaba la pulsera, le encantaba la Gorgona y le encantaba el gesto de cariño de su amiga. Le pidió ayuda para ponerse la pulsera y la mostró con ilusión a todo el que la quisiera ver. Desde luego Gwen había acertado de pleno.

 

Después se apuntó a buscar los regalos con Gwen, Connor y Renzo, haciendo un gesto a Cisco invitándole a unirse también. Sonrió ampliamente al ver su paquete. Era la bolsa más simpática que había. Antes de regresar a su sitio hizo un comentario a Renzo sobre la ropa que había escogido -Buena elección -sonrió- te queda genial!

El siguiente detalle fue un bastón de caramelo de Keyla acompañado de un beso en la mejilla que Selina recibió con una amplia sonrisa mientras posaba su mano un instante sobre la de su amiga. -Qué rico! Gracias Key! Feliz Navidad! Entonces le dijo que tenía un regalo para ella.

-Por Dios!! Soy el mayor desastre que existe! Y ahora qué hago?? Podré encontrar algo chulo a tiempo o les digo que no tengo nada? Si en ese momento la tierra se hubiese abierto bajo sus pies, habría dejado que se la tragase sin oponer la más mínima resistencia. Pero poco después sentiría que ya no solo merecía que se la tragase la tierra. Ahora merecía que la devorase el bicho ese todo dientes de la peli de Star Wars, el del desierto.

-Claro Steve -apretó su mano ligeramente en un gesto amistoso- vendré a tu hermandad. Muchas gracias -sonrió agradecida.

Luego, viendo que todos cogían desayuno Selina hizo lo mismo.

-A la porra! Ya no podía más y ese waffle con plátano y fresas bañado con chocolate caliente por encima llevaba rato diciendo “cómemeeeee”. Con eso y un zumo de naranja ya era feliz.

Fausto se sentó a su lado y Selina escuchó con atención lo que decían acerca de Saturnalia. Luego le dio la bienvenida con una amplia sonrisa. También respondió alegre al saludo de Caroline cuando pasó junto a ella y a Vairo que acababa de llegar. Luego se centró en su regalo de amigo invisible preguntándose qué contendría aquella bolsa tan curiosa.

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15/12/2017, 06:09
Matías
Sólo para el director

Notas de juego

¿Ya podría publicar nuevamente?

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15/12/2017, 07:10
*Directora del mal*

Notas de juego

Si

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15/12/2017, 10:40
Cisco Guillén Saavedra

Se quedó prendado de su mirada cómplice y luego al escuchar sus palabras recordó que estaba lejos de sus padres pero eso ya sabían ellos que sería así, y casi era lo mejor. Cuando ella dijo que le alegraba estar con él sintió una punzada de emoción que tuvo que contener. Estaban en la mesa con los profesores y la directora al lado así que tampoco podía permitirse muchos gestos. Le sonrió suavemente.

- Yo también me alegro, Selina.

Mantuvo la sonrisa un instante y después tuvo que hacer un esfuerzo para apartarla y actuar con más naturalidad.

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15/12/2017, 10:45
Cisco Guillén Saavedra

En este lugar sí que estaba la Navidad en el ambiente, con ese desayuno, los caramelos y los regalos. Cisco estaba un poco impresionado con aquello porque en su casa era un poco diferente. Lo único que comenzó a tensarlo fue la actitud de Vincent que se dedicaba otra vez a excederse, pero al menos ya sabía de qué iba todo aquello así que pasó del tema sobre todo porque la situación terminó pronto. Enseguida puso saludar a Matías y Kurt que se sentaban en la fila de enfrente.

- Feliz Navidad, tíos.

Un poco después Selina le enseñaba aquella pulsera con el rostro de Medusa. Le gustaba el tema de la mitología clásica y se había hinchado a estudiarla. El joven asintió porque le gustaba el detalle que había tenido Gwen. Fue junto al resto a coger el regalo del amigo invisible y al desenvolverlo encontró aquella pluma. Abrió un poco los ojos.

- Esto está genial, me gusta.

Estando habituado a los teclados no solía usar pluma pero seguro que se sentía algo especial usándola, así que la probaría pronto.

- Me voy a sentir un gran escritor con esto en la mano.

El chico sonrió y colocó la caja bajo el brazo. Y sí, al ver a algunos intercambiar más objetos cayó en la cuenta de que el amigo invisible era adicional a cualquier otro regalo. Así que hizo lo único que pudo hacer: anotarse que en los Reyes cumpliría.

- También celebraremos los Reyes Magos, ¿verdad? Así que yo me reservo los regalos para ese día.

Hizo una mueca expresando algo como "por algún sitio tengo que salir" y volvió a su asiento pillando de inmediato algo que tuviera chocolate.

- Ya podemos ir empezando a planear cómo perderemos estos kilos. Vamos a necesitar un torneo rápido de lo que sea pronto.

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15/12/2017, 11:43
Gwendoline Peverell

Desde el montón de regalos miró hacia Adrastos y levantó dos dedos en respuesta a su pregunta, le sacó la lengua y se dedicó de lleno a encontrar los regalos que habían ido a buscar.
Quizá por voluminoso, el primero que encontraron era el de Connor. Intercambió una mirada con Selina, que también se había apuntado a la búsqueda del regalo y levantó los hombros con una sonrisilla al ver a su amiga tan contenta con el regalo que le había hecho.

-Si me hubiera tocado eso a mí necesitaría ayuda para moverlo seguro-comentó a Connor mientras seguían buscando etiquetas en los paquetes. El de Renzo no estaba muy lejos del suyo propio y tuvo que andarse con especial cuidado para cogerlo. Arqueó una ceja mientras fruncía la otra examinando el regalo, titubeó pensando si llegar a la mesa con él aún por abrir pero desde allí vio a Vincent que estaba incordiando a Keyla así que decidió remolonear un poco abriendo su regalo allí mismo.

-¡HALA!-se tapó la boca al haber hablado demasiado alto y se quedó mirando fascinada el trozo de portada que había revelado el papel rasgado-un libro de fotografía-murmuró como si así compensase el desajuste de volumen anterior- qué geniaal- abrazó el libro contra su pecho y regresó poco después a la mesa para intentar hacerle hueco en su bolsa. Sacó algunos paquetillos más y un sobre y siguió jugando al tetris hasta hacer cuadrar el libro dentro de la bolsa pero tuvo que acabar sacando el de Vincent para que cupiese al menos en su mayor parte sin riesgo de caerse accidentalmente.

-Hmmm, Keyla esto es tuyo-empujó un paquetito por la mesa- y esto es de Fausto- le tendió el sobre que no era mucho más grande que una tarjeta de crédito- Adrastos, feliz navidad-aquel paquetito era más una especie de bolsa hecha con papel de regalo y, después, con el regalo de Vincent en las manos fue hasta el director- es el regalo de Vincent-aclaró por si lo de "idiot sister" y la firma de "brother" no era evidente- pero no puedo abrirlo-le miró fijamente como diciendo "tu hijo, tu trabajo" y mientras Bran se dedicaba a abrir la gracia que había hecho su hijo mayor regresó alegremente a su asiento y, por fin, se sirvió gofres, tortitas y chocolate caliente. Si cogía algunos kilos los recibiría con los brazos abiertos hasta que dejase de ser capaz de levantar el vuelo.
 

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15/12/2017, 11:46
Gwendoline Peverell

Regalo de Adrastos: anillas de metal para adornar las trenzas y demás peinados

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15/12/2017, 11:47
Gwendoline Peverell

Regalo de Keyla: útiles de distintos grosores para entintar los dibujos

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15/12/2017, 11:48
Gwendoline Peverell
Sólo para el director

Regalo de Fausto:

El selfie de Fausto y Gwen con los pijamas de Stitch y las capuchas puestas de forma que solo se les ve las sonrisas. En la parte en blanco del marco de la instantánea pone "para que puedas hacer hueco para nuevos recuerdos". Era una referencia al comentario de Fausto sobre que él había olvidado muchas cosas durante sus milenios de existencia pero, al mismo tiempo, le serviría de recordatorio propio de su paso por la academia (y de que una vez tuvo un pijama de Stitch a juego con alguien)

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15/12/2017, 18:47
Keyla Schwarz

Seguí con una ceja elevada bebiendo ahora un poco de zumo mientras Vincent contestaba a Fausto y me mantenía como si nada aunque por dentro estuviera mas que divertida.

Al girarse y cogerme le nariz la media sonrisa se escapo finalmente - Ajam, recuerda que las citas son para conquistar y a ti ya te tengo conquistado mi amor - Respondí conteniendo la risa, dando especial rintintin a esas dos ultimas palabras - Lo se Llamitas, siempre recuerdo que jugar con fuego es peligroso - Solo mi nariz y con su guiño si comencé a reírme un poco. Cuando soltó el comentario de mis tetas alargue la mano y le limpie un poco de chocolate de la boca que le había quedado tras meterle el pedazo del gofre sin decir nada pero apretando mis brazos para marcar mas mi escote en un gesto completamente intencionado. - Te veo después idiota - Me despedí viendo como se tomaba las pastillas.

Ves, ya sabia yo que aun no se las había tomado.

Finalmente abrí el regalo del amigo invisible, se me veía con una sonrisa - ¡Me encanta! Pero que chuloooo - No tenia ni pajolera idea de quien me lo había regalado pero me encantaba, y eso solo viene la caja y abriendo las dos primeras conchas, al abrir la tercera mis ojos se abrieron como platos - ¡Madre mía! - Comente a mirar a todos mis compañeros - ¡Que se pronuncie el amigo invisible que tengo que comermelo a besos! - Pedí mirando las entradas alucina aun. Me saco de mi momento de alucine Gwen acercándome un paquete, la mire con una sonrisa completamente tierna - Eres un amor, no tenias que regalarme nada - Al abrir el paquete mi sonrisa se amplio muchísimo, dentro había diferentes rotuladores de ilustración - Los estrenare haciendo algo para ti - Sentencie mas que contenta - Gracias cariño.

Al guardarlos en el bolso me fije en algo que había dentro de el y mi sonrisa se mantuvo. Me moví de mi silla para ponerme al lado de Fausto.

- Querido jefazo cuando te acabes el gofre serás secuestrado unos minutos - Le informa con mi habitual sonrisa - Hay algo que tengo que consultarte, tranquilo serás devuelto al comedor sin necesidad de rescate - Le guiñe un ojo y me termine el zumo.

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15/12/2017, 19:44
Connor Cooper

Su primera reacción fu puro y simple asombro, parecía que alguien le había comprado algo grande, fuera lo que fuese.
Sonrió al comentario de Gwen, para él lo de moverlo no sería problema, pero no pudo evitar en pensar quien le habría regalado aquello.

-No me esperaba esto...- Le contestó a la chica rascándose la nuca, la verdad era que se había quedado sin palabras.

Entonces comenzó la ardua tarea de desempaquetar su regalo. Aquello empezó como algo divertido, un regalo dentro de un regalo, pero a la quinta o sexta la cosa se fue volviendo más tensa, ¿se estaban quedando con él?, aun así, reuniendo toda su paciencia el muchacho continuó, al fin y al cabo al final habría algo o nada, pero tenía que acabar.
Para cuando dio con el verdadero regalo oculto ante tanta caja, el chico ya estaba muy cabreado, aun así todo aquello desapareció al ver sus regalos, porque además eran más de uno. Se quedó unos instantes simplemente observándolos en silencio, aturdido.
Entonces reaccionó como un resorte agarrando las notas, enseguida comprendió quien se lo había regalado, y una amplia sonrisa se dibujó en sus labios, incluso tuvo que restregarse las manos por los ojos, intentando evitar el llorar delante de tanta gente, era lo único que le faltaba.
Se guardó la linterna en el bolsillo y portó el resto en brazos con suma facilidad, en un momento se había olvidado de todos los pensamientos negativos que había tenido instantes antes. Volviendo a su sitio con una amplia sonrisa y sin quitar los ojos de su compañero de habitación.

Connor volvió a sentarse junto a Noah a pesar de que había decidido momentos antes cambiarse de sitio, de hecho ni si quiera se dio cuenta de que Vincent ya no estaba. Se sirvió lo primero que pilló para desayunar y volvió a mirar a Noah.

-Gracias.- Dijo riéndose como un niño pequeño.

Le habría abrazado, algo que no solía pasar por la cabeza del joven nunca, pero había demasiada gente delante y no parecía la reacción más apropiada. A veces podía ser un poco gili, pero Noah era el mejor, aquello era algo que Connor había comenzado a comprender hacía algún tiempo.

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15/12/2017, 21:34
Adrastos Thalassinos

Adrastos, con la boca llena de otro gran bocado a su waffle, se giró al escuchar la voz de Gwen y ver que le tendía algo- ¿Hm? Yo no tengo regalo para ti -comentó con la comida en un carrillo- yo solo he comprado el del amigo invisible y ahora me hacéis sentir mal; pero muchas gracias.

Abrió el paquetito y sonrió al ver las pequeñas anillas de metal para adornar el pelo- Es genial, muchas gracias Gwen -se puso en pie y abrazó a la chica por la espalda- te debo un regalo.

Se separó de la chica y mientras que iba a buscar su regalo de amigo invisible, se deshizo una de las grandes trenzas que llevaba dejando ver que tenía una cantidad de pelo abrumadora cuando se lo soltaba y, con una destreza fruto de la práctica, iba colocando una anilla antes de entrelazar los mechones, asegurándose que quedaban más o menos en línea. Una vez hubo terminado se agachó para coger su regalo, que había buscado mientras se rehacía el peinado, y lo abrió mientras volvía a la mesa.

-Vaya, viva el esterotipo de hippie -dijo divertido sentándose- muchas gracias al que sea, aunque prefiero los animales a las plantas, éstas también me gustan -y continuó con su desayuno mientras iba pasando páginas echando una ojeada a todo el libro.

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15/12/2017, 23:06
Matías

Respondí a Cisco con un movimiento de cabeza afirmativo y un -igualmente loco- sonriente. Aun faltaba mucha gente y pese a verse empalagosa la comida lo tentaba. Con su regalo en mano y viendo que los demás procedían hizo lo mismo.
Dentro del envoltorio encontró un E-Book cargado hasta la médula de textos de diverso género y longitud, el regalo lo sorprendió bastante pues nunca había visto una de aquellas cosas de cerca.

Matías se puso a revisar distintas leyendas de época, como para ver si entraba en sintonía con el resto, pero sin dejar de lado lo que acontecía a su alrededor -¿Vieron esto? Es muy práctico-.

Me tenté y tomé un sorbo del chocolate. No era del que habitualmente tomaba en mi país, este era distinto: mucho más denso y con más cuerpo. Al parecer la iba a pasar muy bien aquellas fiestas.

Distraído escuché la consulta de Natalia, en sus manos tenía unos binoculares, me dio entre gracia y ternura su comentario -hay que ponerlos adelante de los ojos Nat- gesticulo la moción de usar unos prismáticos. Luego volví a mi búsqueda de relatos.

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16/12/2017, 03:46
Steven Ernst

Steve abrió su regalo de amigo invisible con bastante ilusión, y su regalo no defraudó ni lo más mínimo.

En realidad le hubiera servido absolutamente cualquier cosa. De hecho esperaba regalos de bajo presupuesto como el que él había hecho, pero se equivocó de cabo a rabo. Le habían regalado un vinilo de uno de sus discos preferidos, lo que le hizo pensar que su amigo invisible era alguien que escuchaba su programa de radio, y un teléfono móvil, lo cual terminaba de reducir los posibles amigos invisibles a una. Como mucho dos. Por si acaso, el movil tenía un número de teléfono registrado bajo el nombre "Amigo invisible", con lo que hacía la búsqueda sencilla.

Se alegró de tener un regalo preparado para cualquiera de las dos posibles personas que habían sido su amiga invisible. Al menos compensaría el esfuerzo de esa persona.

Me encanta - Dijo en voz alta. - Algo que necesitaba y algo que adoro. Quien sea, ha acertado de pleno. - Dijo para quien le pudiera estar escuchando.

Después terminó su desayuno y, aún con una sonrisa de oreja a oreja, salió del comedor.

Feliz navidad a todos - Deseó al salir.

Notas de juego

Salgo

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16/12/2017, 06:58
Natalia "Nat"

-¿Así?- preguntó Nat a Matías cuando escuchó su respuesta, colocándose los prismáticos en los ojos del revés. - Se ve todo muyyyyy chiquitito. - Dijo la joven nada más mirar. - Creo que están rotos.

Al ver el gesto de alguno, Nat agachó la cabeza dándose cuenta de su error. Contó hasta diez mentalmente. - Voy un momento con Matías... - susurró a las chicas que estaban con ella y, cogiendo sus cosas, desayuno incluido, se sentó junto a Matías.

- Creo que lo he roto... - dijo preocupada mientras le cedía los prismáticos a Matías. - Se supone que es para ver las cosas de lejos más cerca, ¿Verdad? - Guardó un instante de silencio esperando una respuesta. - Entonces los he roto. - Repitió avergonzada por ello. El segundo regalo que había recibido en su vida y lo había roto en un segundos.

Tras que la explicasen con más calma como funcionaban, Nat miró nuevamente por ellos. ¡Caroline! Casi puedo tocarte. - Exclamó alegre cual niña pequeña al ver el rostro de su amiga por los prismáticos. Luego miró a Vera y la saludó con la mano. Fue mirando hacia el otro lado de la mesa, saludando a Astrid, Cisco y Seminarios, hasta que llegó a Keyla y recordó que Connor estaba cerca de ella. En ese momento su rostro cambió a uno más serio.

- Selina me dijo una vez que los dioses y criaturas mitológicas vivían ahora en el cielo, entre las estrellas. ¿Creéis que podré verlos con esto? - Preguntó con curiosidad a Matías y Kurt, con quiénes llevaba un rato sentada.

Notas de juego

 

Vera    
Caroline  
   
Astrid  Nat
  Matías
Cisco Kurt
Selina  
   
Vincent Adrastos
Keyla Muletas de Steve
Noah Gwen
Connor Renzo
Ethan  
   
   

 

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16/12/2017, 22:37
Vera Hynes

No importa, con la sonrisa ya me basta - respondió sinceramente con una sonrisa de oreja a oreja a Renzo. Era todo lo que buscaba, en realidad, así que con eso siguió su camino encantada, más aún al ver lo feliz que se veía Caroline mientras iba hacia ella. Por supuesto, no es ni necesario aclarar que una vez sentada y tras ofrecerle comida a las chicas, la respuesta de la peliazul la hizo ponerse aún más roja que el gorro navideño que llevaba puesto. 

Aún colorada, asintió al escuchar que la alemana quería salir a jugar con ella luego. Había salido antes con Ethan y lo había pasado de lujo, pero Vera no se agotaría nunca de jugar en la nieve y lanzar ataques ninja con bolitas cuando menos se lo esperaban. Cuando por fin sintió que el rubor disminuía un poco, el susurro de la peliazul la hizo morir de vergüenza otra vez. No iba a negar lo mucho que le gustaban los besos de la chica, pero seguía cohibiéndose tanto como la primera vez que le había dado uno, que había sido hacía apenas una o dos semanas y nunca los daba por hecho. 

Ladeó la cabeza intrigada al ver que Gwen lanzaba un sobre a Caroline y la señalaba a ella también, y lamentó no haber traído sus regalos al desayuno. Pensaba que solo entregarían el de amigo secreto y luego se dejarían el resto para la navidad de verdad, pero eso tenía fácil solución porque como estaban en la misma hermandad con la mayoría de a los que le había comprado algo, podía improvisar algo para dejarles los regalitos. De Vincent ya se ocuparía cuando tuviera un segundito, y a Caroline, Steve y Nat los veía muy seguido, así que no tendría problema para pasarles las cosas luego. Igual aunque se hubiese acomplejado por ello no pudo darle muchas más vueltas, porque llegó Key y la atacó con cosquillas por la espalda, haciéndola reír antes de tomar el bastoncito que le ofrecía. - Feliz navidad, Key - la saludó con una sonrisa, sacando un bastoncito también ella de su bolso para pasárselo. 

Entonces se dio cuenta de la cara de Caroline y se preguntó que podía haber en el sobre para que pusiera una cara así. No podía ser nada malo, porque Gwen era amor, pero parecía que se hubiese encontrado con el dedo de alguien ahí dentro por la cara que tenía. La miró un poco preocupada, pero cuando notó que le agradecía a Gwen se relajó un poco. Quizás solo era que el regalo le había tomado por sorpresa, como a ella. Por lo que le había dicho al menos, sabía que ella tampoco había traído sus regalos al desayuno. 

¡Que bonitos son! ¡Gracias Gwen! - dijo enseguida con una amplia sonrisa al recibir el anillo y ponérselo, para luego mirar algo confundida a Caroline - ¿No deberías ser tú el player 1? Siempre me ganas - frunció un poquito el ceño - Oki, vamos, pero si quieres este me dices y te lo cambio - añadió cuando la peliazul le sugirió ir a ver los regalos. No sabía por qué estaba triste, pero si algo sabía de seguro era que abrir un regalo le subiría el ánimo, así que no lo pospuso más. Ella misma estaba ansiosísima por abrir el suyo, casi tanto como por ver a su amigo secreto abrir el de él. 

La siguió hasta que se encontraron con Steve, y sonrió con entusiasmo al ver que el chico le había comprado algo a ellas también. No lo había hecho cuando habían ido de compras navideñas, así que solo le quedaba pensar que se había dado un viaje extra especial solo por conseguirles un regalo, y aquello le provocaba muchísima ternura, por lo que en cuanto Caroline lo soltó, ella lo abrazó también - Me paso por ahí luego del desayuno, lo prometo - añadió a lo de la peliazul, aunque ella ya había confirmado que se pasarían por ahí. 

Tomó su regalo y se fue a sentar de vuelta a la mesa junto a las chicas, rompiendo el papel para abrirlo como si no pudiera esperar medio segundo más para ver que había dentro. - ¡Que mono! ¡Y es de mi color favorito! - sonrió saltando en su asiento, lo que hizo que el collar en sus manos sonara por el cascabel - ¡Y SUENA! ¡Es perfecto! - exclamó un segundo después, lamentando un poco que no combinara demasiado con su vestido de esa noche. El comentario de Caroline le hizo girarse un poquito para mirarla pues no veía que podía tener de sexy un collar, pero viendo la mirada que le daba se le olvidó completamente en que pensaba y se quedó en blanco con la boca semi abierta y los pómulos encendidos. 

Por suerte Nat le ofreció una salida cuando estaba probando su regalo y Vera dejó de sonreír nerviosa como una idiota para sonreír alegremente otra vez, aunque el rubor no se le fuera tan fácil. Usando el dedo índice para dibujar una forma circular en el cielo intentó decirle a la loba que los volteara, pero como luego decidió ir a sentarse con Matías, dejó que él se lo explicara. Cuando notó que la miraba con los binoculares, la saludó con la mano de vuelta. Se alegraba de que todos recibieran regalos que le gustaran tanto y más lo hizo al escuchar a su amigo invisible agradecer en voz alta. Aquello prometía una muy buena navidad.

Aprovechando que volvían a estar solas, acercó un poquito más su silla a Caroline para quedar más pegada a ella y apoyó su cabeza en su hombro. - Echaba de menos Navidad - le confesó con una sonrisa un poco melancólica. Hacía más de una década que no la celebraba, y aún así, todos los años había tenido clarísimo cuando exactamente se la perdía. Ahora podía desayunar con gente que quería, jugar en la nieve y ver a todos ser amistosos y sonreír. Ir a esa escuela definitivamente era lo mejor que le había pasado en la vida.

¿Te gusta mucho ese libro? ¿Lo has leído antes? - preguntó algo confundida pero muy interesada. No conocía el nombre de la autora, pero tampoco conocía a muchos escritores para ser sinceros - La portada se ve un poco aterradora - le susurró, porque le daría vergüenza que alguien más la escuchara. 

Notas de juego

Vera    
Caroline  
   
Astrid  Nat
  Matías
Cisco Kurt
Selina  
Fausto  
Keyla Adrastos
   
Noah Gwen
Connor Renzo
Ethan  
   
   
 
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17/12/2017, 00:21
Fausto della Rovere

Sonrió levemente al escuchar el apodo que le ponía Keyla al chico, volviendo a su plato para echarse un bocado justo a tiempo para oír la respuesta de Vincent. Alzó una ceja levemente, pero no vio necesidad de decir nada más y le dejó marchar, suficiente era con el intercambio que habían tenido para establecer su punto. Al darse cuenta de que Selina lo recibía con una sonrisa le sonrió él también, pues se había visto distraído por un momento pero eso no quitaba que hubiese elegido un muy buen puesto para tomar desayuno. En parte, porque ahora estaba en primera fila para múltiples jugosos cotilleos, y él tenía mucho tiempo libre como para no valorar esas nimiedades. 

Al escuchar su nombre miró sorprendido a Gwen, porque definitivamente no se esperaba ningún regalo. - Gracias, jefa, aunque no era necesario - le guiñó un ojo, recordando la conversación junto a la piscina y dejó su desayuno para abrir el sobre. De él sacó una foto polaroid con algo escrito en el marco blanco de la misma que le hizo sonreír conmovido durante un par de segundos antes de guardarlo en el bolsillo interior de su chaqueta al mismo tiempo que la peliazul le hablaba. 

Dame un segundo - contestó algo distraído y dejó su comida de lado para ponerse de pie y acercarse a Gwen, a quien le dio un suave y dulce beso en la coronilla para luego rodear la silla donde la chica estaba sentada para ponerse en cuclillas y darle un abrazo muy fuerte y prolongado. No entendía como la sincronización entre ella y su hermano podía lograr arrastrarlo al infierno para apenas segundos luego hacerlo sentir en las nubes como si nada hubiese pasado. Si se pusieran de acuerdo para jugar con sus emociones no les saldría tan bien como lo hacía naturalmente. 

Gracias, preciosa - le susurró al oído antes de soltarla y darle un segundo beso la mejilla, para luego ponerse de pie. Su mirada fue hasta la peliazul y recordó que la había dejado esperando - ​Ya está, vamos ahora a ver si me alcanzas a devolver a tiempo para hincarle los dientes a las tortitas - aunque claro, siendo él, lo del tiempo estaba resuelto. Esperando que la chica lo siguiera, salió del comedor.  

Notas de juego

Vera    
Caroline  
   
Astrid  Nat
  Matías
Cisco Kurt
Selina  
   
Keyla Adrastos
   
Noah Gwen
Connor Renzo
Ethan  
   
   
 
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17/12/2017, 01:01
Caroline Scheck

Parecía que Gwen le había hecho regalos a todos, algo que hizo que la peliazul se sorprendiera ante semejante inversión por parte de Regaliz, probablemente estaba forrada en dinero, algo que Caroline hubiera también deseado que fuera su caso para ser reciproca con lo buenos que eran todos con ella. Incluso Steven tenía algo preparado para ella y Vera. Decidida, se prometió que en cuanto ahorrara nuevamente, tal vez buscando un trabajo temporal, les recompensaría a todos con unos buenos regalos. Lamentablemente, por ahora, no tenía casi nada de dinero teniendo en cuenta que se lo había gastado todo en esos hermosos anillos que ahora habían perdido cierto brillo con un regalo similar por parte de Gwen.

Otra vez estas cayendo en la misma depresión, Caroline. No seas una llorona. Se criticó a si misma en su mente.

Su querida Vera en cambio, le hizo una pregunta respecto a los anillos de player 1 y 2, haciendo que la joven rebelde sonriera ante el gesto de su novia. Era tan encantadora, no sólo cuando se ponía roja como un tomate, o actuaba de esa manera tan dulce... era muy amable, una persona hermosa en todos los sentidos para la peliazul.

No, tú siempre vas a ser mi player 1, te mereces ese anillo. Le respondió, dedicándole una sonrisa brillante a la hermosa castaña frente a ella que no paraba de volverla loca con su compañía. No pudo resistir darle un beso apasionado en la mejilla. El hecho de estuviera dispuesta a darle ese anillo y aceptar el tuyo había hecho que se le acelerara el ritmo de los latidos de su corazón.

Al ver a Nat jugar con su regalo del amigo invisible, la peliazul sonrió alegre por ella. Se veía tan feliz que era bastante contagioso, bueno en realidad Caroline ya estaba bastante feliz con Vera compartiendo la navidad con ella pero de todas formas, más alegría nunca estaba demás.

Es al revés Nat. Le explicó a su amiga teniendo que resistir la risa ya que no deseaba que se enojara con ella por reírse ante la falta de conocimiento sobre el correcto uso de un prismático. Si bien, cuando pensaba explicarle con mayor detalle, su amiga se levantó de su asiento para irse al otro lado con Matías, algo que la joven rebelde vio como una buena señal, significaba que seguía adelante. Poco a poco se iría olvidando de aquel idiota.

Viendo que Nat la veía tras los prismáticos y diciendo que casi parecía que podía tocarla, la peliazul sonrió divertida y la saludó con las dos manos. Sería bueno que encontrara un chico mejor que aquel cobarde, su amiga se merecía algo mejor, alguien que la cuidara y le hiciera olvidar aquel horrible pasado. Alguien especial como en el caso de Caroline con Vera.

Mientras se alegraba por la felicidad de su amiga, que ya no parecía tan deprimida y con actitud de grinch por la Navidad, la anarquista escuchó como su novia se acercaba más a ella para apoyar la cabeza sobre su hombro. Aquella acción provocó que esbozara una sonrisa tonta como lo había hecho antes. Resistiendo la tentación de ponerse a darle besos guíada por cuanto la quería, extendió su mano derecha para acariciar su cabeza de manera cariñosa con la yema de sus dedos.

No te preocupes, a partir de ahora tendrás muchas... conmigo. Le susurró con cierta serenidad mientras la adoraba con sus ojos turquesa, sabiendo que nadie podría arruinarles aquel hermoso momento que compartían. Cuando fuera el baile, se aseguraría de bailar hasta el cansancio con ella y demostrarle cuanto la quería. Esperaba que los anillos también fueran de su agrado, a pesar de... bueno, los que Gwen les había regalado. Había buscado unos que comunicaran muy bien cómo la peliazul veía a su conejita, lo que significaba para ella en su vida. Si bien, hasta ahora nunca le había hablado sobre su pasado antes de que llegara a la escuela. Había algo en esa historia. Algo le había sucedido, y le habían hecho daño, si bien Caroline se había prometido que la protegería de todo. No dejaría que nadie le hiciera daño.

¿Eh? Ah, si. Me gusta y lo leí si, aunque nunca tuve una copia física. Ahora puedo tenerlo en mi colección y leerlo cuantas veces quiera. Le explicó a la castaña mientras continuaba acariciando su cabeza, ofreciéndole todos los mimos que podía ofrecer.

Si quieres te lo presto para que lo leas. Lo mismo mis otros libros, aunque esos son de anarquismo. No sé si te gustarían mucho. No a todos les gusta. Su novia se veía tan dulce, inclinada sobre su hombro, disfrutando aquel cálido momento entre todos, eran como una gran familia. Bueno, excepto por Connor, que jodan a Connor. También la directora, realmente no había necesidad de usar las cucarachas contra ella, era una exagerada.

Luego vamos a ver a Steve, ¿quieres? Así no nos espera mucho tiempo con los regalos. Aún se sentía mal porque no tenía nada para él, al igual que para Gwen. La miseria de ser pobre y haber tenido que dejar tu hogar.

Lástima que estoy sin dinero para comprar otros regalos, luego de comprar el tuyo, aunque era necesario, quería algo bonito para ti. Bueno, supongo que la pista de hielo es como un regalo para todos de mi parte, al menos por ahora. Eso debería contar como un regalo ¿no? Había requerido de cierto esfuerzo por su parte, al fin y al cabo. igual, no podía evitar sentirse un poco mal.

Notas de juego

Vera    
Caroline  
   
Astrid  Nat
  Matías
Cisco Kurt
Selina  
   
Keyla Adrastos
   
Noah Gwen
Connor Renzo
Ethan