Partida Rol por web

Escuela Xavier para Jóvenes Superdotados: División europea

Fic: Fausto y Keyla

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11/12/2017, 01:42
Keyla Schwarz
Sólo para el director

- Por mi como si te quieres comer tres elefantes, tambien adoro comer, aunque creo que no me entraría tanta comida en el estomago - Pues aquella torre de pizzas era demasiado, con una ya estaba llena, podía comer algo mas pero ya seria gula absoluta.

Eleve una ceja y di un trago a la cerveza Espera... ¿Que? - Em... me voy arrepentir seguro de preguntar esto pero... ¿Miles de años? - Me arrepentiría seguro. Seguí con la comida mientras mis ojos lo recorrían y sonreían con cierta ternura al ver engullir lo pedazos prácticamente de dos mordiscos, era como un niño devorando caramelos.

- Me río porque ir contigo seria inesperado seguramente - Le guiñe un ojo y termine otro pedazo negando con la cabeza ante si se lo iba a pedir - Mis planes de seducirte en el baile se fueron al traste, yo que hasta te tenia el anillo de matrimonio encargado - Bromee riendo de nuevo antes de aclarar el porque no se lo pedía - Hice un trato y mi parte era ir al baile, soy una persona de palabra así que ahora me toca cumplir - Ladee la cabeza mirándolo con complicidad - Seguro que estas super sexi de traje, pero la chupa de cuero te queda increíble. - Eso me hizo darme cuenta de algo - Yo aun tengo que pensar que ponerme ahora que lo has comentado - Si, era de esas personas que dejaban cosas como vestidos para el baile para el ultimo momento.- Y aunque no pueda ir contigo ten claro que te robare algún baile - Una mirada complice acompañada de una picara sonrisa se dibujo en mi rostro - Puedes estar tranquilo, la siguiente clase de tango la pediré en privado o esperare a que tu quieras venir a dármela - Y si, tenia claro de que repetiría cuantas veces me dejara.

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11/12/2017, 02:49
Fausto della Rovere

Mentiría si no dijera que se le hacía raro estar comiendo como un cerdo y que lo miraran con cara de ternura, pero como igual era mejor que lo miraran con ojitos de cachorro a con asco por zamparse los trozos de pizza - porque no había una mejor definición a la glotonería con que se los comía - no se preocupó demasiado y siguió en lo suyo. Asintió a lo de miles de años y tomó un sorbo de cerveza - Es lo que tiene ser un anciano - respondió sin complicarse en dar explicaciones.

Al ver que negaba con la cabeza a invitarlo siguió comiendo, aunque eso no le evitó sonreír y agachar la cabeza aguantándose la risa al escuchar sobre sus planes de seducción y el anillo de matrimonio. Elevó una ceja con lo del trato, con una sonrisa ahora más traviesa, y tragó para poder hablar - Espero que solo vendieras tu asistencia al baile - bromeó. Total, si se podían permitir follar toda una tarde, él podía permitirse chistes inapropiados sobre prostitución de menores. Dio un mordisco algo más normal a la pizza y sonrió de medio lado al escuchar lo bien que le quedaba la chaqueta de cuero para gusto de la adolescente. Sin duda la chica no era de discreción y sutilezas. 

Puede que esté más dispuesto a bailar si me das tus bragas a cambio cuando me lo pidas. - dijo como si nada antes de beber cerveza para luego mirarla de reojo con picardía - Quizás así me acuerde ti la próxima vez que quiera dar clases de tango - aprovechando que todos en el local se preocupaban de sus propias cosas, le dio el repaso más lascivo que le hubiese dado hasta el momento, contemplando la opción de quizás darle una clase privada en el aseo ahora mismo. Aunque su intención se transparentaba en su mirada, se obligó a contenerse con tal de no acabar volviendo a la isla de madrugada o renunciando del todo al cargo de subdirector por atarla a las columnas del almacén.

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11/12/2017, 03:38
Keyla Schwarz
Sólo para el director

Deje el tema de los miles de años y ser un anciano a un lado, pues sin duda el lobo viejo como lo había llamado Vicent estaba para mojar toda una panadería y ahora que sabia que no solo tenia aspecto de follador nato si no sabia que lo era aun resultaba mas suculento.

Comencé a reírme ante su comentario de lo que había vendido - Solo la asistencia, los extras tendrá que ganárselos - Aunque sin duda Don simpático tampoco tenia desperdicio en la cama, tenia mas que asumido que jugaría en el baile, pero tambien la razón de hacerlo, así que la verdad no sabia como terminaría la cosa, yo mientras me divirtiera no pensaba romperme la cabeza. - Tendré que buscar un sexi vestido que llame tu atención y pueda robarte unos bailes publico - Mi tono de voz era claramente picara y juguetón mientras terminaba mi ultimo pedazo de pizza.

Estaba terminando tambien la cerveza cuando hizo esa propuesta con aquella mirada y repaso que me pego, no hizo falta mas que esa forma de mirarme para que las bragas que pedía ya se mojaran. Joder... Mi perdición... Tenia claro que el subdirector seria una deliciosa perdición.

- Un pago muy pequeño por el mejor profesor de tango, seria una pena que olvidara los pasos... - Respondí humedeciendo los labios sin dejar de mirarlo - ¿Prefieres que me las quite yo o arrancármelas tu? - Pues ahora mismo como si me volvía a romper toda la ropa, no seria yo la que se quejara, tras comer y descansar un poco aun podía aguantarle un par de asaltos mas, eso si... mañana dormiría medio día seguro, bendito aguante de la juventud.

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11/12/2017, 05:56
Fausto della Rovere

Sonrió al escuchar la respuesta con respecto a los extras. Así la chica se aseguraba una buena noche con quien fuera, porque no le debía nada a nadie y podía hacerle trabajar para ganarse lo que quería. Chica astuta, sin duda. Sin embargo, pensar en que hiciera un trato inquebrantable con alguien de la isla le recordó cierta conversación que habían tenido al llegar al pueblo vecino, y se dio cuenta de que podría conseguir dos cotilleos al precio de uno, aunque no fuese a compartirlos con nadie. 

Por supuesto, el hombre contaba con verla arreglada y sexy para una noche de gala, y por lo mismo no perdería oportunidad de asistir él también vestido para impresionar. Quizás solo le llamaría la atención a un par de adolescentes, pero tenía ropa guardada de los años veinte que no usaba desde que estaban de moda, y ahora todo lo vintage lo era. Maravillosa moda cíclica. 

El gesto de la chica humedeciéndose los labios le hizo sonreír un poco más depredadoramente, olvidando comer por un minuto para concentrarse en sus grandes ojos azules. - No esas bragas, preciosa - bebió un sorbo de la cerveza, apoyando los codos en la mesa para acercarse un poco más mientras le mantenía la mirada - Las que lleves al baile. - gestualizó con las cejas un desafío. Lo que iba se iba a excitar con sus bragas en el bolsillo desde que se las pasara hasta que tuvieran un momento a solas sería inhumano. El tiempo a su nivel normal no sería suficiente para expresar lo que querría hacerle, y dudaba que el cuerpo de la chica soportara las consecuencias de provocarlo correctamente esa noche.

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11/12/2017, 09:23
Keyla Schwarz
Sólo para el director

Aquella mirada depredadora apoyando los codos en la mesa y acercándose me hizo apretar los muslos bajo la mesa. Madre mía, era como un león cazando a su presa y yo estaba más que encantada de ser devorada.

Apoye mis antebrazos en la mesa inclinándome un poco hacia el para cortar más las distancia entre ambos, dejándole una más que sugerentes visión de mi escote, en el cual se marcaban mis voluptuosos pechos sin sujetador, no separé mis grandes ojos azules de los suyo mientras lo escuchaba y me mordía el labio lentamente.

- ¿Y quien te asegura que ese día va ya a llevar ropa interior? Puede que el vestido que elija quede mejor sin ella - Susurre sin dejar de mirarlo - Seguro que el que llevo ahora te gusta más sin sujetador, con mis pezones marcándose en la tela cuando me excitas - Toda la vergüenza que me faltaba me sobraba de descaro. No deje de mantenerle la mirada, viendo sus reacciones y aún más tras esa última frase y que notara bajo la mesa como rozaba mi pierna con la suya.

Mi sonrisa se amplió juguetona - Aunque no me gustaría que el subdirector pensara que soy una chica desobediente así que tendré que llevar una bonita lencería que darle en la fiesta para que no se olvide de mis clases privadas - Le guiñe un ojo con complicidad sabiendo que por más clases de “tango” con el como si tenía que comprarme un armario entero de lencería. 

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12/12/2017, 02:21
Fausto della Rovere

Su mirada se desvió sin discreción alguna al escote de la chica cuando esta se inclinó hacia él, recorriendo la perfecta curvatura de sus senos hasta aquel par de puntos que delataban exactamente cuan excitada estaba. La caricia bajo la mesa le hizo ampliar su sonrisa tras humedecer sus labios en un gesto seductor, y una de sus manos se escondió bajo la mesa para acariciarle el muslo mientras hablaban. Quizás hubiese sido sabio ir a un restaurante caro, donde un mantel pudiese cubrir lo que quería que la estudiante hiciera bajo la mesa ahora mismo. Arañándole suavemente el interior del muslo desde la mitad de este hasta la rodilla y una mirada que la haría sentir mancillada sin necesidad de algo más que la intensidad de sus ojos, le dejó saber cuan excitado estaba él. 

Vas a llevar tu mejor lencería, y si me complace, te daré una buena razón para quererla de vuelta como mordaza - el rasguño que se había detenido en su rodilla se convirtió en una caricia y volvió a subir pausadamente hacia el exterior de su muslo mientras la sonrisa de Fausto se hacía más perversa por fracción de segundo que pasaba. No cabía duda de que ya tenía planes para esa noche, y solo estaba esperando las razones correctas para ejecutarlos - Ah, y no olvides correrte en ellas antes de salir al baile. No voy a recibirlas secas. - le guiñó un ojo, dándole una fuerte palmada en el muslo antes de volver a sentarse erguido. De seguro aquella mano te quedaría marcada al menos por unas horas, por no decir que no le habría pasado desapercibida a nadie en el lugar. 

Ahora, la pregunta es... ¿Como me voy a comer estás pizzas? - bromeó con su típica sonrisa alegre, la otra desvaneciéndose antes de que te pudieras dar cuenta del cambio. Se acabó lo que quedaba de cerveza y cuando volviste a abrir los ojos tras un corto pestañeo, las cajas de pizza estaban vacías y Fausto suspiraba - Vale, estoy listo. Vámonos ya, que la vida del recepcionista es muy ocupada y ya me salté un día entero contigo. - volvió a bromear mientras sacaba suficiente dinero para lo tuyo, lo de él y una más que generosa propina y te tomaba de la mano para que lo teletransportaras de vuelta a la isla.

Definitivamente, por mucho que se quejara, no tenía razones para odiar su trabajo.

Notas de juego

Fic cerrado <3