Partida Rol por web

Bueno... no había conseguido mucho en los archivos pero si había sido algo. Ademas tenia algo pendiente así que unos dias después de mi cumpleaños me fui en busca de Fausto tras la comida.

Era el mejor sitio por donde empezar ya que era al profesor, jefe, adulto o como quisiera llamarse con el que tenia mas confianza, y ya si después tenia que ir hablar con otro seguro que me lo dirías el mismo. Ya no solo es que quisiera respuestas es que la completa desaparición de Johan empezaba a preocuparme, los primeros dias pues era normal que no contestara mis correos, pero después... no era tan orgulloso y jamas habíamos pasado tanto tiempo sin hablarnos o vernos, por lo cual empezaba a estar algo paranoica.

Aquel dia iba con una falda negra, las botas militares y una camisa floja debajo de la cazadora, En el bolso llevaba lo de siempre a mayores del teléfono, era estupido ya que no había cobertura pero era una masoquista que veía las fotografías o videos que había en el, ademas de los juegos evidentemente.

Como la mayor parte del tiempo en que no tenía nada que hacer, Fausto se encontraba en la recepción, que hacía también de secretaría, echado en su silla de brazos cruzados y con los pies sobre el mesón. Tenía los ojos cerrados, a punto de quedarse dormido, pero justo antes de caer en la trampa de Morfeo sintió unos pasos resonar en el suelo de madera. 

De un 1 al 10, ¿que tanto más importante que mi siesta es lo que vienes a decir? - preguntó con los ojos cerrados y una sonrisa, a pesar de no tener idea de quien había llegado. ¿Que era lo peor que podía pasar? ¿Que lo apuñalaran? Sonrió un poco más ante su chiste interno, para luego abrir un ojo. Al ver a Key, su sonrisa se amplió de oreja a oreja en saludo - Hey, ¿que tal? ¿Ya me echan de menos? - bromeó de buena gana.

- Que tu chica favorita en la hermandad venga a ver al subdirector mas sexy y maravilloso del mundo tiene que ser un diez seguro - Como me gustaba el peloteo teatral. Sonreí de oreja a oreja y me acerque a la recepción apoyando los antebrazos en esta y mirándolo.

- El resto no se, yo mucho muchísimo, aun no viniste a la piscina con nosotros - Comente apretándo los labios para no reírme -  Aunque si quieres dormir esa siesta puedo volver mas tarde, solo quería hablar unos temas personales contigo - Tampoco era cuestión de tratarlo como algo de vida o muerte, llevaba diecisiete años sin saber nada, un dia mas un dia menos no se notaria, y sobre Johan... bueno, eso si me preocupaba. - Mi plan era llevarte al pueblo y mientras tu te tomas unas cervezas finges no ver que yo me tomo otras mientras te interrogo mucho. - Pero todo interrogatorio con cerveza era mucho mejor.

Amplie mi sonrisa esperando que aceptara y deseando sacar algo en claro hoy. 

Mi favorita no sé, pero con tanto peloteo seguro estás en el top 3 - sonrió con picardía, abriendo el otro también para mirarla con algo de maldad. La chica le caía bien, pero no podía dejar que fuera por ahí creyéndose la favorita, ¿no? Aunque ahora que lo pensaba, igual ese puesto dentro de la hermandad estaba difícil. Tendría que darle más de alguna vuelta a la lista. 

Y no me reclames nada de la piscina, que hasta dónde sé nadie ha venido a buscarme para darme un chapuzón. Lo creas o no, también tengo un ego que alimentar. - rió por la broma, porque obviamente, trabajando de recepcionista por vago y dedicándose a hacer lo que le saliera de los cojones su ego era bien poco. Si es que no se había pasado aún por la piscina de la hermandad era porque la otra era muchísimo más grande, así que para nadar solo prefería una donde poder echarse más tiempo de brazadas entre principio y fin. 

Al escuchar que la chica tenía temas que hablar, bajó los pies del mesón y se puso de pie, tomando su chaqueta de cuero y colgándosela al hombro mientras caminaba hacia la chica - Bueno, vamos por unas cervezas. Espero no pretendas que camine. - le sonrió, poniéndole la mano en el hombro.

- Tu di que si hombre que yo fingiré que te creo - Bromee en referencia a lo del favoritismo, nunca tuve interés en ser la niña del profe así que aquí tampoco. 

- ¿Ah si? Ahora vas hacerme sentir culpable por no invitarte - Puse una teatral cara de tristeza terminando en una sonrisa - Bueno pues anota en tu agenda "cada martes a las nueve chapuzón con Keyla" así que, en unos dias espero ver tu bañador - Y cada martes me recreo la vista. Una buena forma de alegrarse la noche. Debian tener mucha paciencia pasando los días rodeados de adolescentes con poderes y dramas.

Cuando se acerco me incorpore y sonreí contenta, al apoyar la mano en mi hombro contuve la risa - Vais a terminar todos gordos y fofos por mi culpa - Guiñandole un ojo nos hice aparecer en una callejón de la zona central del pueblo.

Camine con el hacia uno de los bares pensando en como decirle las coas pero después me di cuenta de que solía carecer de filtros al hablar así que empezar ahora era tontería - ¿Como se termina trabajando en Villa jóvenes mutantes? - Si, mejor empezar por cosas sin importancia. Entramos en uno de los bares y al sentarme lo mire con mi habitual impaciencia y poco tacto - La mutación se supone que es hereditaria ¿no? - Porque de ser así muchas cosas cuadraría aunque otras nada.

¿Gordos y fofos? Que va, si ahora además de la piscina olímpica tengo una cita para lucirme y compensar los martes - le guiñó un ojo de vuelta justo antes de que la chica los teletransportara - Bueno, eso es algo nuevo - dijo abriendo los ojos un poco más de lo normal antes de volver a su expresión habitual - Creo que la próxima vez sí me vendré caminando. Me hace más o menos tanta gracia como abordar un avión - que sí, podía, pero la idea de un pedazo de metal que pesaba más o menos lo mismo que una casa no le hacía ninguna gracia, especialmente porque dejando la magia y otras rarezas de lado no tenía puta idea de como funcionaban. 

Echó a caminar con ella, buscando su bar favorito de por ahí. Estaban bastante cerca, así que daba tiempo para algo de cháchara antes de llegar al alcohol pero no demasiada - La verdad no tengo idea. Conocí a Nora en un viaje hace tiempo y... que se yo. Hablamos un tiempo, me contó de esto, y pensé que igual no tenía nada mejor que hacer -  se encogió de hombros. El por qué era subdirector desafiaba su razón, suponía que era por eso de "más sabe el diablo por viejo que por diablo" que Nora esperaba aplicara. 

Se sentó en el bar y señalizó un dos con los dedos al de la barra, que enseguida trajo dos de sus cervezas artesanales favoritas. - Ufff, si tu plan es hablar de genética no sé si elegiste al correcto - comentó sinceramente con una sonrisa - Mira, hasta dónde sé, se puede heredar, pero hay otros que nacen con dones sin que hubiesen registros anteriores en su familia. Además, incluso si lo heredas puede que tu mutación no tenga que ver con la de tu familia. - frunció los labios para luego dar un sorbo a la cerveza - De mi padre recuerdo poco, pero mi hermana tenía habilidades muy distintas a las mías.

Dudaba mucho que semejante tiarron terminara gordo y fofo, pero aun así sonreí divertida ante el comentario de ejercitarse y ahora unir los martes a ello.

- ¿De verdad? No se para mi es como si hubiera una serie de fotos de lugares en mi cabeza y saltara de una a otra en el tiempo que parpadeo... Es raro de explicar - Pero vamos no sentí ninguna sensación rara o algo por el estilo, aunque claro era mi poder y suponía que yo lo notaria distinto al resto. Es como si Vincent se quemara con su propio fuego, no tendría lógica alguna.

Ante su explicación de como termino allí simplemente escuche, cada uno tendría sus razones aunque Fausto parecía muy similar a mi en temas de pasotismo y no romperse la cabeza.

No, realmente no era genética de lo que quería hablar con el pero a su vez si estaba unido - Puede ser hereditario pero no tienes que tener los mismos poderes... - Murmure antes de soltar mi perla - ¿Porque sospecháis entonces que rondador nocturno podría ser mi padre? - No me preocupaba que me preguntara de donde había sacado eso, tanto podía callarme, como decir que se lo escuche a alguien como claramente que me cole en el despacho del director. Cosas peores podían ocurrir allí como para que eso fuera una preocupación y mas siendo Fausto con el que hablaba.

Tras dar un muy largo trago a la cerveza saque mi teléfono del bolso y puse un video, uno en el que se me veía a mi grabando con la cámara frontal "venga abre ya tu regalo de navidad que quiero dejar grabada tu reacción" Por detrás e veía a Johan con una caja entre las manos mirándome mal "¿Tienes que hacer un video de todo?" Yo me reía y le lanzaba una bolita de papel "Que lo abras ya refunfuñon" El ponía los ojos en blanco "Ya va, eres una mandona hasta en navidad, tía pesada" 

Pause el video y lo mire - Johan y Connor son idénticos y... no creo que sea un poder, me crié con Johan, lo vi crecer ¿Vosotros lo sabias? - Termine por preguntar guardando el teléfono.

No le extrañaba en absoluto que la chica no sintiera nada raro, puesto que de seguro ya se habría acostumbrado a sus dones hacía años y de haber sentido alguna vez algo, ya lo habría olvidado tras tanto tiempo utilizando la teletransportación. De todas maneras no se trataba de nada demasiado notorio, sino que más bien un suave cosquilleo en la punta de sus dedos y una muy leve presión en su abdomen, insuficiente para resultar desagradable. Era incluso cálida, como un abrazo desde la espalda que acababa en el bajo vientre.

Al escuchar la pregunta de la chica la miró serio por un momento, con una ceja alzada al tomarle aquello por sorpresa. Sin embargo tras un minuto sonrió divertido, negando con la cabeza tras un suspiro - Niños... - rió un poco más, resignado a las travesuras de chiquillos. - Bueno, si fuese él tendría bastante sentido. Se puede teletransportar tal cual como tú, y la que sería tu abuela, Mística, tiene la capacidad de cambiar formas a gusto. - entrecerró los ojos un minuto, mirando hacia el lado, al pensar en que quizás no debería contarle esa parte. - Bah, conociéndola se va a enterar igual contra viento y marea - se decidió, dándole un trago a su cerveza. 

¿Y de dónde sacaste la idea? ¿Has estado intruseando donde no debes? - le preguntó con una sonrisa pícara, con más curiosidad que recriminación. No tenía para qué castigarla, pero sí le interesaba saber como había averiguado donde buscar. 

Dio un trago más a la cerveza y se puso a ver el video que le enseñaba la chica, lo que suponía era un sketch tonto entre ella y Connor, porque la temática navideña estaba muy adelantada. Sin embargo la actitud del chico no era nada parecida a lo que había visto hasta ahora, en el video era mucho más extrovertido y amargado. 

¿Johan se llama ese? - preguntó sin tono alguno de escepticismo. Había visto muchas cosas a lo largo de su vida, un gemelo no era una cosa de otro mundo - Pues... la verdad no tenía idea, pero Nora y Brandon saben que si quieren mantener algo secreto, no les vale la pena contármelo - sonrió entre risas, pues aunque sonara como broma era completamente cierto.

Escuche sus palabras y ahora al menos tenia otra información, posible padre teletransporte posible abuela cambio corporal, pero... ¿Y madre? Miraba la espuma de la cerveza seria, no quería ofuscarme con eso, hacia mucho que me había prometido no hacerlo y pasar del tema pero ahora... estando en Villa mutante es como si todo se fuera de madres y la parte de mi que quería saber de donde venia se disparara.

Di un trago a la cerveza bien largo y cuando me hizo aquellas preguntas la seriedad desapareció de mi rostro dejando una picara sonrisa aparecer.

- Oh no querido jefazo, jamas se delata a tus fuentes - Respondí con picardía - Se dice el pecado pero no el pecador - Aunque algo me decía que al pecador le daría igual que lo delatara, pero a mi no, me consideraba alguien leal.

Con el tema de Johan arrugue la nariz y me termine la cerveza, bebía alcoholes mas altos como para que un par de cervezas me subieran rápido. - Nora y Brandon - Repetí chasqueando la lengua - Pues tendré que hablar con ellos, ambos chicos creen estar solos en el mundo y por experiencia propia si realmente son familia... seria bueno que conocieran la existencia del otro y si el tema de genética influye de verdad y son hermanos... quizás Johan tambien tenga algún poder - ¿Es una teoría o algo que te gustaría? Pues si lo tuviera ya no tendrías que mentirle ni guardar ningún secreto.

- He intentado contactar con el pero no contesta mis emails y la verdad es que empiezo a estar preocupada, el ha sido mi única familia hasta que me adoptaron así que... ¿Hay alguna forma de que vosotros podáis saber si esta bien? - Pregunte mirando el vaso vacío y después a Fausto.

La respuesta de Keyla le hizo reír, sonaba como una periodista. Tampoco era tan grave, así que suponía que podía dejar el tema por hoy, pero al menos con eso la peliazul le dejaba claro que tenía cómplice... y aparte de los profesores, no había tanta gente que supiera donde encontrar esas cosas. 

La manera en que la chica repitió el nombre de los directores ladeó su sonrisa, dándole un segundo para beber un poco más de cerveza y pedir otras dos al acabar con la que ya tenía. Por experiencia propia sabía lo importante que era la familia y lo bien que podía hacerle uno a otro, pero también era consciente de que a veces la mala influencia podía venir de la personalidad dominante, y en ese caso un chico con las habilidades y características de Connor podía acabar en desastre. 

Lo que sí era indiscutible es que si había otro chico con poderes como los de Connor dando vuelta, tenían que reclutarlo rápidamente antes de que aquello acabara mal.

Le diré a Nora de todo esto, a ver si ella sabe algo. Si efectivamente tiene poderes no estaría mal echarle un vistazo, y si no, al menos podemos ver que esté bien. - sonrió amablemente mientras le agradecía con un guiño las cervezas al barman. Puso una de ellas frente a la peliazul y la otra se la llevó a los labios para beber un sorbo o dos - ¿Y por lo demás que tal te ha ido? ¿Todo bien en la isla? - la miró a los ojos, esperando una respuesta sincera. Que él supiera el intento de asesinato no se había repetido, pero no estaba de más confirmar que no tuviese problemas.

Ahora ya dentro del bar y con una cerveza en el cuerpo me quite la cazadora y la deje en el respaldo de la silla, viendo que venia otra cerveza en camino pronto entraría en calor.

La respuesta de Fausto al tema de Johan me hizo sonreír enormemente - Gracias, no negare que egoístamente me encantaría que tuviera poderes, es como mi hermano y me jodio bastante tener que mentirle referente a donde me iba, así al menos podría ser sincera con en porque me he ido - Me encogí de hombros sin perder la sonrisa - Aunque con saber que esta bien ya me daré mas que por satisfecha.

Estaba dado el primer trago a la nueva cerveza cuando me pregunto que tal el resto de cosas, aun con el vaso en la boca se me elevo una ceja y una media sonrisa apareció en mi rostro. Al apoyar la bebida en la mesa pase mi lengua por mis labios para quitar la espuma y me reí un poco - Raro, jodidamente raro - Esa era la mejor descripción - Me satura un poco Villa mutante, si ya un instituto lleno de adolescente me carga este lugar se lleva la palma - Parecía como si les sacara veinte años a todos pero en realidad era por un detalle por el que hablaba así - Odio los dramas, y aquí parece que todo el mundo trae miles encima - Demasiados dramas - Todos traemos nuestro equipaje pero... algunos incluso parecen buscar nuevos aquí dentro - Me encogí de hombros dando un nuevo trago.

- Asi que... en apenas unas semanas una tía con la que ni había cruzado palabra ha intentado descuartizarme, a lo que después me entere que por un ataque de celos, lo cual me ha resultado flipante - Extremadamente flipante - Me he dado a las causas perdidas haciéndome amiga de Connor y Vincent - Segui mi resumen - Las clases bien aunque particulares, nunca me había enseñado a pegarle a alguien y... por el resto como en mi casa, leo, toco el violin, ilustro... ha bueno y mi vida sexual se ha reducido enormemente  pero viendo que por intentar consolar a alguien intentaron destriparme y ahora me odian a muerte, pues empiezo a entender la parte de prohibir relaciones.

Le correspondió la sonrisa al oír sobre Johan. Claro que le gustaría que tuviese poderes, si al fin y al cabo le estaba ocultando gran parte de su identidad a alguien que quería. Lo único que le parecía peculiar era que con una mutación que podía hacerse visible, el chico jamás hubiese tenido una pista de sus dones - El ser humano es egoísta por naturaleza, nadie podría culparte por eso - comentó de buen humor, bebiendo un poco más de su cerveza. Él creía firmemente en la capacidad de superación de la raza humana, pero eso implicaba luchar con la propia naturaleza, no que esta no existiera. 

La forma en que la chica elevó una ceja y sonrió prometía una buena historia, así que la observó mientras se relamía los labios y bebió un poco más, dispuesto a escuchar lo que se venía. Por una parte era normal que le estresara un campamento lleno de adolescentes mutantes si no le gustaba el drama, aunque le extrañaba que no pasara de tanto lío cuando claramente su actitud no era la más involucrada en asuntos del resto. Por otra, era inusual que una adolescente pensara así de forma sincera, así que podía asumir cierta madurez o una buena habilidad para mentir. 

Se decantó por lo primero, considerando que no tenía razón para lo segundo en aquel momento en el bar. 

Eso te hace la primera adolescente sin rechazo a la norma de relaciones - comentó con una sonrisa, levantando la botella en forma de brindis antes de volver a beber - Bueno, suena como un buen año. - su sonrisa se amplió - Al menos no te vas a aburrir, cuando menos será anecdótico. Claro que lo de no follar no tiene mucha gracia. - le miró con gesto empático. Como todo el mundo había pasado por sequías, literales y figurativas, así que podía entender que fuese una molestia. Nada letal, pero lejos de ideal. - No tenía idea que tocabas el violín e ilustrabas. ¿Alguna tendencia en particular?

- No me culpo en absoluto, pero no me gusta mentir, rara vez lo hago y menos a mi familia - Y Johan era mi familia. Las pocas veces que mentía a alguien era o para evitar problemas mayores o por alguna sorpresa y aun así... prefería omitir información a tener que mentir, así que solía desviar las conversaciones para no tener que decir algo que no era cierto. Aunque me había quedado claro en la vida que todo el mundo dice que no quiere que le mientan pero muy pocos están preparados para escuchar la verdad, como se suele decir... las verdades duelen. 

Comencé a reirme cuando dijo lo de no rechazar la norma de las relaciones - Todo lo contrario en realidad, entiendo porque existe esa norma pero en mi caso como solo me interesan las relaciones físicas seguramente ya te informo que me la saltare en cuanto encuentre al indicado que no me de dramas igual que la de no beber - Y con esa ultima frase le di un trago a la cerveza bebiendo y guiñándole un ojo, estaba claro que no era la primera cosa con alcohol que entraba en mi cuerpo desde que había llegado. 

- Anecdotas creo que tendré para escribir un libro, de eso no tengo duda alguna - Responde riéndome y pasando uno de los dedos por el borde el vaso mientras miraba como se movía. O al menos así fue hasta que la palabra follar salir de su boca y lo mire elevando una ceja - No pienso estar en sequía el tiempo que este aquí, si no ten claro que te pediré esa super tarjeta para comprar muchos juguetes ¿aquí hay sexshop? - Y aunque podía parecer que bromeaba... no, lo decía completamente enserio aun riéndome.

Con sus preguntas sobre mis hobbies mi sonrisa se amplio de nuevo - Creo que el violin es lo que mas me relaja en el mundo y me ayuda a pensar y concentrarme, y aunque adoro ciertos clásicos lo que mas me gustan son los tangos, no se... son pasionales, tristes pero a la vez con coraje... no e como definirlo - Pero si sabia que me encantaban. - Sobre la ilustración... siempre dibujaba de niña, las monjas me regañaban porque llenaba el suelo del patio del orfanato de dibujos con tizas, con el tiempo empezaron a gustarme los cómics y las novelas gráficas así que empece a decantarme por ese estilo y ahora que vivo en Villa mutante tendría que encontrar un guionista y podríamos hacer un cómic de este lugar.

Me doy por advertido - respondió sin hacerse problema. Ya sabía que todos se saltarían esa norma tarde o temprano, y la verdad, no sabía por qué Nora se esforzaba por implementarla. Estaba claro que no tendría mucho éxito, más aún si fomentaban las relaciones al hacerlos dormir por pareja y haciendo bailes. Fausto había llegado a pensar que más que prohibir las parejas, lo que se pretendía con aquella norma era que pensaran dos veces antes de infringirla, lo que significaría que pensaran dos veces con quien se metían. Si era así, hasta era un gesto dulce de parte de la directora. 

La pregunta de la chica le hizo reír, primero pensando que era una broma, pero al ver que lo decía en serio solo mantuvo la sonrisa y dio otro trago a la cerveza. La miró de arriba a abajo, dudando que necesitara un juguete para pasar la sequía, pero no dijo nada en absoluto respecto a eso - Dudo que haya una, pero puedes pedir por internet a un buzón de esta isla y pasar a buscarlo cuando tengas tiempo libre - se encogió de hombros. Él no conocía ninguna tienda por ahí, pero también era cierto que no se había preocupado de buscarla. 

Al escucharla hablar de sus pasatiempos, volvió a concentrarse un poco más - Bueno, de eso de cómics y novelas gráficas no sé mucho, apenas lo que he visto sale en películas luego... - admitió, pues nunca habían sido demasiado de su interés. No porque no le gustaran, sino porque no les había dedicado tiempo para leerlas. En general no era que leyera demasiado de todas maneras - Por otra parte, de tangos... de tangos si sé. gané un par de concursos de tango en su época. - sonrió orgulloso - Son potentes como música, como baile y como historias. Es imposible no sentir una atracción magnética a ese ritmo y lo que transmite.

- ¿Te hago una lista de todas las normas que pienso saltarme? - Pregunte riéndome y claramente bromeando, aunque claro si me decía que si tampoco es que tuviera problema en hacer dicha lista - Puedes estar tranquilo, lo de atacar a compañeros no tengo pensado saltármela si no es en defensa propia y antes de eso soy una experta escapaste - No había mejor poder para eso que teletransportacion.

Cuando me miro de arriba abajo eleve una ceja riendo suavemente - ¿Me levanto para que me mires mejor? - Mi descaro ya había quedado claro el primer día - Tomo nota eso de los pedidos a internet, para eso juguetes u otras cosas.

Ante el tema de la ilustración di un nuevo trago a la cerveza mirándolo - Nada, nada, el martes tras la clase de natación te enseñare algunas de las cosas que hago, aunque tambien me gusta la fotografía e ilustrar sobre ella - Eso era sumamente divertido aunque tenia que confesar que me gustaba mas el lápiz que la tableta digitalizadora. 

Pero ya cuando contesto al tema de los tangos mis ojos brillaron mirándolo, su definición era perfecta pero ahora mismo había abierto la caja de pandora - No sabes lo que acabas de decir - Me mordí el labio con una picara sonrisa y di un nuevo trago - En cuanto nos acabemos estas vas a enseñarme a bailar tango, yo solo conseguí dar unas clases porque al avanzar de nivel era necesaria pareja y ni con los mayores sobornos engañe a mis amigos para que me acompañaran - Me reí divertida recordando a Johan con un rotundo "Ni en tus mejores sueños" y a Alder y Bergen mirándome como si estuviera loca mientras decían "Key deja las drogas que estes tomando"

Le alegraba mucho no ser el director y no tener que preocuparse de las reglas que se saltaba la gente hasta que fueran un problema, así que no se hizo problema y solo se rió ante la broma de Keyla. También se limitó a responder con una sonrisa ante su pregunta siguiente sobre mirarla, aunque su gesto de inocente había tenido poco. De todas formas, prefería evitar responder de manera demasiado comprometedora, así que prefirió seguir la conversación por donde iba. 

¿Fotografa además? Quizás deberías hablar con Gwen, a ella le encanta tomar fotos - y era amor, así que de seguro se llevarían bien. Incluso quizás la pelirroja podría beneficiarse de relacionarse con alguien tan descarada como Keyla, porque le ayudaría a conseguir una perspectiva más adulta de las cosas en vez de quedarse en su visión infantil. Aunque, había que decirlo, tal cual era Gwen le resultaba adorable. - Podrían hacer algún proyecto de arte juntas, seguro a Venancio le encanta la idea - sonrió, para luego darle un sorbo a la cerveza. 

Claro, no pudo evitar sorprenderse al darse cuenta de como le brillaban los ojos a Keyla cuando le habló del tango, porque hacía décadas que nadie le miraba así por saber bailarlo. Es que ahora era gusto de abuelo, ya lo tenía asumido. Por eso le pareció tan rara la reacción de la peliazul, porque una cosa era que le gustara la música y otra que quisiera ir ya a aprender a bailarlo. - ¿En serio? ¿Pero que clase de imbéciles eran tus amigos? - preguntó extrañado. No porque no quisieran bailar tango, sino porque no querían bailarlo con ella. No había que ser un tipo muy sensible para darse cuenta de que no era un baile en absoluto inocente o frío - Supongo que no tengo opción a negarme, así que aprovecharé la oportunidad para mirarte mejor - le guiñó un ojo con una sonrisa pícara, bebiendo de la cerveza que ya estaba reducida a un tercio.

Al comentarme lo de Gwen asentí riéndome.

- Lo se, somos el equipo de arte de la hermandad - Por llamarnos de alguna manera - Ya hemos salido hacer fotografías juntas y es raro el día que no practico con el violin y ella viene a leer o dibujar mientras tanto - Una sonrisa tierna y sincera a pareció en mis labios, sabia que la mayoría de mis compañeros eran de mi edad pero algunos eran tan cachorrillos que no podía evitar verlos como si fueran mas pequeños. Supongo que era una costumbre que jamas me quitaría del orfanato, ver a los mas tiernos como que había que protegerlos.

Estaba bebiendo cuando hizo aquella pregunta sobre mis amigos y comencé a reírme a carcajadas dando gracias haber tragado ya la cerveza o la habría escupido toda - El tipo de imbeciles que tienen mas miedo a pisarme y quedar como unos torpes que aprender a bailar pegado a una chica - Lo tenia mas que claro, bueno... Johan no, el se negó solo por tocarme las narices, lo sabia porque lo había visto bailar para ligarse a chicas y el cabron sabia moverse.

Así que aprovecharé la oportunidad para mirarte mejor... Aish jefazo que te comía entero... Keyla si esta prohibido enrollarse con los compañeros creo que hacerlo con el subdirector mas... Mis profesores del instituto daban asco y pena al verlos pero el de violin... bueno, digamos que mi padre le pagaba las clases y yo los extras.

- Tengo que estar muy pegada bailando, así que mas bien me tocaras - Respondí elevando las cejas y dando un trago a la cerveza, no, mi madre tenia razón, no sabia callarme ni en los peores momentos - Ademas eres mi pareja perfecta, uno de los problemas de uno de mis amigos tambien era que yo soy mas alta - Y aunque no era una obligación si que recomendaban que el hombre fuera mas alto - Eso si espero que tu sepas donde poder bailar, yo llevo en el iPod del bolso tangos de sobra. - Todos los que practicaba con el violin mas concretamente.

Escuchar que Gwen se hacía amigas le hizo sonreír. La había visto charlando con básicamente todo el mundo, pero una cosa era una conversación casual y otra distinta que tuviese una rutina con una chica de su edad, algo cotidiano que les alegrara el día y en lo que compartieran suficiente para hacer lazos más estrechos. La carcajada posterior de la chica y su respuesta a la pregunta retórica que había hecho le hicieron reír de buena gana, imaginándose al montón de frikis que tendría por amigos para que no tuvieran el mínimo coraje de bailar con una chica con lo divertido y provechoso que eso podía ser. No le extrañaba tanto, porque los hombres hoy en día no le daban importancia suficiente al baile, pero ¿para no poder prácticar con una mujer bonita cuando te lo pedía? ¿Y además tango? Había que ser idiota. 

Sonrió con picardía al escucharla hablar de lo pegada que estaría - Oh, no, cuando te toque lo sabrás - bromeó guiñándole un ojo, divertido. Ciertamente el tango era lo suficientemente sensual y atrevido para que no quedasen muchos rincones sin acariciar, pero había una diferencia entre la intencionalidad sexual del baile y una deliberada y completamente voluntaria. En cuanto a la altura era cierto, con 1,83 le sacaba casi una cabeza, y aunque había visto hombres bajos bailar con mujeres altas había un algo que se perdía en la postura y la mirada cuando eso ocurría. 

Se acabó lo que le quedaba de cerveza de golpe y de su billetera sacó suficiente para pagar por las botellas y una propina decente, dejándola sobre la barra. - Hay un almacén abandonado por acá cerca. Si tienes música, no necesitamos mucho más. - se puso de pie, esperando que le siguiera. 

- Eso espero, si no me defraudarías - Responde divertida a su comentario de tocarme, tenia claro que bailar un tango con un hombre como el me daría mínimo un mes de fantasías para usar en mis noches de onanismo. A mi no me hacia falta pegarle un repaso como me había pegado el antes, ya tenia mas que repasado su altura, espalda, rostro cuadrado. Y para que negarlo, saber que era un "superior" le daba aun mas morbo a la fantasía.

Me termine lo que quedaba de cerveza y cuando pago lo mire mal de broma - Siguiente encuentro pago yo - Le dije así asegurándome otro encuentro como aquel - Ahora es cuando te vas a reír, trabajaba unas horas de camarera para combarme un coche y sacarme el carnet nada mas pudiera - Comente a reírme a carcajadas saliendo del bar y con mi habitual naturalidad cogiendome de su brazo - Evidentemente ahora todo ese dinero será invertido en otras cosas, ya que tengo el mejor transporte, el mas económico y que menos contamina - Bromee riendo aun.

Lo seguí hasta el almacén y cuando llegamos saque el iPod y se lo di - Busca la carpeta y elige la que quieras, se llama Tangos así que no tiene perdida, vuelvo en dos segundos - Guiñandole un ojo desapareció y ten escaso tiempo apareci de nuevo con unos tacones en la mano - No se puede bailar un tango con botas - Comente divertida sacándome las botas y poniéndome los tacones. Era curioso como cambiaba la apariencia solo con el calzado, con las botas militares la falda negra y la camiseta parecían un atuendo de lo mas casual, con los tacones ya uno mucho mas formal.

Ya con los tacones puestos me quite la cazadora y el bolso dejándolos a un lado con las botas, puse bien las asas de mi camiseta y me acerque a el.

¿Siguiente encuentro? Si es que te doy la mano y te tomas del codo - bromeó, porque claramente no le rechazaría una siguiente invitación al bar, mucho menos si pagaba ella. Por supuesto, al escuchar de donde había sacado el dinero que pensaba gastarse, se echó unas risas divertido - Así me gusta, chica ecológica. Yo nunca he sido muy fanático de los coches. - admitió, aunque no tenía nada que ver con la contaminación. Tenía que ver con que casi le había dado un infarto la primera vez que había visto una de esas máquinas funcionar, y que no confiaba nada, pero nada, en ellas. No por nada prefería caminar a tomar aviones, o trenes, o coches. De sus pies se fiaba, del resto de maquinaria extravagante... 

Salieron del bar y tras pasar rápidamente a una tienda de electrónica por altavoces partieron camino al almacén, uno de grandes ventanales que parecía haber sido abandonado hace unos años. No había mucho desperdicio, solo algo de polvo tras la falta de limpieza de tantos años. Al ver que la chica le pasaba el iPod lo tomó, y antes de poder abrir la boca para decirle que aprovechara de cambiarse de zapatos, ella desapareció. Iba a ser imposible bailar bien con bototos militares, así que se hizo a la idea de tener que mandarla luego a cambiarse y mientras tanto conectó el iPod a los altavoces. Grande fue su sorpresa cuando la chica apareció con tacones, sacándole una sonrisa. - Buena chica - la felicitó, mientras él se quitaba la cazadora y la dejaba a un lado. 

La tomó por la cintura con firmeza envolviéndola con su brazo y presionándola contra él para que si tuviera alguna vergüenza la perdiera de inmediato mientras con la otra mano mantenía su mano en alto. Empezó por poner a prueba si realmente conocía el paso base, partiendo hacia un lado y luego avanzando en diagonal hasta tras un movimiento acabar nuevamente parados frente a frente. Luego repitió el mismo movimiento haciéndola ejecutar un ocho, uno de los primeros giros que se aprendían, hasta ahora sin más actuación que los simples pasos para ayudarla a retomar el baile. - ¿Todo bien? ¿Subimos el nivel? - preguntó con una sonrisa, sabiendo que conociéndola de seguro ya estaría aburrida del nivel de principiante.