Partida Rol por web

Escuela Xavier para Jóvenes Superdotados: División europea

Pueblo vecino : Hotel (Recepción)

Cargando editor
07/11/2017, 21:06
Gwendoline Peverell

Notas de juego

Entra

Cargando editor
07/11/2017, 21:11
Gwendoline Peverell
Sólo para el director

Llegó a la recepción saltando los escalones de dos en dos,  frotaba los dedos entre sí como si fuese a chasquearlos pero sin imprimir la fuerza suficiente como para hacerlos chasquear. Se le había puesto la piel de gallina mientras se daba cuenta de que ya no tenía ropa.

Ni sus fotos. Ni su cámara.

Vincent, si es que había sido él, había quemado todos sus recuerdos y las llamas habían devorado el elemento más básico del que dependía Gwen para mantener la cabeza serena. Era malo hasta para ser él.

No, no, no, no... se tapó la cara con las dos manos y siguió caminando de un lado a otro de la recepción. ¿¡Cómo iba a recordar nada sin su cámara!? ¿Por qué tenía que destruir sus recuerdos? No solo los primeros recuerdos de la isla, de su hermandad, también los de Japón.

-Me lo ha quitado todo-sollozó sentándose al pie de las escaleras temblando con la mirada fija en el suelo, al pestañear empezaron a caer las lágrimas y ya no pudo detenerlas así que se quedó ahí, cogiendo aire en distintos tiempos al sollozar tal y como lo haría un niño pequeño, frotándose los ojos con los puños mientras esperaba a Fausto.

Tenía que pedirle ayuda a él ahora que Bran no estaba ahí... y él se había ofrecido para ello.

Cargando editor
07/11/2017, 22:12
Fausto della Rovere

Fausto bajó a paso raudo con rostro preocupado un minuto o dos después de Gwen, y su mirada fue directo a la recepcionista, preguntando sin palabras lo obvio. La mujer en cuestión le señaló con la mirada a la chica, pero sus ojos no se apartaron de él cuando Fausto le dio la espalda para ir directo hacia Gwen. De no haber estado tan nervioso de seguro habría notado que la chica estaba ahí mismo en las escaleras en vez de pasar de largo junto a ella, pero al menos eso sirvió para luego poder ponerse de cuclillas frente a la Peverell. 

Hey, hey... ¿Que pasa, preciosa? - acercó su mano para secarle las lágrimas, acariciándole la mejilla con suavidad - ¿Qué te preocupa?

Cargando editor
07/11/2017, 22:32
Gwendoline Peverell
Sólo para el director

Levantó la cabeza y pestañeó varias veces, adelantó el labio superior sobre el inferior en un intento por reprimir los pucheros pero el resultado fue una suerte de mueca de pico de pato que no sirvió para serenarse; sus ojos miraban de forma intermitente a Fausto para hacer breves barridos visuales de la recepción y, finalmente cogió aire para hablar.

De su boca salió un gemido roto y los delgados brazos de la adolescente rodearon el cuello del jefe de su hermandad. Realmente era menuda para su edad y con cada sollozo se estremecía. Al principio lo que decía no sonaba a ninguna palabra que pudiese existir pero al final, a fuerza de repeticiones se entendió lo que decía:

-Quiero mis recuerdos, y mis regalices. Lo ha quemado todo.

Tardó un poco más en conseguir hilar explicaciones que tampoco tenían por qué ser muy lógicas en apariencia pero por el dolor en su voz para ella sí tenían consistencia.

-La cámara, las fotos. Lo necesitaba para no olvidar, ya no me queda nada-aflojó el abrazo a Fausto y se frotó los enrojecidos ojos, hinchados por el llanto-no tengo recuerdos-se llevó las manos a las sienes y cerró los ojos con fuerza-ni regalices. Me pondré mala y olvidaré y papá me hará caer del cielo otra vez-el llanto había dejado paso a la respiración alterada y la postura rígida.-Yo tengo la culpa porque no me llevé la cámara. Papá me la dio para que no olvidara y yo la dejé en el cuarto y se va a enfadar un montón conmigo en cuanto lo sepa-se tapó la boca con las manos-me hará caer del cielo y me va a regañar por perder la cámara que me dio.

Cargando editor
07/11/2017, 23:00
Fausto della Rovere

Se mordió el interior de las mejillas para no reír al ver la cara de pato que ponía la chica luego de mirarlo, pero evidentemente todo el humor risueño se desvaneció al oír sus gemidos lastimeros y sentir como sus extremidades se colgaron de su cuello. Instintivamente la abrazo por la cintura apretándola contra él y acariciándole la espalda con cariño, apoyando al tiempo su mentón sobre la clavícula de la chica y permitiéndole a ella hacer lo mismo. No hizo amago siquiera de apurarla para hablar, y cuando por fin lo hizo, y sintió que ella aflojaba el abrazo, él lo hizo también apartándose un poco y dejando las manos sobre sus propias rodillas para cuando la chica necesitara tomarlas, si lo hacía. 

A ver, primero que nada, aquí nadie te rapta sin mi permiso, así que de caer del cielo nada - sonrió con dulzura, mirándola a los ojos - Segundo, si tu papá te regaña, lo mandas conmigo y yo le digo que no te deje llevarla. No es tu culpa no llevarla, no querías que se rompiera, ¿o sí? - aunque la sonrisa no se borraba, se podía notar que aquello iba con más seriedad por la intensidad en su mirada - Y tercero, los recuerdos que importan muy rara vez están en las fotos. Tómalo de alguien que tiene muchos, muchísimos, y que ya ha olvidado al menos el noventa por ciento de ellos. - su gesto se tornó ligeramente avergonzado por ello. Lo cierto era que le encantaba conocer gente, culturas y todo tipo de cosas nuevas, pero si no le picaban la atención de una u otra manera, se iban a la lista de memorias desechadas más temprano que tarde - Pero mira, todo lo que vale la pena recordar, aunque desaparezca un momento, vuelve cuando se necesita. Así que no te preocupes por eso... no necesitas memorizar cada segundo de tu vida para saber que la aprovechaste.

Cargando editor
12/11/2017, 15:01
Gwendoline Peverell
Sólo para el director

-Pero tú recuerdas cosas y olvidas porque hay cosas nuevas. Algo-se tocó la cabeza vacilante-no funciona aquí. Por eso mis fotos y la cámara de papá...-hizo una mueca de nuevo-son mis recuerdos. Hasta que no me funcione bien pues, eso.

Agachó la cabeza y sujetó a Fausto por la camiseta.

-¿Te puedo pedir una cosa? ¿Puedes comprarme regaliz?

Cargando editor
12/11/2017, 16:07
Fausto della Rovere

Claro, preciosa, todo el regaliz que seas capaz de comer - contestó con una sonrisa de oreja a oreja, poniéndose de pie y extendiéndole la mano para que ella hiciera lo mismo - Conozco una tienda de dulces muy buena a solo un par de cuadras. ¿Vienes o te quedas? - aunque le encantaría que fuera con él, y creía que le haría bien, estaba dispuesto a hacer de mensajero si la chica quería quedarse en cama en el hotel. Él también sabía lo que era querer olvidarse del mundo, y al menos apreciaba que por esta vez no lo incluyera en eso.

Y mira, si te complica mucho lo de la memoria, me puedes usar a mi de recordatorio hasta que encontremos como arreglarlo - se ofreció manteniendo el dulce gesto en sus labios.

Cargando editor
12/11/2017, 16:45
Gwendoline Peverell
Sólo para el director

-Nos vamos-cogió aire por la nariz y se frotó la cara con el antebrazo, apañando una sonrisa que salía con más facilidad gracias a la naturaleza de Fausto. Si se quedaba estaría sola con sus pensamientos y eso era una idea regulera, al menos con Fausto vería una sincera franca y tendría un punto de vista de alguien que conocía mejor las cosas de la vida.-¿Tú ya te conoces la isla? ¿Vivías aquí?

Notas de juego

fuguémonos (?) XD

Cargando editor
12/11/2017, 23:12
Gwendoline Peverell

Notas de juego

Fausto y Gwen salen del hotel