Partida Rol por web

Tras un simple leve arañazo volví con la carga de espada diagonal.

El hombre trato de dar varios manotazos para tomar de nuevo el zapato pero estaba débil para evitar que Robin se lo sacara. Mirandolo enojado escucho lo que le dijo y se lo pensó un rato, sin dejar de observar aquel zapato.

“Clemencia. Dame el zapato y te liberare.” Dijo aunque Robin podría negárselo y obligarlo ha hacerlo igual. Pronto el Noble sintió el aire volver al lugar y la barrera desapareciendo. Ahora bien podía seguir sin devolverle el zapato.

A pesar de que no hacia el daño que queria Cresil de apoco podria ganar la batalla si seguia defendiendose lo mejor que podia de esa espada flameante.  Sin embargo sus ataques no terminaban de ser tan decentes como queria y deseaba.

A su lado los aliados de Lyara o humanos normales parecian tener una ventaja en esa batalla con muchos de ellos pudiendo retirarse por una salida que habian hecho con magia.

Al Final el tuerto se rindió, mirando a Robin mientras intentaba agarrar el zapato, pidiéndole clemencia a cambio de liberación, a la vez que la barrera desaparecía y Robin podía volver a respirar aire tranquilamente. Después de llenarse las fosas nasales con el olor de aquel campamento, la sangre y el combate, sonrió al chico.

-De todas formas…¿para que quieres ese dichoso zapato?, debería guardármelo creo yo…para que no te rebeles o intentes matarme, ¿no crees?

El hombre cerro el ojo. "Tengo mi razon. Quedate si quieres, pero no te obedecere e ire a buscarte cuando me recupere." dicho eso parecio terminar de desmayarse en el suelo.

Ahora sin la barrera notabas que la batalla se movia en una clara ventaja del lado de los humanos, que ya se los veia escapando del campamento y avanzando rapido hasta la ciudad. Mientras los guardias parecian disminuir y no habian refuerzos llegando...al menos aun.

En un movimiento ágil consiguió evitar el ataque de su enemigo, torciendo la vista para intentar sesgar a la altura de sus piernas.

Al final el tuerto terminó rendido y Robin…observó una ultima vez el zapato antes de soltar un gruñido y dejarlo caer junto al mago. No fue un rival demasiado poderoso, si volvía a ir a por el…le esperaría con ganas, pero no era un torturador y menos un asesino, se había rendido, no había vuelta de hoja.

El combate parecía seguir y los guardias disminuían cada vez más y más…el fin de aquel combate estaba demasiado cerca. Robin caminó en busca de algún capitán o humano que necesitara ayuda.

El corte de la espada llamante lo hace gritar de dolor, antes que finalmente termina aguantando mas del dolor y gruñiendo al respecto. Con cuidado deciende desplazandose por el aire con algo mas parecido a la magia que a la habilidad natural de las alas de pajaro que tiene.

Entonces ataca con su espada al brazo de Lyara, ese que tiene la espada de ella.

Con un giro de muñeca desvié su arma, abriendo el espacio para mi estocada contra su pecho.

En ese momento el pecho del hombre se encuentra descubierto listo para la estocada de la mujer. Pronto el cuerpo de este empieza a encenderse fuego haciendo que el demonio grite de dolor pero tambien ria como un maniatico. Poco sabes sobre la razon para hacer eso pero al menos ahora haz quedado sin oponente.

Ambos guerreros miraron alrededor, los pocos guardias que quedaban ya no eran un problema encontrándose lastimados o corriendo. El camino se encontraba libre para la huida de ese campamento, mientras el desorden empezaba a formar parte de este.

No sabian bien que pasaba pero ambos sentian algo intenso en el centro del campamento y les parecia ver a alguien lanzando fuego contra otras carpas mientras un rayo caia sobre otras. Si bien no sabían lo que pasaban presentían una lucha internar entre los demonios o tal vez habia una ofensiva de parte de la ciudad.

Lo que si notaron que pronto el cielo se oscureció y desde una nube oscura un rayo impacto contra la ciudad o mejor dicho con una barrera de la ciudad sin lograr dañarla. No habia una respuesta clara de la ciudad aunque no se imaginaban que eso duraria asi.

- Creó que tenemos pista libre, lo difícil es saber si la ciudad es el sitio más seguro o no... miré al noble ...supongo que como usted es quien me paga, debo protegerle a donde vaya... a fin de cuentas era cierto, pero es que tampoco podía estar con el oro a rastras todo el camino, miré a la escorpiona ...recuerda que ahora soy tuya, tendrás que venir para disfrutarme a gusto.

Tanto el noble como la escorpina se miraron luego de las palabras de Lyara, en parte parecia dejarlos a ambos en el control aunque ambos podian asumir que no era tan asi. La escorpina parecio dudar en su palabra por lo que el noble hablo.

"Nos vamos de aqui a la ciudad. No hay otros lugares seguros." exclamo el hombre, viendo a sus actuales sirvientas llevando algo de oro con dificultad. Luego vio a la maga, guerrera y escorpina. "Las tendrian que cubrirnos mientras tanto. En la ciudad te pagare lo que te debo tengo mas que esto que cargan." le aseguro sonriendo grande y siguiendo a los guerreros hacia donde estaba la salida, con las mujeres cargando sacos de oro no muy lejos.

La escorpino por su lado encogio sus hombros y la maga parecia querer seguirlo, aunque ambas te esperaron para seguir.

Robin estaba preparado para lanzarse nuevamente al combate cuando notó que algo no iba bien...allá en el centro del campamento parecía haber un gran bullicio como una guerra o lucha de poderes...¿Tendría algo que ver Alouqua?

Parecía haber fuego, incluso rayos lanzándose contra las tiendas de campaña, prendiendolas cuando de repente todo pareció oscurecerse y allá, a lo lejos, donde se encontraba la ciudad, un rayo estalló contra ella.

El joven caballero apretó los labios bajo el casco ...tenía que terminar esa rebelión y dirigirse al centro del campamento cuanto antes sin pensárselo demasiado, comenzó a correr en busca de sus compañeras. Tenía que dirigirlas a donde se concentraba el meollo.

Tus compañeras no están demasiado lejos y como el resto de las personas ahí se habían quedo detenidas mirando lo que pasaba en el campamento. Cuando les comentaste del plan de ir al centro no te discutieron siguiendo tras de ti.

Tras una larga caminata en el caos del campamento notaron que no habia alguien tratando de controlar al gran ejercito o al menos ningun líder fuerte se habia impuesto por lo que la pelea seguía en marcha. A pesar de ello no habia respuesta de la ciudad aun cuando la golpearon con un rayo, que si bien no les hizo daño se veria si eso podria ser por siempre.

Al fin cuando llegaron al centro de la tormenta o la pelea se encontraron entre varias carpas de llamas. Dos figuras se mostraban de forma imponente por su gran tamaño, que parecía mas de gigante por superar a los ogros que habia enfrentado Robin. Se trataban de demonios mayores o al menos asi intuia el noble porque una era Alouqua, mientras el otro era un demonio cortuno vestido con una mezcla de rojo y negro. "Bael..." escuchaste decir a Maude.

- Entonces no esperemos ni un instante más...movamonos rápido no queremos que aparezca por aquí la caballería, o bueno lo que tengan equivalente a ello... tras eso seguimos hacia la ciudad, supongo que todos nosotros sin más fiestas.

Robin comenzó a avanzar junto a sus compañeras, las cuales obviamente también notaron que algo malo estaba ocurriendo…y al llegar, no tardaron en darse cuenta de que pasaba. Entre las llamas, dos grandes seres que parecían gigantes se peleaban entre ellos, o al menos parecían estar preparados para entrar en duelo. Alouqua y Bael.

El joven frunció los labios con fuerza bajo el casco.-¿Qué ocurre?, ¿Por qué parece que se vayan a pelear?, ¿han descubierto el plan?.-Preguntó con rapidez mientras avanzaba. Alouqua quería el bien para los humanos y los demonios, era su mejor baza en aquella enorme guerra que se cernía sobre el mundo y tenía que protegerla y ayudarla como hiciera falta. Era su destino y su deber ahora mismo.

No sabía que había podido ocurrir, pero se enteraría…

Pronto sabrían si era como Lyara esperaba. Lo que era seguro que no habria persecución por ellos, viendo como el campamento parecía estar en un enorme caos. Rayos seguían saliendo de parte de este golpeando al interior o a la ciudad donde se dirigían ellos.

Mirando a tus compañeros te diste cuenta que Cyxea estaba haciendo algo. Sin esperar mucho viste como lanzaba una bola de fuego extraña como señal. “Detenganse!” les gritaba ella a todos los que habían huido. “Pronto un mago vera esa bengala y nos ayudara.”

Tardo unos minutos y algunos empezaron a desconfiar que algo pasara pero frente a Cyxea se abrió un portal que daba a un gran y lustroso salón. Del otro lado un hombre rubio con armadura dorada los invito a venir con èl.

“Crucemos, no llegaremos si vamos corriendo.” Comento la maga siendo la primera en meterse e invitaba a Lyara a tomarle la mano. El cambio de escenario causo cierta molestia en los sentidos de Lyara pero cuando eso paso vio que estaba en un palacio muy lejos del ruidoso campo de batalla que se habia hecho en el campamento.

Alrededor estaban magos y nobles, estos juntos guardias decorados con sus escudos de cada casa.

El gigante Bael la observo con rabia a la mujer, preparando un nuevo ataque en su mano pero en vez de tirarlo contra la aliada de Robin fue de nuevo contra la ciudad de Keropis. El escudo mágico en Keropis resistia por ahora.

“Te duele cierto. Ver como su ultima esperanza esta por ser destruida.” Le dijo el hombre aun no notando las nuevas presencias en ese lugar.

Aunque no eran los únicos, varios magos seguían sus hechizos cerca de varias catapultas y varios guerreros peleaban entre ellos. Robin debía hacer algo o tal vez quedarse viendo.

Alouqua por su lado parecio dejar su estado pasivo para ir con garras y colmillos contra el mago lanzándose ensima. Bael por su lado resistio en el lugar sin caerse cruzando sus brazos con los de ella.

Bael seguía lanzando magia contra la ciudad, por suerte la cúpula resistía…no estaba seguro cuanto tiempo seguiría…pero parecía estar consiguiéndolo por ahora. Pero ciertamente…parecía ser una riña o una pelea, Alouqua se lanzó a pelear contra el mientras el intentaba enfadarla aún más. Pero a pesar de todo, la demonio no parecía ser rival para el.

Robin por su parte, no se quedó quieto, comenzando a avanzar hacia el combate.-¡Bael, tú!.-Gritó con fuerza.-¡Enfréntate a mi!, ¿¡Acaso temes a un mortal!?

No estaba seguro de si aquello iba a ser una buena idea o no, pero tampoco podía dejar que la única demonio que quería hacer algo de "bien" en el mundo...fuera a morir.