Partida Rol por web

Jianq 2, Robin 2

El combate no vario mucho en esa pasada de ofensiva. La Goblin si bien pudo esquivar con suerte, no tuvo daño alguno lo que bien levanto su confianza por ese momento. Aunque como era comun en los demonios la confianza de ellos le jugaba en contra y esa maniobra rara que trato de realizar con el cuchillo no le sirvió de mucho y solo sirvió para dejarla desarmada.

De cualquier forma a pesar de las malas fortunas de cada uno parecían seguir entando igualados, aunque ahora que la goblin estaba desarmada como Robin este combate debería estar decidido, cierto?

El cuchillo de Jianq salió volando después de que aquel maldito demonio intentara hacer una pirueta con el para asustar a Robin…pero el no se amedrentó…aprovechó aquel descuido para ir corriendo contra ella y volver a lanzarle un buen puñetazo en la cara, el cual esperaba que la dejara K.O de una vez…cuanto antes acabara con aquello todo iría mejor, pero de momento estaba controlada…solo esperaba que Jianq estuviera bien…que no le odiara.

Apretando con fuerza el puño, corrió con rápidez y se preparó para golpearla.

Robin escucho en ese momento susurros magicos que salian de los labios de Jianq, al menos asi lo pensaba él ya que no podia entender las palabras que decia ella pero sus manos comenzaban a brillar.

Aunque el noble aprovecho ese momento de preparación para un hechizo de parte de ella para volver a atacarla. Si bien ella noto enseguida como se acercaba para golpearla su movimiento para volver a esquivarlo no fue lo suficiente rapido y el puño del noble impacto con fuerza con el rostro de ella.

Las palabras magicas cesaron como tambien lo hizo la batalla, ya que ella salio volando hacia atras cayendo desmayada a la tierra del camino.  

Todos se quedaron mirando con precaución a la goblin pero cuando ella no se levanto o movio, todos aceptaron la victoria de Robin. Elyas mando enseguida a que la ataran de pies y manos, mientras se dejaba caer al suelo para sentarse.

“Si el enemigo puede embrujar a los nuestros para que nos matemos entre nosotros entonces estamos en problemas.” comento Elyas cansado.

Robin estaba exhausto después de aquel combate. Estaba herido después de la batalla, pero le dolía haberse peleado con Jianq de tal manera…pero esperaba que estuviera bien. Al menos lo más difícil estaba hecho.

Elyas ordenó que la ataran de pies y manos y no tardó en sentarse en el suelo, herido.-Es un riesgo que hemos de correr…y por una vez Elyas…escúchame lo que te digo, tuve que insistir mucho para que al fin te dieras cuenta de lo que ocurría.-Explicó con tristeza arrodillándose frente a la goblin y acariciándole la cara, ahí donde recibió el golpe.

-Sea como sea…tengo que hacer el ritual lo antes posible…-dicho eso alzó la mirada y volvió a mirar fijamente al heredero.-¿Crees que podemos detener la marcha un par de horas?...no podemos llevarla así como si fuera una prisionera…necesito hacer el ritual, que vuelva en si...y entonces podremos seguir. No podemos saber quien nos sigue desde dentro de la cabeza de Jianq...es peligroso.-Le explicó a Elyas en un intento de que le diera la razón en aquello.

“Lo se, lo se. Pero pensaba que lo decías por otra razón diferente, luego te explico…” se defendió observando a los demás hombres que les acompañaban, prefiriendo seguir la conversación en otro momento. La goblin seguía inconciente mientras recibía las caricias de Robin y la ataban como había ordenado Elyas. Parecía que al menos por el momento estaría tranquila.

Ante la pregunta de detenerse por un momento Elyas miro su propia herida. “Por supuesto. Lo mejor ahora será descansar unas pocas horas antes de seguir, es algo que tuvimos que hacer antes luego de la batalla.” Comento el heredero mirando a sus hombres y ordenándoles que empezaran a hacer un campamento. “Haz tu ritual y mi avisas cuando terminen que quiero asegurarme que volvio a la normalidad.”

Con esas ultimas palabras dejo dicho lo que próximamente harian y como pasarían el tiempo. Las horas pasaron y el supuesto ritual se hizo con suficiente éxito para que Jianq estuviera de nuevo entre ellos con su actitud normal. Por suerte el ejercito y los hombres nobles junto a Elyas parecieron comprender que no era ella quien ataco a Elyas o al menos no por voluntad propia.

Tras el descanso las tropas y los campesinos parecían renovados hasta el punto de estar dispuestas a hacer esa marcha forzada que tantos malos rostros habia convocado antes, pero sin duda tampoco querian quedar expuestos por tanto tiempo. Tal vez por eso se avanzo rapido hasta el castillo Whitebell, sin demasiados problemas ni una nueva emboscada por parte de los demonios.

Cerca del castillo se encontraron con el ejército blanco de esa casa. El ejercito no solo vestia de blanco en sus armaduras, sino que tenian signos religiosos de los dioses. Aquel era conocido como un ejercito de santos por algunos y fanaticos por otros, aunque todos aprobaban la contribución que hicieron hace cien años contra los ejercitos de los barbaros del sur. La casa Whitebell no se encontraba tan lejos en el tema ideología con su ejercito pero ahora extrañamente poseían a una bastarda en su castillo algo que Robin sabia no era bien visto por ellos.
 

“Sean bienvenidos a las tierras de mi señor. Los guiaremos dentro del castillo para que los sanadores cuiden a sus heridos y llevemos a los nobles con nuestro señor para presentarse.” Dijo un comandante del ejército permaneciendo con su casco blanco puesto sin mostrar su rostro.

Aquella respuesta de Elyas hizo que Robin hiciera una mueca…obviamente no estaba muy conforme con lo que fuera a decirle…y ya se olía el que era…pero no le importaba a Elyas le movía la lujuria y no pensaba en un bien mayor. Por suerte consiguieron descansar unas horas…y el ritual de Robin fue efectivo, llegando a despertar a Jianq en el proceso…Durante el resto del camino Robin estaba algo distante con ella…le explicó lo que ocurrió y como sentía haberla golpeado…pero una cosa era segura…no sabía si era bueno para ella seguir ahí con ellos.

Fuera como fuera, las tropas con energías renovadas prosiguieron con la marcha, hasta que al fin llegaron al castillo de Whitebell, sin emboscadas, ni demonios…ni inconvenientes. Una vez ahí encontraron al ejercito de la casa real…blanco, repleto de signos religiosos. Sin lugar a dudas eran extraños y daban algo de miedo…pero imponían…y eso era lo importante.

Al final se les acercó un representante…o más bien un comandante.-Gracias por la bienvenida…me llamo Lord Robin Trancy…vengo muy lejos para visitar Whitebell…el es Elyas Morbrand y este es su ejercito.-Explicó con solemnidad.-Por favor…después de ustedes.-Explicó mientras empezaba a seguir al comandante.

La charla de Elyas no fue muy reconfortable y mas o menos fue por donde Robin predecía, pero al menos fue algo corto y corto ciertos malentendidos. Al menos habian recuperado la buena relacion. Por otro lado Jianq tambien se encontraba algo distanciada de Robin tras la explicación que recibio de este, pareciendo tener la misma idea que Robin aunque como ambos estaban alejados del otro no era facil saberlo.

Sin embargo en este momento Robin no podia planear mucho en ello con el ejercito blanco enfrente y su comandante. “Supongo que no es una visita informal. Lord Morbrand nos informo que vendria su heredero hacia aquí, para ayudarnos con un invitado en nuestra casa.” Comento el hombre tras inclinarse con respeto hacia ambos hombres. “De cualquier forma por favor siganme solo los nobles en su comitiva.”

Dicho esto y sin una presentación por parte del comandante, ambos nobles acompañados por un noble muy menor de vasallo de la casa Morbrand siguieron al hombre de blanco hacia el castillo. El castillo no se encontraba en un lugar de acceso facil para un ejercito, estando arriba de una pequeña montaña los habitantes de este podrian detectar fácilmente a cualquier ejercito que viniera y ademas habiendo un unico camino que subia por la montaña para ingresar al castillo todo se volvia mucho mas facil para los defensores. Pero como Robin y los demas venian como visitantes no se debian preocupar por ello.

Al ingresar varias campanas sonaron en una iglesia cercana en una forma de recibirlos, aunque la forma mas importante parta recibirlos fue la familia noble saliendo hacia el pequeño patio donde los habia llevado el comandante. La familia tenia un padre, madre y tres hijos (dos hijos y una hija) que se notaban diferencias en las edades. Junto a ellos habia una pequeña comitiva, con algunos guardias, varios sacerdotes y una joven hermosa que tenia ropas tan nobles como la de la hija del Lord.

El lord era un hombre de edad, aunque parecia conservar su fisico y en sus ojos se notaba una dureza que te hacia recordar a lo que habias visto en su ejercito. De cualquier forma no venia con una armadura si no con lo que parecia como una sotana, que lo hacia ver mas como un sacerdote que como un noble.

“Bienvenidos a mi castillo Soy Lord Hans Whitbell, sepan que tienen mi hospitalidad en mi castillo tanto de mi como de mi familia. Aunque espero sepan no abusar de ella.” Comento el hombre mirando a ambos como si estuviera listo para castigarlos, en parte te recordaba a tu padre por ello. “Por favor bajen de sus caballos y vengan a conocer a una joven importante…” decia mientras hacia un gesto para que la joven se acercara. “Es la hija de nuestro difunto rey. Lady Cass de Trystan” la presento no muy contento pero de forma respetuosa.

La joven se acerco. Era muy hermosa con su cabellera rubia recogida y sus ojos azules que no se podian ignorar de ninguna forma, ambos rasgos que el rey tambien tenian y la hacian muy similar a este. Se encontraba vestida con un vestido azul claro que en un principio se veia conservador por su tamaño pero algo de transparencia en este dejaba algo de la figura de ella a la vista. Algo que Robin no habia notado antes era un cetro dorado que ahora tenia en sus manos, señal clara de su reinado por estas tierras.

El comandante de las tropas no tardó en girarse y guiar a los nobles hasta el castillo…era una buena zona en verdad, los demonios sufrirían grandes perdidas si intentaban atacar aquel lugar…un único camino era fácil para defender…solo necesitarían barricadas y muchos arqueros.-Hmmm…-Robin cabalgaba pensativo, viendo todo aquel escenario con curiosidad y decisión…aquel lugar podría ser su respuesta a todo.

Escuchaba el cantar de las campanas mientras eran llevados al patio del castillo, donde se encontraban lord Whitbell…y su familia. El padre de la familia parecía ser bastante fuerte, Hans Whitbell…en cierto modo era como su padre, duro, inflexible…y no se cortaba ni un pelo.-Gracias por la bienvenida Lord Whitbell…me aseguraré de no abusar de su hospitalidad.-Exclamó con cortesía mientras bajaba del caballo y se inclinaba ante aquel hombre. Tenía que ser respetuoso si quería su ayuda…y por ultimo le presentó a la hija del difunto Rey, Cass…una belleza rubia de ojos azules…y con el cetro del Rey, lo que significaba autoridad sobre todos los demás.

Robin se acercó con cuidado a ella y se arrodilló en el suelo, agarrándole la mano y besándosela en el proceso. -Alteza…es un placer conocerla…yo soy Lord Robin Trancy…-Susurró mientras hacía uso de sus modales y se ponía de pie a una distancia prudencial de ella, a fin de cuentas era la nueva reina…había que andarse con ojo.

Cass se dejo tomar de la mano sonriendo divertida, e incluso empezó a reír con cierto nerviosismo mientras negaba con la cabeza saliéndose del protocolo esperado por alguien de su posición. Incluso parecia mas infatil y de un origen que no tenia mucho que ver con su cetro o ropa.

Lord Whitbell se acerco a ambos con un rostro mas serio del que uso para recibir a Robin. “Me disculpo mi señor, no fue educada como corresponde aunque nuestra casa se esta asegurando que eso cambien cuanto antes.” Dijo impidiendo cualquier palabra por parte de ella. Tras un corto silencio donde el rostro de la nueva reina se pusiera mas seria, el Lord termino de presentar el resto de su familia a sus invitados.

Al terminar las presentaciones volvio a enfocarse en ellos  y asintio a un pensamiento propio. “Se les guiara a unas habitaciones para cada uno. Espero que puedan descansar un poco pero pronto iniciaremos una reunion para decidir que hacer. Ya va siendo hora de devolver el golpe a estos demonios infernales.” Propuso el hombre quedando con su atención en Robin.

La muchacha parecía estar algo nerviosa, pero tampoco actuaba según el protocolo…y aquello era extremadamente raro. “Aquí pasa algo…”pensó Robin un tanto extrañado mientras el hombre se disculpaba por aquello.

-Entiendo…supongo que luego hablaremos usted y yo…si me lo permite mi señor.-Exclamó con tranquilidad mientras veía como la “reina” recuperaba la compostura mientras le presentaba al resto de la familia. Pero al terminar exclamó que tendrían una reunión para decidir que hacer para pelear contra los demonios. Robin asintió con firmeza.-Si me lo permite señoría…tal vez podamos hablarlo ahora…si no es molestia claro, creo que cuando antes quitemos ese asunto de la mesa…mejor podremos descansar todos.-Le sonrió con una leve reverencia.

El lord se lo quedo mirando un buen rato, junto a sus acompañantes y finalmente asintio. “Tiene toda la razon hay que reunir el consejo de guerra. Luego hablaremos en solitario si desea.” Dicho eso miro a su comandante. “Guíalos hasta la sala de guerra. Yo los acompañare en unos minutos.”

El comandante hizo una leve reverencia, para luego pedir a Robin y compañía que les acompañaran. Tras unas cortas despedidas se metieron en el hogar de los Whitbell, con sus paredes blancas y casi inmaculadas, la unica decoración que habia eran pinturas de varios relatos religiosos aunque tambien habian algunos historicos como la creación de la casa pero parecia faltar la leyenda de los heroes al parecer. Tras varios pasillos y subir un par de pisos llegaron a la sala de guerra, en ella se encontraba una mesa de gran tamaño en la que el comandante apoyo un gran mapa del continente. Habia unas trenta sillas para que un grupo grande se sentara alrededor de la mesa aunque por el momento eran solo cuatro.

Tras unos minutos aparecio el lord, su unico hijo y la reina que no parecia muy emocionada de estar alli pero tampoco sentias que tuviera opción con el Lord posicionado detrás de ella. Pronto llegaron tres caballeros mas, otros comandantes nobles según la explicación de Hans.

“Bien ahora que estamos todos reunidos. Nuestra reina es muy joven y no tiene la habilidad marcial de otras reinas, por lo que antes que nada deberiamos decidir donde se quedara mientras enfrentamos a los impios.” Dijo rapidamente haciendo una señal con la mano a la reina para pedirle o mejor dicho exigirle silencio mientras él hablaba. “Sugiero que se quede aca para terminar con su adoctrinamiento. Debemos edcucarla para que sea una reina adecuada sino nadie la seguira.” Comentaba centrandose en un punto que consideraba importante antes de ir al tema de los demonios.

“Por otro lado deberiamos saber cuantos soldados contamos.” Dicho eso miro a ambos nobles esperando una respuesta.

Elyas señalo en direccion a donde atendian a los heridos. “Junto a ello tenemos mas ejercito, pero no lo usamos porque nuestra idea era llegar rapido aquí.” Aclaro el noble que no iba a quedar debajo del otro Lord. “Tenemos mucha soldadesca  esperando a que los convoquemos.”

“Respecto a donde queda la Reina…creo que ella deberia elegir, si bien este es un lugar seguro podria haber cultistas haciéndose pasar por gente normal esperando a que nos confiemos o la dejemos sola para atacarla. Tambien podria hacer alguien poseido aquí.” luego miro a Robin pidiendo un poco su apoyo. “Robin sabe de lo que hablo.”

El recuerdo no fue agradable para Robin, por lo que se puso a pensar en los soldados de su casa. Los Trancy no era menos guerreros que otras casas, pero el problema estaba en si su padre le podria movilizar tropas aun con su hermano supuestamente vivo.

El lord al final accedió a hablar sobre lo ocurrido, llevándoles a el y a sus acompañantes hacia el interior del castillo…era un lugar bastante religioso, lleno de iconos, paredes blancas y ese aire de…”pureza”…típico de una iglesia o un lugar de culto, inspiraba seguridad…calma, tranquilidad…se sentía seguro ahí…como si tuviera esperanza de poder ganar a los demonios, como si pudiera con todo aquello…Tranquilamente siguió al lord hasta la sala en concreto, donde tocaba hablar del asunto.

Lo primero fue hablar sobre la reina, luego los soldados…Elyas fue el primero en hablar, explicando que tenían bastantes soldados y opinó respecto a la reina. Robin no tardó en quedarse en silencio, cerrando los ojos y reflexionando, hasta que al fin decidió hablar.

-Mi familia tiene soldados…pero tendría que enviar una carta a mi padre para pedirle su apoyo en la guerra.-Explicó con tranquilidad.-Pero…he de decir una cosa…y creo que es bastante importante respecto a la reina…-Dicho eso respiró con fuerza y se cruzó de brazos.-En todas las guerras…los soldados necesitan a un líder, alguien inspirador, que les guie y les de ánimos para luchar…algunos tienen estandartes, otros generales…pero tenemos en nuestra mano a un miembro de la familia real…yo no la dejaría aquí por las razones que ha dado Elyas…sería más prudente que viajara con nosotros…y podría inspirar a los soldados con su presencia.-Exclamó con seriedad.

“Mis mensajeros estan a vuestro servicio.” Les informo a ambos ante la muestra positiva de ambos por las tropas que podian presentar.

Aunque al parecer empezo con eso porque le era el tema mas simple para lidiar ahora mismo. Se notaba que no le agradaba mucho las sugerencia de ambos, lo que en si contrastaba bastante con la sonrisa animada de la reina que solo se achicaba cuando Hans la miraba.

“La reina no esta preparada para hacer la elección, le falta mucha preparación.” Afirmo como si sentenciara el fin de la discusión y como si le diera una orden a ella antes de volver con ambos caballeros. “Si les soy sincero no creo que los soldados nuestros necesiten de su inspiración, ellos deben saber lo que hacen y deben obedecer nuestros comandos.” Expresaba con una dureza de un autoritario.

“Ademas saben de donde viene nuestra princesa? Viene de la lujuria de nuestro fallecido rey, de su imposibilidad de ser fiel con su mujer y los dioses. Ella es una bastarda, todos lo saben por eso no es necesario mostrarla.” Dijo al final manteniendo su mirada juzgadora en ella. La reina se veia mas chica en ese momento y mas roja tal vez de vergüenza o enojo. Elyas por su lado quedo sorprendio por su honestidad y el pequeño noble tambien, dejando solo al hijo del Lord Whitbell con cierta indignacion que no se atrevia a expresar.

Lord Whitbell accedió a dejarles mensajeros pero su cara pareció cambiar cuando hablaron respecto a la reina, argumentando que no estaba preparada, que le faltaba preparación y diciendo que una bastarda no inspiraría a nadie y más sabiendo lo que hizo el anterior Rey. Robin no pudo evitar tensarse y fijarse en que tanto la reina como el hijo de Whitbell estaban un tanto indignados con aquellos argumentos.

-Mi señor…si esa es la autentica reina, la que se sentará en el trono cuando venzamos a los demonios, ¿cree que es conveniente hablar así de ella?...¿como si no fuera nada más que una mera bastarda?...la sangre real corre por sus venas y el ejercito de Morbrand y yo hemos venido aquí por ella, porque es la ultima esperanza de la humanidad. La mujer que puede unir a los reinos bajo una sola bandera…-Explicó con una calma inusual, intentando mantener la compostura.

-Si la reina se queda encerrada aquí, como una prisionera…¿Qué cree que pensarán las otras familias?, ¿Qué pensarán los hombres?...¿Lord Whitbell la tiene encerrada en contra de su voluntad?...¿porque no hemos visto aun a la reina si vamos a pelear por ella?, ¿Por qué vamos a pelear por alguien que ni hemos visto o conocido?...¿y si en verdad no existe?, ¿y si no hay ninguna reina?, ¿y si todos somos carnaza para morir en esta guerra mientras los ricos se hacen más ricos?.

Rpbin chasqueó la lengua.-¿Entiende a que me refiero con todo esto?...en tiempos de guerra y necesidad se necesita algo más que mano de hierro, la gente suele desconfiar, pensar lo que no es y más si no tienen pruebas de que se preocupan por ellos.

El hombre miro con enojo a Robin mientras este defendía a la reina. “No hay que engañarnos Lord Robin, todos aquí sabemos el origen de ella y probablemente todos los lord afuera de esta reunión también. Por lo que lo que aunque le corresponde algo de respeto por la sangre que tiene, su origen es algo con lo que tendra lidiar toda su vida.” Comento sentenciando eso como su postura absoluta en aquel tema. “De cualquier forma sepan entender que este trato con ella es por su propio bien, que todos aca sabemos como salio su padre.” Agrego recordando a todos sobre el anterior rey, uno considerado un mediocre por muchos.

Fue ante las preguntas para meditar que dio Robin que el Lord parecio aligerar un poco su embestida quedándose pensando en lo que decia Robin. “Si el resto del consejo quiere hacer que viaje con nosotros entonces se hara. Solo que no esperen que yo este de acuerdo con ello, ya que como dije no esta preparada.” Comento aceptando finalmente las palabras de Robin, mientras la reina parecia mucho mas contenta sonriendole a Robin.

Lord Whitbell parecía un tanto…reluctante y cabreado con Robin, parecía molestarle que el chico intentara tratar a la princesa como un autentico ser humano, ¿tendría sus motivos?...¿no podía ser solo el hecho de estar cuidando a aquella chica, verdad?...ya le parecía bastante extraño aquella reacción de la princesa en el patio, parecía muy…aniñada, muy infantil, ¿sabría sobre la guerra?...no importaba.

-Sin duda el antiguo Rey no fue amado por muchos…pero era nuestro Rey y ahora su hija es nuestra Reina mi señor…tendremos que ir con cuidado e intentar…cuidarla dentro de todo lo posible.-Argumentó con un tono tranquilo y cálido. Pero al fin el otro señor decidió acceder, pero solo si e consejo estaba también conforme con la decisión, terminando aquello con una reina contenta y sonriente.-Gracias por su comprensión milord.-Explicó con calma.-Entonces…¿Cuál sería el plan?...cuando reunamos los ejércitos avanzamos contra la ciudad…¿o vamos liberando poblados y castillos?...-Preguntó levemente.-Yo…tengo algunos asuntos importantes que atender en los bosques cercanos a las montañas…Algo realmente importante en mi opinión, pero tenía que venir aquí a explicar todo lo posible y ayudarles.