Partida Rol por web

- Joder... No lo sé, pero deberíamos salir un momento ahora que aún estamos cerca de la entrada. Este aire nos va a matar si no recuperamos fuerzas y morir así no entra en mis planes de futuro. Desde la puerta tenemos cobertura y algo de aire mejor, viendo perfectamente lo que pueda venir hacia nosotros desde el interior. - Dice con la voz cascada, sudoroso y un poco pálido-verdoso por culpa del malsano aire.

Mira con disgusto el tunel.

A mi tampoco me hace gracia meterme ahí.- dice trabajosamente.- pero lo mejor es terminar esto cuanto antes y salir por piernas antes de que esas criaturas decidan ir en masa a por nosotros.

"Me cuesta respirar... me ahogo" A pesar de las dificultades que tiene para respirar, Cimbria sigue caminando... hasta que el grito que proviene del fondo del tunel hiela su espalda y la obliga a detenerse... Las imagenes de una criatura arrancando caras, se mezclan vertiginosamente con la aberrante criatura que acaban de matar, mientras las palabras del Guardia Imperial y sus descripciones se entremezclan con sus propios jadeos y expectoraciones... a duras penas, consigue dar el alto a su grupo y echar rodilla tierra. El sudor se mezcla con la mugre dandole el aspecto de una desconsolada Madonna...

"¿Retroceder?" Cuando el resto de sus hombres se platea una retirada estrategica, los labios de Cimbria se endurecen hasta formar una fina linea "Estamos muy mal... hay hombres heridos... este hedor es espantoso" La acolita se seca el sudor de la frente con el reves de su mano...

"Ishmael, conseguisteis granadas del intendente, ¿verdad?. Colocad un par de ellas en el tunel de la derecha, a modo de trampa. Si alguien intenta sorprendernos por detras cuando exploremos el tunel de la izquierda, se llevara un buen chasco. Cuando termineis, nos replegaremos a la entrada de este complejo, a la esclusa, para rearmarnos y tomar aire. Comeremos algo y beberemos un poco de agua" Despues volveremos y exploraremos el tunel de la izquierda... ¿preguntas?

Casi ahogada por la retahila que acaba de soltar, Cimbria vuelve a escupir moco y flema... mezclado con un poco de bilis vomitada.

Preguntar no es lo mío. Cubridme..-exclama tras recibir las órdenes de la acólita. Poco después, rebusca en su mochila y saca dos granadas de fragmentación, junto con los utensilios necesarios para fabricar una buena trampa con la que volar por los aires a cualquier bestia que se atreva a acercarse al grupo.

Xanthia se siente cansada y la cabeza le duele ante el hedor insorpotable.

Joder, ¿estamos tontos o que? Tenemos cuatro granadas que deberíamos dejar para las emergencias. Además que no soy ingeniero, pero me da a mi que no es saludable tirar explosivos en estas grutas. Como se atasque la cagamos pero bien.- señala a la puerta.- si queréis descansar, por mí adelante. Yo tampoco me encuento bien, pero dejad de fastidiarla con las granadas.

No es mi puta culpa, ¿sabes? Aquí el ambiente me está asfixiando, no es el lugar idóneo para trastear con explosivos. Y encima esta puta mierda....-desprecia una de las granadas-Juro por mis muertos que se las meteré por el culo a ese intendente cuando salgamos de aquí.

Después de blasfemar y soltar improperios, se incorpora y observa a sus compañeros.

Si queréis descansar, hacedlo. Yo cubriré el túnel. Que alguien se quede conmigo y ya está.

"Yo me quedaré contigo, colega. Estoy sano como nunca"

Os turnáis para tomar aire fuera de la compuerta que da acceso a Los Rotos. No es que al otro lado de la pesada puerta huela a perfume precisamente, pero al menos no da la sensación de estar respirando metido en una sopa de flemas y polvo metálico.

El calor sigue siendo insoportable, pero os sirve para retomar fuerzas. Inhaláis por última vez antes de internaros más adentro de Los Rotos y averiguar de una vez por todos sus secretos.

Camináis bajo la luz verde con más cuidado que antes. La tensión es tal que podéis coger un trozo y mascarlo como si fuera tabaco. Os echáis miradas de cuando en cuando de forma casi inconsciente, como si tuvieráis miedo a que cualquiera de vuestros compañeros fuera a convertirse de un segundo a otro en una enorme bestia caníbal.

Giráis por el recodo y observáis que este túnel es diferente del resto; ha sido recubierta por placas de metal. Es posible que se pensara hacer lo mismo con el resto de ramales, pero por motivos que se os escapan, se quedaron aquí. El metal es viejo y el óxido lo salpica de forma irregular. Los números que antaño mostrara han quedado cubiertos por mugre y manchas de todo tipo. Suponéis que se trataría de algún sistema para identificar los diferentes corredores y poder orientarse en este infierno de roca y polvo. Al final del pasillo, que termina aquí mismo, hay una puerta a mano derecha; una compuerta cerrada a cal y canto. A la izquierda se abre otra habitación. A pesar de la oscuridad reinante, algo relumbra al final de la misma; un fulgor amarillento que contrasta con el verde de las luces.

Ishmael se acerca con cautela a la entrada de la habitación de la izquierda, pero sin llegar a entrar. Hace un barrido con su linterna hacia el interior de la estancia, con la intención de ver qué es ese brillo amarillento.

Pero... ¿qué coño?

¿Qué demonios es eso?.-susurra al grupo.

Xanthia se mantiene un par de pasos por detrás de Ishmael apuntando a la oscuridad con su pistola.

Praetus se siente bastante mejor tras haber podido tomar algo de aire limpio y pdoer disfrutar de una barrita de lho en condiciones, pudiendo disfrutar su sabor sin notarlo podrido ni corrupto.

Cuando escucha a Ishamel murmurar busca con la mirada a ver qué puede haber alterado así a su compañero.

El aire menos cargado de la esclusa permite a Cimbria reorganizar sus pensamientos. Se fuerza a mantener una respiracion mas pausada, para alejar los hereticos y derrotistas pensamenientos de antes. uan vez parece que todos estamas tranquilos, ordena recoger el campamento, mientras termina de mordisquear una barrita de lho bastante machacada.

Junto con sus compañeros vuelve a sumergerse en la miasma de los tuneles, y se interna en el corredor de la derecha, para encontrarse las extrañas y oxidadas placas de metal. Cuando llegan a la bifurcacion, se queda pensativa, sin saber muy bien que camino tomar...

Ese fulgor dorado... ese olor característico, como a cordita y vómito... ¡Promethium! Un líquido inflamable y muy volátil. Un par de tanques de eso y mandaréis al carajo todo el sistema de túneles. Es bastante utilizado en labores de minería pero es muy peligroso, hay que manejarlo con cuidado. Si entráis en la habitación será mejor que a nadie se le escape un mal tiro...