Partida Rol por web

Estado Alfa 2.0

CAPITULO PRIMERO: ¿Sueñan los Avatares con ovejas electrónicas?

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02/06/2014, 04:17
DIRECTOR F

Recepción

Son recibidos por personas ataviados de blanco y mascaras en una sala sin ventanas a quienes según el procedimiento les entregan sus vestimentas y pertenencias, a cambio visten una prenda de neopreno que se ajusta al cuerpo y controla sus signos vitales. Luego pasan al cuarto de descontaminación. Allí estarán algún tiempo antes de proseguir a la sala de Avatares, el sitio final de Estado Alfa.

  

La sala de descontaminación es un amplio lugar sin paredes cuya decoración se viste de un blanco fantasmal donde un único sonido similar al de abejas llena el lugar. Cada candidato entra por turnos y desde distintos puntos de acceso que luego se desvanecen en el horizonte indefinido.

De repente, algo llama su atención... en el medio de la nada se enciende una pantalla, una bella mujer comienza a hablarles…

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02/06/2014, 04:28
Louise RavensWorth

Bienvenidos a estado alfa, mi nombre es Louise Ravensworth CEO de Mobius Corporation y creadora de este innovador y sofisticado proyecto. Antes de comenzar con la explicación de estado alfa quisiera mostrarles la transparencia en cuanto al compromiso y responsabilidad por parte de Mobius hacia uds, aquí figuran en el listado sus nombres y los números de cuentas correspondiente a cada uno con el monto acordado en el contrato que han firmado con anterioridad, a partir de este momento señores son millonarios. Como diría mi padre, “cuentas claras conservan la amistad” por tal motivo darle vida a estado alfa es contar con su incondicional confianza. Deben tener en cuenta algo muy importante antes de comenzar a disfrutar del estado rem, uds han sido elegidos entre miles de aspirantes  porque sus rasgos de personalidad fueron una inspiración para este proyecto, por esa razón fueron sometidos a exámenes exhaustivos de todo tipo comprobando mi intuición femenina de que eran los elegidos. Sean conscientes de que por unas cuantas horas de sueño podrán disfrutar de los placeres del mundo onírico con absoluta tranquilidad, reserva y atención especial, tenemos un servicio de atención médica en todo momento supervisando sus signos vitales, brindando el cuidado que se merecen por ser tan especiales y participes de algo que revolucionará el mundo de la ciencia y el entretenimiento. Somos una empresa que se preocupa por el bienestar de las personas por lo tanto podrán olvidarse de las vicisitudes del mundo real. Cada uno dispondrá de un lugar personalizado contando con tecnología avanzada simulando un ambiente ideal para conciliar el sueño. Todo lo que suceda aquí será dirigido y supervisado por quién les habla, seré una participante más en este proyecto actuando con profesionalismo, guiándolos hacia el cumplimiento de los objetivos que hemos propuesto para que estado alfa sea un éxito. Recuerden que soñar es un bien preciado y Mobius Corporation les concede ¡la posibilidad de disfrutarlo! ¡Bienvenidos Soñadores!

Notas de juego

Luego del anuncio no hay nada que hacer salvo esperar. Pueden comenzar a describir sus personajes y hacer sus presentaciones…

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02/06/2014, 10:07
Evan Banks

Evan llegó al complejo en un gran... GRAN coche negro, uno de esos modelos de aspecto antiguo, como de principios del siglo XXI, que pueden rodar y volar. Por supuesto cristales tintados y esa pintura antiácida para que siempre luzca impecable, y seguramente unas cuantas cosas más. Los flashes de los fotógrafos no captaron al millonario pues se bajó del coche ya en el párking, y su cuerpo de seguridad, que viajaba en dos pequeñas pero intimidantes aeronaves impidieron el paso a los periodistas ya a pie de calle con duras miradas mientras empuñaban armas largas.

La seguridad era siempre lo primero para Evan. Comodidad, sí, pero seguridad. Al millonario no se le había visto en fotos ni había dado ninguna entrevista sobre sus motivaciones para entrar en semejante prueba. Mucha gente pensaba que algo podía salir mal, ¿Porqué un millonario se arriesgaria a la primera generación de un experimento? Bien, una forma de llamar la atención, pero estaba claro que el sr. Banks no pretendía llamar la atención, ¿Entonces, qué? 

Quizá tuviera un sueño...

Ya en el garaje, antes de bajar del coche dio algunas instrucciones a su secretaria y le entregó una tarjeta de memoria con sus quehaceres mientras él estuviera realizando el experimento. Salió del coche y con un toque en un lateral sus gafas se aclararon hasta quedar de nuevo transparentes. Su pose, estudiada, era erguida y tranquila, con las manos a la espalda que solo movió para alisarse el traje antes de acompañar a quien le guió hasta la sala de avatares.

Por el camino hizo pocas preguntas y observó mucho. Miró a sus compañeros de viaje, y lo que opinaba de ellos, bueno o malo, se lo guardó sabiamente para sí. Su postura, relajada pero digna, se mantuvo todo el tiempo. Por supuesto, saludaba con la cabeza a los compañeros, educadamente, pero por ahora parece que no tenía interés en iniciar una conversación.

Miró un par de veces el reloj (sí, un reloj de pulsera...) hasta que les llamaron para vestirse con aquellos trajes. Le fastidió un poco tener que despojarse de todas sus cosas para ello, pero por supuesto nada dijo al respecto. Mientras atendía a la publicidad de Möbius, una inquietud impaciente se empezó a dejar ver en los gestos de sus manos tras la espalda, y ninguna exclamación de alegría o sorpresa cuando mostraron el ingreso en las cuentas.

Se apagó la pantalla y Evan dejó ir aire con un suspiro, se removió un poco y relajó la pose, tratando de mantenerse calmado durante la espera. 

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02/06/2014, 10:44
Evan Banks
Sólo para el director

Evan llegó al complejo en un gran... GRAN coche negro, uno de esos modelos de aspecto antiguo, como de principios del siglo XXI, pero que pueden rodar y volar. Por supuesto cristales tintados y esa pintura antiácida para que siempre luzca impecable, y seguramente unas cuantas cosas más. Los flashes de los fotógrafos no captaron al millonario pues se bajó del coche ya en el párking, y su cuerpo de seguridad, que viajaba en dos pequeñas pero intimidantes aeronaves impidieron el paso a los periodistas ya a pie de calle con duras miradas mientras empuñaban armas largas.

La seguridad era siempre lo primero para Evan. Comodidad, sí, pero seguridad. Al millonario no se le había visto en fotos ni había dado ninguna entrevista sobre sus motivaciones para entrar en semejante prueba. Mucha gente pensaba que algo podía salir mal, ¿Porqué un millonario se arriesgaria a la primera generación de un experimento? Bien, una forma de llamar la atención, pero estaba claro que el sr. Banks no pretendía llamar la atención, ¿Entonces, qué? 

Aunque se había tomado muchas molestias para parecer absolutamente otra persona, desde cirugía, peinado, estilo de vestir y de actuar, solo habían pasado cinco años desde la hecatombe del narcotráfico y si alguien de la policía se había ido de la lengua, podría tener docenas de mercenarios yendo a la carrera tras su cabeza. De ahí ese despliegue tan importante de seguridad.

Tiffany. Dijo a su secretaria. No sé cuanto voy a estar incomunicado ahí dentro, espero que sea poco. Mientras tanto, ocúpate de mis asuntos... tengo confianza en que podrás llevarlos el tiempo que sea necesario. 

Ya en el garaje, antes de bajar del coche dio algunas instrucciones a su secretaria y le entregó una tarjeta de memoria con sus quehaceres mientras él estuviera realizando el experimento. Salió del coche y con un toque en un lateral sus gafas se aclararon hasta quedar de nuevo transparentes. Su pose, estudiada, era erguida y tranquila, con las manos a la espalda que solo movió para alisarse el traje antes de acompañar a quien le guió hasta la sala de avatares.

Interesantes instalaciones... tomaré nota para mi propio cuartel general..

Por el camino hizo pocas preguntas y observó mucho. Miró a sus compañeros de viaje, los observó con atención tratando de averiguar sobre ellos, aunque lo que opinaba de ellos, bueno o malo, se lo guardó sabiamente para sí.

Sintechos desesperados buscando dinero algunos, la mayoría parece gente que puede mantenerse a sí misma... aventureros en busca de emociones, o gente buscando fama y dinero... Alguno podría resultar interesante de conocer, pero... ya habrá tiempo.

Su postura, relajada pero digna, se mantuvo todo el tiempo. Por supuesto, saludaba con la cabeza a los compañeros, educadamente, pero por ahora parece que no tenía interés en iniciar una conversación.

Miró un par de veces el reloj (sí, un reloj de pulsera...) hasta que les llamaron para vestirse con aquellos trajes. Le fastidió un poco tener que despojarse de todas sus cosas para ello, pero por supuesto nada dijo al respecto. Mientras atendía a la publicidad de Möbius, una inquietud impaciente se empezó a dejar ver en los gestos de sus manos tras la espalda, y ninguna exclamación de alegría o sorpresa cuando mostraron el ingreso en las cuentas.

Creo que va a ser la primera vez en tres años que tenga el teléfono a más de tres metros...

Se apagó la pantalla y Evan dejó ir aire con un suspiro, se removió un poco y relajó la pose, tratando de mantenerse calmado durante la espera. 

Joder... qué ganas tengo de que empiece esto ¿Para qué hacer esperar tanto? Disimuladamente, trató de rebajar la tensión admirando los cuerpos de algunas de las féminas del equipo, embutidos en el neopreno.
Esto promete...

Notas de juego

Versión para los directores.

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02/06/2014, 13:44
Director

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02/06/2014, 14:46
Iori Akiba

Voy en mi auto, escuchando música sin pensar, entro al estacionamiento de Mobius Corporation, dejo mi auto en un lugar bastante seguro, bajo del mismo y acomodo mi vestido. Camino hacia la entrada principal y observo una multitud de personas, entre ellos están los medios de comunicación, protestantes, fanáticos, etc, por suerte paso desapercibida porque no soy la mujer que buscan, otra razón es que al ser asiática portando una actitud un tanto “hostil” para ellos es lógico que no les interese. Me anuncio en mesa de entrada, recorro las instalaciones hasta que llego a la sala de descontaminación, por ahora todo muy mecánico y un tanto detallista. En mi mente vuelan algunas ideas un tanto maliciosas si tuviera la posibilidad de destruir esto, pero realmente ese no es mi objetivo.

Dejo mis vestiduras, observo el traje un tanto admirada, es perfecto para realizar artes marciales, muy cómodo y ajustable a mi cuerpo, por suerte me mantengo en forma. Un asistente me acompaña hacia una puerta y me indica que pase, al ver el color blanco del lugar me invade una sensación un poco morbosa por parte de Louise Ravensworth, realmente hay que estar muy desequilibrado para crear un lugar así donde uno realmente se siente como rata de laboratorio, lo que unos millones de dólares te permite hacer es increíble.  Luego de chequear exhaustivamente el lugar, noto que no estoy sola, me imagino lo que habrá pensado cuando hablaba un poco impresionada dentro de este lugar, bueno que importa… la sensación es tétrica. Observo que está en la misma situación que yo, pero no tiene intenciones “aparentes” de dialogar, esbozo un suspiro y me siento en el piso… Veremos qué pasa con el resto de las “ratitas”…

Cuando de golpe se enciende una pantalla y escucho atentamente la publicidad de Louise no puedo evitar reirme a carcajadas, tantas mentiras juntas nunca he escuchado, pero siempre ella suena tan amable y segura... Menos mal que el propósito de estar aquí dentro es grande y me hará millonaria, sino estaría muy cómoda disfrutando de un viaje a las bahamas pensando en mis futuras contrataciones.

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02/06/2014, 14:52
Usuario_00432

Ha llegado el día, por fin... Ya me había pasado todos los videojuegos memorables de los últimos 10 años y me estaba empezando a quedar sin opciones. 

Antes de salir de casa, observo en las noticias toda la marabunta de periodistas que están en la entrada del edificio, esperando como buitres a que aparezcan sus presas. Mientras pienso en la mejor forma de llegar allí, le dejo una nota a mis padres, la cual dudo que lean, diciendo que estaré fuera unos días. Tras esto voy a mi habitación a prepararme y me pongo en marcha.

[...]

Desde la distancia puedo observar a los periodistas, agolpados en la entrada esperan a que lleguen los grandes cochazos y los elegidos para aquel experimento. Aunque cada vez estoy más cerca, apenas atraigo un par de miradas, las cuales, al verme, enseguida retiran la mirada buscando a sus presas. Total, ¿quién se va a fijar en un chico de dieciocho años montado en un bicimotor y con un uniforme de repartidor? A veces la mejor forma de ocultarse es colocarte ante sus propios ojos. Están buscando gente millonaria, tal vez personas excéntricas o con infinidad de implantes biológicos, no a un joven que solo trae un paquete a una gran multinacional. 

De manera que me escabullo entre ellos sin que se fijen en mí hasta que cruzo las puertas de entrada del edificio. Una vez dentro, me acerco a la recepción y entrego mi acreditación como sujeto del proyecto alfa. 

Mientras me acompañan por el edificio hasta mi destino, me voy fijando en todo lo que hay a mi alrededor: puertas, ventanas, mostradores, la gente que hay... Todo me recuerda demasiado al prólogo de uno de los últimos videojuegos que he jugado, y en la mayoría, el primer capítulo consiste en salir del lugar en el que previamente te han metido.

Sin poner oposición alguno, dejo mis cosas y me cambio. Me fijo si las personas que me acompañan llevan llaves, tarjetas de seguridad o alguna identificación. Hasta que al fin entro en aquella sala blanca y veo el video de la "diseñadora" de aquel proyecto. Sin duda, si estuviéramos en un videojuego, ella sería el jefe final al que habría que matar. Mientras que el resto de personas que hay en la sala podrían cumplir diferentes funciones, como la de ayudante del héroe, contactos, aliados o incluso enemigos en algún momento de la aventura. 

¿Qué sería mejor? ¿Mantenerme en pie y aparentemente nervioso? ¿Apoyarme contra la pared y adquirir una imagen paciente? ¿Sentarme y mostrarme aburrido?... Por desgracia, todos estamos vestidos de la misma forma, dejandome sin información sobre el tipo de personas que pueden ser. Solo tengo sus caras... 

De manera que por el momento aparentare ser lo que parezco. De manera que me coloco contra una pared y me siento en el suelo, con las piernas cruzadas, esperando a que el "líder" del grupo de el primer paso. 

Notas de juego

Tenemos a Tony Stark, a Moira Queen, ¿qué será lo siguiente? 

Todo esto me recuerda demasiado al primer Assasin Creed XD

Pues eso, el joven de 18 años de la sala (no sé si seré el más joven) se sienta en el suelo a esperar. 

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02/06/2014, 15:30

Zack llega tranquilamente en su moto y aparca en la puerta.

Tenía ganas de participar en este programa, quería conseguir el dinero para conseguir su sueño. Estaba ya harto de estar siempre metido en problemas y follones, recibiendo amenazas tanto de sus jefes como de aquellos contra los que trabajaba.

Caminó con decisión por las instalaciones, sin prestarles demasiada atención puesto que no eran importante para su objetivo. Su paso, firme y rápido, en alguno ocasión le llevo a caminar por delante de sus guías y tener que detenerse para volver sobre sus pasos. Era algo común para él ya.

Al cambiarse, como acto reflejo comprueba la respuesta del traje a los movimientos corporales y se sorprende gratamente: es muy flexible y responde maravillosamente a los movimientos corporales. Basado en sus conocimientos sobre ropa deportiva y militar de alto rendimiento, sólo este traje puede costar un auténtico dineral...

Si ésto es sólo el traje, no me extraña que la paga sea generosa. Deben haber invertido una cantidad grotesca de dinero en este proyecto...

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02/06/2014, 16:22
Jules Sullivan, forense del FBI

Mire con desgana el reloj,ya era hora de ponerse en camino,metí en el congelador al pobre diablo que había llegado al deposito hacia un par de horas y salí de allí con parsimonia,aun no terminaba de entender muy bien por que había mandado la postulacion para forman parte del proyecto alfa pero ya no se podía hacer nada,por lo menos intentaría disfrutarlo,con suerte podría ir a la edad media y disfrutar un poco viendo la inquisición,nada mas que de pensarlo una pequeña sonrisita se dibujo en mis labios.

Agite la cabeza intentando sacar esos pensamientos y me encamine hacia Mobius en mi destartalado coche,al llegar una baranta de periodistas esperaban en la puerta,gracias a dios pasaron de mi,aun así evite el contacto todo lo posible,esa gente me ponía de los nervios.

Aparque el coche en la plaza del parking mas cercana a la puerta y entre con un poco de reticencia,al hacerlo encontré a un agradable muchacho que me llevo hasta una curiosa sala en la que me dieron un traje que a mi se me antojaba incomodisimo y que me hacia mas bien poca gracia usar,aun así acate sus palabras y tras dejar todas las cosas que llevava encima alli me lo puse.

Tras eso me encamine a la siguiente sala,alli encontré a un pequeño grupo de gente,me fije en ellos levemente e inmediatamente evite su mirada,escuche atenta a la mujer del centro de sala.

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02/06/2014, 16:25
Evans Mayers

El sueño de todo ladrón.

¿Qué eran los sueños? Los sueños eran simples paredes que nos impiden alcanzar lo que verdaderamente uno quiere. Con un gesto serio dibujado en sus labios, miró con calma el gran reloj de plata que llevaba en en la muñeca izquierda. Aquel día, como otro cualquiera, Evans Mayers iba vestido con un traje de chaqueta negro, una camisa blanca, una corbata azul y unos relucientes zapatos de color negro comprados en la mejor boutique de todo Italia. Aun era temprano.

Los nervios, no solían atacar al joven ladrón de guante blanco. La verdad era, que el pulso no le había temblado nunca y aquel día no iba a ser para menos. La noche, la había pasado entre copas y putas en un antiguo motel de la ciudad. Escondido tras la máscara de buen compatriota, se alzaba otra. Una máscara oscura, con años de experiencia. Evans, era un analista en estado puro. Sabía perfectamente lo que pasaba a su alrededor y sobre todo, quien lo miraba. Era hombre de pocas palabras. Se dice, que quien habla poco, por su mente cruzan miles y miles de ideas. Y Evans, era una de esas personas. Serio, callado. Aunque tuviera que ser un hipócrita siempre regalaría una sonrisa a quien pudiera beneficiarlo. Todo un jugador experimentado. Todo un vitalista encerrado en el cuerpo y la mente de un loco.

Las horas pasaban y las manecillas del reloj seguían con su trabajo habitual. El "tic-tac" se clavaba en sus oídos mientras como "el colirio" (nueva droga futurista) le caía por las cuencas oculares. Al instante sus ojos se inyectaron en sangre mientras volvía de nuevo a escuchar las manecillas.

 

........

 

Las manecillas pararon. Había llegado la hora. Con calma se ató los cordones de los zapatos mientras notaba el efecto de la droga desaparecer de su mente. Evans sonrió por última vez antes de salir de su casa. La ciudad era un completo caos. No podía escuchar otra cosa que los desordenados pasos de las personas que iban con prisa a cualquier lado. Con audacia, se fijaba en las carteras, bolsos y maletines al alcance de la mano, recordando los comienzos de todo ladrón. Era muy común ver descuidos así. Él, por supuesto, no iba a coger ninguna de esas carteras tan a mano. Seguramente tuviera más dinero que todas aquellas personas, pero también era cierto, que el instinto nunca se pierde.

No podemos saber, si lo que sabía Evans Mayers eran nervios o no. Cuando entró por la puerta de aquel gran edificio se metió la mano en los bolsillos de sus pantalones de tela y espero, con los ojos clavados en un punto fijo. Las noticias, no tardaron en sucederse. ¿Quitarse la ropa y ponerse aquel estúpido traje? Evans miró con desconfianza al tipo que se llevaba su ropa, su reloj y su cartera mientras pasaba al siguiente escenario.

Casi impresionado, vio la amplia sala blanca que se expandía ante él. Con una media sonrisa dibujada en sus labios entró sin apenas darse cuenta de la gran pantalla que aparecía ante el ladrón. Aquella mujer, como no, empezó a hablar de forma continua mientras Evans se evadía totalmente de toda aquella información.

-"Bla, bla, bla..." -pensaba Evans para sus adentros.

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02/06/2014, 17:02
Dayna Keyne

Había salido de la Mansión Keyne después de dejar un beso en la mejilla de su tío Devan, y una profunda preocupación en su alma.

Pobre querido mío, aún no digiere que yo haga lo que yo quiero.

Pero ella sí estaba segura. Era una locura, cierto, pero una vía. Un camino, una manera. Y aunque todo clamaba que no lo hiciera, no había dudado un segundo. Preguntas, pruebas, nada la había detenido. Iba a formar parte de ese proyecto...

Anduvo, aunque le tomó hora y media llegar hasta el impresionante edificio. No importaba, no tenía otro objetivo. Y degustó el paseo, a pesar del clima, de la semioscuridad, de la miríada de personas que se cruzaban con ella, sus miradas, a veces sus empellones. Olores, hedores. Vida.

La turba de curiosos y de periodistas revoloteaba abajo, ante la entrada, y zumbaba como un enjambre de avispas enfurecidas. Pasó sin detenerse, esquivando, buscando el hueco, encontrándolo. Se había recogido el pelo bajo una viejísima gorra de visera recuerdo de su padre, gastada, de color indefinido. Unos pantalones ajustados, una camiseta. Una chaqueta de cuero encima, no negra, sino marrón, vieja también, era su propio chiste personal. Por aquello de que se consideraba a sí misma una cazatesoros, como aquellos antiguos personajes de novelas caducas, de cuando la Tierra era otra.

Nadie le hizo el más mínimo caso, justo como deseaba. Llegó a la entrada, esas inmensas hojas de cristal que se abrieron como si formaran parte de un inmenso diafragma trasparente. Y entró.

Identificarse, y despojarse al instante de su identidad. Fue lo uno y lo otro, seguido. Se quedó en cueros, anónima, sin aquello que la conformaba, sin sus señales. Y lo siguiente, el traje de neopreno. La sala de blanco, sus compañeros. Los demás Avatares. Los habían unificado, puesto en el mismo saco.

Les miró, uno tras otro, mientras esa mujer hablaba desde la pantalla, contando obviedades insulsas. Cada uno anónimo también. Si no fuera por los ojos, las actitudes, los gestos... hasta que la risa de la mujer asiática marcó un antes y un después.

Dayna supo que ya no había marcha atrás. Y ellos, todos, lo sabían también...

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02/06/2014, 19:43
Samuel Wingfield

Antes de salir de mi departamento, di la última mirada a todo; recordé la última vez que vinieron mis padres, cuando casi incendié el departamento porque quise arreglar por mi mismo el sistema eléctrico, cuando en otra ocasión me traje trabajo a la casa y perdí la información por un apagón, provocado por un cortocircuito en el piso de arriba… esa vez conocí al vecino que vivía allí con su familia. Que curioso que esa situación me llevó a conocerle, a pesar de ya vivir más de 5 años en el mismo edificio,  eso era muestra de lo que me había convertido.

Cuando miré hacia el sillón, también recordé mi última vez con ella... precisamente un mes antes de que me dieran la noticia y cambiara todo para mí.

Es increíble que perdiera tanto tiempo en "prepararme" para conocer el mundo en vez de ir y hacerlo; tanto dinero que guarde y que al final a penas me sirvió para averiguar que era lo que me pasaba...- Pensé en voz alta.

Luego de un suspiro profundo y de dar el último vistazo, me despedí con una sonrisa de lo que fue mi casa, pero no mi hogar.

Baje del edificio y me estaba esperando el taxi. Me subí en el vehículo y me dí cuenta que pronto empezaría para mí, quizás la aventura mas grande de mi vida (la única y la última) y eso hacía que durante todo el viaje, una sonrisa no abandonara nunca mi cara. Esta sonrisa es lo que manifestaba lo que sentía en mi interior, pues desde mi última conversación con el Doctor Eckhart, y luego de unos minutos para procesar la información, tuve una sensación de completa libertad.

Mientras el taxi avanzaba, recordé como mis compañeros de oficina me dijeron que estaba loco, cuando les conté la noticia que me iría; que como una noticia así, podría hacerme sentir libre e incluso feliz. Bueno, ellos no vivían mi vida, por lo que nunca entenderían por lo que estaba pasando.

Viajé hasta una cuadra antes del edificio de Mobius Corporation; caminé has llegar a solo uno 20 metros de la entrada y la escena era de un verdadero circo: periodistas tratando de sacar alguna impresión de los que entraban, vi pasar hombres y mujeres, algunos llegando en sus lujosos autos, otros mas normales, llegando en sus propios vehículos y claro… yo.

Como pude trate de pasar entre ellos, pero nada, parecía que me consideraban un mirón más, como los cientos que habían alrededor que querían ver a los elegidos; miré al cielo, tomé aire y dije en voz alta:

-Permiso amigos, me están esperando para comenzar…- pase entre ellos, mostrando mi mejor sonrisa y saludando a todos.

Entre al enorme edificio, mientras me iban indicando por donde ir, todo era muy limpio, como si se tratara de una película; me hicieron entrar a un salón sin ventanas y los hombres de blanco me entregaron los nuevos atuendos, me vestí y luego de la descontaminación, pude escuchar la bienvenida.

- Espero que esto comience pronto…- me dije a mi mismo, mientras seguía sonriendo.

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02/06/2014, 20:11
Fenx

Fenx se había despertado, como cualquier otro día, en el almacén que compartía con sus compañeros, tras unas pocas horas de sueño. La noche anterior estaba demasiado nervioso y había acabado charlando con Benjamin, su mejor amigo, hasta altas horas de la madrugada. Tenía claro porqué se había propuesto formar parte de aquél experimento, necesitaba el dinero para los suyos, pero había algo más. No pensaba gastar esa fortuna en simplemente vivir, junto con su grupo. Tenían un proyecto, y aunque aún no sabían como llevarlo a cabo, resultaba imposible empezar sin un buen puñado de recursos. Se despidió de sus compañeros, a quienes consideraba sus hermanos, con un largo abrazo y salió del almacén sin más palabras que un "hasta pronto".

A pesar de la notoriedad que había recibido la noticia del proyecto Mobius la ciudad seguía su curso, los consumidores de droga seguían buscando su "chute", los ladrones robaban, la mayoría de gente acudía a sus penosos trabajos con la misma cara de hastío... Fenx se dirigió a su destino caminando tranquilamente, saboreando la realidad urbana que ya formaba parte de su propia esencia.

Al llegar a las instalaciones pasó totalmente desapercibido, cosa que no era de extrañar, pues lucía poco mejor que un vagabundo. Sus ropas estaban desgastadas y tenían algunos parches, si bien eran prácticas y protegían contra las inclemencias del tiempo de aquella ciudad. El único que se percató de su presencia fue el cuerpo de seguridad que al ver su aspecto pretendió hacer que volviera sobre sus pasos -Fuera de aquí.- le espetó un guardia. ¿Quién se ha creído que es este perro? pensó Fenx, pero se limitó a mostrar su pase. A partir de entonces todo siguió su curso y acabó en una sala con todos los demás participantes.

Tras ponerse el traje pertinente comprobó que resultaba más cómodo de lo que parecía y aunque el blanco no coincidía con su personalidad, no estaba tan ridículo como habría imaginado. Una vez en el interior de la sala blanca saludó a los presentes con un sonoro "Buenos días" y observó detenidamente a todos ellos, sin ningún reparo en ocultar su mirada. Aparentemente eran personas bastante dispares, algunos parecían ricos, otros simples trabajadores, pero quién llamó su atención fue la única otra persona que tenía rasgos orientales en sus facciones, quizás junto a él, eran los que más desentonaban en aquél lugar. 

Al cabo de un rato apareció un rostro sobradamente conocido para explicar algunas de las características del proyecto. Tras su discurso no había mucho más que hacer que esperar así que se limitó a pasear por la estancia algo inquieto.

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02/06/2014, 22:52
"Tony" Abad

Hace dos días que llegue a la ciudad sin saber muy bien que me depara esta experiencia,
pero esa es una sensación que me acompaña desde hace tiempo y la cual, debo reconocer que me encanta.
Me aloje en casa de mis padres.
Todavía viven en el piso donde me crié.
Pequeñas reformas, que no recordaba para darle un lavado de cara, pero sigue siendo el pequeño y acogedor piso de siempre.

Mi habitación esta tal y como la deje con 20 años, mi madre la conserva intacta.
Los mismos posters en la pared, libros, comics y revistas, siguen apilados sin un orden concreto en los estantes, Es como una volver a mi juventud.
Dormir en mi cama era un antiguo recuerdo y debió ser por ello que tuve un sueño reparador y profundo, hacia tiempo que no dormía así.

A la mañana siguiente una ducha y desayuno copioso con mis padres para desperezarme.
Con el ruido de fondo que emitía la vieja tele del salón, pasamos la mañana entre conversaciones amenas, consejos paternales, y esa clase de cosas que se dicen las familias después de tiempo sin verse.
Hasta que llego la hora de marchar.

Mi padre se empeñaba en llevarme, pero preferí tomar un taxi y llegar tranquilo, escuchando música y mirando fotos de mis viajes en mi viejo reproductor.
Eso me evade y me relaja, y si tenia que dar una imagen previa, prefería la de relajado, que la de excitado y nervioso. Dicen que la primera impresión es la que cuenta.

En la entrada, pensé que estaría alguien de la compañía para guiarme, pero no fue así, en su lugar un montón de personas, cámaras, y flashes inundaban el lugar. Demasiado para mi.

Antes de bajarme del taxi, me coloque mi vieja gorra negra, rota y descosida, pero que todavía cumple su función, y con paso decidido, me dirigi a la entrada.

Apenas puse una pequeña mueca esbozando una sonrisa, para todos aquellos que gritaban y alargaban sus brazos para tocarme, e intentaba recorrer esos metros lo mas rápido posible, sin parecer desesperado por cruzar la puerta y alejarme del bullicio.

Ya dentro del edificio, me recibió un miembro de la compañía, nos saludamos, y su trato fue cortes y correcto, sumamente educado incluso, pero no recuerdo su nombre.

Yo solo lo seguía, no me siento atraído por la arquitectura, ni los edificios, para mi todo es cemento y hormigón, gris y aburrido.
No se por donde fuimos ni el numero de puertas que cruzamos, ni en que piso estaríamos.
Solo me dedicaba a seguirlo no me fije en nada, y si lo hice, no recuerdo nada interesante.

Por fin llegamos a un vestuario, donde me puse el traje, tenia cierto tacto elástico, pero a la vez, muy ceñido al cuerpo, una mezcla entre un traje de surf, y uno de Buceo.
Me llevo un tiempo sentirme cómodo, pues suelo ir con ropa holgada, pero la verdad, una vez me acostumbre, apenas lo notaba.

Una vez cambiado, me llevaron a una habitación donde estaban otras personas con los mismos trajes que yo.
A simple vista me parece un grupo bastante dispar, pero, ¿cada cual tendrá sus motivos para estar aquí?
Me apoye contra la pared y salude con un ¿que tal? a la persona que estaba a mi lado.
Ahora ya no ahí marcha atrás.

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03/06/2014, 06:22
Kara Crayss

Mientras era escoltada hacia el interior de las instalaciones esquivar a la muchedumbre y el enjambre de reporteros no presento ningún problema. Ante ella las imponentes instalaciones de la central Moebius se presentaban como una fortaleza inexpugnable, Kara no pudo evitar soltar una carcajada ante la ironía de la situación.

Siendo que la mayoría de la sociedad parecía estar desesperada por el tan aclamado proyecto alpha. Cuantos habrían dado lo que fuera por el derecho a participar? Cuantos allí afuera se encontraban deseosos por estar en su lugar? Y ahí se encontraba ella, posiblemente la única participando contra su voluntad. Seguro una de las pocas personas que en ese momento pensaban en salir corriendo en la dirección opuesta, Kara fantaseo un par de veces con espectaculares movimientos para escapar por las ventanas, - Es inútil… - se dijo a si misma suspirando con resignación mientras continuo la marcha acompañada por los agentes del estado.

“Siquiera puedo considerarme una participante? No… Soy una prisionera” – pensó mientras seguía adentrándose en las instalaciones. Ser obligada a participar por las fuerzas del estado. Podía decirse que esa era la verdadera historia? El estado la quería dentro de proyecto alpha? Por que motivo? Acaso se había convertido en una informante? O quizás había sido vendida a la corporación Moebius como un conejillo de indias? La idea de un trato que incluyera el participar de un experimento donde hasta los millonarios estaban desesperados por participar para eliminar los cargos en su contra era demasiado buena para ser cierta. Siquiera era el estado el que estaba detrás de su trato? En lo que a ella respectaba la corporación Moebius ERA el estado. Kara sacudió su cabeza con frustración ante tantas teorías.

Finalmente llegando al final del recorrido Kara se despidió de los agentes que la acompañaban con una gran sonrisa y un saludo sarcástico esperando cristalizar su enorme desprecio. Su alivio fue breve siendo abordada casi instantemente por personal de Moebius forzándola a dirigirse hacia la sala para iniciar el procedimiento.

Al principio molesta por haber tenido que desprenderse de sus pertenencias Kara se vio impactada por su nueva vestimenta. La prenda parecía sacada de un sueño, un traje de neopreno que ajustaba perfectamente al cuerpo y reaccionaba instantameante a sus impulsos. Kara elongo su cuerpo probando las capacidades del traje, cuyo potencial para realizar movimientos de parkour era increíble y dado que el llamativo traje se ajustaba a su poco ortodoxo gusto por la vestimenta pensó ”Definitivamente tengo que conseguirme uno de estos para cuando salga de aquí” con una marcada sonrisa de oreja a oreja.

Luego de que le fuera solicitado avanzar hacia la última sala Kara no pudo evitar sentir una presión en el pecho y adopto rápidamente una expresión de seriedad. Que le depararía esta aventura? No hace mucho su vida era normal y ahora aquellos días con sus amigos le parecían sumamente lejanos. Todo se había precipitado tan rápido como una aeronave fuera de control. Entre la tormenta de imágenes que en ese momento invadían sus recuerdos una se mantuvo constante por un largo tiempo, una imagen que hace tiempo se había dispuesto a olvidar aunque no era un recuerdo desagradable.

- Eh Jim… Ha pasado tiempo desde la última vez que hablamos. Espero… ser la mitad de fuerte de lo que pensabas que era. Deséame suerte, porque voy a necesitarla. - se dijo a si misma deslizando una leve sonrisa ante el cálido recuerdo del que una vez fue su novio.

Kara dio un paso adentrándose a la última habitación preparada para afrontar cualquiera fuera el desafió. En el medio de la sala sin horizontes escucho con atención el mensaje que la proyección tenía para darle, luego observo cuidadosamente a cada uno de los que serían sus “compañeros”.

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03/06/2014, 07:15
Quick022

Quico bajó del taxi que le dejó delante de la pirámide de cristal que era el edificio de la Corporación Mobius. El Taxista le entregó su bolsa de mano mientras él miraba el ciclópeo complejo con ensoñación. Parecía sacado de una peli de ciencia ficción.

"Foto" murmuró. "bzzz...pip" fue la respuesta que recibió proveniente de sus gafas inteligentes.

En el exterior del edificio, se arremolinaba un montón de curiosos, periodistas y fotógrafos
"Oscurecer"...más. El color de las gafas cambió gradualmente haciéndose más opaco hasta que no dejó ver sus ojos.

"Reproducir pista siete". Su ipod smart comenzó a sonar. Ballroom Blitz, de Sweet. Donde estén los clásicos, que se quite lo demás.

Comenzó a caminar hacia la multitud al ritmo de la música. Nadie se había fijado en él. Su aspecto no lo diferenciaba demasiado de muchos otros frikis congregados allí para la ocasión; Hoodie negra con una ilustración del GTA 7, pantalones vaqueros flojos multibolsillos, zapatillas Converse All Star negras, gafas de sol y auriculares.

Allí y en aquel momento se iba a hacer historia y él iba a formar parte de ella. El futuro se había adelantado a sí mismo. Desafío Total, Abre los Ojos, Matrix,...la realidad virtual había llegado mucho antes de lo esperado. ¿En serio?. Era escéptico respecto a todo esto. No era la primera vez que un videojuego o un gadget ofrecía unas expectativas que luego no cumplía."Acuérdate del Kinetic". Como fuera, no tardaría en averiguarlo. Esperaba eso sí, que lo de los episodios de paranoia fuera solo cosa de las pelis. Se rió para sí mismo.

Avanzó tímidamente. No le gustaba la gente y menos aún le gustaban las multitudes así que intentó pasar desapercibido. Empezó a cruzar a través de la maraña humana. "ballroom blitz, ballroom blitz..." . El contacto con otras personas, con sus cuerpos calientes y blandos, le resultaba incómodo, desagradable. Cuando estuvo al lado de la valla de seguridad, se acercó a uno de los guardias de seguridad y enseñó su acreditación.

Ante el estupor de los congregados, el tipo de seguridad le abrió la valla y le dejó pasar. Alguien le tocó en la espalda. Se coló rápidamente antes de que nadie más se le pudiera acercar. El tipo de seguridad volvió a cerrar la valla a sus espaldas. Dos compañeros se le acercaros para ayudarlo a contener a la multitud.

Subió los peldaños que llevaban hasta el hall del edificio y entró por la puerta principal. Dentro todo era de un color "blanco hospital". Vió un mostrador con un cartel que decía "recepción" a su derecha, donde un hombre, de aspecto pulcro, vestido con un traje de diseño color blanco le dedicó una sonrisa. Quico esquivó su mirada y sin decir nada, enseñó su acreditación. El hombre murmuró algo y en seguida vino una mujer vestida también de blanco que con una sonrisa le dijo "Soy Sofía y le guiaré por estas instalaciones hasta el lugar del experimento".

Quico asintió. La mujer le guió por el edificio hasta una sala blanca donde.

"-Entre ahí, por favor"-dijo señalándole un pequeño cubículo donde le esperaba su traje.

Una voz sonó a través de la megafonía.

"-Bienvenido. Por favor, póngase el traje y pase a la sala de descontaminación a través de la puerta de su izquierda".

¿Sala de descontaminación?. ¿Están de broma?. Le parecía un tanto excesivo. En fin...

Se probó el traje con preocupación. Nunca encontraba ropa de su talla y dudaba que en aquel lugar la cosa fuera diferente. Se lo puso y comprobó que se adaptaba bastante bien al cuerpo y era sorprendentemente cómodo. Aún así, se veía ridículo. El traje contorneaba toda su figura fofa resaltando todo. De aquella guisa se recordaba al Mister Magnífico de los Increibles. El del principio, cuando iba con el traje blanco y 30 kilos de más.

Metió toda su ropa y sus cosas en la bolsa de mano sin preocuparme mucho y pasó a la sala sala de descontaminación. Estaba nervioso.

En la sala esperaban el resto de sus compañeros de proyecto. Los contempló, pero no dijo nada. Y entonces se encendió una pantalla, como salida de la nada y una hermosa mujer comienza a hablar...

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03/06/2014, 09:40
Evan Banks

Evan miró a la mujer oriental que se rió sola a carcajadas tan solo levantando una ceja. la miró de arriba abajo y luego la siguió con la mirada a ver cómo se acababa sentando en el suelo. 

Él siguió de pie, inspirando profundamente, ojeando a sus compañeros que iban llegando, hasta que uno le saludó. Un tipo moreno, seguramente a causa del sol de la playa o de la montaña. Sin su indumentaria habitual era difícil de saber mucho más de él. Quizá esa piel curtida indicaba que fuera un sufrido obrero.

Expectante Dijo por no decir "impaciente". Le ofreció la mano y se presentó. Evan Banks... un placer. ¿Usted es...?

Notas de juego

Te contesto yo por no dejar tu saludo perdido en el limbo :P

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03/06/2014, 10:30
Evan Banks
Sólo para el director

Evan miró a la mujer oriental que se rió sola a carcajadas tan solo levantando una ceja. la miró de arriba abajo y luego la siguió con la mirada a ver cómo se acababa sentando en el suelo. 
Vaya, cogen pirados también... solo espero que no le de por descojonarse en el clímax de algún sueño y nos estropee la diversión... porque voy a tener que castigarle ese culito... Menudo cuerpecito se gasta la muchacha...*

Él siguió de pie, inspirando profundamente, ojeando a sus compañeros que iban llegando.
Aha... Mira con ese han gastado el doble de neopreno. ¿Qué tendrá para que lo hayan cogido para esto? Parece que todo el mundo está igual de impaciente. Entiendo el concepto de 'crear hype' para aumentar la satisfacción de un cliente, pero esto es molesto, nosotros ya estamos aquí, ¿Qué necesidad hay?

Hasta que uno le saludó. Un tipo moreno, seguramente a causa del sol de la playa o de la montaña. Sin su indumentaria habitual era difícil de saber mucho más de él. Quizá esa piel curtida indicaba que fuera un sufrido obrero.

Desde luego parece que aquí hay de todo un poco. A lo mejor charlando un poco se pasa antes el tiempo. Aunque sea con un tipo del montón.

Expectante Dijo por no decir "impaciente". Le ofreció la mano y se presentó. Evan Banks... un placer. ¿Usted es...?

Notas de juego

*El jugador especifica que su personaje es 'muy deseable' :P y el amoral Evan no tiene porqué cortarse en sus pensamientos, pero por no resultar obsceno lo dejo aqui.... :P

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03/06/2014, 13:16

Es perfecta la versión para nosotros. Sigue asi.

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03/06/2014, 13:19

Falta el comediante y estamos hechos!