Partida Rol por web

Buscó algunas de las flechas mientras murmuraba, más para sí mismo que para los demás. 

 Encuentras once flechas en perfecto estado debajo de un mueble junto al carcaj correspondiente. El carcaj se puede colgar de la espalda o ajustar a la cintura. Es de uso semi profesional.

Qué hay? Observar si que le vean (sigiloso y observador)

  La puerta doble conecta un extenso pasillo que a su vez conduce a la cocina, el patio de invierno, los baños de la planta baja y demás. 

Quico acabó de revisar la mochila.

-Sin duda es la de Charles.

Se levantó al tiempo que vio entrar a la maltrecha Louise por la puerta. La miró con cierto sentimiento de culpa. Por un momento sus miradas se cruzaron. El contacto visual se le hizo tan insoportable que desvió la mirada de inmediato hacia el reloj que tanta curiosidad estaba despertando a sus compañeros. Lo cierto es que se estaba acostumbrando a ver relojes raros en Estado Alfa. Tanto que cualquier reloj que viese le parecía algo más que un reloj. Lo miró atentamente para comprobar si se comportaba con normalidad. El ruido delataba que funcionaba, así que debería marcar una hora...u otra cosa. Comprobó si era la correcta y siguió las agujas durante un minuto.

Abel vé fugazmente a Louise convaleciente y sangrante. No puede ver a una mujer así. Sangrando, golpeada... Le trae muy malos recuerdos y por un momento casi se acerca a ella a echarle una mano.

-Joder... No, terminemos primero de despejar éste sitio. Ya habrá tiempo para lo demás.

-Si alguien tenía pensado cubrirme y no se decidía, éste es el momento. Que no le dé vergüenza. 

Dice seca e irónicamente. Después avanza por el pasillo procurando no pisar cascotes que hagan ruido pegado a la pared de la izquierda, apuntando hacia la puerta de la derecha con su pistola levantada. 

Si no vé nada en frente, en la estancia de la derecha, se asoma a la de la izquierda pegado al marco de la puerta. 

Avanzas algunos pasos pero te detienes dudando sobre seguir en la oscuridad. Necesitaras alguna fuente de luz. Al menos no escuchas sonido alguno.

Little intenta calcular cuánto tiempo dura el reloj desde que se tira del peso a tope hasta que se para. Luego mira las manecillas para ver si el reloj está en hora y si van al derecho, ya que el otro reloj que apareció antes giraba al revés.

Una vez examinado el reloj, Little exclama:

- Este reloj me está poniendo nervioso y creo que no sirve para nada.

Entonces escucha a Abel y su intención de continuar por el pasillo:

- Te acompaño, espera.

Prepara la flecha en el arco y avanza por el pasillo, detrás de Abel.

Quico estaba concentrado mirando el reloj cuando escucha las palabras de Elan.

-Probablemente tengas razón. Vamos, os acompaño.

Cogió su fusil, comprobó el cargador.

-¿Cómo lo hacemos?¿Revisamos primero la planta baja antes de subir?

Evan entró al lugar tras comprobar que sus compañeros lo estaban registrando todo, echó a andar escaleras arriba. Probablemente aún tuvieran que discutir más sobre las chucherías que Estado Alfa les estaba dejando para volverlos majaras.

Llegamos al interior y dejo a Rain curioseando entre las mochilas que hay desperdigadas, o en ese reloj mientras me separo alejándome.

Empuño mi pistola semiautomática donde su empuñadura de nacar se me antoja ahora mas fria y pesada que cuando estaba en el exterior.

Muchos estan subiendo por las escaleras, otros rebuscan y alguno se asoma por las puertas dobles pero a mi me llama la atención esa puerta solitaria frente al grupo, al otro lado de la sala que parece conducir al otro ala de la casa.  Como si fuera una gata en su tejado me acerco en sigilo, evitando pisar los cristales rotos o cualquier cosa que me delatara al hacer ruido. Empujo la puerta con el cañón del arma lentamente....

Abel oye los pasos de alguien que sube las escaleras. Parece una sola persona. 

-Si queréis, podéis ir uno a mirar arriba. Así tardaremos menos. Creo que hay alguien subiendo las escaleras ya. También vendría bien alguien en la puerta principal. Y si la chica saltimbanqui ha oído un zumbido en el subsuelo, también tendremos que buscar la entrada a un posible sótano. 

Mira fugazmente la puerta de entrada a la mansión, nadie está allí. Piensa durante un segundo en la puerta que hay bajo las escaleras. Luego continúa avanzando hacia las estancias siguientes. Posteriores a ese armario viejo del pasillo. Hay otras dos puertas. Una a derecha y otra a izquierda. Se acerca a la de la izquierda pegado a la pared y se asoma.  

Pero le falta una manecilla - le contesta a Elan antes de que se valla con Abel

Rain busca alrededor  del extraño reloj, busca la manecilla que falta por el piso, en la orilla de la caratula del reloj con los dedos en caso de que haya atorado ahí, busca también detrás y debajo del mueble del reloj.

Mira a Eve que va por la puerta del medio, se apresura con el reloj y luego va con ella, la mira a los ojos justo cuando esta, va a atravesar por la puerta y le da la lampara, Eve podrá manejar el arma y la lampara con ambas manos con mayor facilidad que ella.

te cubro - le susurra 

Ingreso a la mansión, reviso el lugar con la mirada hasta que descubro la puerta que se encuentra debajo de la escalera. - Que extraño esto, algo jodido debe haber detrás de esto para que sea tan gruesa. Algún secretito de Louise quizás, lo único que deseo es cruzarme a su papi así tienen otra linda discusión y aprovecho a darle el golpe que se merece. - comento por lo bajo chequeando la puerta. 

- Oigan, venga para acá. ¿Louise que escondes aquí?- llamo la atención de mis compañeros señalando la robusta puerta.

(sigiloso y observador) buscando sin hacer ruido

 Abel tenía memorizado el pasillo con la luz proveniente de las lámparas de los demás apostados en el Hall principal. Aquellas luces llegaban a iluminar levemente el pasillo desde la entrada pero dentro del mismo la oscuridad es impenetrable. En su avance Abel golpea su cadera con un sillón y luego patea sin querer un triciclo de infante el cual avanza medio metro antes de caer de costado. Suficiente ruido para un experimentado agente de la ley. Además no tiene suerte con las puertas porque se encuentran muy hinchadas por la humedad ya que no se mueven ni siquiera dos o tres centímetros.

buscar manecilla ( muy curiosa)

   

  Rain busca alrededor  del extraño reloj, busca la manecilla que falta por el piso, en la orilla de la caratula del reloj con los dedos en caso de que haya atorado ahí, busca también detrás y debajo del mueble del reloj.

Sera casualidad o destino pero la verdad es que encuentras allí mismo la manecilla faltante. 

Quico pensó que alguien más del grupo se uniría a ellos, cuando Elan y él siguieron a Abel. Luego Eban siguió escaleras arriba, Eve y Rain se fueron por su lado...de puta madre. Estaba claro que no eran un grupo. Nunca lo habían sido. Pero se sentía cómodo con Elan y Abel. Cuando se hizo necesario algo de luz, encendió su linterna de cabeza.

La verdad es que con todo el jaleo que habían montado ahí dentro, no esperaba pillar por sorpresa a nadie, así que no le dio importancia cuando Abel tropezó, primero con el sillón y luego con el triciclo. Luego llegaron a la puerta. Era obvio que estaba cerrada desde hace mucho tiempo, por lo que no pensó que tuviera nada de mucho interés dentro, pero ya que estaban, no estaba de más mirar. 

-Déjame probar-le dijo a la vez que echaba mano de la palanca que llevaba siempre colgando de su mochila-.

Intentó meter uno de los extremos de la palanca por la ranura de la puerta, cerca de la cerradura. Costaba meterla así que hizo fuerza y una vez que entró, golpeó en el otro extremo con la culata del rifle, poniendo antes el seguro...que las carga el diablo. Una vez hecho esto, empujó la palanca hacia el marco de la puerta, esperando que cediese.  

Lamentablemente, la palanca se soltó de la ranura levantando alguna astilla. La madera estaba podrida y había cedido con demasiada facilidad, por lo que no había servido para desencajarla. Todo lo que había conseguido es provocar una pequeña hendidura en la hoja de la puerta.

-Lo siento, pensé que funcionaría.-dijo encongiéndose de hombros. 

Entonces escuchó la voz de Iori avisándolos. La puerta que les señalaba non tenía nada que ver con esta otra. 

-Posiblemente funcione con esa puerta-.

No pensaba que funcionase a decir verdad. Aquella puerta estaba tan fuera de lugar en esa casa que debía de tener algo extraño. A parte del hecho de no tener picaporte ni cerradura, claro. Y esperaba que ese "algo" le impidiese abrirla. Decidió probar. 

- Oigan, venga para acá. ¿Louise que escondes aquí?- llamo la atención de mis compañeros señalando la robusta puerta.

 Una puerta de madera bastante robusta decora la parte inferior de la escalera.

Usualmente tales espacios dan lugar a pequeños cuartos para elementos de limpieza o armario para sobretodos y paraguas.

Pero la puerta es demasiado detallada y su aparente resistencia genera demasiadas dudas sobre su localización y función aparente.

La puerta no presenta picaporte ni cerradura.