Partida Rol por web

Jajajajaja… no una ni dos, sino 3  veces vas a cobrarte la deuda….exclamé al tiempo que prorrumpía en una sonora carcajada. Mi risa era grave y atronadora, y reflejaba una sincera satisfacción.

Solo espero que los negociadores del seguro de mi autocaravana no sean tan exigente en sus regateos.

Asentí conforme.

Si pudieras leer en mi mente tal vez te hubieras cobrado un par más. Pensé mientras sonreia hacia mis adentros

 Mi razón para vivir era el arcano, la aventura, los ignotos dilemas de la razón,y la tormenta, se había llevado aquel que me había alimentado los últimos años desde que resolviera el enigma de los antiguos en el planeta "xxx".

Mi vida por tanto, carecía de valor para mi si no podía consagrarla a un propósito mayor…y aquellos ojos verdes y el secreto que escondían, sin ella saberlo, podían haber salvado mi vida de muchas formas distintas. Tal vez por más tiempo que ninguna reliquia del pasado

Y porque su desdicha había devuelto a mi corazón esa dosis de adrenalina y misterio que necesitaba, no objeté nada y me tuve por conforme.

Entonces, me levanté, y acercándome a solo un palmo de su persona deje de reir de repente y acepté. Así sea pues me parece un precio justo. Y deslizando mi mano izquierda por debajo de su chaqueta la sujete suavemente de la cintura y dí un suave tirón para atraerla hacía mi. El tirón fue frme pero sutil,  no pretendía forzarla, solo invitarla a entrar en mi terreno.

De donde yo vengo, sellamos los tratos con un beso, de esa forma los firmantes se muestran menos propensos a incumplirlo… Mentí descaradamente mientras inclinaba mis labios en dirección a su rostro. A medida que me aproximaba ladeé  ligeramente mi cabeza anticipando su  cercanía al tiempo que entrecerraba mis ojos.*

Tas el incidente me volví.

 Me gustaría escuchar todo el noticiero…pero puedes contármelo todo mas tarde si quieres…dije pensando que tal vez prefería pasar aquel mal trago a solas.

No te preocupes, ya encontraré yo mismo las duchas..

Y silbando una triste melodía, me aleje hacia el fondo de la nave hasta perderme en la oscuridad reinante del espacio.

Su risa, me hizo viajar tiempo atrás. Era la misma que tenía de joven, no había cambiado ni un ápice. Recordé como me gustaba ver las tomas falsas al final de cada uno de sus programas, siempre me hacían reir. Algo de agradecer cuando estas viajando sola en el espacio. Miraba a Aven satisfecha, pero eso me llevó a pensar en Zug, en lo inocente que era para lo grande y monstruoso que parecía ser, en como me reía de sus inocentes actos espontaneos. Zug, Yezbel... mierda... pensé mientras me levantaba. Tendré que buscar más alcohol en mi despacho, lo que tenemos es poco.

Y entonces se levantó Aven, inicialmente pensé que era algo cortés, así pues seguí pensando en como proceder con todo este lío, cuando de pronto, me vi agarrada por la cintura y arrastrada hacia su cuerpo. Podía sentir el calor de su pecho sobre el mío, como sus brazos me sostenían con firmeza y dulzura. Podía zafarme si quería, la pregunta era... ¿realmente quería soltarme? Sus palabras resonaron en mi cabeza igual que una dulce melodía, nuestras miradas se cruzaron fugazmente y mis ojos acabaron perdiéndose en sus labios durante unas décimas de segundo.

Entonces oí en la TV la noticia repetida del supuesto asesinato por parte de Zug al comandante y desperté de lo que parecía un hechizo y viendo la realidad de como estaban las cosas, no pude evitar darle un sonoro tortazo a Aven. Lo siento, si las cosas fueran de otra manera. pensé mientras lo hacía.

¿Qué haces?! Le pregunté con falso enojo. Tal y como están las cosas, que a saber que están diciendo de nosotros dos en las noticias, ¿vamos a darles más leña? Que saben que estamos en esta nave.... Y el ventanal que tenemos aquí es enorme!! Le dije señalando la ventana de unos 2 metros de ancho por 1 metro de alto. Sólo faltaba que nos grabasen o fotografiasen de esa guisa...!!!Aggghhh!!! Recemos para que no nos hayan visto!!! Lo que comenzó como un falso enfado, se fue transformando mientras mis palabras cobraban sentido y me daba cuenta del error cometido por no pararlo todo antes.

Le vi darse la vuelta y.. le dejé ir.. estaba demasiado enfadada por toda aquella situación, no quería discutir con él. Se que encontrarás la ducha, está en tu habitación... sabrás cual es pues se te abrirá la puerta cuando te aproximes. Le dije mientras me encaminaba al puente de mando, realmente quería estar a solas.

Entré en el puente de mando enojada.

Gato, dime que no hay ninguna nave ni nada anormal a nuestro alrededor... Sólo faltaba tener más líos en directo. Conéctame las noticias... dije mientras me sentaba en mi asiento y de paso la cámara de la cabina de Aven. No estoy segura de si todo esto es un montaje y me esta utilizando... quiero ver su reacción.

Me quedé mirando los monitores, esperando a que Gato me pasase las imágenes solicitadas. Mi cabeza no paraba de darle vueltas a todo.... a todos...

De camino a la ducha intenté  sintonizar el noticiario que estábamos viendo desde mi casco…la curiosidad no me permitía esperar, estaba ansioso y desconcertado por conocer que podían decir de mi rescate, y deseaba conocer más sobre la capitana Zhiva.

Cuando regresé lucia el torso desnudo. No había encontrado toallas, pero uno de los compartimentos guardaba unas cuantas colchas tipo manta que suplian sobradamente su función. Una rodeaba mi cuello, el pelo alborotado y húmedo todavía. La segunda, alrededor de la cintura, amenazaba con soltarse, desafíaba insólitamente la gravedad y se mantenía firme, allí donde lo abdominales inferiores daban lugar  a la región pélvica, un palmo por debajo del ombligo.

El rubor de la ducha coloreaba mis mejillas dándole un extraño y refrescante brillo a mis ojos verdes. Me sentía realmente bien después del reparador baño de espuma.

Agarré la “toalla” que llevaba al cuello y la use para secarme un poco más el pelo.

He encontrado algunos monos de trabajo, nada muy de mi gusto…¿no sabrás donde puedo encontrar algo más cómodo, no?...un pantalón y una camisa serían suficientes…

Actué como si el bofetón anterior nunca hubiese ocurrido. Era el tipo de cosas que el cuerpo me pedía a veces…aun sabiendo cual sería la respuesta…me gustaba ponerme a prueba y desafiar los límites de los demás en un fútil ejercicio de riesgo no justificado.

 Cuanto más me fascinaba la persona que tenía enfrente, mas necesitaba tensar la cuerda…

El bofetón había sido fuerte, pero en cierto modo lo esperaba, de modo que no me cogió por sorpresa.

Cuando me golpeó había llevado mi mano allí donde me había impactado y pude sentir el calor que desprendía mi mejilla…el gesto de dolor se había tornado levemente a una sonrisa de aceptación que decía: me la merezco. Pero también, eso ha dolido, estoy sorprendido con  tu fuerza.

Estaba realmente agotado después de la tensión acumulada durante el día…ya debía estar anocheciendo en las ruinas y el cuerpo me pedía  descansar…

¿Te apetece contarme que han dicho en el noticiero antes de ir a descansar? Ya sabes lo que dicen…dos mentes piensan mejor que una. Tal vez pueda ayudarte en tu decisión.

La sala común descansaba en penumbras y empezaba a notar frio tras la ducha caliente. El vapor manaba desde los poros de mi piel desnuda describiendo delgadas y sinuosas hileras que serpenteaban hasta la rejilla de ventilación del techo.

¿Te parece si lo discutimos en las habitaciones? Dije al tiempo que sentía un pequeño escalofrio. 

Salí del puente de mando¹, absorta en mis pensamientos después de lo ocurrido en ese breve espacio de tiempo². Nada más acceder a la zona común escucho la voz de Aven. No se dará cuenta de que esá hablando solo? pensé para mí. Cuando alcé la cabeza y me encontré aquel panorama, enmudecí. No era la primera vez que veía el torso de un hombre, ni tan siquiera el suyo pues ya le había visto anteriormente... cualquier fan suyo lo hubiese visto...

Pero se me hizo raro, en mi nave, él, así... con las sábanas usadas como improvisadas toallas, su cuerpo aún húmedo y brillante por las minúsculas gotas de agua adheridas a su piel. Esa sábana, tan baja.... húmeda, que ni el mismo se había dado cuenta de que se le había pegado a la piel y remarcaba partes de su silueta de las cuales me costaba apartar la vista.

Dejó de secarse la cabeza con la sábana y disimulé como pude alzando la vista lo más deprisa que pude, mirándole a esos ojos verdes que, aunque fuese sólo por efecto del agua, habían recuperado el brillo de su juventud. Y que me tenga que estar perdiendo el cuerpo de un semi-dios por culpa de estrellar mi nave... pensé para mi, mientras me recreaba la vista con semejante imagen.

Lo siento... esto... no.. no hay nada de nada o al menos que yo sepa. Ya te dije que si encontrabas algo de ropa ibas a tener mucha suerte. Le respondí tratando de mantener la mirada fija en sus ojos. Las noticias.. si eemm... verle así, moverse tan natural con ese aspecto, sólo lograba ponerme más nerviosa. Demasiado tiempo desde la última vez... noo.. ejem.. no dijeron nada de interés aún.

¿Los dormitorios? No.. no.. si aquí se está muy bien.. si.. esto... hace bastante calor... fuí a sentarme para luego ir a la nevera, sacar hielo y agua y ponerme un gran vaso. Deberias ir tu y ponerte algo... yo.. estaré pendiente aquí de lo que den en las noticias. Y te recuerdo que pueden vernos desde fuera... haz el favor.. dije ya más seria, justo cuando logré mantener a Aven unos segundos fuera de mi campo de visión y borrar su imagen de mi cabeza.

Sólo una pareja de cazas que estaba a unos 100 km.

Tu casco no da para sintonizar nada. Además empiezas a pensar que es mejor ir cargándolo ... por si acaso.

La noche era cálida. No había encontrado nada para cubrirme, de modo que dormía semidesnudo cubierto a medias por las sabanas y una manta de algodón.
En medio de la noche, sentí un ligero roce en mi brazo. La sensación del colchón hundiéndose ante el peso de alguien mas, me hizo volverme soobresaltado.

Cuando me giré, en lo que pareció una eternidad, pude distinguir la extasiante figura de la capitana Zhiva.
Estaba tumbada, de perfil y exhibiendo una postura de lo más seductora. Su mano derecha, acariciando su cintura, la izquierda sujetaba su melena salvaje, vigorosa, con su codo apoyado en la almohada de la cama.
Sus ojos sugerían un deseo fuera de toda medida y sus labios invitaban a saciar una sed perpetua de pasiones. Pasiones largo tiempo contenidas.

Un oscuro fuego secreto empezó a crecer en mi interior. Empezó como un viento cálido, agradable, que bañaba todo mi cuerpo de punta a punta. Como las cenizas huidizas, que brillantes y solitarias, se desprenden fugitivas de una hoguera en una noche de verano. Pero pronto las cenizas prendieron en mi piel y la llama fue creciendo a medida que descendían y me atravesaban, concentrando su calor bajo mi cintura, allí donde las sabanas empezaban a desplegarse contra el cielo de la estancia.
El tiempo parecía navegar despacio, desafiando las veredas de la razón.

Ella lucia semidesnuda, su busto apenas cubierto por un velo semitrasparente de seda carmesí.
El velo, se errollaba pasando por detrás de su cintura para volver caprichoso sobre sus muslos y cubrir su desnudez donde las piernas se unían con su vientre.
En la semipenumbra de la estancia podía averiguar cada pliegue de su piel, cada contorno...y aquellos ojos verde esmeralda hipnotizandome desde el otro lado de la cama.

Entonces se delizó suavemente, como un felino acechante. Sus manos iban delante arañando las sabanas de mi cama, tras ellas, su torso arqueado dibujaba una "S" perfecta allí donde su espalda perdía su casto nombre, y por ultimo, sus piernas contorsionandose sinuosas una sobre la otra, amenazaban con escurrir el velo que guardaba sus encantos.

La oscuridad empezó menguar, y del techo llovían diminutos corpúsculos plateados que esparcían haces de color por toda la estancia en una bucólica representación de las mas extravagantes ensoñaciones.

Sus labios se acercaban a los míos, libidinosos, lascivos...se movían lejanos, me decía algo, pero no podía oírla.

Despierta...Aven...es la hora... cada vez mas cerca de mis labios, el fuego en mi interior ardía contenido y amenazaba con desbordar en una explosión de placer.
...es la hora...Aven...despierta...

Finalmente un destello de luz cegadora lo dominó todo y abrí los ojos.
La alarma de mi casco vociferaba monótona la misma cantinela una y otra vez. Despierta Aven. Ya es la hora. Despierta Aven .Ya es la hora...!

Cita:

ok, por la mañana me acuerdo de preguntarle a Zhiva donde puedo recargarlas^^

Una alarma suena durante 10 segundos. Y repentinamente se corta.

Al finalizar la alarma el chistófono te charra.

- Capitán un mensaje registrado ha llegado:

La voz de Zug te habla: - Capitán, estoy en el parque y necesito ayuda ya. Corra jefa, corra. Te parece extraño, porque Zug no suele susurrar nada, a no ser que te esté abrazando.

Zug... Corrí a la armería al escuchar su voz a través del comunicador. Voy para allá. Le respondí mientras accedía a ella. Gato, prepara la nave. Vamos a rescatar a Zug. Ahora es cuando veremos si el T.I. responde o no a las llamadas.

Esta vez no iba a ser algo tan sencillo como la primera vez que le detuvieron. Su voz, la forma de hablar... estaba en peligro. Debía encontrar un arma al menos para poder defendernos de lo que hubiese allí abajo. En la ciudad principal, hay un gran parque, está lleno de jaimas y k'krees. Ese es nuestro destino. Determina si tenemos sitio para aterrizar allí cerca o si debo descender con el air-craft. Si con Aven y los tanques de oxígeno el air-craft se resintió.. si meto a Zug y a Aven en él conmigo, este no despegará....