Partida Rol por web

- Bien, quisiera saber si portas algo de belladona, hierbas para "dormir" a gente molesta, o para que cuenten verdades... ¿qué llevas ahí malandrín?

El tono de Haschid continúa siendo amable...

Reaccionando lo más rápido que puedo paro a los caballos, aviso a mis compañeros y poniéndome en pie en el asiento disparo con mi arco al bandido más cercano a la caravana.

-Vamos compañeros nos atacan hay que defender la caravana.

Dispara al bandido que está más cerca del bandido herido situado más abajo, el que está cerca de un árbol

Me lanzo a la carga contra el grupo de bandidos más cercano a nosotros a los gritos pelados.

¡¡¡POR ALLAAAAAAHHHHH!!!

Sin apenas dejar tiempo tras su disparo anterior, Álvaro vuelve a colocar una flecha en su arco, lo tensa hasta hacerlo crujir y apunta a uno de los atacantes...suelta la cuerda...la flecha vuela casi horizontal...e impacta en el cuello del bandido, desgarrándoselo y atrávesándolo. La sangre brota como si de una fuente se tratase, y el bandido cae inerte, dando vueltas por la inercia de la carrera.

Pero no es el único, la flecha, tras destrozarle el cuello, impacta en el pecho de otro bandido, que se detiene, como si no pudiese entender lo que le ha pasado, y cae de espaldas, como un fardo.

Entretanto, Farid carga contra los atacantes más cercanos, aprovechando la oportunidad de pillarles en carrera. Avanza poniendo su montura a toda velocidad mientras aulla como un loco, y descarga un golpe sobre el pecho del primer oponente con el que se encuentra. Se oye el ruido de huesos crujiendo, y el bandido cae tras el potente golpe.

En la carreta, Haschid avanza unos metros, valorando en que lugar colocarse para poder pelear con garantías, mientras Gonzalo y Efrain observan el espectáculo acongojados, esperando que todo termine rápido.

Entonces se oye...un sonido sórdo y fuerte...en el frente de la caravana. Hasta los asaltantes pierden un segundo para mirar hacia allá...
Un círculo de fuego arde en el suelo, con llamas de colores impíos. Dentro hay cuerpos...vivos...se agitan e intentan huir de la deflagración. Algo muy extraño ha ocurrido alli...

Ahora, las cosas parecen no pintar muy bien para los asaltantes...al ver a su compañero caer ante Farid, uno de los dos con los que se iba a cruzar le da la espalda y huye, y el otro se lanza dentro de los matorrales.
En el grupo central, la visión del cuello destrozado y sangrante del hombre que ha caido vícitma del terrible disparo de Álvaro rompe la moral de otro asaltante, que decide volver por donde ha venido. Cerca de las llamas, varios hombres corren envueltos en un fuego de colores extraños, intentando huir de su fatal destino.

Sin embargo, varios asaltantes han llegado al centro de la caravana, donde los aterrados mercenarios estaban recargando sus ballestas...

¿Que haceis?

La batalla no ha termiando para Farid, que al ver como los cobardes cristianos le dan la espalda, gira su montura y carga contra los bandidos que acosan a los mercenarios que protegen la parte central de la caravana.

En la carreta, Álvaro no puede ver ningún objetivo viable, y se mantiene a las riendas. Haschid corre hacia los mercenarios más cercanos para apoyarles, pero no pierde de vista la carga de su compatriota, preparado para avanzar en caso necesario. Gonzalo y Efrain siguen con visible preocupación los acontecimientos, y Abdel...se da la vuelta y se tapa la cabeza con una manta.

En ese momento, justo cuando Haschid se pone a la altura de los mercenarios, estos disparan, pero se les vé muy nerviosos...un disparo pasa entre dos atacantes y el otro sale muy desviado...la saeta alcanza en el toráx a uno de los mercenarios del centro, que grita de dolor.

Pese al disparo, el mercenario herido aun tiene arrestos para disparar su propia ballesta contra los hombres que le amenzan a escasos metros, y su compañero hace lo propio. Ambos consiguen impactar en sus oponentes, derribando a uno de ellos. Cerca de ellos, sus compañeros no han tenido tiempo de disparar, y uno cae atravesado por dos espadas antes siquiera de poder soltar su ballesta. En el frente de la caravana, los atacantes han sido detenidos, y los que huían envueltos en llamas están ahora inmoviles en el suelo.

Entonces Farid alcanza a los bandidos, justo para golpear a uno de ellos mientras están desprevenidos. La cimitarra silba en el aire, y se hunde en la espalda del bandido, derribándole de bruces.

Los bandidos no cejan en su empeño, y ahora acosan a los mercenarios, aprovechando su superioridad numérica, incluso uno se atreve a cargar contra el jinete árabe. El asaltante que se había escondido en las matorrales sale de ellos, decidido a apoyar a sus compañeros.

¿Que haceis?

Disparo al bandido que está intacto delante de unos árboles que tiene a los dos muertos arriba

Me muevo con el caballo buscando la mejor ubicación para atacar a los dos rufianes.

¡Deponed vuestra actitud! ¡O por el sagrado nombre de Allah os juro que vuestras almas arderán en el infierno!

Al ver que mis palabras caen en oidos sordos, ataco con mi cimitarra a ambos asaltantes.

Álvaro vuelve a usar su arco, y esta vez impacta en el brazo de su objetivo, que sigue avanzando pese a la herida. Haschid, viendo que Farid se encuentra rodeado carga contra los bandidos...y parece que esa visión inspira a Efrain, que abandona la carreta mientras corre gritando mientras enarbola su daga en alto.

En la refriega, Farid intenta razonar con los bandidos antes de lanzar dos golpes a sus adversarios, golpeando en el pecho a uno que ya estaba herido por una saeta, y obligando al otro a lanzar un ataque débil, que ni siquiera llega a tocar a su montura.

En ese momento llega Haschid, aullando como un loco y descarga un golpe circular en el pecho del bandido que aun sigue en pie, golpe que pese a ser tremendo, no parece causar efecto al bandido, que aulla:

- ¡¡¡¡Maldito hereje, arderás en el infierno!!!! ¡¡¡Por la Hermandad!!!

Los mercenarios no parecen tener suerte, y van cayendo ante la inusitada furia que muestran los bandidos...no pelean con desesperación, como era de esperar...sino con odio...con auténtico odio.

El bandido que ha sido herido por Álvaro aprovecha su oportunidad y carga contra Efrain. Los bandidos que acaban de rematar a los mercenarios se dispersan para acabar con los que resisten su ataque, cercando a Farid y a Haschid.
Varios mercaderes huyen, dejando sus carretas obstaculizando el paso de los demás.

¿Que haceis?

Ataca con su daga al bandido

La pelea continúa, y Farid es un torbellino, golpeando a diestra y siniestra mientras aulla, con tal furia que los bandidos apenas pueden hacer nada por evitar los golpes que descarga el sarraceno. El bandido que antes había sido herido es decapitado y el otro recibe otro tremendo golpe en la cara que le hace caer al suelo gritando de dolor.

A su lado, Haschid se encara con otro bandido, al que consigue apartar un poco de la refriega, e intercambia golpes con él, aunque sin efecto. Por ahora ambos contendientes se estudian el uno al otro, acometíendose con golpes rápidos, a la espera de la oportunidad de dar el golpe maestro.

A lo lejos, Efrain se prepara para recibir al asaltante como se merece...pero las armas nunca fueron su fuerte. Tal vez sea el miedo, los gritos de agonía que se escuchan, o el entrechocar de acero y carne que provoca Farid desde hace un rato, pero algo le impide ser dueño de la situación...se abalanza contra el asaltante, pero tropieza con sus propias ropas y termina cayendo al suelo, enredado consigo mismo. El asaltante no pierde la oportunidad y aprovecha que el goliardo está en el suelo, boca abajo y completamente dominado por el miedo para descargarle un golpe...un tremendísimo golpe que deja a Efrain inconsciente en el suelo con una herida horrible. El bandido levanta la vista y lanza un grito de triunfo, que es ahogado cuando uno de los mercenarios le mete un virote dentro de su pecho...

En la carreta, Abdel realiza una curiosa maniobra de defensa, saliendo de ella y colocándose detrás, asomándose para no perder detalle. Álvaro vuelve a disparar, esta vez al combate, pero esta vez, al estar apremiado por la situación, no tensa correctamente el arco y la flecha simplemente se engancha en las ropas del bandido.

Los bandidos del centro de la caravana parcene estar siendo contenidos por fin, y varios hombres del frente, corren hacia el centro para apoyar a los mercenarios. Farid se encuentra cerca de Haschid, rodeado de cuerpos inmoviles. Haschid está centrado en acabar con un bandido, y Efrain está en el suelo, agonizando...

¿Que haceis?

Tras quedarse sin objetivos, y viendo que Haschid se puede hacer cargo de su oponente, Farid pica espuelas y carga contra los atacantes que acosan a los mercenarios...al acometerles por la espalda, calcula bien su golpe y cercena el brazo del mercenario a la altura del hombro, haciéndo que caiga al suelo desfallecido y sangrando como un cerdo.

Ante la vista de ese espectaculo, el otro bandido decide soltar las armas y pedir clemencia, pero los hombres que vienen del frente de la caravana no parecen estar dispuestos a darla...uno de ellos, protegido por una armadura de placas, parte en dos, literalmente, al bandido usando una enorme hacha de combate, y sus otros dos compañeros (un hombre joven con armadura de cuero y que lleva dos espadas, y otro algo mayor, con pinta de soldado viejo) mutilan aun más el cadaver, entre gritos de furia.

Álvaro y Gonzalo han salido corriendo hacia Efrain, que cada vez está más lejos de la vida. Una enorme herida se abre en su espalda, dejando ver varias costillas e incluso, parte del pulmón.

Abdel...sigue protegiendo la retaguardia.

Haschid, mientras tanto, ha conseguido desarmar y derribar al bandido, que permanece quieto en el suelo, con la cimitarra del árabe acariciándole la graganta.

¿Que haceis?

-Gonzale ocúpate de Efrain.

Tras ver a Alvaro como remata al bandido, observo la herida en la espalda de Efrain. "menuda herida tiene Efrain..."
Toco a Efrain i digo su nombre para comprobar si responde

"EFRAIN ME PUEDES OIR"

Y le empiezo a aplicar primeros auxilios a Efrain

Gonzalo se agacha sobre Efrain e intenta taponar la herida con un trozo de las ropas del herido, pero no ha conseguido que la sangre deje de manar, aunque al menos está cerrando la herida.

Efrain no responde a las llamadas de sus compañeros, aunque al menos se le oye gemir.