Partida Rol por web

No podía moverme, estaba más que frustrado, pues sabía que el oso podría venir a por mi.

Sin embargo, gracias al cielo, Nurgle y Kinn lograron derribar a la bestia, la misma que fue ultimada por Jack, mientras una alegre melodía parecía sanar mi cuerpo, pero la maldita parálisis no se iba, lo que me tenía bastante mosqueado.

La peliverde contempla al pobre Rupert, maldito, condenado, y debatiendose por sobrevivir"

"Chicos, no quiero que se muera" declara "Se que es peligroso, pero solo era un robaperas ¿De veras tiene que morir? Podríamos curarlo, lo justo como para que no sea un peligro"
"Es un aldeano. Y los magos protegemos a los aldeanos, para quedarnos con su dinero luego"

"Si se muere, no nos paga"
 

Yo, con toda mi disposición y buena fe para atender a los razonamientos de Nurgle junto a la calma imperturbable que se adivina en mi rostro, aún mayor al ver corromper la naturaleza que cuando la veo ser destruida, pego con ambas garras hasta dividir las costillas y aplastar el corazón con mi propia mano.

¿Que si he escuchado qué?

-Hey, prueba mejor con esto.-Dice Pike pasando su espada a Kinn.

Ante una hipotética mirada interrogante dice:

-¿Que? Nos ha intentado matar. Creo.

"Somos cuatro magos, y un demonio de casi tres metros"
"La palabra es INTENTARLO, Pike, le sería más fácil ponerle un traje de lagarterana a Kinn, que el hacernos daño.

"Nota mental: Emborrachar a Kinn para ponerle un traje de Lagarterana y echarnos unas risas"

"No tengo problemas con matar un animal en defensa propia, como por ejemplo un psicólogo (Ella no considera a los psicólogos personas) pero el era un humano"

Trad recuperar el control de mi cuerpo, me pongo de pie y lanzoel dragón contra Pike disipándolo en un chubasco antes de que lo alcance dejándolo calado de pies a cabeza, pero sin ningún daño.

La próxima vez regula mejor tus ataques, sólo te falto ponerme una manzana en la boca y una guarnición de pure de patata para que el oso me cene entero.

Nurgle, el alcalde quería un cadáver y es eso lo que le vamos a llegar, ni más ni menos, de haber podido, este ser nos hubiera devorado a los cinco, siendo Jack el platillo principal, Pike y yo el entremés y Kinn y tu el postre.

Pike ha recibido algo que puede considerar un ataque, una humillación... ¿la cueva es lo bastante pequeña para que su interruptor... salte?

Observo la espada de Pike con cierto desprecio y comento:

- ¿Crees que tu falsa y recta garra puede tener mejores resultados que las mías? -pregunto, quedando más despreciativo a la espada de lo que querría, aunque de por sí no me gustan mucho, pero también con un deje de curiosidad sobre si en verdad cree que tiene tanta fuerza- Pero gracias. -añado para suavizar el tono.

Después mientras comienzo a limpiarme con asco en la piel del "oso", miro a Nurgle y le replico:

- No era humano y no era un oso, era una aberración demoníaca. -replico- No pienso tener contemplaciones, nya. No más allá de "necesitamos preguntarle algo primero". -le dedico una mirada decidida, si ellos creían que el dinero es más importante, bien, pero se me iban a tener que meter en el camino para que no triturase corrupciones como esta.

Después Baltazar remoja a Pike y yo sigo tratando de limpiarme lo mejor que puedo con los restos de la criatura.

- ¿Estás bien? -pregunto a Jack, dado que es evidente que mis compañeros sí lo están (puesto que el único ataque que han recibido... es el de Pike).

"Y técnicamente tu NO eres 100% humana y TAMPOCO eres 100% planta, Kynn"
"Y a mi tambien me llamaron cosas horribles" Nurgle recuerda su infancia, en el pueblo de Haff-Ganistán (Decidlo en voz alta) donde era castigada dia si y dia tambien, por cualquier "Desgracia" que podia pasar, como que los zapatos apretasen, o que la leche terminase agriandose.

En el pueblo de Haff-Ganistán, las mujeres eran culpadas, castigadas, y atormentadas, así como obligadas a llevar una vestimenta horrible. El hecho de que Nurgle usase sus poderes para repeler a unos invasores no la convirtió en una salvadora, sino un demonio "por tener poderes malditos, reservados a los nobles".

Jack contesta a Kinn guardandose el machete lleno de sangre en el cinto que llevaba.

Estoy bien. Mis heridas se han curado. Mi trabajo ha terminado y he cumplido con mi promesa. Ahora debo seguir mi camino.

La cara de Jack mostraba satisfacción por haber derribado al oso y le arranca un trozo de hueso del cuello y se lo mete en el bolsillo. La bestia se iba muriendo poco a poco.

Espera Jack, ¿Hacia donde vas? Ahora que el pueblo ha perdido a Rupper, necesitarán a alguien más que lo proteja y por lo que he visto hoy, tú bien podrías ocupar ese lugar.

Sólo piénsalo, no más dormir a la intemperie, tres comidas al día, un lugar donde asentarte, gente que te aprecie. En fin, todo lo que conlleva tener un hogar.

Nosotros podríamos hablar con el alcalde para ello y si además nos ayudas a recuperar la copa robada, te vas a convertir en el héroe de la localidad. - digo tendiéndole la mano al corpulento gigante.

No soy hombre ni guardían de nadie, chico. Soy un vagabundo que lucha en defensa de la gente. El problema del pueblo ya está solucionado, con lo que no deberían correr peligro.

Con un gesto mira al oso moribundo, y le da una pequeña patada para ver si muere. Pero aun sigue agonizando.

Lo que el pueblo necesita no es un defensor, sino saber en quien confiar y no regirse por ritos extraños. Ese sacerdote posee un olor bastante extraño, similar al de otros.

Explícate por favor. ¿Qué quieres decir con olor extraño? ¿Similar al de qué otros? ¿Te refieres a los hombres con los que luchaste? - pregunto algo confuso.

Vamos Jack no me dejjes con las dudas por favor, esto puede ser una pista muy importante.

Este debería ser el momento oportuno para una aportación de Pike, pero está ocupado estando mojado. Ignorando al resto del mundo. 

En un despliegue de arte culinario, se libra de capas y capas de ropa, cual cebolla. Hasta quedarse con un montón de prendas húmedas en la mano y algo que si bien no es una camiseta, al menos lo intenta. Y unos pantalones cortos. 

Y así comienza la épica batalla de Pike contra el agua que ha invadido sus humildes prendas.

-Esta me la va a pagar.-mientras escurría su ropa e intentaba encontrar una palabra que rime con pelma.

Con el oso ya muerto del todo*, finalizo mi transformación quedando desnuda ante todos, esperando a que tras unos cinco o diez segundos comienzan a crecer mis "prendas" de musgo y hiedra mientras escucho a Jack y Baltazar.

- A mí me gustaría si decidieses acompañarnos un poco más... -digo lanzándole una mirada insinuante.

Honestamente, me gusta cómo es el hombretón en todos los aspectos, si hasta ahora no le he dicho nada en ese sentido es porque estaba cabreada con el asunto del oso, pero ahora lo miro con ojos de cazadora, en un sentido bien distinto a como miraba al oso.

Antes de partir, Jack decide dar algo más de informacion sobre sus atacantes: Posee un olor característico. Similar a unos guardianes que luché en el norte de estas montañas, cerca de un pueblo abandonado. Eran bastante débiles, pero se coordinaban bien bajo el mando de un tal Rosswall. Lastimosamente no os puedo acompañar, me voy hacia el este.

Kinn mientras aun estaba algo moribundo el oso, decide rematarlo pisandolo fuerte en el corazón, hundiendo con fuerza su pie entre la carne. Lo mata ipsofacto, acabando con su sufrida vida.

Vaya, parece que no tiene de eso de ahí abajo. Pienso mientras se predispone a marcharse, poniendo un gesto aburrido mientras me limpio cualquier resto que quede de sangre en el pelaje del oso. En esas estoy cuando menciona lo del "tipo que les mandaba".

- Roswall. -digo con los ojos achicándose al escuchar algo tan directo con respecto a ello, y entonces comienzo a emitir un gruñido por lo bajo- Le voy a arrancar la piel a tiras. -digo con seriedad mortal.

Pero claro, mis compañeros saben que soy un ser agradable, amante de la vida y la naturaleza, y que no haría esas barbaridades salvo que hubiese hecho auténtico daño a mi manada como tal, al bosque, o fuese una creación corrupta de la naturaleza. Porque lo saben... ¿no?

Al escuchar el nombre de Rosswall, sonrío ampliamente.

¡Gracias Jack! En verdad, no tienes ni idea de lo que significa esa información para nosotros.

Nurgle Pike, por favor échenme una mano, tenemos un cadáver que entregar y un sacerdote al cual moler a golpes para sacarle la verdad. - digo con total seriedad, mientras busco una forma de trasladar al oso.

Démonos prisa chicos, las pistas se enfrían y no podemos dar el lujo de dejar pasar una oportunidad así.

El oso pesaría unos 600 kg minimo. Por su peso, sería difícil llevarlo una sola persona, así que la ayuda entre varios era evidente. Jack esperaba pancientemente de brazos cruzados si le hacían alguna pregunta, o se iría despacio sin rumbo fijo.