Partida Rol por web

Regresamos al coliseo en busca de Hirato, pero no está allí. Ni él ni nadie. ¿Dónde diablos se ha metido? Miro a mi alrededor tratando de verle a él o a Claudia. Nada de nada. En la mitad de la arena sin embargo veo a Elesia.

- ¡Elesia! ¿Sabes hacia dónde ha ido Hirato? - le pregunto con la esperanza de que sepa algo.

Cada vez tengo más dudas acerca de si ir a buscarle o si tomar alguna de las salidas antes de que ocurra alguna otra cosa. Pero aun así, no pienso dejar tirado a nadie del gremio.

  Caminando un par de pasos atrás que el resto, no podía evitar sentir que les estaba retrasando un poco el avance debido a mi desgastado estado ... tsk... debí tener mas cuidado contra el espadachín..., pero a pesar de esta pequeña complicación no nos demoramos demasiado en llegar nuevamente a la sala grande.

  S...sigo diciendo que si instalamos uno en nuestro gremio podríamos sacar pasta para pagar la deuda...- mientras miraba las gradas vacías y lo silencioso que se veía el sitio ahora sin mas alma que las nuestras - C-claro si... con menos trampas y sin el pozo de lava por favor... - apuntando lo poco que me quedaba de ropa debido al fuego.

  Tal vez sea por ya haber caído en la trampa de los pilares o que éste sitio parecía estar siempre girando al ritmo que la vieja troll quería, pero al ver a nuestra compañera en el centro, una pequeña molestia me hace tomar el hombro de Zack antes de que se acercara de mas.

 -  Algo me no me agrada aquí... no se que... pero avancemos con cuidado...

Me giro hacia Jaden al sentir la mano sobre mi hombro y escucho sus palabras. La verdad es que también me da mala espina todo esto.

- Tranquilo, voy con cuidado.

· Zephyr: Sí, con el mismo cuidado que aquella vez que teníamos que recuperar aquellos huevos robados, que terminó alertando a todos los bandidos después de activar todas las trampas de alarma. ¿Os acordáis, chicos? Aquello fue una buena pelea, con algunos huevos rotos.

Frunzo el ceño y miro de reojo a Zephyr cuando recordó aquella misión de los huevos rotos que hice con Lenn y Jaden en el pasado. Éramos unos novatos por entonces*.

- Gracias, ya no me acordaba de aquello - digo con sarcasmo.

Vuelvo a mirar hacia Elesia, esperando su respuesta.

Y nos hallábamos una vez más de vuelta al coliseo. Las cosas por el día de hoy no parecían tener muchas pintas de terminar, y yo ya me encontraba bastante hastiada. Apenas llegamos nos topamos con Elesia... ciertamente haciendo algo que no comprendía del todo; ¿se le había zafado un tornillo?

Solté una pequeña carcajada ante el recuerdo de aquella misión de antaño.

-Zack y Jaden definitivamente eran unos niños. No solo esos huevos terminaron rotos por la pelea, también otros -dije, sonriendo, divertida.

Al final me callé. Ya habría tiempo para rememorar viejos recuerdos. Por ahora debíamos estar atentos a lo que diría Elesia.

Elesia se mantenía callada, sin hacer gesto alguno. Con su brazo derecho indicó hacia una puerta que quedaba por encima del banquillo de los luchadores de Claudia en la grada. Luego volvio a su posicion de meditación y no propicion ningun signo de posible ataque, ni tampoco representaba una amenaza. Estaba sumida en sus pensamientos.

   Pfff...jajaja... cierto~cierto... - mientras perdía la totalidad  de la cautela y no pudiendo parar de reír por tan vieja memoria... - y~y cuando... se me ocurrió espantarlos cuando aun estábamos todos cubiertos de clara fresca... como medio mes oliendo solo a Omelette... jajaja... ohhhh... extraño esa camisa...- secando un par de lagrimas de risa, retomaba el paso junto a ellos -S-sigamos entonces... a-antes de que la vieja troll deje totalmente desnudo a Hirato...

   Intentado recuperar la compostura de hace unos momentos, ya estábamos en frente de Elisa, la cual se veía tan centrada en sus pensamientos, que se sintió hasta raro en cuanto levanto su brazo - Ehh..ehhh...Elisa...- sintiendo como la risa tonta seguía girando en mi sistema - B-buen sitio para meditar... ¿ no ? - girando el rostro mientras a otro lado buscando la mirada de mis compañeros, para que alguien un poco mas serio tomara la palabra en esta situación.

Oh, no, el olor a tortilla y a huevo frito. Ya había olvidado ese trauma.

- Gracias, Jaden. Se me había olvidado - digo con sarcasmo.

Miro hacia donde señala Elesia y asiento con la cabeza.

- Gracias Elesia. Por favor, ponte a salvo - digo antes de encaminarme en dirección hacia donde ella señala.

Ahora toca buscar a Hirato y sacarlo a rastras de aquí. Que le den a su ropa, es más importante escapar con vida y con el colgante.

El comportamiento de Elesia era realmente extraño. ¿Quizá estuviese arrepentida por lo que había hecho? Sea como fuere, no importaba ahora. Asentí yo también a lo que indicó Elesia y miré a los chicos, decidida.

-¿Vamos? No tenemos tiempo qué perder -cuando todo terminase durante ese día, tomaría un buen baño de burbujas y me bebería toda una botella de Sake. No era bueno para una dama pasar por tanto estrés. Por lo mismo, deseaba acabar todo con la mayor rapidez que se pudiese.

- Tenéis que contarme más historias de las vuestras algún día.- Dije entre risas, por un momento me dejé llevar y olvidé la situación en la que estábamos. Al menos hasta que vimos a Elesia parada en medio de la arena meditando.

A pesar de lo extraño de su comportamiento no era el momento para pararse a pensarlo, Hirato era la prioridad. Apreté el colgante mientras corría por puro instinto, después de lo que había costado conseguirlo no podía dejarlo ir.

El grupo marcho tras las pocas palabras de Elesia. Subiendo por la gradería y adentrandose por la puerta indicada llegaron hasta unas escaleras que ponia un cartel señalando hacia arriba: Oficinas. El pasadizo solo tenia un unico camino.

Noqueados por la escalera estaban varios mayordomos de Claudia mientras subian. Al llegar a la planta de arriba, se paran en una puerta grande doble. Al otro lado se podia escuchar la voz de Claudia enrabietada mientras parecia romper cosas de cristal, que se discernía por los golpes.

- Cuando todo se calme, cuando quieras siempre y cuando no sea Zephyr quien lo relate - respondo a Reina.

Varios mayordomos fuera de combate, ruidos de cristales y los gritos de una furiosa Claudia. Tiene pinta de que Hirato está allí o ha estado. Miro hacia mis compañeros en silencio, justo frente a la puerta. Cuando vea que todos están preparados abro las puertas para observar el panorama.

Aquel arrebato de Claudia solo podía indicar dos cosas: o que estaba demasiado cabreada porque habías arruinado sus planes, o que estaba luchando con Hirato. Sea lo que fuese que estaba sucediendo, era hora de que nosotros entrásemos en acción y le pateásemos el trasero a Claudia de una vez por todas.

Miré a Zack y asentí con la cabeza, comenzando a reunir magia en mis manos. Apenas abriésemos la puerta, si veía algo raro, dispararía a lo que fuese.

   Bueno... creo que ya dimos con ella... - comento en cuanto su sonora voz de troll señalaba su posible ubicación luego de que siguiéramos el rastro de mayordomos hasta las instancias de la dueña del lugar, mirando las paredes y las lozas del piso, evitando tocar las que se vieran demasiadas elaboradas ... si tiene mas trampas, no quiero ser quien las active....

  _{Cuando quieras...}- susurraba a modo de afirmación a Zack en cuanto todos nos preparábamos con nuestras magias y habilidades en enfrente de la puerta en un posible combate ... no se que haya dicho Hirato allí dentro... pero la vieja no se escucha de mucho humor...

Zack abrió la puerta de golpe para poder el panorama que se encontraba en el interior del despacho. Allí una furiosa Claudia tenía en su mano una lampara cogida por el palo y sacudía los muebles rompiendo todo lo que podía. Mecida en una histeria, arremetía palabras contra uno de sobra conocido:

Hirato!! Hirato!! ¡¡Te maldeciré por todo!! ¡¡Que has hecho!! ¡¡¡Maldición!!! ¡¡Maldición!!

El despacho mostraba un lugar deplorable como si hubiera pasado un huracán con un sofá volcado, libros por el suelo, etc.

Al abrir vemos a Claudia arrasando con todo lo que tiene a mano y maldiciendo a Hirato. Parece por lo que veo que Hirato se ha salido con la suya y se ha marchado. Al menos podría habernos avisado...

· Zephyr: Igual es mejor que dejemos a solas a esa trol con su periodo... - comenta en voz baja Zephyr.

Asiento con la cabeza. Estoy de acuerdo con mi espada, ya que teniendo el colgante y no estando Hirato aquí, ya no pintamos nada en este lugar. Al contrario, cuanto más tiempo pasemos aquí en más peligro estaremos.

- Vámonos - digo en voz baja dando la vuelta con intención de marcharme. Lo mejor que podríamos hacer es salir de aquí cuanto antes, en lugar de ver a una trol en su ataque de histeria. Si encontramos a Hirato tendremos unas cuantas palabras con él.

Debo admitir que no me esperaba encontrar semejante panorama apenas Zack abriese la puerta. Lo que vimos no fue más que a Claudia haciendo una rabieta cualquiera. Aunque bueno, quizá mirando el suelo y el lugar en sí mismo, parecía tener razones para hacerla. El caso es que Hirato no se encontraba allí y, muy como Zephyr decía, era mejor dejar a la mujer pasar su histeria sin más. Gastar energías luchando con ella sería inefectivo, además de peligroso.

Hago desaparecer la magia que estaba acumulando en mis manos mientras me vuelvo hacia los chicos, mirándoles.

-Está bien -respondo a Zack, afilando mi mirada. 

Lo mejor sería salir de aquel lugar lo antes posible, y darle una buena hostia a Hirato por dejarnos allí sin más.

    Ehhh...bfffff...- perdiendo total concentración, no sabiendo que seria lo siguiente en pasar, tal así que ante el golpe de la lampara llegue a dar un pequeño pensando que se venia un embate de verdad, que los sirviente se volverían a levantar y aquella lampara se volvería un garrote de verdad, pero no...  solo termino en un real berrinche de trol ... ¿ sera parte de su trampa ?...

  - ¿ Creen que tengan aun de ese trago de fruta allí arriba...? tenia un no se que... pero de que estaba rico, lo estaba...- susurraba mientras seguía unos pasos mas atrás a mis compañeros, para dejar tan extraña escena como anécdota que contar ... mientras no vea el colgante de Regina, estamos bien... ¿ verdad ? *...

Con un objetivo cumplido al obtener el medallón, el grupo decide marcharse y dejar allí a Claudia destrozando su despacho. El grupo sube hasta el casino sin toparse con nadie que los retenga. Tampoco estaba Elisea ya en la arena del coliseo.

El casino funcionaba con normalidad sin saber nada de lo que habia ocurrido allí abajo. Los clientes seguian jugando a toda la diversidad de juegos, los mayordomos, camareros, crupiers atendiendolos. En la isla no quedaba mucho que hacer y la vuelta al gremio era necesaria, aunque sin rastro de Rosswall alguno, y si la aparicion de Hirato, que tambien andaba desaparecido.

En la mente de Regina residia que hacer con el medallón. Se habia obtenido de una forma fácil, y estaba con sus compañeros. Sabía que era lo que necesitaba aquel misterioso joven rubio que le devolvio la vida, pero con una mision clara.