Partida Rol por web

Entonces deben de haber problemas mucho más serios... ¿que nos ocultará? ¿Alguno de vosotros sabéis algo que se nos haya escapado? ¿Un rumor? Continúo preguntando, ya bastante más preocupado.

Tsk.. ni idea tíos. - suelta Phil viendo como el Supervisor se va del lugar y deja a Butch ahí tirado con su falsa sonrisa de payaso.

El Supervisor marcha del lugar seguido de dos guardias que le siguen el culo, bien de cerca.

La fiesta parece ahora haber dado comienzo y el camarero saca pasteles que todos se lanzan a coger. Pocas veces habían pasteles con sabor...

Mira a los demás compañeros y señala con un pequeño golpe de cabeza al aire a nuestro Super mientras se va. - ¿Que hacemos.. le seguimos? - pregunta mientras veis que se le dibuja una pícara sonrisa en el rostro.

¿Seguir al jefe? ¿Con esos dos matones detrás? Le digo a Phill. ¿Estás loco?

Sí. - le responde sin pensarlo aún sonriente. Luego se encoje de hombros.. - quería decir, seguirlo a distáncia, intentando que no se den cuenta los gorilas estos.

 - No creo que seguir al supervisor sea una buena idea..... - sigo inclinado y hablando en voz baja -...De todas formas disfrutemos de la fiesta pero mantengámonos alerta, por lo que pueda pasar....

Vuelvo a mi posición inicial y echo un vistazo por la fiesta, observando si el descerebrado de Butch se ha dado cuenta de que a su padre le ocurre algo.

Al menos...
Digo yo en el mismo tono.
Ahora sabemos que quizá pase algo. Por lo menos, la situación, no nos pillara desprevenidos
Sin embargo, suelto cierto resoplido de fastidio y añado.
Y tratare de controlarme con el alcohol. Que no seria buena idea estar medio contento si al final, acabamos siendo necesarios.

La fiesta sigue su transcurso con más alcohol y pasteles exquisitos.

Por fin es hora de volver a las habitaciones, donde os esperan vuestras madres para taparos antes de ir a dormir.

Finalmente, el ambiente parece que se va relajando en la fiesta. Cosa que aprovecho para meterme entre pecho y espalda, otro par de tragos de Te escoces.
También como algo pero no demasiado. Pues mi vicio, es indudablemente otro.
A lo largo de la fiesta, se suceden todo tipo de conversaciones. No intervengo demasiado pues procuro escuchar, tratando de enterarme de lo que pasa.
Pero finalmente, quizá a causa del Te, o quizá a causa del aburrimiento, acabo por sacar a bailar a nuestra compañera. Y, por supuesto, me llevo una leche cuando trato de agarrarla por debajo de la cintura.
Tras las carcajadas por parte de mis compinches, me sumo a las risas con el consiguiente encogimiento de hombros.
Y, finalmente, cuando llega la hora, todos acabamos despidiendonos después de una jornada mas agradable que otras.
De camino a mi cubiculo, pienso.
Que le den por culo al supervisor y al inútil de su hijo. Y en cuanto a Amanda un día de estos, acabare por llevarla al catre.
Y con este pensamiento tan agradable en mente, acabo acostándome en mi catre en donde no tardan en retumbar mis ronquidos.

La noche cae sobre el refugio, o eso indican vuestros relojes, puesto que no habeis visto el sol más que en dibujo. La fiesta os ha evadido y acercado un poco a la ebriedad, algo que os gusta y os hace dormir tranquilos. Aun así nadie supo que le pasaba al supervisor, aunque sí fuisteis conscientes de su nerviosismo.

 - FIN DE LA PRIMERA ESCENA -