Partida Rol por web

Con Bill y Lily metidos en el agua, y Lucke y Andrés fuera, si aquello se trataba de una situación de peligro no parecía que tuvieseis muchas posibilidades. Sin embargo, no era lo que parecía.

El chico que había reparado en Lucke, descendió hasta donde os encontrabais y se acercó tímidamente a Lucke; le señaló con el dedo y volvió a emitir aquel sonido gutural sin apenas articulación, pero que expresaba más de lo que parecía.

-¡¡Kaaaaahhhh!!

Lentamente, el muchacho se acercó a Andrés y Lucke. Tenía miedo, pero también debía sentir curiosidad porque a pesar del parecido, no era habitual para ellos, o no debía serlo, encontrar a un igual al que no conociesen, que procediese del exterior.

¿Qué debíais hacer? ¿Huir? ¿Y si os atacaban? No era lo que parecía pero... quién podía asegurarlo.

Recién cuando Freak notó la pureza del agua y logró calmar el miedo a una intoxicación de Lily, se percató de que estaban siendo rodeados.

Inmensa fue su sorpresa cuando aquellos humanoides eran en escencia idénticos a él. Lampiños de pies a cabeza y con un físico considerable.

Hizo contacto visual con uno de ellos. No puede ser... Parecía tan sorprendido como lo estaba Freak.

Aquella gente empezó a emitir unos sonidos guturales, que, para sorpresa de Freak, podía escuchar. No podía escucharlos como lo hacían Lily, Andrés o Bill, de forma "plana". Más bien el sonido que pasaba por el "filtro" (los oídos tan particulares de Freak) era un sonido obtuso, a una frecuencia tan grave/aguda que un humano normal no podría percibir. Se llamaba ultrasonido, aunque claro, Freak no lo sabía.

-¿Kahhh?- No parecía ser un lenguaje propiamente dicho, pero el tono que le llegó de aquellos seres le generó una sensación que no implicaba una amenaza, solo curiosidad para con Freak.

Uno de aquellos seres se acercó hacía donde estaba junto con Andres, con algo de miedo.

Freak se acercó unos pasos hacia el muchacho. También se sentía perplejo, pero aún así levanto calmadamente una mano para buscar estrecharla en el antebrazo de aquél extraño tan parecido.

-Kaaaahh...- Freak no mata Freak.

Lily se bañaba en aquel agua limpia y clara mientras que Bill dejaba de lado las plantas para proceder a seguirla, metiéndose tan solo con su ropa interior, algo que a la fémina parecía no importarle. Mientras tanto Lucke comenzó a chillar al ver a su pelirroja en el agua, tendiéndole la mano para que saliera de aquel líquido elemento que podía albergar cientos de peligros, recibiendo una sonrisa tranquilizadora por parte de su amiga - No te preocupes cielo, todo está bien - le dio la mano finalmente para evitarle sufrimiento, no porque realmente quisiera salir del agua. Por su parte Andrés ejerció el papel de supervisor, regañando a sus compañeros por su imprudencia, provocando que Lily se sonrojase levemente por ello, aunque no pudo evitar tener un poquito de descaro, salpicando de agua al mecánico antes de salir del lago, justo cuando él se dispuso a examinar el fluido - Uys perdona Andrés - y por su tono de voz juguetona, ahora sí que merecía la reprimenda.

De repente Lily escuchó un Kaaaaaaah distinto al habitual y por costumbre miró a Freak, pero no, él no había dicho nada. Así que miró a su alrededor para descubrir por lo menos una docena de Luckes, los había grandes y pequeñitos, sorprendiendo a la pelirroja que su amigo no fuera único en el mundo, aunque para ella, siempre lo sería, aunque le rodeasen miles iguales.

- Lucke, mira... - señaló a los desconocidos justo cuando uno se acercaba hasta ellos, con cierta curiosidad y temor en los rostros, o al menos eso creía la fémina, sonriendo al valiente quedaba el primer paso - Hola... Somos amigos....Yo.... amiga tuya... - hizo una señal con las manos señalándose, luego entrelazando sus dos manos y luego señalando al mini Lucke - ¿Comprendes?... A-mi-go.... - la pelirroja estaba feliz, sobre todo por Freak, el cual siempre había sido el raro del refugio, ahora se daría cuenta de que realmente lo especial que era y de que no estaba solo.

- Billy, deberías ponerte la ropa, no vayan a pensar mal de ti... - y es que andar en calzoncillos no era un problema para gente que en cierta medida se había criado junta, pero ahora mismo estaban socializando y debían mostrar lo muy educados que eran - Vamos Chadwick, apresúrate... - mirada luego a Andrés, pero él no le preocupaba, solía ser bastante amable y social. Y al menos estaba vestido.

- Él.... - señala a Lucke - es....Khaaaaaaaahhhhhhh - intentó imitar la pronunciación de Freak, emulando el idioma mutante, si es que existía aquel tipo de lenguaje.

Bill estaba disfrutando de aquel baño como hacía mucho que no disfrutaba de algo y, dadas las circunstancias eso era algo que celebrar.

Estuvo tentado de explicarle a Andrés que si bien los ciclos metabólicos vegetales eran mucho ma´s rápidos y adaptativos que el de sus vecinos metazoos aquella exuberancia vegetal debería indicar que el agua al menos estaba tan limpia como el ambiente en el que se encontraban, por lo que si aún no habían muerto envenenados por radiación, o bien los niveles ambientales les estaban envenenando lentamente en pos de una muerte agónica y lenta o bien estaba limpio, pero no le pareció algo adecuado de lo que hablar a la lijera, por lo que se limitó a asentir.

Y luego vinieron la tribu de los Freaks... eso sí era algo inesperado. Casi más que aquel vergel oculto tras las montañas.

Nadó hacia la orilla en la que había dejado tirada su ropa y empezó a vestirse, no perdiendo de vista a los recién llegados.

Justo cuando me proponía a examinar el agua de pronto pude ver como Lily me tiró algo de esta, haciendo que me hiciera un poco detrás mientras me notaba algo molesto, y apenas estuve por hablar fui interrumpido por un sonido familiar... Pero no podía ser el de Lucke, Lucke lo tenía aquí literal al lado, así que al ver de donde provenía el ruido, ante la sorpresa de ver a tantos como Lucke inevitablemente caí sobre mi trasero, arrastrándome un poco haci atrás antes de levantarme, mirando a todos ellos con una mezcla de miedo y mucha sorpresa.

Me mantuve en silencio, rodillas flexionadas y con una cara de sorpresa que me hacía parecer algo tonto, intercambiando mi mirada con cada uno de los "Lucke's", de los grandes a los más pequeños, mientras que parecía ser que finalmente, nuestro Lucke original podría comunicarse, ambos con ese chillido/grito gutural que hacían, algo que de verdad no esperaba ver, ni me imaginé, ni pensé siquiera que fuera posible que Lucke de verdad se lograra comunicar, y mucho menos que había otros como él.

Despacio empecé a ponerme erguido al mismo tiempo que Bill se ponía la ropa, mirando tanto al ya mencionado como a Lily como si acaso ellos tuvieran una respuesta.

Los otros "freaks" no parecían entender muy bien lo que Lily les estaba diciendo, pero los sonidos de Lucke sí, o al menos sus gestos. Parecía existir alguna clase de comunicación no verbal entre ellos, que no dejaba entrever si podían oír pero al menos, sí que existía una conexión profunda.

El freak retrocedió al ver la mano de Lucke, pero rápidamente volvió a acercarse y lo tocó en el pecho, golpeándolo con suavidad. Al ver que se sentía bien, sonrió y golpeó más fuerte.

-¡Kaaaahh! ¡KAAAAH! -exclamó, girándose también hacia los demás, señalando a Lucke y gesticulando mucho.

Después se aproximó a Lily y golpeó también su pecho, con más fuerza de la que debía, por lo que la pobre Lily estuvo a punto de caerse al agua. Finalmente, miró a Andrés y a Bill y movió la cabeza abajo y arriba.

En ese momento, los niños, que habían permanecido en un discreto segundo plano y estaban bañándose algo más lejos, se acercaron a vosotros, rodeando a Lucke. Eso hizo que los ojos del Freak brillasen y una enorme sonrisa aflorara en su rostro.

-¡KAAAAAAHHHH!

Después, hizo un gesto como para que le siguieseis y se dirigió hacia los demás, volviéndose a mitad de camino para volver a insistiros.

Lily se percataba que la comunicación con los múltiples freaks no era tan fluida como le habría gustado, aunque había un halo de entendimiento con su Lucke por delante, así que la pelirroja comprendió que era él, irónicamente, quien debía ser el portavoz del grupo, aunque no emitiese una sola palabra legible desde el punto de vista más puramente humano.

El Freak que se acercó a su amigo le tocó en el pecho y seguidamente hizo lo mismo con ella, dándole unos golpecitos que bien podían haberla hundido en el lago.

- Auch.... - dijo aún intentando sonreír, cogiéndose al antebrazo de Lucke para no caer despedida hacia atrás. Aquella civilización seguramente se planteaba qué hacía un tipo tan apuesto y deseable como Lucke, con una pelirroja fea y debilucha como ella, y es que las perspectivas siempre eran del todo variables según quien las analizase - Ehmmm... Yo también me alegro de conocerte... - dijo la joven como respuesta al golpetazo recibido, intentando mostrarse amable.

Aquellos extraños le hicieron señales para que les siguieran, unos gestos que la pelirroja reconoció al instante, comunicándoselo a Bill y Andrés, en caso de que no lo hubieran comprendido, aunque para ser realistas, ellos tuvieron mejores calificaciones GOAT en inteligencia, cosa que a Lily le provocara ciertas ganas de demostrar de que no era completamente idiota, y es que comparada con un biólogo y un mecánico, la camarera poco tenía que hacer.

- Quieren que les sigamos, quizás seamos sus invitados de honor... - dijo con la mejor de sus sonrisas - Este sitio podría ser ideal para vivir, ¿no os parece?... Quizás no haya tanta gente como nos gustaría, pero hay agua y si hay plantas habrán...  ¿Alcachofas?.... - miró a Bill y sonrió, estaba segura de que él adoraría permanecer en aquel sitio tan natural, pero le preocupaba Andrés, ¿cómo podría convencerle para que ese lugar le agradara? - ¿Qué te parece todo esto, Andrés?... - le preguntó directamente para conocer su opinión de primera mano.

Sinceramente no me cayó mucho en gracia la forma en que ese Freak se nos quedó viendo a Bill y a mi, tampoco por esa alegría que mostraban por los niños, pero quiero decir... Son gente aislada en este paraíso, llegamos como si nada, nos encuentran y ahora nos invitan a seguirlos. Puede que no pase nada malo ya que al parecer Lucke es como ellos, y se entienden, pero igual no me inspiran confianza.

Mientras el Freak que se acercó empieza a caminar y nos insiste seguirlo escucho la pregunta de Lily, a la que volteo a ver con una ligera mueca de duda antes de responder. -Por muy bueno que sea esto, no me inspira confianza... Estén alertas.- Dije en voz un tanto baja a pesar de que esos Freaks de seguro no nos podrían oír bien como Lucke. -Niños, quédense juntos y no se separen, ¿Sí?- Y así vi a Bill y Lily aún con esa duda en mis ojos, pero igual di un primer paso a ver si ellos se animaban a seguir.

El freak nativo golpeó el pecho de Freak de forma suave, y luego más fuerte. Habían conectado. Tan solo... He estado tan solo en este mundo, que alegría encontrar a mis pares. Sonreía lleno de alegría.

Entonces vió que el freak nativo golpeó el pecho de Lily con mucha más fuerza de la debida, y Freak gruñó, tensando sus músculos.

Lily intentó sonreir y la situación no pasó a mayores. Parecía que sencillamente había sido un gesto tosco y bruto, pero sin malicia. El gruñido de Freak pasó desapercibido.

Aquél momento, tan sutil para algunos, tenía fuerte implicancias. ¿Dónde estaba el efervescente instinto protector hacia Lily? ¿Habría sido un simple gruñido si otra persona le daba ese golpe a Lily? Claro que no. Freak no lo sabía, pero de forma interna comenzaba a librarse una guerra, una guerra por su sentido de pertenencia. ¿Cuál era su tribu y su lugar en el mundo? ¿Con los de su especie o junto a Lily como siempre pensó que sería? El tiempo lo diría.

Los nativos hicieron unas miradas extrañas a los demás muchachos. Hmm, tiene sentido que lo hagan con el botánico, me da mala espina ese hombre. Pero Andrés es bueno, Andrés mejoró mi escobillón mata-mutaracha una vez, si, es bueno. En realidad, el recelo que sentía para con Bill estaba fundando en los celos que sentía por notar que varias veces se acercaba a Lily más de la cuenta. Maldito botánico, feo, feo.

Los freaks nativos señalaban para que les siguiéramos, y así lo hizo Freak cuando vió que Lily comenzaba a moverse.

Entonces, antes de perder de vista la entrada de la cueva, Freak dijo a los otros freaks.

-Kooooooehhhhhh.- Señalando hacia la caverna. Antes Freak había sentido el sonido de las palabras de los freaks, pero más que eso, había sentido lo que querían decirle, como si el sonido además de palabras, pudiera transmitir emociones e intenciones. ¿Sentirían ellos la carga de peligro, amenaza y precaución proveniente de la cueva? A saber.

Antes de cruzar la caverna había visto a la caravana de negreros esclavistas aproximarse hacia esta zona, quiso transmitir lo visto mediante señas a los demás y creía haberlo logrado.

Escribió en una hoja de su anotador, una de las últimas que tenía limpias, más le valía cuidar bien esos espacios para no quedar incomunicado totalmente.

Cita:

Aún empapado por el improvisado pero no menos reconfortante baño, el botánico acabó de ponerse el mono azul del refugio, que se le pegó a la piel mojada, si bien la sensación de frescor y humedad era bien recibida a tenor de lo que habían sufrido en el desierto.

Sin perder de vista a los recién llegados y con una expresión seria marcada en su rostro, fue abandonando la orilla con movimientos lentos y siempre manteniendo ambas manos a la vista para no provocar involuntariamente una reacción agresiva del extraño grupo de humanoides.

Su mirada se encontró con la de Andrés, que parecía desconfiar de la situación, a lo que Bill asintió con la cabeza.

Lilly seguía haciendo gala de su cautivadora inocencia y parecía ya que se encontrase rodeada de viejos amigos, lo que bien podía resultar peligroso para ella como acabar siendo algo beneficioso para el grupo, puesto que aquella actitud cálida y agradable ayudaría a limar desconfianzas en sus nuevos anfitriones si es que no ocultaban intenciones ocultas.

Cuando parecía que iban a ponerse en marcha, Freak anotó una pregunta en su cuaderno que hizo que Bill se plantease aquella misma cuestión.

-No conozco como funcionan las redes de tráfico de personas en este mundo exterior, pero la lógica me dice que si los esclavistas conociesen un lugar como este, lo habrían arrasado- a medida que iba explicándose, trataba de hilar sus propias ideas en su cabeza.

-Esa lógica me indica que este lugar les es desconocido. Quizá sea desconocido y nuestra llegada sea fruto de una serendipia...

Dándose cuenta de que el propio Lucke no iba a poder escucharle, se giró en su dirección y con la palma de la mano se señaló al pecho -Yo-dijo vocabulizando exajeradamente, para luego llevarse el índice a la sién -Pienso- luego negó con la cabeza-No

El extraño grupo empezó a alejarse de la laguna, guiado por los hermanos de Lucke, que caminaba rodeado de los niños, salvo uno de ellos que se había encariñado con Lily, todos mirando hacia atrás y al rededor, desconfiando en cierta manera de la suerte que habíais tenido, y sobre todo y ahora que Lucke lo había recordado, pensando en los esclavistas.

Parecía algo increíble haber llegado hasta allí, y mucho más increíble todavía haber escapado de aquellos despreciables seres que anteponían sus intereses al valor de la vida humana. Estaba claro que esta ya no era considerada como algo importante para ellos, sino que simplemente lo verían como mano de obra, objetos de cierto valor que además, podían ser sustituidos. 

Pero rodeados de aquella seguridad que daba el lugar en el que os encontrabais, un ambiente completamente diferente, verde, repleto de vida por todas partes, era fácil dejarse arrastrar por la esperanza, esa palabra que durante tanto tiempo había permanecido si no oculta, sí prohibida para la mayoría. Quién querría nombrarla cuando era algo así como una ilusión que fácilmente se desvanecería como los sueños al despertar, quedando únicamente la sensación de que en algún momento, ocurrió.

Caminasteis durante un buen rato, a través del valle verdoso y lleno de flores, insectos e incluso pequeños animales que os resultaban desconocidos. Era hermoso respirar vida y no muerte, apartar con las manos plantas y sentir la humedad de la hierba en los pies.

Finalmente, os fuisteis adentrando en una zona más boscosa. Los árboles empezaban a formar paredes a vuestro alrededor, al principio de manera dispersa y poco a poco constituyendo una especie de jungla que parecía estar susurrando palabras de bienvenida pero a la vez, prudencia. Aquel bosque estaba vivo, más allá de lo que las raíces y los pájaros evidenciaba. Cada árbol parecía vigilar vuestros movimientos y al agitarse las hojas, era como si hablaran entre ellos, cerrando el paso detrás de vosotros y transmitiendo una sensación de inquietud constante. Era como si dijeran: "podéis entrar, sois nuestros invitados, pero cuidaros de causar daño, pues somos los cuidadores de todo cuanto respira en el bosque".

No había ojos, pero todo a vuestro alrededor parecía vigilaros.

Los hermanos de Lucke caminaban relajados, siguiendo un sendero que cada vez se hacía más estrecho, y los niños disfrutaban de aquel cambio, sin notar que su vida corriese peligro.

Finalmente, llegasteis a una zona diferente, una especie de claro dentro del bosque, flanqueado por árboles tanto altos que parecían alcanzar el cielo y en ellos, casas creadas con ramas, escaleras, puentes cruzando de unos a otros, y gente en lo alto. Todo estaba lleno de gente que rápidamente se movió para veros llegar.

Al fijaros mejor, visteis que todos eran niños y niñas, otros hermanos como Lucke, y mujeres. No había hombres. Tampoco parecía haber muchas, quizás una docena más o menos. Pero vuestra aparición creó la sensación de que eran cientos moviéndose de un lugar a otro, y bajando a través de lianas y escaleras.

Ciertamente, aquel bosque estaba lleno de vida.

Lily escuchó a Andrés y asintió ante sus palabras, no porque desconfiara de los desconocidos, más bien porque él siempre había sido un hombre razonable y cuyas opiniones solían estar muy bien argumentadas - Estaré alerta - aseguró ella, pero, ¿cómo temer a aquella comunidad tan simpática? A pesar de haber sido golpeada en el pecho, sin mala intención, por supuesto, y con el pertinente gruñido de Lucke, parecían todos encantados de recibir visitas.

Freak comenzó entonces a comunicarse con las gentes que eran como él, señalando la cueva por la que llegaron a aquel paraíso terrenal, comprendiendo la pelirroja que intentaba explicar la procedencia suya, leyendo a continuación el comentario de su amigo en el anotador, suspirando ante la pregunta planteada, negando con la cabeza y elevando las manos en clara señal de duda, mientras decía algo para los demás.

- Los esclavistas... No sé dónde estarán o si podrán seguirnos la pista por las montañas... - miró a los demás para ver qué opinaban - Pero si de algo estoy segura, es que estas personas jamás se han enfrentado con enemigo alguno, por eso son tan confiados... - o eso quería pensar.

Bill tomó la palabra y explicó algo que coincidía con la línea de pensamiento de la camarera. Ese Edén existía porque estaba oculto y una mala sensación creció por dentro de la fémina. ¿Y si era encontrado por los esclavistas por su culpa? Si les pasaba algo a aquellas personas, jamás se lo perdonaría. No obstante, Lily se calló, guardando para sí sus funestos pensamientos.

Caminaron por la foresta. Un niño se había encariñado de la pelirroja y ella no dejaba de hacer muecas con el rostro para hacerle reír, mostrando su lado más encantador y juguetón, un alivio para su alma, pues la carga que portaba ya era suficientemente pesada como para reincidir en ella. Lily actuaba como en el refugio, intentando que la hora del café fuera el mejor momento del día para quienes visitaban su cafetería, dando lo mejor de sí misma hasta en la peor de las situaciones.

Aquella naturaleza salvaje parecía tener vida propia. La camarera miraba los árboles con respeto, así como cada una de las plantas. No estaba acostumbrada al medio natural y, aunque sabía que nada debía dañarle, no podía evitar sentir que ese sitio parecía vigilarles, ¿o acaso estaba equivocada?

Llegaron al claro del bosque y observaron los hogares de los hermanos de Lucke, casas hechas de madera y ramas, apostadas en la parte más alta de los árboles, con puentes que los conectaban y más niños que les vigilaban desde sus posiciones privilegiadas.

 - ¿No os parece un sitio encantador?... - dijo Lily sonriendo -... Hay muy pocos hombres aquí. Quizás estén...¿cazando?... Andrés, ya viste que no hay nada peligroso en esta aldea, estas personas son agradables y podríamos crearnos unas casas como las de ellos... No es como nuestro refugio pero..., ¿qué podemos hacer si no?.... - y es que le aterraba su futuro incierto.

Los ojos de Bill no daban a basto en aquella caminata.

Quería tenerlos ocupados buscando posibles amenazas pero inevitablemente se desviaban a cada segundo para admirar aquella frondosa vegetación que en parte le era extraña y común al mismo tiempo.

¡Que de diferentes briofitas! También reconoció helechos, licopodios y monocotiledóneas. Y también plantas absolutamente desconocidas que parecían guardar características de diferentes tipos en una sola. ¡Que festín para la vista! No veía el momento de detenerse a analizar más a fondo aquellos especímenes.

Llegado a un punto y habiendo dejado atrás cualquier intención de vigilancia, se dedicaba a arrancar la hoja de alguna planta que tuviese a mano, para examinar sus características, su tacto, la densidad de su lámina.... y lo estaba disfrutando a tantos niveles que ni se dio cuenta de que se estaban adentrando en una suerte de población arborícola hasta que Lily no alzó la voz.

-Eh... si, muy interesante, sin duda-respondió casi de forma automática, siendo ahora consciente de su nueva situación.

-Tienes razón en que no parece haber hombres...y no se me ocurre un mejor sitio en el que parar y establecernos, aunque sea de forma temporal.

Detenerse era darle tiempo a investigar y aprender de la nueva flora que cubría el mundo desde el cataclismo nuclear y eso a él le parecía una magnífica idea.

Los gestos de Bill eran claros: no pensaba que los Esclavistas se estén dirigiendo hacía allí.

Tonto Bill. ¿Por qué una caravana iría hacia las montañas sino? Había huellas en la entrada de la cueva y dudo que sean de los nativos similares a mi, ¿Por qué saldrían de un paraíso como este? Tonto, botánico tonto.

Entonces Lily pareció mostrarse de acuerdo con Bill, lo que le hizo poner más celoso aún, alimentando su rechazo hacia él.

-Kuuuuhm.- Freak se encogió de hombros y los siguió. Feo, botánico feo y tonto, si.

Llegaron a una especie de aldea y vió las casas en los árboles.

-Kuaaaaauhhh.- Son... ¡Geniales! Las sucias mutarachas siempre aparecen escarbando túneles desde el suelo, así nunca podrán sorprender a nadie mientras duermen. A Freak le agradó que sus pares compartieran la repulsión contra esos bichos asquerosos, aunque a saber cuál era el motivo real de aquellas contrucciones.

No había hombres freaks entre los que estaban allí. ¿Será que los del grupo que nos topamos son todos los que hay?

Freak se puso a contar a los freaks. -A ver, uno... dos... tres...-

Vuestra llegada causó una auténtica revolución en el poblado. "Hermanos de Lucke" corrían a acercarse a vosotros desde todas direcciones, y también niños y niñas que descendían por lianas y escaleras con una velocidad y una destreza pasmosas. Vuestros chicos no tardaron en estar rodeados por varios de ellos, lo que os permitió distinguir que su piel estaba quemada por la radiación, y que en muchos casos tenían malformaciones en el rostro y en el cuerpo, a pesar de lo cual, sus sonrisas parecían ser lo suficientemente intensas como para borrarlo todo, y transmitir una sensación de felicidad inesperada.

Lucke parecía mostrarse especialmente sorprendido y se dedicó a contar a los que eran como él, deteniéndose en la veintena. Debía resultar reconfortante saber que no era el único con aquel aspecto, y que parecía que los suyos habían encontrado un lugar en el cual descansar y vivir.

Mientras vuestros ojos recorrían el lugar, un par de figuras se acercaron con mayor tranquilidad, dos mujeres que por como actuaban, bien podían ser líderes en aquel lugar.

-Bienvenidos a Edén -dijo la primera de ellas -. No sé de dónde venís, pero tenéis aspecto de estar cansados. Debéis saber que os habríamos matado de no haber estado él con vosotros.

Al decir aquello, señaló a Lucke.

-No dejamos que los desconocidos se acerquen y mucho menos, que vean nuestro campamento, pero supongo que sois de fiar. Podéis llamarme Organa y ella es Arrakis.

La tal Arrakis no miraba precisamente bien, y desde luego, parecía hacer mucho tiempo que no veían hombres porque recorría a Bill y a Andrés como si fuesen sendos postres. Afortunadamente, no era el momento ni el lugar para hacer otra cosa que no fuese descansar.

-Supongo que tendréis muchas preguntas, así que si venís con nosotros, podréis comer y ambos resolveremos nuestras dudas. No os preocupéis por los chicos. Los demás se encargarán de ellos.

Arrakis hizo un gesto con la cabeza para que les siguieseis en dirección hacia uno de los árboles y entonces señaló hacia arriba.

-La habitación de invitados. Espero que no tengáis miedo a las alturas -os dijo, con una sonrisa traviesa en el rostro. 

Lily se fijó en las malformaciones que tenían algunos de los jóvenes en su piel y facciones. La camarera no podría haber explicado de forma correcta de que debía existir algún foco peligroso en la región, pues ella era bastante limitada en las cuestione científicas, pero no le pasó por alto este hecho -...Bill..., ¿es normal que aquí todo el mundo sea distinto?... - una gran cuestión para alguien que sí tendría varios puntos argumentales que desarrollar al respecto -...Todos son como Lucke...¿Por qué son todos como él y no como nosotros?... Me siento rara, ¿soy yo la extraña o lo son ellos?... Aunque eso no importe, tú me entiendes... - no quería sonar desagradable, ella adoraba a Freak y jamás se hubiera metido con él en el vault, pero cierto era que aquella nueva realidad la llenaba de inseguridades... ¿Y si Lucke siempre hubiera sido perfecto y los demás no?....

Un par de mujeres se aproximaron hasta donde ellos estaban. La pelirroja sonrió ampliamente y se aproximó a ellas para comenzar los saludos.

- ¡Hola!... Muchas gracias por la bienvenida... Nosotros... Nosotros hemos venido a través de una cueva y hemos llegado aquí, es un sitio maravilloso....- dijo de manera amable y diplomática, siendo naturalmente, un encanto -...¿Edén se llama este lugar?... - silenció sus palabras la camarera cuando las mujeres fueron tan sinceras que rozaban la grosería -...¿Matarnos? ¿Por qué?... Si no hemos hecho nada malo....Creo... Mis disculpas si no es así... - tragó saliva -....Organa, Arrakis, yo soy Liliana Benz, aunque todo el mundo me llama Lily... - en el refugio varios le decían pelirroja y ella igualmente respondía, siempre con su mejor sonrisa y guiño de ojos encantador

La mirada que Arrakis le dedicaba a Bill y Andrés determinaba un claro interés, y aunque Lily se dio cuenta de un detalle, no pudo evitar de que sucediera, había sentido una punzada de celos por aquella mirada de la desconocida sobre sus compañeros. Sin embargo, y contra todo pronóstico, ella suspiró y sonrió, como siempre hacía, intentando no dejar a traslucir lo que realmente sentía en su interior.

- Comer... Sí, es buena idea... - esperaba que no fueran tortitas de mutaracha -...¿Aturas? ¿Por qué?... - miró hacia arriba y vio donde les iban a alojar -... No particularmente... - tampoco es que dormir en un árbol fuera su devoción pero podía adaptarse sin problemas -...Quiero agradecer vuestra acogida. No tenemos ningún sitio donde ir o vivir... Y este lugar es hermoso... -  comenzaba a tantear sus planes de futuro, a no ser que alguno de sus compañeros le impidiera seguir hablando o considerase desviar el tema.

Bill parecia estar preguntándose lo mismo que Liliana puesto que a la pregunta de la pelirroja, no pudo evitar asentir achinando los ojos y pinzándose el mentón.

-Yo le estaba dando vueltas a lo mismo...-respondió de primeras.

Él era un simple botánico. No era un especialista en Energía nuclear ni tampoco un médico o un tecnico en radiación, pero si uno se paraba a observar lo que quedaba del grupo, era normal que aquellas preguntas fuesen a parar hacia él.

-Es dificil de decir... por un lado que presenten malformaciones significa que su madre recibió radiación durante la gestación. En esos momentos no es necesaria demasiada radiación para afectar al feto. Radiación que no afectaría en primera instancia a la madre sí lo haría al feto. Aunque también puede pasar como le ocurrió a Lucke...-bajó la cabeza apenado al darse cuenta de que estaba usando el sufrimiento de su compañero como un simple ejemplo, pero apretó los labios y siguió explicando.

-Esa exposición a la radiación por parte de las madres explicaría las deformaciones que vemos... lo más preocupante son las quemaduras cutáneas-se pasó la palma de la mano por la mandíbula inferior, en gesto pensativo.

-Desarrollar quemaduras por radiación de ese calibre requiere una exposición a una dosis de alta radiación lo suficientemente corta como para sobrevivir...- se rascó la cabeza algo agobiado por tantas preguntas sin respuesta

-Por contra, si estuviesemos siendo expuestos a una radiación semejante, o incluso a una de menor intensidad... de la que no produce quemaduras, digamos, deberíamos haber empezado a notar síntomas de envenenamiento por radiación-su rostro se ensombreció al ser consciente de que dichos síntomas podrían presentarse en el momento menos pensado, lo que le hizo tragar saliva.

-Pero toda esta información proviene del conocimiento que teníamos del mundo antiguo. De antes del Cataclismo... podría ser información completamente desactualizada y que nada de lo que esté diciendo yo se aplique ya en el mundo exterior...-se encogió de hombros, algo agobiado por la situación.

Había hablado mucho para decir muy poco... Y lo pero era que no había podido resolver la duda de Lily, a la que dedicó una mirada de disculpa, si bien sabía que tampoco es que fuese su culpa.

Pero mientras su cabeza seguía buscando explicaciones basadas en la antigua lógica, hicieron acto de presencia un nuevo elemento que complicaba aún más la ecuación, puesto que aquellas dos mujeres eran aparentemente "normales", si se tomanan a ellos mismos como la vara de medir.

Tras una tensa presentación inicial, las que parecía que iban a ser sus anfitrionas demostraron no ser una amenaza, siempre que no se tuviesen en cuenta las miradas que aquella que había sido presentada como Arrakis había dedicado a Andrés y a él mismo y que incomodaron un poco al botánico al no saber como reaccionar.

-Agradezco mucho vuestra hospitalidad y lo cierto es que tengo... tenemos muchas preguntas-acabó por decir.

Respuestas. Eso era lo que necesitaban casi tanto como comer y descansar

Freak miraba los alrededores mientras intercambiaba sonrisas y miradas con los niños y el resto de freaks. No entendía nada de lo que estaba pasando, quería respuestas y no podía oír lo que decían esas dos mujeres que parecían las líderes de aquél lugar, pero notó que una lo señaló y que Lily cambió su semblante.

¿"Matarnos"? ¿Esos labios pronunciaron "matarnos"?

-Grhmm.- Gruñó Freak posicionándose detrás de Lily, como si de un eterno guardaespaldas se tratase.

Entonces una de las mujeres señaló hacia arriba, parecía que quería que subieran a una de las chozas montadas en los árboles. Freak creyó entenderlo mejor ahora.

Ohh... No dijo "matarnos", sino "atarnos", para subir, ya veo. Freak mal pensado, mujeres con anteojos extraños y feos buenas, si, buenas.

-Kiahhaa.- Se rascaba la nuca mientras reía, posiblemente parecía un loco pues nadie entendería el motivo.

En el trayecto hasta aquel campamento me mantuve muy distraído, solamente respondiendo con "jumm" y "hmm" mientras que mi vista iba de un lado por otro, incluso parando por esas ocasionales criaturas que veíamos al caminar y que no reconocía... Pero por el comentario de Lily fue allí cuando si di parte de mi atención. -Ya veremos Lily... Recuerda que dejamos a una niña en la arena, cerca de las montañas. Si los negreros no se dedican de detectives y unen los cabos sueltos, o si acaso los zombies no son capaces de escalar montañas, supongo que podríamos quedarnos...- Fue lo único que dije hasta que luego de empezar a cruzar los árboles y demás, finalmente parecía que llegábamos a donde vivían los "Freaks"

Era fascinante, el ver todas esas casas en los arboles tan bien construidas y todos esos "Freaks" saliendo tan emocionados, de seguro no solo por nosotros, si no por uno de los suyos que logró sobrevivir el exterior de este paraíso natural. Pero lo que más me sorprendió fue ver que habían "humanos" como nosotros, dos mujeres con ropas más parecida a las personas que encontramos en el desierto y con unos lentes, pero cuando la tal llamada Arrakis puso su mirada en Bill y en mí solo aplané los labios con una ligera mueca de incomodidad, mirando de reojo a Bill antes de volver mi vista a las líderes.

-Gracias por no matarnos, supongo...- Dije un poco bajo antes de volver a ver hacia el árbol donde se encontraba dicha habitación de invitados. -¿Y como vamos a subir?- Pregunté volviendo mi mirada hacia Organa y Arrakis