Partida Rol por web

Ela escucha detenidamente todo lo que dicen sus compañeros. A veces no sabe qué pensar de algunos de ellos. -No sé si no me escuchan cuando hablo o son cortos de mollera -el caso es que parece que muchos de ellos aún no han entendido cómo funcionan las cosas por aquí -Veamos, parece que aún no tenéis claro quiénes son los elegidos ni cómo funciona esto -inspiro profundamente antes de continuar -Rendam y yo tenemos unos poderes especiales que nos otorga ser poseedores cada uno de un libro muy muy antiguo. Cada libro sólo puede ser usado por su dueño, Rendam el suyo y yo el mío. Nadie más puede usarlos, salvo que tengáis el vuestro propio. Ese libro nos ayuda a encontrar a los elegidos, aplicado sobre alguien nos dice si esa persona es un elegido o no.

Paro para comprobar que todos me siguen en lo que digo -Yo de momento he encontrado a Gys y Pispas, y Rendam por su parte a Talashia. Corrígeme si me equivoco, Rendam. -Le digo a mi compañero en este complicado entuerto de dar con los elegidos -Una vez hemos acertado con un elegido tenemos la capacidad de despertar sus poderes y nos convertimos en sus protectores. Todos los demás podeis proteger a los elegidos, pero sólo el don del libro nos da una capacidad especial a Rendam y a mí de protectores. Bajo esa circunstancia Rendam es el protector de Talashia y yo sería la protectora de Gys y Pispas. -Miro a Palandras que se ha ofrecido a ser el protector de Pispas -Palandras, agradezco el ofrecimiento y es buena idea que defiendas y protejas a Pispas pero nunca podrás ser su protector, el puesto ya está ocupado el puesto.

Vuelvo a tomar aire para continuar, temo que esta información sea demasiada para asimilar por alguno de los presentes, a pesar de que ya he comentado el funcionamiento en otras ocasiones -A partir de aquí, cualquiera de los presentes puede ser un elegido o no, a excepción del propio Rendam y yo, y ahora Pia, que ha sido analizada por Rendam sin éxito. Yo he acertado en mis dos intentos con elegidos, así que no puedo descartar a nadie más y no sé si tú, Rendam puedes hacerlo.

En ese momento es cuando enfoco a Maxra que no para de decir tonterías últimamente -Maxra en cuanto a tí, los enanos pueden haberte dicho muchas cosas en el juicio, pero hasta que no seas analizada por el libro no eres una elegida. No sé si esto te queda claro, pero es lo que hay. Deberás esperar tu turno. Si Rendam o yo te analizamos y resultas ser una elegida, entonces te trataremos como a tal, de momento no. ¿Os queda claro a todos?

No tengo nada más que añadir sobre el tema de los elegidos, salvo que... -Me acerco de nuevo a Pispas y me agacho a su altura -Pispas, ya sé que esto no te lo esperabas y que no es algo que hayas asumido aún, pero la vida no es justa a veces y esta vez puede que no lo sea, pero los acontecimientos han sido de este modo. Eres un elegido te guste o no y creo que sabes lo que tienes que hacer. Deja de lado tu venganza o continuala, pero en este caso pensando en el Bien Supremo. El Mal es el que ha acabado con tu pueblo, usa los poderes que has recibido para acabar con él y vengarte. -Miro fijamente a los ojos del pequeño verdoso -Sabes que tengo razón. Confía en mí y sigamos adelante.

Vuelvo a ponerme de pie para terminar mi tremendo monólogo -Para terminar tengo que dar mi opinión sobre lo que creo que es mejor que hagamos en nuestro próximos movimientos. Ese nuevo lugar que ha aparecido puede ser muy peligroso, sobre todo si nuestros enemigos deciden ir hasta allí. No podemos arriesgarnos a llevar allí a los elegidos, además del hecho de que todos no podríamos entrar porque somos un grupo muy numeroso. Tampoco podemos dejar solos a los elegidos, creo que al menos Rendam y yo debemos acompañarlos a un lugar seguro como el castillo del rey Cail -Mis ojos se posan en los de Ragkrul, Palandras y Raenhmi que son los que abiertamente han dicho que quieren ir a ese lugar -Aún nos falta un elegido por encontrar, podría ser uno de vosotros, necesitamos descartaros antes de ir a un lugar potencialmente peligroso ¿qué me decís? ¿alguien tiene alguna pista de quien podría ser? cuando nuestro grupo llegó a las tierras heladas creo que alguien comentó que los enanos os habían dicho que entre el grupo que ya estaba aquí había otro posible elegido, eso nos dejaría como posibles a Maxra o Braka sólamente.

Gracias por la aclaración, Ela - dijo con sinceridad la, habitualmente, silenciosa Cassandra - Parece que había bastante confusión con el tema y no podemos permitirnos perder tiempo, aún nos queda un elegido por encontrar y debemos dar lo mejor de nosotros mismos. La gran batalla se acerca.

Veo importante ir al Valle de la desolación pues alberga un gran poder. Si los servidores del Mal van allí y se hacen con los poderes que alberga, nos veremos en una clara desventaja. Admito que es peligroso, por supuesto, pero quizás sea un riesgo que debamos asumir...

Saco de mi bolsa de viaje, la ración de comida y la pócima de destreza, entregando la primera a Raenhmi ya que la tengo a mi lado y avanzo hasta donde se encuentra Palandras para darle la poción.

- No me des las gracias, es lo que dije que iba a hacer, proteger y cuidar a aquellos que combatiesen a mi lado contra el hechicero oscuro. Aquí tienes la poción, resérvala para el combate final, y sobre la armadura si nadie más esta interesado es toda tuya.

Ragkrul recoge la espada de acero templado dejando en su lugar un arco y unas flechas – Para eso he dejado esos objetos, para que aquellos que no están tan bien equipados puedan enfrentarse al mal en mejores condiciones. Ya siento no disponer de nada más.

Me apoyo en la pared escuchando a Ela hablar sobre los protegidos y los elegidos, la verdad es que espero que con sus palabras haya quedado el asunto claro y zanjado – No hay mucho más que añadir a lo dicho por Ela, salvo que la hagáis caso, sabe muy bien de lo que esta hablando, y dejar de haceros pajas mentales, ya que el último elegido saldrá cuando Ela y Rendam, despierten su poder. Sobre que camino a escoger, yo voy a dirigirme al castillo del rey Cail con mi protectora. Cuento con que el resto de elegidos junto con las dos posibles elecciones nos acompañen, ahora mismo debemos esperar a que se encuentre el cuarto elegido para lanzar el ataque definitivo contra el hechicero oscuro, y perder a uno de los elegidos podría ser un grave coste que puede costarnos la ultima batalla. - medito unos segundos antes de responder a las palabras de Cassandra - Sobre lo de la nueva localización, si creéis que podéis lograr vencer a los enemigos que os vais a encontrar allí y conseguir los poderes que se ocultan allí, no voy a impedíroslo – miro a Raenhmi que se ofreció voluntaria - pero recordar que el enemigo también ira y puede que alguno de vosotros no consiga entrar, si sois demasiados.Tal vez un grupo de cuatro guerreros fuese adecuado, es algo que tendréis que valorar aquellos que os decidáis a partir allí.

Tras las palabras de Ela y Gys dijo Braka con desdén: -Ela...al final has resultado poco inteligente. Y tú Gys, tampoco pareces muy ágil mentalmente. No me gusta repetirme, pero por el bien común esta vez lo haré. Palandras dijo que los dioses enanos, en el juicio, le dijeron que "tiene mucho que aportar a esta causa" pero nada de que fuera ningún elegido...y yo dije que a mí me dijeron lo mismo. Sin embargo Maxra ha dejado claro que a ella se le ha desvelado algo mucho más importante, incluso creo que ha llegado a afirmar que es la elegida del Aire. Aunque no ha sido probada por ese libro, dado que vuestras posibilidades como vosotros habéis dicho somos nosotros dos, yo lo veo muy claro. Así que decidido, yo voy al Valle de la Desolación, y Ragkrul también. Bienvenidos sean los acompañantes. -y tras eso emprendió camino, decepcionado con algunos al ir conociendo mejor a los supuestos héroes.

Me agacho a coger la Lanza de la que Gys se desprende, colgándomela a la espalda. Quizás sería útil para cuando mi enemigo fuera más duro que rápido a la hora de esquivar mis golpes. - Muchas gracias. - digo despacio, escuchando a todos hablar - Yo me dirigiré al Valle de la desolación junto a Talashia. Si no podemos acceder a él porque haya demasiada gente, ya veremos a donde nos llevan nuestros pasos... pero seguramente los esbirros del mal vayan hacia allí. Si vemos a Abaliv deberíamos acabar con él lo más pronto posible. -

- Espero que todos estéis deacuerdo en ésto. -

Sigo pensativo y desconcentrado por la noticia, aún así escucho lo que van diciendo los demás. Especialmente a Raenhmi y a Ela, que son las que se acercan a hablar conmigo directamente y las que presentan los mejores argumentos en lo que a mi respecta. Si algo tengo claro es que esto me ha cambiado para siempre, pienso, sólo he vivido para una cosa, con el objetivo muy claro en mi mente y con la idea de que no iba a sobrevivir a mi aventura en solitario.

Me recompongo poco a poco, comenzando por controlar bien la respiración, apretando bien los puños para evitar controlar la ira, el odio y la furia que me han controlado hasta hoy. Me doy la vuelta y me acerco a Ela y a Gys.

Lo siento, lamento mi comportamiento. No me esperaba algo así y me ha pillado completamente desprevenido y sin saber como afrontarlo. - Dejo escapar un leve suspiro. - Ya no soy sólo el último hijo de los Ilquar. Ahora soy uno de los Elegidos y debo comportarme como tal. Ya no lucho sólo por restaurar el honor de mi clan, también lucho por el honor de Umbría y, me guste o no, debo comportarme como se espera de mi. Tenía la intención de apoyaros en la batalla final, cubriendo vuestro avance, peleando contra todo lo que el Mal Supremo os pusiera delante. Tenéis mucha razón Lady Ela, el Mal Supremo mató a mi clan, ahora podré vengarme de él y defender a Umbría todo de una vez y me aseguraré de que el puto Malsu, aprenda bien la lección que le toca aprender en estos momentos y de que no se le olvide nunca más. Necesita una azotaina, y se la vamos a dar con ganas.

Me giro hacia los demás antes de decir:

Como bien han dicho mis compañeros, de los cuales me fío más que de mi mismo, vamos a ir al castillo del Rey Cail y tal vez sería interesante que alguno más viniera con nosotros. - Miro a Maxra, tragando saliva y mordiéndome la lengua, como a Braka, con algo de tristeza tanto por sus palabras como por el futuro que nos espera. - Los que vayáis al Valle de la Desolación, tened mucho cuidado, ya que los acólitos del Enemigo también van a ir, por lo que os vais a encontrar con una batalla asegurada y ellos van a estar muy preparados para mataros, más aún si entre vosotros se encuentra alguien que puede que no sea completamente de fiar. - Digo con un gesto de pesar - Aún así, sea como sea, espero volver a veros, ya sea en las Tierras Sombrías, donde están ahora los acólitos del Mal Supremo, o en los Montes Milenarios, donde se va a celebrar la batalla final contra el Mal Supremo.

Miro específicamente a Palandras antes de decir:

Te agradezco el ofrecimiento de protección y lamento mis palabras de antes, te pido perdón por ello. - Digo con una reverencia. - Nosotros somos los que debemos protegeros a vosotros. Eso si, si quieres acompañarnos, se bienvenido a nuestro grupo, pero hazlo como uno más y ten en cuenta los riesgos de hacerlo.

Miro extrañado a Cassandra por sus palabras:

Me temo que no os entiendo bien, Lady Cassandra. - Digo levantando una ceja y rascándome la nuca. - ¿Os referís a que sería interesante que los Elegidos vayamos al Valle de la Desolación a pesar del riesgo inherente de ir?

Además, Rendam parece estar de acuerdo con esta aseveración de Cassandra, o al menos él lo ha interpretado así.

La palabras de Ela me sacaron de mi confusión y asentí. -No sabía cómo iba la cosa, por eso me ofrecí. ¿Has probado con todos ese libro? -pregunté de forma interesada. Quizás el elegido que restaba caminaba entre nosotros. -Porque si usándolo puedes despertar a un elegido... úsalo con MAxra y comprueba si sus palabras son ciertas. -miré a la gnoma con un deje entre lástima y asco. Si eres una elegida... no deberías comportarte así. 

Pero no le dije nada, lo mío no era consolar crías lloronas. -Dado que sólo soy un simple guerrero sin ningún tipo de utilidad... haré lo que veáis necesario. -dije mirando a Gys y a Ela. -Si queréis que os acompañe a la ciudad del Fuego iré encantado. Si preferís que vaya a ese extraño lugar iré sin temor. 

Hice un gesto con la mano ante las palabras del goblin para quitarle hierro al asunto. -No tienes que disculparte... me alegro de que hallas recapacitado.

Ela era desagradable y más estúpida de lo que creía ¿No era mejor que cada elegido tuviera un guardián diferente? En fin, ahora iríamos peor escoltados "Gracias Ela" pienso mientras los ojos en mis cuencas se ponen en blanco. 

-Iré al valle de la desolación con Rendam. No me da miedo y ya he explorado casi todos los lugares del mundo, no me voy a echar atrás ahora. La batalla, de todas formas, no será allí, si no en las Tierras Sombrías. Este libro aseguró que no era el momento de estar allí, y que sólo había muerte en aquel lugar. Abaliv, Adaeric y Vadia, son posibles traidores. 

Me quedo mirando el libro "Maldito seas, se supone que eras valioso. Ragkull casi muere para que nos hagamos contigo, y provocaste la muerte de Dacen, ya puedes darme algo más que cuatro lineas o te arranco las páginas una a una."

-¡NO! -Rugo imponente al escuchar a Rendam, y luego a Talashia, hablando de visitar el Valle de la desolación. Mis colmillos se asoman entre mis labios cuando continúo hablando. -Pequeño es el valle, y peligroso. Si decides ser tan alocado y suicida de dirigirte al valle, tus armas serán bienvenidas allí, Rendam. Pero no voy a dejar bajo ninguna circunstancia que arriesgues a la princesa en esto. El Valle es terreno vetado a los elegidos, pues nadie asegura que quienes pongan un pie en él sobrevivan a ver un nuevo día. ¡No te atrevas a llevar allí a una elegida, y menos a ella!

Me recompongo mientras aún enseño los dientes, enfadado porque todo el mundo parezca no entender ciertas cosas. -Somos muchos, pero no somos Legión. Los elegidos a refugio, con sus guardianes, se escojan de la manera que sea. Palandras, orghk*, si eres buen guerrero acompáñalos. ¿Quién más nos acompañará? Decididlo pronto, pues puede que los primeros en salir sean los que consigan entrar primero. -Aprieto los puños por impaciencia. El viaje está cerca.

Me quedo pensativo un rato, oyendo a Talashia y a Ragkrul, y me doy cuenta de una cosa, por lo que pregunto:

¿Que motivo tenéis para ir allí, Lady Talashia? ¿Es sólo debido a que Maese Weispell quiere ir allí? - Miro a Rendam para hablarle directamente. - ¿Cuales son exactamente vuestros motivos para ir allí, Maese Weispell? Es un sitio con una capacidad limitada y estoy seguro de que los acólitos del Mal Supremo que os hicieron huir de las Tierras Sombrías van a dirigirse al Valle de la Desolación, ya que les interesa conseguir equipo bueno. Ellos son tres, con Ragkrul y Braka ya se completa la capacidad del sitio, y estoy casi seguro de que Pia querrá ir allí también, por lo que si vais también vosotros dos ya seréis 8 intentando entrar allí. No se lo que ocurrirá entonces, pero si sólo entráis en el Valle Lady Talashia y vos, ¿no os parece que estaréis arriesgando la vida de Lady Talashia de forma totalmente innecesaria? ¿Y si intenta entrar alguien más en el sitio y vos no podéis entrar y Lady Talashia si lo logra? Estaría sola frente a, al menos, tres acólitos del Mal Supremo. ¿No os parece muy arriesgado?

Me quedo mirando para él, esperando tanto su respuesta como la de Cassandra.

Antes de irse Braka se volvió, como si hubiera olvidado algo. -Gys, aunque la percepción del medio externo no sea del todo tu fuerte, te agradecería que me sanaras si tu poder es ilimitado y te es posible en estos momentos. Si mi salud te cuesta parte de tu poder...bueno, me puedo tener en pie por mí mismo y mucho me queda aún para caer. -acto seguido se volvió hacia Zik, Tuk y el resto de enanos. -Si podéis sanarme antes de que parta os lo agradecería mucho, al fin y al cabo lucharé contra el Mal, y este Mal será fatal para vosotros también si no se le detiene. Esto me lo dijeron vuestros dioses durante el juicio, como a Palandras.

Escucho los insultos de Braka dirigidos hacia mi y hacia Ela, sin inmutarme, apoyado en la pared con gesto tranquilo. 

- Tal vez no sea tan ágil de mente como tu, Braka, pero afortunadamente no soy tan duro de oído como es tu caso, o tal vez escuchas lo que te interesa, estate atento durante unos segundos que igual te suenan estas palabras. No me gusta repetirme, pero por el bien común esta vez lo haré. Como le dije a Palandras tras curarle hace unos minutos, no tengo suficiente poder almacenado para realizar una cura en estos momentos. Y aún estoy a la espera de que el viejo Tuk acceda a la petición de curarnos que solicite hace unos minutos. Ya siento no poder ayudarte - respondo al orco girándome hacia Raenhmi.

- Si crees que puedes ser valiosa explorando e investigando esa nueva localización hazlo, pero regresa rápido y entera, te necesitamos para la batalla final. 

Me muevo de la pared con pasos tranquilos acercándome hasta donde están Rendam y Talashia, asiento con la cabeza a las palabras de Ragkrul, parece ser que es de los pocos con dos dedos de frente - Ragkrul tiene razón, ellos se la van a jugar y arriesgar su vida por nosotros, los elegidos y por Umbria. Y si ella cayese, todo por lo que estamos luchando se iría al garete - miro a Talashia y Rendam a los ojos-  Os entiendo a ambos, ¿crees que yo no tengo ganas de embarcarme en esa misión en vez de dejar que vayan otros a hacerlo? Pero nos toca delegar esa obligación, tenemos que estar listos para lo que se avecina y debemos seguir vivos hasta la batalla final - clavo mis ojos cargados con determinación en Rendam - Y me da igual tener que llegar al extremo de dejarte inconsciente, Talashia y tu vendréis al castillo del rey Cail con nosotros - miro a la gnoma - y tu Maxra también.

-Para empezar, voy porque no permito que nadie haga algo que yo no estoy dispuesta a hacer y me gusta explorar mundo. No he conseguido que gran parte de los aquí presentes supieran que está pasando por quedarme quieta precisamente. Segundo, nadie me puede obligar a nada.-Miro a Gys con toda la tranquilidad del mundo.- Y tercero voy porque puedo resurgir de mis cenizas, cosa que ninguno de los otros elegidos puede. 

Termino con una sonrisa, que vista desde abajo podía ser sádica, y se la dedico al libro.

Ignoro por completo las palabras de Braka, el pobre se ha dado tantos golpes en su vida que se le ha reblandecido el cerebro y es incapaz de entender nada. Ha llegado un momento en que parece que estemos rodeados de idiotas, con lo bien que nos organizábamos Gys, Pispas, Palandras, Raenhmi y yo estando solos, formamos un buen equipo, somos dispares pero tenemos las cosas claras. En cambio desde que nos encontramos con este grupo...

Grande fue mi sorpresa cuando escuché las palabras de Rendam sobre su intención de ir al Valle de la desolación -Aquello era una locura, un suicidio -pensé. Y Talashia estaba dispuesta a seguirle.

Afortunadamente no era la única que pensaba que eso era una locura y Ragkrul, Pispas y Gys dijeron lo que a mí se me estaba pasando por la cabeza al escucharlos -Por favor, Rendam, no vayáis a ese lugar. Es un sitio peligroso para llevar a un elegido, podría sufrir daños allí. Estoy segura de que las fuerzas del mal querrán también ir a ese lugar y no es buena idea que podáis encontraros a solas con ellos. Sería de locos, sería exponer nuestra causa de la manera más tonta. No podemos poner en peligro a los elegidos, estaríamos dándole una gran ventaja al Mal Supremo -Observo a Talashia intentando comprender los motivos que podría tener Rendam para poner en peligro de ese modo a su protegida -Talashia, Rendam, deberíamos ir a la tierra del fuego a ver al rey, tal vez él pueda ayudarnos y hasta la batalla final mantendremos a salvo allí a los elegidos. ¿no te apetece volver a ver a tu padre, Talashia?

Al menos mis protegidos parecen más centrados y dispuestos a hacerme caso siendo prudentes y no arriesgando sus vidas en vano. -La idea de que vayamos los elegidos y los protectores a la ciudad del fuego es buena, pero creo que necesitamos a alguien más de confianza con nosotros, y yo optaría por ti Palandras, ya que te has ofrecido. Si lo ves conveniente a mí me gustaría que nos acompañases y me ayudaras a protegerlos. -miro de nuevo a Rendam -¿qué me dices Rendam, vas a cambiar de opinión?

Obviamente Ela se va a la ciudad del fuego

Si Talashia no cambia de opinión y no decide venir a la ciudad del fuego, uso mi poder de convencer con un "Talashia vente a la ciudad del fuego a ver a papi, que lo estás deseando"

- Así que tu puedes resurgir de tus cenizas, interesante - se que lo siguiente va a ser cruel pero es lo que debo hacer - Lastima que Dacen, que te acompaño cuando decidiste explorar el mundo y murió protegiéndote, no tenia la capacidad de renacer de nuevo. ¿Quieres que le pase lo mismo a Rendam? ¿Quieres que muera en tus brazos?No te das cuenta de que si tu te pones en peligro, la gente muere por evitar que te pase nada malo por mucha capacidad de renacer que tengas, y te recuerdo que no posees la habilidad de resucitarlos. La mejor forma de mantener a nuestros protegidos y protectores con vida es no exponiéndonos a peligros, hasta que llegue el momento de enfrentarnos al hechicero oscuro. Se sensata y piensa en los demás.

Ela sigue siendo tan testaruda y ciega como siempre, desconfía de todo, incluso de mi palabra, me queda claro que no me ayudará a despertar mis poderes que dice "puede despertar" y no soy tan estúpida como para pedírselo, antes muerta.

Rahenmi Sombra Oscura se interrumpe para darme consejo, yo no quiero que el Mal Supremo gane, pero no estoy dispuesta a morir para impedirlo, no soy como Talashia que puede volver a la vida, pero... - Rahenmi, Sombra Oscura, has dicho algo interesante - le digo secando mis lagrimas - sí no te molesta decirme ¿puedes renacer a los muertos? -

Luego siento que Pispastorín desea que vaya a lo del Rey, pero es Gys quien lo expresa - ¿Eso quiere decir que crees es mi palabra, joven Gys? No iré sí es lo contrario. Aún cuando decida ir a protegerme bajo el techo del Rey, sí Rendam no va con nosotros, perderé mi tiempo y les haría perder el suyo - evito mirar a su majestad y hablo - Soy de la misma opinión que Gys, una inmortal puede ir, pero los otros perderán su vida sin remedio - era obvio que yo daba por perdida la guerra.

Miro a Zik y Tuk - Nos vendría bien que sanarán heridas, pero estoy tan cansada que preferiría me dieran un lugar para dormir, después de todo puedo viajar de noche - realmente no tenía ganas de irme del lugar tan protegido donde estaba...

Dudo, pero al final me acerco donde el verde - Elegido de la Tierra, me gustaría saber cómo es que has perdido el cofre de Julius, me interesa cumplir con mi palabra a Braka, y sí dentro del cofre encontramos la solución, pues pienso que podríamos intentar recuperarlo... es que imagino que en caso de que lo hallas dejado caer a un pozo o algo similar, tienes ahora un poder que podría devolverlo a la superficie, eso en caso de que no me equivoque - me quede aprensivamente mirándolo, esperaba me dijera con detalle como lo perdió, pues siendo la elegida del aire podría intentar abrirlo aún sin llave. Tenía que intentarlo. Igual era apostar a que mis poderes surgiesen. ¿Cuánto tendría que esperar?