Partida Rol por web

ESCENARIO PREPARADO:II

Situación: No queda nadie en esta escena.

[...]*

Tenemos un terrible problema si eso que me cuentas es cierto. Primero de todo, si son servants que no tienen ninguna atadura física a este plano... puede desencadenar un gran desequilibrio de las energías mágicas que controlan, absorbiendo más de la necesaria de la naturaleza de esta realidad. - comienza a hablar para sí mismo y dejas de enterarte.

Luego retoma el hilo - Además habrá que averiguar cómo han logrado llegar hasta aquí... ¿no sabes nada que pueda ayudarme? - le pregunta y sin darle tiempo a responder continúa - acompañame, tendremos que confirmar lo que me has dicho. No puedo avisar a los masters sin información fiable sobre nuestros enemigos.

Descendéis hasta los sótanos de la Iglesia, y tras atravesar diversos sellos protectores y pasadizos, llegáis a lo que parece ser un entramado de túneles y estancias, muy parecido a unas catacumbas, como las que se hacían en Grecia hace miles de años (o como las que los cristianos recorrían durante la época de las persecuciones)

Tendré que reforzar nuestra posición aquí. ¿que hay de ti? ¿te busco un master o prefieres seguir siendo independiente?

Miré al hombre

-No aceptaré ningún master nuevo, espero que lo entienda-.

Lo entiendo... pero sin un master o alguien que pueda canalizarte energía, no creo que dures mucho tiempo aquí.  - comenta mientras abre un armario y coge un pequeño arcón metálico.

Luego os introducís por un pasillo que llega a una sala que está preparada para algún tipo de ritual. - En caso de que encuentres un master al que aceptes, te debo advertir... no podrás ser usado para luchar por la Guerra actual, ya que te encuentras aquí de forma "poco lícita". - coloca el arcón en el centro de la sala y te mira un momento antes de proseguir - No es porque yo lo diga, sino porque el Grial te identificaría como un servant antiguo y no le concedería a tu master sus deseos... ni los tuyos obviamente.

Desvié la mirada

-El Caliz no cumpliría mis deseos de ninguna forma, ¿No?-

"Debe haber alguna forma, si me hago poderoso forzaré al Caáliz a revivirla, y podremos estar juntos de nuevo…"

Normalmente no... pero con la intromisión de tus ex-compañeros, no podemos estar seguros de que el Caliz vaya a funcionar de acuerdo a las Leyes de su creación. - comenta azaroso - Supongo que más tarde tendré que pedir audiencia con el "Arbiter".*

Termina de colocarlo todo y se pone fuera del círculo en el límite de la estancia. -

A continuación comienza a entonar el ritual de invocación de Servants. El pentágono se ilumina y la energía ambiental se condensa alrededor del área.

Lentamente la energía se convierte en un portal y a traves de él sale un antiguo servant usado en guerras pasadas. Uno al que parece que el supervisor conoce bien.

Kanu, bienvenido. - dice al tiempo que se arrodilla con respeto.

Junto a Hikari se encuentra otro servant, uno al que no conoces, pero que se encuentra en actitud amistosa.

Esta bien volver a las andadas Seirei.

Ante los ojos de los presentes aparece un hombre mas bien alto, de color de cabello como la noche, portando una extraña perilla, sus rasgos hacen denotar su procedencia, un cuerpo robusto, fuerte, anda saliendo del pentágono. Al salir del extraño símbolo mira sus manos, unas manos enormes y poderosas.

Cuanto tiempo sin notar esta sensación.... -lentamente se gira a los presentes, en un halo de fortaleza su capa se mece en tan enérgico giro, es un hombre con un casco de piel, ropas de cuero y piel, sobresaliendo de sus hombros unas hombreras hechas  de cuero cabelludo de animal, un extraño emblema a modo de gran cinturón llama la atención un extraño círculo metálico.

..y bien, ¿quien será mi Master?... -mira de lado a lado unos ojos de furia, testigos de innumerables guerras y muertes-

Necesito ya acción....- el extraño hombre agarra firmemente su gran lanza, pero no es la única arma que lleva, dos extrañas espadas pequeñas franquean a cada costado suyo, una gran y poderosa espada  sobresale de detrás de su cadera.

Sujete la empuñadura de mi espada lentamente

-¿Qué el el Arbiter? jamás oí hablar de él-

Dije mirando a Seirei, mis ojos parecían atormentados por siglos de castigo.

Está por encima de los Supervisores... es quien los elige, y realmente es quien pone las normas... - comenta antes de iniciar el ritual.

Kanu... yo seré tu master, como lo fui antaño. - dice con hondo respeto. - Has sido convocado, no para luchar en la guerra del Grial, como la última vez sino para ayudarme a luchar contra aquellos que están trasgrediendo las reglas de tan sagrado combate.

Suspiré

-¿Sería posible revivir a alguien usando simplemente la esencia de las personas? una vez mi master comentó algo sobre ello

Dije curioso.

¿Revivir a alguien? - piensa un momento - no sé exactamente a qué te refieres... algo como ¿un zombi? - pregunta, curioso.

En todo caso eso lo sabría decir solo el Arbiter, yo tengo amplios conocimientos pero hay muchas cosas que no sé.

-Me refería a devolverle la vida a alguién, como si volviera a naer pero con la edad con la que murió-

Sonreí

-Es solo curiosidad, iré con usted si va a ver al Arbiter-.

De acuerdo Seirei, como los viejos tiempos.

Yo sere tu mano que juzgue y condene a quien no ha respetado las normas de la Lucha del Grial.

-a continuación el enorme Guerrero se puso al lado de su Master -

Menea la cabeza negativamente - Solo los supervisores tienen el acceso permitido a las estancias del Arbiter. Pero te haré un favor y le preguntaré sobre ello si tengo oportunidad.

Por el momento no, Kanu - dice tras estrecharle la mano a su servant en un gesto de compromiso. Ambos debéis explorar la ciudad en busca de los transgresores. - se mesa la barba incipiente.

Tenemos que saber quienes son y con qué ayuda cuentan. - explica - Si os encontráis con algún master y su servant, rehuid el combate... y en todo caso avisadles de que permanezcan alerta. Los transgresores podrian ser poderosos e intentar usar alguna magia prohibida desconocida.

JAJAJA..lástima que solo sea investigar, ya tenia ganas de hacer ejercicio.

Por cierto...¿a qué te referías con ambos?...¿acaso va a venir alguien conmigo?

Supongo que iremos ambos, tu y yo a hacer esta mision....¿cómo te he de llamar? - decía Kanu mirando al hombre de pelo blanco y traje oscuro con tez pálida -

¿Tan duros son la gente de esta Guerra que hemos de ir dos a investigar? -decia girándo la cabeza a Seirei, sin quitar de vista por sus ojos rasgados a quien seria su compañero, estando como siempre esta en alerta -