Casi afuera de la ciudad se encuentra en lugar mas silencioso de todos. En donde los muertos descansan en paz
Es un lugar muy extenso.Rodeado por muros que delimitan el perimetro
Ren llega al cementerio y no tarda en darse cuenta de que los Servant Ancestrales no solo están reunidos sino que además le están esperando.
Les miró, acercándome mientras pongo mis manos en las espadas
-¿Qué hacéis aquí?-.
Sentada sobre una de las losas, afila su espada de doble puño. Echa una ojeada al recien llegado pero no le dirige la palabra.
Corrí contra ella, desenvainando mis espadas y dejándolas cruzadas junto a su cuello
-No me ignores-.
Detente, joven Akiles, hijo del rey Peleo de Hftia y la ninfa marina Tetis. - le dice un corpulento hombre, de dos metros diez, que lleva una pesada armadura de guerra.
No estamos aquí para combatirte.
Hazle caso, muchacho. - dice un viejo, manco, recostado contra una lápida, en el suelo. - Incluso si eres invulnerable no podrás aguantar un combate contra un dios.
Te hemos permitido llegar a este enclave por un buen motivo, Aquiles... - dice una mujer, situada justo detrás, encima de uno de los mausoleos, de Khaos.
De todas formas sería estúpido luchar en un lugar sagrado. - agrega una voz. Su poseedor aparece de la nada, junto a Bohzd - al menos para ti.
Miré a mis antiguos compañeros
-Eso debería decidirlo yo-
Guardé mis armas y encaré a Khaos
-¿Qué queréis de mi?-.
Es sencillo, hasta un guerrero sin cerebro como tú lo entendería - dijo con brusquedad otra mujer, esta vez al lado del guerrero manco - Queremos que les digas dónde vamos a estar.
Es cómo dice mi compañera - Da un salto para bajarse de lo alto del mausoleo y pisar suelo - Ellos quieren detener nuestros planes, y nosotros aunque intrusos de este tiempo y lugar, somos suficientemente honorables para decidir darles una oportunidad de tener un combate justo.
Dentro de tres días podréis encontrarnos, formando tres parejas separadas de servant y master, en tres localizaciones distintas. - Se desvanece mágicamente y aparece a tu lado - una oportunidad única que más vale no desaprovechéis. Si lo hacéis, acabaremos con todo el que ose oponerse a nosotros, todos juntos.
Miré a Khaos
-No podéis esperar que me crea esto, no se lo diré-.
No todos nosotros vinimos aquí por el Grial - responde, mostrando un puño armado, de metal negro blindado - algunos pensamos que sería interesante combatir contra servants y masters de otros tiempos, que sería glorioso... que disfrutaríamos del combate luchando contra poderosos oponentes... - entoncés mira a otro lado - Pero los elegidos de esta era son apenas unos críos y sus servants apenas pueden amenazarnos con la punta de sus espadas.
Deberías entendernos - escupe la mujer guerrera - He luchado contra tres de esos servants y apenas han conseguido herirme. Si no les damos algún tipo de ventaja, luchar con ellos será humillante; ¿y con qué cara miraremos a nuestros ancestros cuando nos llegue la hora?
Suspiré
-Dadles tiempo para que crezcan y volved entonces, no hay honor o gloria alguna en emprenderla a golpes contra niños indefensos-
Miré a Khaos
-¿No es así?-.
No tenemos tanto tiempo, muchacho - dice el viejo guerrero, tras depositar su arma en la vaina - Nuestra energía no es ilimitada. Podemos darles una oportunidad, pero si no la aprovechan será su fin.
Tienen 3 días para prepararse. El cuarto día, cada par de nosotros nos encontraremos en uno de estos sitios:
El Puente Colgante
Los Tanques de Agua
Los Bosques de más allá de la ciudad