Partida Rol por web

En un vertiginoso movimiento, ambos Servant asienten y cogen a sus masters, corriendo hacia el río en una súbita explosion de plata y bosque. No hay nadie por las calles para ver semejante espectáculo, pero la luz de la luna se refleja, blanca y brillante, sobre la armadura de Lancer, y mágica y suave sobre la poderosa madera del arco de Archer. 

Llegan al río en un parpadeo, pero allí no hay nada. La sensación se ha hecho más fuerte, pero no parece ser el río la fuente. Hacia el suroeste, la sensación continúa latiendo, pulsando en oleadas próximas en las que sienten la desesperación y la tristeza que se abren paso por su mente. 

-Deberíamos seguir-dice Lancer-Esto no me gusta. Nada. Por vuestras caras puedo ver que aún lo notáis. 

Reemprenden la carrera, esta vez mucha más distancia, siguiendo las indicaciones de los masters. Finalmente, al borde del bosque, queda claro que lo que quiera que cause esa sensación está ahí. Notan, mucho más intensamente que antes, la desesperación absoluta, la tristeza infinita de quien lo ha sacrificado todo por una mentira, de quien ve derrumbarse a su dios ante él, de quien ve que ha depositado todas sus esperanzas en un fraude. La impotencia es desgarradora, y solo recordándose que aquello no es real son capaces de soportarlo. Sin embargo, no queda duda de que si continúan hacia el bosque, seguirá intensificándose. ¿Hasta cuándo podrán aguantar?

Tras unas pocas palabras, ambos Masters deciden dirigirse con sus Servants hacia la fuente de la sensación. Desaparecen en un parpadeo, corriendo hacia el río en una súbita explosión de plata y bosque. No hay nadie por las calles para ver semejante espectáculo, pero la luz de la luna se refleja, blanca y brillante, sobre la armadura de Lancer, y mágica y suave sobre la poderosa madera del arco de Archer. 

Por supuesto, Sirin no puede seguir en absoluto a un Servant a esa velocidad, pero esta vez no le hace falta. Si han decidido ir hacia la fuente de la desesperación, Jard sabe bien dónde acabarán: en el bosque que lleva a la mansión Einzbern. Es ahí donde él mismo ha visto que se halla el origen de esa sensación, en esa sustancia sobre la que estuvo investigando. A Sirin no le hace ninguna gracia volver a ese sitio, pero no puede sino obedecer. 

Comienza a volar hacia el bosque rápidamente, cruzando la ciudad. 

En aquel momento, Mayuri ni siquiera sintió el estómago bailando como un descosido tras la carrera encima de Archer. Aquella sensación no solo no disminuía, sino que no paraba de aumentar. Si no se sujetaba el pecho, sentía que se iba a partir en mil pedazos. 

Las dos parejas acabaron en la linde del bosque. Shun y Mayuri ya habían tenido malas experiencias enfrentándose a servants en el bosque. La muchacha miró a su compañero de nuevo, pero esta vez no tenía los ojos llorosos, sino que lagrimas enormes dejaban surcos por sus mejillas. -S-shun... No se si quiero e-entrar ahí... T-tengo miedo -hasta aquel entonces, Mayuri no quería mostrarse débil ante Shun, pero en aquel momento, le daba igual. No era eso lo que más le preocupaba. 

Cuanto más avanzaban, peor era la sensación. Sabía que no era nada real, nada le estaba pasando a él, pero lo sentía. Muy a su pesar, su cabeza se inundaba de pensamientos que no deberían estar allí, de emociones que no tenían ningún sentido. Lagrimas amenazan salir de sus ojos y sólo conseguía mantenerlas a raya por pura fuerza de voluntad. Era desolador. Cuando llegaron al bosque, entendió de donde provenía. ¿Habría una máster de la casa Einzbern involucrada en esto? Se giró a Mayuri cuando la escuchó hablarle. Tardó unos segundos en contestar.

-Creo...creo que tienes razón -inspiró por la nariz y pudo oír como estaba moqueando- ¡Maldita sea! -espetó. O trato de hacerlo. En ese momento parecía más la queja de un niño enfurruñado y casi llorando. Inspiró hondo y expiró, tratando de volver a hablar normal- Alejémonos de momento, hasta donde la sensación sea más débil. Pero me gustaría buscar, por esa zona, a gente normal. Quiero saber si sólo nos afecta a nosotros. 

-Lancer -pensó Shun, comunicándose con su servant- ¿cómo te encuentras tú? ¿Conoces la historia de algún héroe que sea más triste de lo que es habitual? Se que no es bueno seguir, pero temo que mañana la cosa vaya a peor. Daremos una vuelta por una zona algo más segura y evaluaremos lo que está ocurriendo. Pero algo no me gusta nada.

Lancer responde por el canal telepático, y en su voz se nota la preocupación. 

-Los héroes tendemos a ser tristes. Es raro que nuestras vidas sean perfectas. Pero esto no es normal. No me suena ningún héroe con esta habilidad, es algo... muy extraño. No parece un Tesoro Heroico ni nada por el estilo. No sé lo que es. 

Ambos Servant parecen preocupados. Parece que ninguno sabe a qué se debe esa sensación extraña. 

Retrocediendo un poco por donde han venido, llegan hasta las casas. Sin embargo, debido a la hora que es, no encuentran a nadie por las calles, que están tranquilas, vacías y silenciosas. La sensación ha remitido bastante al alejarse del bosque, pero aún pueden notarla. 

Mayuri oye por el canal telepático la voz de Archer. 

-Master-dice, con cautela y preocupación-No mires, pero tras nosotros, en la azotea, hay un pájaro. Nos lleva siguiendo desde que quedamos con Shun, y creo haberlo visto también en nuestra batalla contra el gigante. Estoy segura de que es el mismo pájaro. Eso no es un comportamiento normal en un ave. Tiene que ser un familiar. ¿Lo derribo?

Cuando Sirin por fin llega, ambos masters y Servants se están retirando del bosque. Parece que no les ha gustado lo que han visto allí, y los masters tienen esa cara que Jard conoce bien, pues es la misma que él tiene cada vez que se enfrenta a esa fuerza de desesperación y congoja. Se van del bosque y se dedican a buscar por las calles cercanas, aunque no se sabe muy bien qué esperan encontrar. 

Se había demorado bastante tiempo en llegar al bosque, a diferencia de sus enemigos, principalmente a la velocidad de los Servants, la cual no se podía comparar con lo que podía volar su pequeño familiar. Sin embargo, había llegado justo a tiempo para ver cómo los Masters parecían haber optado por salir de aquel sitio, con una expresión que lo decía todo. No había duda de que, posiblemente, habían visto lo mismo que él, o habían percibido aquella extraña sensación, lo suficiente como para no querer adentrarse más de lo necesario. Sea lo que fuese, estaba claro que pensaban retirarse de allí, por lo que no había duda de que Jard les seguiría también, ya que aún no había obtenido la información que deseaba.

Por fortuna para él, estos habían preferido moverse de manera normal, por lo que significaba que podría seguirles, al menos por el momento, lo cual era bueno, ya que no deseaba perderles de vista, no cuando todavía necesitaba saber algo de sus oponentes, en especial el lugar donde dormían, entre otras cosas de utilidad para él. Algo le decía que... no comprendían muy bien lo que había en las profundidades del bosque. De lo contrario, habrían intentado hacer algo al respecto, en especial cuando aquel residuo emocional podría tener cierto uso, si se lo investigaba lo suficiente. Por ende, era posible que sólo se hubiesen acercado un poco, temiendo las consecuencias de adentrarse más en lo desconocido. Aquello podía jugar a su favor, por lo que tendría que recordar regresar con su compañera en otro momento, para ver si podían hacer algo con aquel fenómeno mágico.

De cualquier modo, por el momento, optó por continuar espiando a sus enemigos, dispuesto a obtener toda la información que pudiera sacar de estos. También debería de investigar a los Servants, ya que no se había olvidado de que uno de estos habían utilizado su Tesoro Heroico durante la pelea contra Berserker, por lo que aquello significaba que era posible obtener su identidad, y con ello una ventaja contra ese Servant en cuestión. Aquello era algo que tendría que conversar con Jeanne, cuando regresara a su hogar temporal, teniendo en cuenta que ésta debería de poder identificar a uno de los Servants, de acuerdo a su vínculo con la Raíz. Por otro lado, no estaba muy seguro de lo que sus oponentes deseaban hacer... parecían estar buscando algo en las calles cercanas, aunque dudaba que pudieran encontrar algo en particular. Aún así, continuó observándoles, ya que necesitaba toda la información que pudiera recolectar.

Mayuri escucha con atención a Archer. La idea de derribar al supuesto pájaro fue la primera que le pasó por la cabeza; mas, antes de llegar a contestar, pensó por un momento. La chica sacó el móvil para escribir a Shun, pues nunca había hecho un familiar (ni visto, solo había leído sobre ellos en los libros de su padre), por lo que desconocía si podían llegar a usarse para escuchar. 

Shun, no reacciones a esto. Archer dice que hay un pájaro que nos viene siguiendo desde hace un rato. Quizá podríamos dejar que nos siga un rato más, y luego tratar de averiguar de dónde sale. 

La chica mandó el mensaje instantáneo y guardó su teléfono.  -¿En serio? ¿Un mensaje de propaganda? Bah. -disimuló, sin saber si estaría dándole demasiadas vueltas al asunto. Lo bueno de aquel ajetreo era que casi había conseguido olvidarse del desasosiego que les había invadido antes, en el bosque. 

-Bueno, entonces, ¿seguimos buscando otro rato? -preguntó, dirigiendo una mirada significativa a Shun. 

Shun alzó una ceja ante el comentario de Mayuri. Antes de que dijera algo, notó su móvil vibrar en su bolsillo. ¿Me ha mandado un mensaje?, pensó. No trató de llevar la mano hasta su bolsillo. Si no había usado gestos ni hablado, era porque alguien les observaba. Decidió, por el momento, hacerle caso. Ya cogería el móvil en unos minutos.

-Si, tratemos de mantener la misma distancia con respecto a la mansión. Quiero saber si esta tristeza afecta a los no magos también. Veamos si encontramos a alguien deambulando por las calles.

Por desgracia, por lo avanzado de la hora, las calles están vacías. No parece haber ni un alma por los alrededores. Todas las casas están silenciosas y con las luces apagadas. Fuyuki no tiene una gran vida nocturna, y la poca que tiene transcurre al otro lado del río. 

Los dos masters continúan andando. La chica saca el móvil y comprueba algún mensaje que ha recibido, está demasiado lejos como para que Sirin pueda ver la pantalla. A continuación dice:

-¿En serio? ¿Un mensaje de propaganda? Bah. Bueno, entonces, ¿seguimos buscando otro rato? -

El chico se gira hacia ella y responde:

-Si, tratemos de mantener la misma distancia con respecto a la mansión. Quiero saber si esta tristeza afecta a los no magos también. Veamos si encontramos a alguien deambulando por las calles.

Sin embargo, por lo avanzado de la hora, las calles están vacías. No parece haber ni un alma por los alrededores. Todas las casas están silenciosas y con las luces apagadas. Fuyuki no tiene una gran vida nocturna, y la poca que tiene transcurre al otro lado del río. 

Por el momento, no parecía que esos dos estuvieran haciendo algo demasiado importante. La joven había sacado su móvil, tan sólo para hablar sobre un mensaje de propaganda o algo parecido, lo que no tenía mucha importancia para Jard, por lo que optó por ignorar aquel detalle. No sabía, por cuánto tiempo, sus oponentes perderían el tiempo en aquel lugar, en vez de hacer algo respecto al fenómeno mágico en el área de la mansión en el bosque. Aún así, no pensaba perderles de vista, al menos no hasta que estos optaran por utilizar a sus Servants. Toda información que pudiera obtener, sería de utilidad para él. Ya fueran sus nombres o algún otro detalle de importancia. Cuanto mejor les conociera, aquello implicaría una cierta ventaja sobre sus enemigos.

Teniendo en cuenta lo que había dicho el otro magi, estaba claro que este parecía preocupado por la población de la ciudad, o al menos eso era lo que parecía, ya que estaba interesado en saber si aquel fenómeno afectaba a quienes no eran magos. Era posible que aquello fuera algo que pudiera utilizar a su favor, aunque estaba seguro que Jeanne jamás lo permitiría, por lo que no tardó mucho en eliminar aquel pensamiento de su mente. No tenía sentido hacer uso de un recurso así, si eso implicaba que su compañera le odiaría por ello. De cualquier manera, sus dos enemigos, no tardaron mucho en continuar caminando, con la intención de buscar a alguien en la calle, si bien no había duda de que algo así no sería posible, ya que era bastante tarde, y los japoneses no acostumbraban a salir demasiado de noche, excepto... alguna clase de persona específica, y no en ese lado de la ciudad.

A pesar del fracaso por encontrar a alguien en las calles, por parte de esos dos, el joven magi optó por continuar observándoles, dispuesto a ver si podía escuchar algo más de utilidad que pudiera darle una idea de dónde se encontraban los refugios de sus enemigos, o si al menos podía obtener algo más de información respecto a la identidad de los mismos, o alguna clase de debilidad en particular. No pretendía separarse de estos hasta que no obtuviera lo que deseaba, o hasta que sus enemigos optaran por marcharse con ayuda de sus Servants, algo que esperaba que no hicieran, aunque lo dudaba. Si obtendría información, sería en ese momento, ya que dudaba que pudiera seguirles en cuanto estos decidieran marcharse.

Tras dar unas vueltas, Josh suspiró. Se giró para hablar con Mayuri.

-No parece que vayamos a encontrar nada por aquí. Si uno de los servants tiene su base en la mansión Einzbern o alrededor, probaremos a ir mañana. Tal vez lo mejor sea dar una vuelta al otro lado del río, a ver si encontramos al otro servant que queda. ¿Te parece bien?

Mayuri se encogió de hombros. Aún seguía preocupada por aquella extraña magia que les había hecho casi enloquecer, y no sabía si su elección sobre el pájaro era la correcta. Se sentía tentada de mirarlo, ahora que sabía que estaba ahí, pero tenía que recordarse que dirigir hacia él la mirada solo implicaría que les descubrieran. 

-Sí, claro. Por qué no. ¿Vamos andando o dejamos que nos lleven? -preguntó a Shun, su voz sonaba un poco desanimada. 

-Archer, ¿aún nos sigue ese familiar? ¿Puedes ver algo más, algo que sea especial de él? Si va a algún lado, dímelo, por favor. -pidió Mayuri a Atalanta por su canal telepático.