Partida Rol por web

Estrechando la mano de Kirara, Jun asiente. -confío en ustedes. -expresa. 

El equipo sale de la oficina y se interna en los pasillos del complejo. Después de cruzar algunos estudiantes, llegan a la parte central. Pueden ver un coordinador frente al pasillo que da a la biblioteca. Cerca de la entrada, pueden ver también a un SeeD de tez morena y pelo verde que Kirara reconoce como Posn. 

El joven indicó a Kirara para ocultarse en un lugar que no permita al coordinador verlos juntos. Ahí hay un coordinador, voy a intentarlo. Dijo con seriedad. Dame el frasco, por favor. Styr intentó suavizar su adusto gesto para pedírselo.

El muchacho estaba dispuesto a dar con el supuesto topo, se lo había encargado Énida y pensaba cumplirlo o al menos confirmar que no estaba en Balamb, pero no podía hacerlo solo, no si se daban complicaciones. Styr miró fijamente a la chica. Quiero que observes oculta y que nos sigas si consigo que me lleven con algún superior. Confió en ti. A lo largo de los años en el jardín Styr había aprendido la importancia de los compañeros y el trabajo en equipo, aunque es verdad que él prefiere hacer las cosas sólo, es capaz de distinguir cuando es posible y cuando no. Si las cosas se tuercen y crees poder ayudarme adelante, si no, avisa a Jun, no podemos confiar en nadie más... De hecho, no sabía todavía si podía confiar en él.

Siguió las indicaciones de Styr una vez más. Se escondió de la vista del coordinador (aunque le habría gustado saludar a su amigo) y sacó el tarro. Pero, antes de soltarlo, mantuvo la mirada del SeeD con seriedad. -Confío en ti- era su forma de decir que como se la jugara, una patada en sus partes nobles sería lo más suave que le pasaría.

Asintió, conforme al plan. Kirara era una persona de palabra y jamás incumplía su palabra. Observaría desde su escondite cómo avanzaba la cosa.

Styr asintió con la cabeza y susurro un gracias a la joven artista marcial. Sin mas se giró con el tarro entre sus manos y se acercó al coordinador. ¡Ey tú! Llamó su atención sin ningún tipo delicadeza. No dijo nada más y situó el tarro delante de su pecho, quería que lo pudiera ver con claridad y examinar su reacción antes de explicarle nada más.

El coordinador estaba muy ocupado mirando un punto fijo en la nada, por lo que la aparición de Styr lo toma por sorpresa. Mira primero a su pecho y luego al SeeD. -¿Qué sucede con eso? No se supone que me lo des a mi. ¿Tu cerebrito de SeeD no recuerda dónde hay que llevarlo? ¿o acaso tiene algo mal la botella?-inquiere el coordinador  

Styr miró al coordinador con un aire de suficiencia, no se podía creer que de verdad todos fueran tan estúpidos, pero aún con esas, se controló a la hora de contestar. Llevo tiempo fuera del jardín de misión y parece que las cosas han cambiado un poco, así que si no te importar hacer tu trabajo y explicarme lo mas amablemente posible donde hay que llevarlo... El joven moreno hizo una pausa casi teatral y añadió. Te lo agradecería. No quería parecer muy engreído y no había podido contenerse mucho en el mensaje, por lo que le pareció oportuno un final más "amable". 

El hombre miró a Styr con ojos algo desconfiados, pero volvió a mirar el frasco con ojos escrutadores. -Ten cuidado con eso, si está liquido funciona mucho más potente. De cualquier manera, no es problema mío. Deberías llevarlo con la gente encargada de eso en Trabia. Tu sabes, ese shumi. Ah, y asegurate de que el director Cid no vea eso. 

Kirara siguió escondida, tal y como Styr le había indicado. Se asomaba como un gato que acecha a su presa, con cautela y disimulo, para observar cómo se iba desarrollando la situación.

Styr devolvió la desconfiada mirada al coordinardor. ¿Porqué no debería verlo el director? Preguntó el SeeD desconcertado. Antes uno de tus compañeros pretendía quitárselo a una joven a toda costa, ¿y ahora a ti no te interesa? Al Seed no le acababa de cuadrar nada y además el coordinador le estaba remitiendo a Trabia, el mismo lugar donde los quería mandar Jun.

El pistolero esperó respuestas, esperando con ellas aclarar algo sus ideas.

Con gesto de fastidio, el hombre responde -Por que Cid es un metido y no le gustaría este tipo de... actividades. ¿No te lo explicaron los Shumi? 

Antes uno de tus compañeros pretendía quitárselo a una joven a toda costa

 -Un momento... ¿Esto no te lo dieron a tí para llevaras a las montañas? ¿De dónde lo sacaste entonces? -pregunta el coordinador comenzando a alterarse. 

Styr también estaba empezando a mostrarse molesto y su tono era cada vez más firme. Uno de tus inútiles compañeros estaba montando una escena en el vestíbulo intentando quitárselo a una joven a la fuerza, así que lo disuadí, pero más tarde yo me hice con el frasco más cuidadosamente. Styr le guiñó un ojo.

El muchacho de piel de ébano se acercó un poco más al coordinador para hablarle en voz baja. Te voy a ser sincero, no sé que es, ni me han explicado nada los Shumi, ni entiendo a que clase de actividades te refieres que no le gustarían a Cid. Simplemente me pareció importante y pensé que me valdría para marcarme un tanto para ser coordinador. Styr se encogió de hombros, mostrando lo perdido que estaba sobretodo lo que le estaba diciendo. Si eres tan amable de explicarme todo quizás lo consiga. El muchacho forzó una sonrisa, aunque no tuvo muy claro que le hubiera quedado como el quería, sonreír no era su especialidad.

-Humm... -musita el hombre mirando a Styr unos segundos. -Bien, vamos a hacer lo siguiente. Sígueme, por favor. -pide el hombre mientras guía a Styr hacia un pasillo un poco más apartado.

-No le cuentes a nadie más de este frasco. Lo que hay dentro atrae a los monstruos. Junto con una facción de los shumi estamos diseminando estos frascos cerca de algunas ciudades. Esto atrae a los monstruos a ellas y aumenta dramáticamente la cantidad de misiones que estas ciudades nos encargan. Y más misiones significa más trabajo y dinero para todos. Todos contentos ¿Entiendes? Cid es demasiado obtuso para tomar esto como una oportunidad. Si supiera de esto haría lo posible por detenerlo y terminar con este asunto. A pedido expreso de los Shumi, uno de cada tres paquetes que nos envían debe ser dejado en una cueva cercana al jardín, supongo que para guardar una cantidad de respaldo. 

Kirara puede ver cómo el coordinador lleva a Styr a hablar más en privado a un pasillo algo más alejado. 

-¿Deberíamosss seguirlosss?- pregunta Marcosias desde su interior. 

Asintió ante las palabras de Marcosias. Había estado pendiente de la conversación entre Styr y el coordinador, pero a la distancia no había podido enterarse de gran cosa.

Sin embargo, al verlos alejarse, no dudó en salir de su escondite con disimulo y pasear por el pasillo con normalidad, como una alumna más que no tenía nada que esconder ni que espiar. Al menos hasta que estuvo lo suficientemente cerca de esos dos. Solo entonces buscó algo con lo que poder detenerse en el pasillo o donde poder esconderse sin ser vista.

Ummm. Pensó Styr unos segundos procesando toda la información. ¿Y quién está dirigiendo la operación junto a los Shumi? Preguntó contrariado. Necesito saberlo para poder ganarme su confianza, si simplemente dejo el frasco en la cueva no lograré nada. El muchacho se mantuvo serio y no dejó de sujetar el frasco con fuerza.

Las palabras del coordinador escondían varias incógnitas interesantes, pero Styr fue cauto y no preguntó por todo de golpe, no quería avasallarlo y que pensara que era un interrogatorio, sin embargo, si lanzó una pregunta más. ¿Es la cueva del fuego? Preguntó en voz baja demostrando cautela.

-No es la cueva de fuego. Se trata de una cueva que forma parte de los túneles de tren cercanos a Balamb. En cuanto a la persona a cargo... Pues no debería decirlo, pero... todo parece indicar que se trata de la directora Sinclair. -responde el coordinador mirando al rededor con cautela. 

Entiendo. Dijo Styr asintiendo. Lo llevaré a la cueva entonces y después me ganaré el favor de la directora. Muchas gracias por tu ayuda, iré a preparar el viaje a la cueva. Extendió la mano para estrechársela a aquel muchacho que tanto le había ayudado. Cuando sea coordinador te deberé una. Styr se tiró el rollo para no levantar sospechas.

Sin más se dio la vuelta y se marchó hacia su habitación, si todo seguía en orden Kirara le seguiría y allí podrían hablar tranquilamente y decidir entre los dos que hacer.

Seguía manteniéndose al margen de la situación, escondida como buenamente podía o simplemente pasando inadvertida.

Cuando finalizaron la conversación, Kirara esperó a que el coordinador se alejase lo suficiente como para volver a seguir los pasos de Styr. Se había enterado de retazos de la conversación pero, a juzgar por la tranquilidad con la que andaba el SeeD, juraría que todo había ido según lo planeado.