Partida Rol por web

Aunque en aquel momento no lo supierais, atravesar aquel portal os iba a cambiar la vida por completo.

La transición fue rápida, extraña, una experiencia difícil de describir.

Cuando abristeis los ojos de nuevo estabais en un sitio más amplio, muchísimo más amplio. Todo estaba repleto de cristales que mostraban una ciudad sumergida en la noche pero decorada con multitud de luces brillantes como luciérnagas.

El suelo y las paredes parecían de metal brillante, tan brillante que os podíais ver reflejados, todo era.. extraño, como de otro mundo, tan solo queríais encontrar respuestas y sobre todo encontrar a aquel tipo pero no había rastro de él.

Mirando simplemente a los alrededores pudisteis comprobar que cerca del techo había un letrero.

"GarCorp Energy"

Era una caligrafía que podíais entender pero con conceptos que no llegaban a vuestra comprensión, al igual que un estridente sonido que comenzó un bucle exasperante. Era como si hubiera una criatura ¿quizás una mandrágora? gritando continuamente, como si estuviera alertando a sus conocidos. ¿Qué hacer?

El cambio fue tan brusco  que me quedé completamente aturdido cuando aparecí en aquel lugar extraño, una ciudad sumerjida, aquello era realmente una maravilla de la magia, debia de ser bastante potente para abarcar tanto. De pronto un sonido estrepitente me hace llevarme las manos a los oidos debido a la molestia que me suponia.

---QUE ALGUIEN CALLE A ESA COSA- grito a mis compañeros mientras busco el origen sin destaparme los oidos.

Bajé el arco al salir de aquel portal mientras observaba lo que nos rodeaba. Mi boca se abrió y no conseguía cerrarla mientras daba una vuelta para mirar todo. Entonces, ese ruido infernal empezó a taladrarnos los oídos e instintivamente levanté el arco, apuntando a todos sitios.

¿PODÉIS VER QUÉ ANIMAL LO PROVOCA? ¡SI NO SE DÓNDE ESTÁ, NO PUEDO DISPARAR!

- ¿Qué es eso? - digo tapándome los oidos. ¿De donde viene ese sonido?

Consigo abrir los ojos lo suficiente como para comprobar que no estamos en la cueva.

- ¿Donde estamos? - añado mirando en todas las direcciones.

Ziba cerró los ojos incomoda por el estridente sonido que hacía que se encogiese levemente, sus compañeros gritaban angustados por ello y el que ella hiciese lo mismo no ayudaría. Buscó por los alrededores en busca del origen del sonido o alguna forma de alejarse de él por alguna extraña puerta o igual extraño pasillo... como era en ese lugar, todo era raro.

-Deberíamos buscar a ese hombre

Rápidamente disparo un virote hacia una esquina con la esperanza de que cese ese maldito ruido ensordecedor.

- Espero que funcione. - pienso.

De repente, de una puerta invisible para vosotros surgieron 4 hombres armados con artefactos extraños, seguíais sin entender donde estabais exactamente. Aquellos hombres no tardaron en rodearos y en apuntaros con sus armas.

- ¡Las armas en el suelo y los brazos en alto!¡Cualquier intento de agresión y seréis ejecutados! -

¡¡Aquí la magia es impresionante!! pensó de manera sorprendente mientras no dejaba de apuntar a los recién llegados.

Miró a sus compañeros esperando una señal. ¿Disparamos? pensó mientras contaba a sus rivales.

De la nada aparecieron todo un grupo de hombres con ropas extrañas y que llevaban sus cabezas cubiertas con unos yelmos igual de raros, pero si ya sorprendió esa extraña magia aún mas ver como los apuntaban con unos artefactos metálicos con un enorme agujero en el centro, de ahí no podía salir nada bueno, ¿ese sería su fin?.

La peliazul no se lo pensó dos veces, no había desenvainado en todo aquel rato y para lo único que lo había hecho era para dejarlo en el suelo tal y como esos hombres le indicaban levantando seguidamente los manos.

- Nos matarán si no lo hacemos... no sabemos donde nos encontramos y ese hombre ha escapado... - Dijo con la voz casi quebrada, estaba bastante asustada.

- ¿Quién o que sois? - pregunto extrañada ante tantas cosas sin explicación.

Aquella gente poseia una magia muy poderosa al ser capaces de  aparecer abriendo paredes, si podian hacer eso ¿ que clase de individuos eran? Apretando los dientes, dejo caer mi arma en el suelo en señal de rendición, queria observarlos mejor antes de poder actuar...

Tanto Ziba como Coren han dejado sus armas en el suelo, aquello había provocado que los enigmáticos guerreros no abrieran fuego, o al menos de momento.

- Es la última vez que vamos a repetirlo, dejad las armas en el suelo o lo lamentaréis -

Destensé el arco y lo dejé caer junto a la flecha. No sabía si tendría que agacharme para recuperarlo de manera inmediata, pero nunca estaba de más que estuvieran juntos. Además, no necesitaba la flecha. Podía hacer algo más sin recurrir a las armas.

Al ver la reacción de mis compañeros decido hacer lo mismo y lentamente dejo la Ballesta en el suelo, disimuladamente encima de mi pie.

En el momento que los soldados vieron que bajabais todas las armas al suelo, no dudaron en acercarse (sin dejar de apuntaros). Al parecer su intención era apresaros con la ayuda de unos grilletes bastante más sofisticados ¿era mejor dejarse o evitarlo?