Partida Rol por web

Finalmente decidió hablar tras haber revisado el mapa de reojo - sinceramente no me gustan las amenazas o las acusaciones sin sentido de unos u otros, preferiría llevarme bien con todos, ¿no sería más fácil dejarnos hablar con nuestra superior y ayudarnos entre nosotros? Es de sabios comprender que si fuéramos enemigos y mercenarios, vuestros soldados ya estarían muertos y nuestra líder nos importaría más bien poco, no quiero decir que no ejerzamos por una recompensa varios, solo digo que antes que el dinero me gusta pensar con el coco.

Suspiró un poco cansada - sepan que hemos sido todos engañados, pero la información que les proporcionemos vale más que unos intercambios forzados, nosotros apreciamos a nuestra líder y vosotros supongo al menos, que apreciáis a vuestros soldados, tenéis más que ganar de lo que nosotros obtendremos, rehenes liberados, y una posible colaboración de bienes combinados.

Hablar con Shasha primero tal y como indicaba Aura era clave, pero sobraban las amenazas o negociaciones que no tuviéramos autoridad a ofrecer, en ese momento todo lo que su rango les permitía, era un intercambio de rehenes simple y una justa tregua.

Lanzo una mirada de reojo a Ruby, viendo la reacción que provoca en los dos oficiales después y suspirando. Mi cara no deja lugar a dudas de que el resultado me desagrada mucho, especialmente cuando dice que estaba a punto de conceder mi petición. Mi gesto se agria un poco y me llevo una mano, como siempre, a la zona baja del esternón para que el ligero dolor me ayude a aclarar mis ideas y centrarme, cosa a la que también ayudan las palabras de Kain.

- Cierto, lo que dice Kain es verdad... Están obviando la parte más importante, la información que poseemos... Bueno, que especialmente yo poseo. -aclaro, en parte porque es cierto y en parte porque si no llega a buen puerto y piensan intentar conseguirla de maneras poco agradables, prefiero que se enfoquen en mí- Sumado a eso, su argumento... se aplicaría si fuésemos dos grupos enfrentados de verdad. Como en el juego ese. Pero no hemos venido aquí a enfrentarnos a ustedes. -concluyo, mirándolos con seriedad.

Y ahora resultaba que aquello era el país de la piruleta y que había sido yo quien había jodido las cosas. Tócate los cojones.

Resoplé, molesta con el devenir de los acontecimientos. Aunque, por otra parte, he de decir que ver cómo aque niñato se sulfuraba logró dibujar una fugaz sonrisa en mi rostro, al tiempo que dedicaba un gesto desafiante a Zavala. Uno de esos que dice "yo no me achanto, cuando quieras nos medimos las caras". Y eso que en el fondo era consciente de que podía ser yo quien acabara con la cara partida...

Aún así, también era cierto que ya había conseguido llamar suficiente la atención. Y eso, en mi caso, no era algo precisamente bueno, sobre todo en ciertos círculos.

Así que, muy a mi pesar, acabé por extender la palma de mi mano hacia Aura, resoplando, en un gesto que dejaba claro que volvía a dejar en sus manos las cosas. Qué remedio...

Y así, guardé silencio, manteniendo aquella actitud desafiante, mientras mi mirada comenzaba a posarse en todo aquello que nos rodeaba buscando más información por si las cosas se ponían feas o por si se nos estaba escapando algo jugoso.

Aquella negociación poco tenía que ver con las que yo estaba acostumbrada a tener. Para mi gusto sobraban palabras y faltaba más leña...

Muy bien niñas, tienen mi atención, pero necesitan endulzar el trato para que lo consideremos siquiera viable, díganme que información tienen que pueda valer un comandante enemigo.

Dicen que hemos sido engañados, pues bien denme una prueba y yo les traeré a su teniente para que vean que se encuentra perfectamente. Algo magullada, pero en una pieza, lo que es bastante, teniendo en cuenta que cruzó espadas con Zavala. - dice Bodoc un tanto más sosegada y receptiva.

La aquarian pensó en como decir parte, no ofrecer todo, si quería decir más Aura que lo hiciera - hablamos de infiltrados, pero mi compañera desea hablar con nuestra profesora, tenemos datos en nuestras manos, que deben ser tratados con nuestra mentora. Como bien recalcas no poseemos el grado necesario para negociar con libertad, somos solo alumnos mercenarios o como nos prefieras llamar, nuestra palabra sirve para nosotros y podemos dar un pacto sofisticado, pero sin confirmación de un superior y sin credibilidad, si decidimos por nosotros nadie os asegura que nuestros superiores cumplan lo pactado, en esa situación dando lo mismo jugarías en desventaja y desigualdad.

Sin duda ella cumpliría un pacto, pero no podía hablar por la institución que les amparaba, al menos con su bajo grado en el que ni siquiera se consideraba seed.

Lanzo una mirada a Kain y chasqueo ligeramente la lengua, no me gustaría que diese información de más, aunque no supiese tanto como yo, pero dado que ha indicado todo lo relevante, solo asiento secundando sus palabras.

Llegados a ese punto, poco había que yo pudiera decir. Y, al parecer, Aura también había decidido dejar hablar a Kain, así que me limité a seguir mirando a mi alrededor, con aire aparentemente distraido, pero atenta a cualquier cambio en mi entorno.

Habría que esperar a ver cuál era la reacción de la estirada...

Muy bien. - concede Bidoc. - Sólo una de ustedea venga conmigo, las demás esperarán aquí y no intenten nada.

Y bien ¿A qué estás esperando? La noche avanza mientras nosotros seguimos aqui plantados como árboles.

Asiento con tranquilidad y me giro primero a una y luego a otra.

- Iré yo, compañeras... Me temo que hay parte de la información que solo yo tengo por ahora. -explico el motivo y, si no hay objeciones, sigo a Bodoc.

Kain se sentó en el suelo con sus piernas cruzadas, sabía que había dado una información valiosa, pero creyó que si no lo era no les tendrían en cuenta, por tanto ahora se sentaba orgullosa de haber hecho su trabajo debidamente.

Y una vez más se presentaba ante mi una tesitura complicada.

Había dado a Darius mi palabra de que protegería a Aura y de que no me separaría de ella. Y eso, precisamente, era lo que ahora me pedían que hiciera. Si es que tenía la negra...

Así que allí estaba yo ahora, debatiendo en mi interior si hacer lo que estaba a punto de hacer. ¿Qué otra opción tenía si no? Asi que, muy a mi pesar, y tras dejar escapar un largo suspiro de resignación, alcé una mano, interrumpiendo aquella conversación.

-Estoy de acuerdo con que Aura es la más adecuada para ir. Pero he dado mi palabra de que no me separaría de ella y, por muy broncas que parezca, para mi eso es sagrado... - dije, tragandome mi orgullo por mantener mi palabra. Por muy mentira que pareciera, el honor era e honor, y mi palabra era una de las pocas cosas que me quedaba en esta vida. - Si queréis ni hablaré, ni intervendré, ni nada pero, por favor, dejadme acompañarla. Es lo unico que pido. - joder, si a ese paso me iba a morir ahogada en mi propio veneno... Menuda bajada de pantalones. Darius ya podía enrollarse luego...

Y, después de aquel mal trago y evitando mirar a mis compañeras despues de lo humillante que era tener que pedir aquel "favor", me mantuve con la mirada fija en nuestra interlocutora, decidida y expectante, y esperando no tener que buscar otra forma de cumplir mi palabra.

La capitana las observa un.tanto malencarada y se cruza de brazos.

Dije que sólo vendrá una, así que o bien te sientas tu, o bien se sientan las dos y me llevo a la aquarian. Tu escoges SeeD, pero hazlo rápido, que la noche es la hora de los cadentes y tenemos que preparar el campamento para su llegada. - dice la capitana en tono marcial mientras encara a Ruby.

Me freno en seco cuando Ruby habla para pedir acompañarme, dudando un poco pero mirando a la mujer, que en efecto deniega la petición. Suspiro ligeramente, me lo esperaba y vuelvo a mirar a la pistolera, a quien dedico una sonrisa, tomando sus manos.

- Ruby, valoro mucho que te esfuerces tanto en cumplir tu palabra, y más cuando me atañe a mí. Pero esta situación requiere que nos separemos. No te preocupes, estaré bien. -aprieto ligeramente sus manos para darle ánimo, aún con esa sonrisa, dándole un momento para contestar antes de seguir a la capitana.

Gilipollas.

Afortunadamente es solo un pensamiento, si no, seguramente habría echado a pique las negociaciones definitivamente.

Esto no va a quedar así, lo juro.

Suspiré, acabando por mirar a Aura con una expresión de "No me hace ni puta gracia tener que dejarte marchar sola" - Lo que, sea, lo más mínimo, y estaré ahi. Sea como sea. - le dije, acabando por dar mi brazo a torcer, y permitiéndola marchar.

Aquella gentuza acababa de terminar de demostrar que no eran más que escoria. Estaba claro lo que valian la palabra y el honor para ellos.
 

Mientras ustedes dos permanecen en la tienda con un malencarado Zavala, la capitana Bodoc conduce a Aura a entrevistarse con la teniente Sasha.

De pronto un soldado ingresa en la  tienda y tras intercambiar unas palabras con Zavala, se retira de inmediato.

Mientras Bodoc te conduce a la tienda donde se encuentra Sasha, ella te va diciendo las reglas de la entrevista.

- Muy bien niña las reglas son las siguientes, permanecerás sentada y con los brazos sobre los descansos de la silla todo el tiempo, no puedes acercarte a la prisionera a menos de medio metro y yo estaré presente justo detrás de ti.

Estas reglas no son negociables y si las rompes, aunque sea por un segundo, la entrevista se acaba y procederé a sacar tu trasero y el de tus amigas de mi campamento a patadas de ser necesario. ¿Estoy clara? - dice a modo de advertencia la capitana mientras camina a tu lado.

Cuando habla de que va a estar presente, la miro de reojo, pero no la interrumpo, aunque en el mismo momento en el que se nota que ha terminado, replico:

- Aceptaré las condiciones, pero sea consciente de que podrían denegar una información importante al no saberla ella con exactitud. -aclaro con tranquilidad- Quiere decir que adecuaré el mensaje y también estoy pensando cómo darlo en clave, de tal manera que no desvele la información sin autorización, dado que pretende estar presente, y si no es capaz de entender exactamente a qué me refiero, podría decir que rompamos el trato, lo que me temo que sería perjudicial para todos. -le lanzo una mirada tranquila, aunque finalmente, sonrío.

Supongo que es raro, pero la verdad es que la sonrisa no tiene ningún indicio de falsedad.

- Es usted un poco brusca, supongo que gajes del oficio, pero creo que debajo hay una persona amable que se preocupa por su país y por hacer su trabajo correctamente. -comento- No pretendo halagarla para conseguir nada, solo me apena haberla conocido en estas circunstancias.

Por lo demás, mi paso grácil, que ya de por sí delata un poco mi ascendencia élfica, no se detiene ni un instante, siguiéndola hacia la tienda.

Pues nada, ahora solo quedaba esperar. O eso parecía hasta que el soldado entró a hablar con Zavala, momento en el que decidí que sería una ocasión idea para poner en práctica aquella habilidad desarrollada durante años en antros y tabernas de leer los labios.

Y así, me concentré en aquella conversación, frunciendo ligeramente el ceño.

¿Sería capaz de saber de qué demonios estaban hablando?

Siempre atenta a todo, no perdió la oportunidad de leer los labios del soldado que entraba, mirando de reojo, preparada para cualquier contratiempo, el espionaje era así tal vez, obtener información sin que sus posibles oponentes lo detectaran.

Mientras caminas por el campamento, notas que el ambienta parece estar bastante tenso como si algo malo estuviera sucediendo en ese lugar