Partida Rol por web

No era consciente de nada de lo que ocurría fuera, me encontraba ayudando en las tareas de sanación en la tienda médica, pues eran muchos los heridos y no tantos los que tenían habilidades para curarlos. 

Escuchaba como fuera, donde estaban mis compañeros se armaba jaleo y suspiré. ¿Ya estaban otra vez peleándose entre ellos?  No es que me extrañase, pero esperaba que al menos después de lo que había pasado se tomaran un descanso.

Ajeno a lo que estaba pasando me centré en tratar a un soldado malherido que tenía un tajo que le recorría todo el pecho y un agujero de lanza en el muslo. Usé algo de la poca magia que me quedaba para sacarle de peligro y le apliqué unos cuidados básicos para detener la hemorragia y prevenir la infección. Suerte que una vez acogimos a un sanador en la troupe durante parte del camino y me enseñó como tratar heridas.

Me limpié el sudor de la frente con el dorso de la mano y vi aparecer a Darius con Aura y Euphemia a sus hombros. - No te preocupes, cuidaré de ella.- Respondí recuperando mi sonrisa habitual. - Pero, ¿Qué pasa con ella?.- Pregunté señalando a Euphemia. - ¿Está bien? Espero que no tenga que ver con el jaleo que escuchado fuera.- Comenté preocupado por su estado.

          - !Pero a que demonios te refieres Ruby!   Mientras que ustedes trataban de negociar la libertad de la teniente Eladmari, Darius y yo descubrimos a tipos que resultaron de Magitec que habían dejado fuera de combate a tres de los soldados de Lucis y tomado sus uniformes para infiltrarse en el campamento; mientras que Eladmari y Darius avanzaron a hurtadillas el ronzo me pidió no les perdiera de vista como ha dicho antes ... sin embargo el no indico que hacer después de verlos;  ninguno de los dos sabíamos quienes eran, cual era su situación o intención; así que como cualquiera del grupo yo no debo simplemente recibir y acatar ordenes suyas, mías o de cualquiera de los otros sin poder hacer uso de mi propio criterio! -     Respondió Isabeu realmente molesta por la forma de expresarse de ella y su injusto juicio ante lo que acababa de pasar ... y ante su último comentario incongruente respondió tanto a ella como al Ronso:

         - Yo no he desobedecido la orden de ningún superior ni la de ningún camarada a diferencia de algunos de ustedes que en vez de mantener la posición como la teniente May nos indico han avanzado a diferentes ubicaciones debilitando la posición asignada en el campamento del ejercito de Lucis como pidió la teniente, exponiéndose y exponiéndonos a los demás! -      Entonces Isabeau trató de mantener la ecuanimidad y responder a Darius su crítica mientras que miraba de reojo al resto:

          - Es cierto que no me indicaste que les disparara a los tipos de Magitec, pero tampoco dijiste lo contrario, así que no te desobedecí y en caso de no haber matado a los dos soldados infiltrados Magitec, estos tipo pudieron haber tomado el control del campamento mientras que se infiltraba el resto, eliminado a quien sabe cuantos soldados de Lucis y de nosotros con mas de 40 unidades rodeándonos que nos podían tomar por sorpresa antes de que Eladmari y tu pudieran llegar a contarles lo que pasaba ... sin saber si ellos les creerían o como reaccionarían en plena negociación.    Por todo lo anterior para mi no ha sido realmente un error de mi parte lo que he hecho, aunque si un riesgo del que seré responsable ante nuestros superiores, pero sin duda volveré a correrlo si lo creo necesario para salvar la vida de mis camaradas y de los que nos rodean; el haber actuado no solo para eliminar a los Magitec que querían controlar el Cadence de Lucis, sino para que los soldados de Lucis reaccionaran y la lucha pudiera ser mas pareja y gracias a eso pudiéramos tener oportunidad de dar explicaciones mas tarde si sobrevivíamos a los soldados de Lucis como lo hemos hecho.    Es por esa razón que no recibirás mas disculpas de mi parte Darius de la que explícitamente ya te he dado antes, ya que si reconozco el riesgo de haber tomado mi decisión el plena batalla ... espero no tener que explicarte con mas detalle que de no hacer nada al respecto tampoco hubiera asegurado mas nuestro futuro en ese momento y que yo sepa hasta ahora ninguna de mis acciones hasta este momento justifica que de buenas a primeras la señorita Dhampiro de improvisto me ataque cuando yo solo tratar de convencerla de que independientemente del error que pudiera haber cometido no tirara la toalla y simplemente abandonara nuestro grupo, según yo con la intención de apoyarla ... como la misma teniente ha sido testigo! -     Entonces Isabeau se cuadró con la teniente Mey y dejó tiempo para que la interpelara si era necesario o cualquiera de los otros presentes y solo después de eso terminó por decir:

          - Si después de todo lo que acabo de explicar así como Darius creen que yo debo de darles alguna justificación ... o que él necesita una disculpa mas ... y tienen el derecho de agredirme como lo acaba de hacer Ruby será mejor que hagan fila detrás Euphemia y descaradamente me ataquen a traición, pero aunque no lo crean en este momento lo que mas me preocupa es que mis flechas no la hayan matado, que terminemos juntos esta maldita misión y que al termino de la misma, en nuestras instalaciones la teniente informe a nuestro superiores con todos los hechos para que ellos tomen las mejores decisiones para todos! -   Dijo la joven semi-Aven conteniendo el sentimiento a flor de piel con la instrucción marcial que había recibido desde pequeña

Hasta tres veces intentó pararme Darius durante mi estallido. Y, tras hacer caso omiso las dos primeras, acabé abrir los brazos ante él, encogiéndome ligeramente de hombros. Una imagen bastante cómica teniendo en cuenta la envergadura del ronso que tenía delante y lo pequeña que yo era comparada con él.

-¿Qué? - le dije, como si me resultara del todo incomprensible que intentara hacerme callar- ¿Me vas a decir que tú no piensas lo mismo? - dije, como si fuera lo más obvio del mundo, aunque sin reproche en mi tono, asintiendo cuando Kain me apoyó en mi queja, dedicándole un gesto de agradecimiento por el apoyo.

Sin embargo, cuando  Darius se dispuso a marcharse con Euphemia, haciendo especial hincapié en que lo dejara estar, y en que había que investigar lo de los proyectiles, dejé escapar un largo suspiro de resignación, negando, totalmente indignada con lo que estaba pasando.

E incluso estaba dispuesta a dejar estar el tema, muy a mi pesar... hasta que la que estalló de repente fue Isabeau, disparando frase tras frase como si fuera una ametralladora.

-Joooder.... - me quejé en voz baja, resoplando, al ver que al parecer a discusión iba a continuar. ¡Si es que me buscaban! ¡Yo que estaba dispuesta a dejarlo pasar!

Asi pues, y aun a sabiendas de que despues me comería algun tipo de reprimenda por parte de Darius, le hice una señal a éste, antes de que saliera de allí, indicando que no era cosa mía el prolongar el show allí. Y, acto seguido, me giré hacia Isabeau, dispuesta a puntualizar un par de cosas. No solia gustarme que dijeran que había hecho cosas que yo no había hecho.

-A ver bonita. - le dije, sin levantar el tono esta vez, y poniendo una mano en mi cintura, desprendiendo cierto aire de desafío- Calmate y no grites, que para la que te acaban de dar no veas la energia que tienes... - añadí, en un alarde de infinita paciencia.

-Que me parece muy bien todo lo que digas. Pero que los que estábamos en esa tienda, jugándonos el cuello, eramos Aura, Kain y yo. Y si llega a pasar algo, las jodidas somos nosotras. - le resumi en pocas palabras. La cosa era mucho más profunda para mi de lo que parecia: habia dado mi palabra de proteger a Aura y, aquel acto temerario, había hecho que pasáramos por una situación bastante complicada en esa tienda. - Que yo no estoy diciendo que haya que desplumarte, aunque a este paso igual hasta cambio de opinión, pero que tú la has jodido también, igual que ella. - dije, señalando hacia la puerta por la que acababa de salir Darius con Euphemia- Asi que lo unico que pido es justicia. Igualdad para todos. Nada más. - añadi, mirando de nuevo a Mey quien, hasta el momento, no habia abierto la boca.- Ah, bueno si, y otra cosa más pido. Que si vas a mentir a mi no me metas por medio. ¿Que te he agredido yo cuando, eh? - le increpé, bastante molesta con ese hecho- Si te hubiera agredido te habrias enterado, descuida. - dije, con el ceño fruncido, y bastante cabreada con la situación.- Asi que, por mi parte, aqui se ha acabado la conversación. No voy a perder el tiempo con alguien que va de victima y cuya defensa es enmierdar al resto, lo siento. Asi que, si a la teniente Mey le parece bien, igual en vez de perder el tiempo con victimismos infantiles podemos centrarnos en lo que ha dicho Darius y sacar de esto algo productivo, que ya esta bien de niñatadas, hombre. - vale que no era la mas ortodoxa ni la más diplomatica de mi casa hablando, pero cualquiera que me conociera minimamente sabria que, si ahora mismo Isabeau no tenía una bala en cada rodilla era porque estaba llevando a cabo un enorme ejercicio de madurez y de contención, aunque pareciera mentira.

-¿Alguien se apunta a ver qué carajo esta pasando? - pregunte a los alli presentes, mientras hacia el amago de salir de alli. Aquella tienda se me estaba quedando realmente pequeña.

- si Darius irá a donde el dopple, iré tras él, no me molestaría pisar el cráneo a ese deforme, necesito serenar mi piel - dijo eso rodeando el hombro de Ruby como si buscara calmarla, a la aquarian tampoco le gustaban las excusas y le ponían nerviosa, e imaginaba aquel gesto de compañerismo como una forma de controlarse entre ambas, seguramente con el mismo pensamiento en la cabeza. Esperaba evitar que ninguna bala de transformara en cuatro...

Ruby hablaba de una forma casi opuesta a la suya, directa y a menudo brusca, y a la barda le parecía interesante, estaría bien tenerle cerca en una negociación entre maleantes, *sonrisa* en esas circunstancias la diplomacia y las buenas palabras no servirían de nada.

En cuanto Darius empieza a llevarse a Euphemia, otra pelea surge, lo que desata la rabia de la teniente quien os manda callar a todos.

Ya basta todos, si alguien arriesgó la misión recibirá su castigo, la cadete Dracstone está bajo arresto por usar fuerza letal contra una compañera, espero os sirva de ejemplo.

Cadete Flambeau voy a investigar sus acciones y mantendré mis ojos sobre usted, si noto que comete una imprudencia por más mínima que esta sea, entonces la sancionaré.

Cadete Gallard, guíeme hacia la ubicación del cadete Aokishi, quiero saber más sobre ese doppleganger y sus acciones, voy a proceder en conformidad a ello. - dice la mujer gato con una expresión siniestra en el rostro.

Hago un saludo militar, me alegraba que Mey no hubiera mandado a callar Mey lo habría hecho yo porque estaba empezando a alcanzar el límite de mi paciencia. Tal y como me ordeno la Teniente lidere el camino hacía donde había dejado a Aokishi con el doppleganger deseando que nada malo hubiera ocurrido ya que el marrón me tendría que caer a mi por haberle dejado solo.

- Dejamos a Aokishi en una zona tras esta colina para que desde el campamento no se pudiera ver nada.

Aunque ella no lo podría ver ya que lo hacía dentro de mis bolsillo cruce los dedos para que el albhed hubiera sido capaz de contener a esa basura sin problemas y es que no tenía miedo por el propio rehén si no por un posible refuerzo que recibiera ya que esta zona para mi era un auténtico misterio y podría haber enemigos en cualquier esquina posible.

- Una cosa no es excluyente de la otra. - Contestó con tranquilidad, encogiendose ligeramente de hombros. Decía muchas cosas, y todas parecían verdad con cierta dosis de mentira, así que tenía un par de explicaciones: O estaba como un auténtico cencerro o tenía demasiado miedo de expresar lo que sentía y pensaba. Darius aun no se había decidido por cual de las dos posibilidades - Estás mezclando dos cosas que no tienen nada que ver. - lanzó un resoplido, negando con la cabeza. - Y creo que no entiendes lo que intento explicarte. Puede que no llegues a entenderlo nunca. - Quizás solo era una falta de capacidades de la chica.

Y parecía muy dispuesta a seguir justificando sus acciones. Mira, como la pájara. Pensó, mientras seguía mirándola mientras ella hablaba y hablaba. - No hace falta que lo piense, acabas de decirlo. Cumplias un juramento. - Contestó como si fuera la máxima obviedad del mundo. Esas eran las preguntas que le gustaban, las fáciles.

- Mira, en eso estamos de acuerdo. - reconoció en cuanto nombro a Aura. - En cuanto vengan a relevarme, iré a velar de ella. -  Entonces dijo un nombre como si debiera sonarle de algo. Pero no. - ¿Y ese quien es? - preguntó, ya por curiosidad. - Familiar tuyo, pero mantienes una mala relación. - Hasta ahora, es lo único que sabía. Pero en cuanto comentó lo de cuestionar ordenes, no pudo evitar aguantar una carcajada.

¿Qué sabría ella de eso?

- Yo respetare con disciplina sus decisiones o las de nuestros superiores teniente y sin dudar me esforzare en ser mas precavida excepto que no haya otra opción para conseguir nuestro objetivo o salvar las vidas de mis camaradas o la de usted! - Respondió Isabeau cuadrando se a la teniente sin caer en la tentación de responder a ninguna otra provocación y tras escuchar las palabras entre ella y Renall se animó a decir:
- Por favor permitan me acompañar los con Aokishi para revisar que no haya emboscadas o trampas de camino hacia él. ¿Le parece bien? -

Mezclar cosas, hacer parecer verdades mentiras, mentiras verdad, era una manía que no necesariamente era consciente, aunque lo hacía con mayor deliberación de la que aparentaba. Los ojos de la dhampiro se entrecerraron nuevamente, otra vez se sentía muy cansada, tenía adormecidas las manos por las ligaduras y por el uso de su magia, y comenzaba a sentir como aquel demonio se iba haciendo más fuerte de nuevo, pronto comenzaría a atormentarla de nuevo, eso la tenía más preocupada que la conversación con Darius. 

Tosió un poco, tenía la garganta seca, pero era demasiado orgullosa como para pedir ayuda o que le dieran un poco de agua, el hambre tampoco era agradable, y eso aumentaba su agotamiento mientras pensaba en lo del juramento. Matarla, ese había sido su objetivo, casi lo había logrado. Al final, el ronso tenía razón, los había querido proteger de ella, de Isaubeau, pero en especial de ella y de esa maldad que no distinguía entre amigos y enemigos pues si algo detestaba era tomar vidas inocentes. Hasta los asesinos tenían escrúpulos.

— ya te dije Khar, es mi querido abuelito — fue todo lo que dijo, si el ronso no conocía el nombre de su abuelo se debía a que era solo un chiquillo, pero aquel nombre era plenamente conocido en las esferas de poder. Tal como había dicho, todo el mundo le debía un favor al gran Thadeus, el benefactor de Lindbund, El Salvador de su gloria, no pocas veces había sido su Primer Ministro, pero ahora, retirado, manejaba la ciudad desde las sombras de su gran imperio de poder y riquezas. Suspiró echando la cabeza hacia delante, el cabello, aun negro le cubría el rostro, ocultándolo. No había razones para pensar que diría algo más, mientras en su interior se debatía entre ese deber ser impuesto por su crianza y lo que algunos de esos cadetes le producían. hacerse SeeD estaba siendo mucho más difícil de lo que pensó.

— cuando despierte Aura, dale mis saludos, no creo que nos veamos en la mañana — podría agregar que le dijera que lo sentía, pues en parte sí lo hacia, pero no lo dijo, manteniendo esa postura.

Acabé por salir de la estancia con Kain, sorprendida por aquel gesto de compañerismo que consiguió arrancarme una sonrisa. Al menos parecía que había gente en el grupo que seguía mereciendo la pena, y he de decir que aquel espontáneo gesto me gustó.

Quizas por eso le sonrei con sinceridad, a pesar de mi cabreo, como gesto de agradecimiento por el apoyo mostrado. Aunque claro, una vez fuera, no pude contenerme más- En serio, ¿será gilipollas? - le dije a Kain, en confianza, mientras andaba sin tener muy claro hacia dónde iba-"Yo respetare con disciplina sus decisiones.." Menuda lameculos. ¿Hasta cuando, hasta que nos pueda volar por los aires la proxima vez? - seguí desahogandome mientras negaba indignada- Te juro que me he contenido por Darius que si no.... - bufé, mientras seguía caminando por el exterior, sin un rumbo fijo.

-Por cierto... gracias por tu apoyo. En serio. - le reconocí, sonriendo de nuevo, mientras intentaba calmar un poco mis propios ánimos-  Bueno, ¿Y ahora qué hacemos? Parece que a Mey no le importa mucho quien os atacara y, la verdad, no sé con quién más podemos hablar del tema o como conseguir que alguien indague un poquito más en todo esto... Joder, en serio...Cuánta ayuda. - dije, intentando pensar qué hacer a continuación, o más bien quién era el siguiente a mi alcance en la cadena de mando.

- Es tu querido abuelo. - repitió tras ella. Por contra, él si siguió hablando. - ¿Y a que se dedica? - Preguntó, y dejó la lanza apoyado en el mismo arbol que estaba la guadaña de la chica. Entonces llevó la mano al pequeño zurrón que llevaba colgando y rebuscó algo en él. Se acercó a la chica, agachándose junto a ella y le mostró lo que tenía en la mano: Un odre. - Bebe. - le ofreció, abriendo el orde y siendo él mismo quien le diera de beber si ella accedía. - También tengo algunas raciones, ha sido un día largo... ¿Las compartimos? - No era dificil adivinar que la chica debía estar sedienta y hambrienta. Él también lo estaba, y le parecía un buen pretexto para ayudar y de paso, poder comer y beber algo después de aquel extraño y largo día.

- Francamente, me tienes un poco perdido. - le reconoció, aun agachado junto a ella. - Y si no puedes hablar con ella tu misma, me despediré de ella por ti. Pero yo creo que tu misma podrás hablar con ella. - reconoció. Acabó por negar con la cabeza. - ¿De Renall también? - le preguntó. Desde que se habían reunido Ruby y él con el resto del grupo, los había visto a los dos muy cercanos.

que le preguntara a qué se dedica la hizo suspirar, no sabía como decirlo, tampoco le apetecía hacerlo, no podía dejar de ser mezquina ni siquiera en ese momento, levantó la cara hacia él, le estaba ofreciendo beber algo y comer, sus tripas sonaron, haciendo que se pusiera ligeramente roja, asintiendo, deseaba beber, no había tenido ni tiempo de recuperarse, descansar o incluso atender las pocas heridas que habían quedado tras el combate.

— en realidad se me antoja otra cosa para beber — sus labios dibujaron esa sonrisa de nuevo, no estaba mintiendo — me pregunto a qué sabe tu sangre... — ahora su mirada fue al cuello del ronso pero hizo un gesto de asco, levantando un poco su labio superior — pero tienes mucho pelo para morder — dice con desanimo, volviéndose a acomodar contra el tronco, el ronso seguía intentando ser amable con ella, casi le estaba cayendo bien, pero era demasiado mañosa como para ceder por un poco de agua y comida, además, mencionó a Renall, lo que hizo que nuevamente se pusiera roja y desviara el gesto, enfurruñada, ese tonto le restaba méritos a su reputación de chica mala. 

— sí, de él también, aunque no sé, la teniente puede hacer que me mande de vuelta antes del amanecer, ni idea qué me hará, pfff si por lo menos hubiera cumplido lo que me propuse, hubiera valido la pena, — suspira con un pequeño mohín en los labios y mira las manos del chico — y vamos, comamos, pero deberás darme en la boca, prometo no morderte, no mucho por lo menos, ñam — cierra la boca con fuerza, como si mascara y luego pasó su lengua por su labio inferior, casi en un gesto coqueto, pero viniendo de alguien como ella, debería dar miedo más bien. Por otro lado, había eludido la pregunta sobre su abuelo, no tenía interés en hablar de él. 

Kain sonrió e incluso se le escapó una leve carcajada al escuchar las críticas de Ruby - era un apoyo mutuo a la vez, mi tentación también me pedía dispararle un par de cartuchos, necesitaba un poco de aire y ver, como proseguir con nuestro rumbo. No me considero del todo una seed, mercenaria sería más correcto, si algo me convence lo haré, solo respetando el honor por lo selecto. Dicho eso no soy soldado por no gustarme las órdenes; pues, si una no me gusta no la cumpliría sin duda, por ello mi propuesta es, comprobar si me interesa más una decisión algo oscura ¿preguntamos al capitán de los hombres de Lucís si necesitan ayuda? Solo ten en cuenta que en pactos y treguas, hay que mostrar tu mejor cara aunque se note que solo actúas, eso es la diplomacia un intercambio a veces de blasfemias camufladas con buenas letras. No me importa quien me pague mientras no pretenda obligarme a hacer lo que no quiera.

Así era ella, protegería a sus compañeros seeds por propia voluntad no porque una orden se lo dijera, o cambiaría de bando si algo no le gustaba, en ese momento siendo seres además le pagaban, eso era una suerte, pero en ese instante en el que prácticamente sentía que "les apartaban" no le importaría servir un poco a Lucís si les necesitaban - no me importa quien nos atacara, mejor vivir sin rencores, incluso puede que fuera una ráfaga equivocada o malintencionada, pero podemos distraernos con cosas mejores.

- ¿El qué? - preguntó, sin reparar demasiado en el rostro de ella, abriendo el odre. - Aviso que solo tengo agua. - añadió, volviendo la vista hacia ella cuando le preguntó a que sabía su sangre. Entonces conectó dos más dos y se dió cuenta a que se refería. - Ah, cierto. - soltó una carcajada. - No me acordaba. - reconoció, negando con la cabeza. - Metálica, dulce y fuerte. Nada recomendable para paladares... delicados. - acabó por decir, mientras ella se quejaba de la cantidad de pelo.

- Bueno, es normal. Es un mecanismo de defensa después de todo. - resumió la explicación en aquella frase, mientras le daba de beber algo de agua. - Bebe, no es sangre pero algo es. - y después de beber ella, bebió él. Y hecho esto, guardó el orde en el zurrón para echar mano a las raciones de campaña que llevaba. No era precisamente la mejor comida, pero si la que les ayudaría a recuperarse.

- Sasha te habría matado. Nada merece la pena si el precio es tu propia vida. - negó con la cabeza una sola vez. - Si te soy sincero, si no estuvieramos en una misión yo mismo la habría empalado viva. - Aquel resopló que dejó escapar era una clara demostración de que aquella pájara había llevado al paciencia del Ronso al límite. - Nadie pone en peligro a mis amigos y se marcha de rositas. - añadió, claramente molesto con la pájara.

- Si me muerdes, te quedas sin cenar. - Le contestó, y cuando ella le hizo aquel gesto de morder, él le sonrió. Aunque siendo él, lo que era una sonrisa era una hilera de afilados dientes salteados con cuatro enormes colmillos. - Es una sonrisa. - aclaró, antes de que pudiera malinterpretarlo. Ya le había pasado más veces.

- Hablando de otras cosas. - partió en dos una barrita de cereales. - ¿Barrita energética? - le preguntó, tendiendoselo para ver si quería. - No se mucho del tema, pero... ¿Si vuelves con tu abuelo, no gana él? -

En la tienda médica reinaba el silencio al menos hasta que un elfo patoso se levanto de su cama y tropezó con el carrito de instrumental médico.

Eladamri se quito la venda de mala manera, para luego envolverse en una manta gruesa.

Luego de que la teniente se marchara con Renall, tu te quedas en el campamento observando como las fuerzas de Lucis empiezan a reparar su campamento.

Los soldados trabajan con la precisión de una bomba de relojería bien calibrada.

Un estrépito en la tienda de al lado llama su atención, al parecer alguien se había tropezado contra un objeto metálico para luego soltar un rosario de maldiciones.

Tenía buen humor el ronso, además, parecía ser bastante inocente, volvía ser más que evidente la razón por la que Aura era amiga del grandote, aunque quizás le gustaban así de grandes también. Bebió un poco de agua la que pasó sin problemas por su garganta seca, volvió a toser un poco, ya pudiéndose sacar esa sensación arenosa de la garganta, pero eso no calmaba su verdadera hambre, y el suplemento que le habían dado para la misión, tampoco lo haría. Ya cuando pudieron ambos tomar un trago, la chica adoptó una postura menos agotada, enderezando la espalda y echando los hombros hacia atrás.

— no parece que sea desagradable tu sangre, sólo no me gusta cuando la gente come muchos postres, sabe innecesariamente dulce, llegando a ser empalagosa — pone cara de ingresada, mirando el cuello peludo del ronso, volviendo a hacer ese gesto de asco — pufff olvido que estas cubierto de pelos — rodó los ojos, Darius parecía no comprender que por mucho que comiera y bebiera agua, necesitaba de la sangre, por mucho que bromeara con el asunto. Asintió a lo de la barra de cereal y dejó que le diera comida en la boca, no podía negar que era sumamente indigna la situación y mataría al ronso si hablaba sobre eso, pero necesitaba echar algo a su boca, aunque no fuera vitae.

La sonrisa dentada de Darius le hizo hacer un gesto de extrañeza, no era precisamente una hermosa sonrisa, pero se lo dijo con un dejo de sorna, pues ese gesto no era muy distinto al de ella cuando jugaba a ser mala.

— Flambeau no parece ser de aquellas personas que comprendan sus propios errores, insiste en colocarse en su pedestal de moralidad y purpurina y nos exhorta a tomarnos de las manitas y cantar gospel, y hacer coronitas de flores — ladeó un poco su rostro, no ocultaba el encono que sentía por aquella semiaven — y seguirán teniendo ese problema, por eso... habría valido, como te dije, mi vida y la de los demás, me tiene sin cuidado, y a la teniente a también, — pidió que le diera otro pedazo de comida, mascó para seguir hablando — aunque al paso que va, otro lo hará, mientras yo estaré disfrutando una estadía en el hotel cinco estrellas del jardín — ¿se refería a los calabozos?, quizás, había un poco de sarcasmo en esa frase. 

— mi abuelo, él siempre gana, así que da igual lo que haga, me mandó aquí para controlarme un poco, si vuelvo, hará algo similar, da igual, Thadeus Dracstone siempre gana, solo queda sentarse y ver el caos que creará — bostezó e iba a bromar más con su abuelo cuando escucha ese ruido en la tienda — ¿irás? — le pregunta al ronso, más seria, pues podrían ser espías, o simplemente alguien muy torpe.

Maldita sea, por el caldero de Diablos. Que alguien me quite esta cosa de la cara, jodida luz de mierda. - exclamo mientras me sobo la pierna, para luego arrancarme la venda de mala manera.

¿En dónde estoy? ¿Y quien mierda tiene mi espada?