Partida Rol por web

Logras distinguir sólo al oficial, quien esta teletortándose por todo el campo de batalla mientras lucha contra otro Glaive saltando de un lado a otro mientras intentan acabar con su rival.

Mientras tanto los soldados intercambian disparo de un lado a otro a mansalva, fuera cual fuera el  bando del cliente, era evidente que ambos escuadrones lo estaban pasando mal y el primer grupo que cometiera un error perdería la reyerta antes de que fuera tarde.

al ver el escenario y que no se estaban cumpliendo los presupuestos de Aura, Euphemia entorna sus ojos, considerando que ese tema ya escapaba de sus manos.

— Aura, es hora de irnos, no podemos meternos en ese asunto — pone su mano en el hombro de su amiga — no sabemos quien es quien... Eladamri tiene razón — intenta convencer a la semi elfa, pues si terminan en el fuego cruzado o en la batalla, será por seguir a Aura y protegerla.

Pude escuchar los pasos acelerados de Kain y Kiel alcanzándome, había reducido un poco el ritmo para que me pudieran alcanzar a pesar de la ventaja que llevaba hasta que estuvieron a punto de llegar a mi lado momento en el cual recupere la velocidad normal sin dejar que se pusieran justo a mi lado. La pregunta de Kiel hizo que ladeara un poco la cabeza hacía el y le mirara con sospechas y casi se podía decir que había cierto desafió en mis ojos hacía el.

- Ya he dicho que voy a hacer, las palabras de Sasha no cambian nada -tono seco sin posibilidad de que cambiara de idea, volví a mirar al frente crujiendo los huesos de mi cuello y mis dedos- Actúa como consideres oportuno... yo haré lo mismo. Y espero que sepas a que me refiero.

-Qué divertido, esperemos no matarnos mutuamente sin sentido-  conteste sin un ápice de miedo - después de todo  no soy muy paciente en las negociaciones y solo tenemos treinta minutos, perdón 27 minutos quitando el tiempo del recorrido.

Las cosas eran más interesantes de lo que se planteaban veremos  que se resolvería aunque rezaba en mi interior que Darius Khar se negará a devolver las cosas y ver que tanto daño se podía causar con libertad de acción.

Me muerdo el labio inferior ligeramente con frustración, y las réplicas de Eladamri y Euphemia hace que me esconda y niegue fervientemente con la cabeza.

- ¿No lo entendéis? No es cuestión de que termine o no en Lucis. Si algo tan peligroso como parece ser el paquete termina en manos equivocadas, le estaríamos dando la espalda a miles de muertes inocentes, quizás decenas de miles. -me quedo un instante pensativa y reflexiono- Tiene poco sentido para Lucis que si sabían de esto hayan mandado a una fuerza tan equilibrada con respecto a los que iban a recoger el paquete... De hecho, casi tiene menos sentido que lo hayan hecho aquí en vez de seguir el paquete a su destino, salvo que haya sido un combate repentino.

Si desestabilizo la batalla drenándole la energía al emisario... Simplemente eso podría causar la derrota de los defensores. Aunque haría que incumpliese el contrato, pero nadie lo sabría... No, maldita sea, yo lo sabría y eso sería suficiente.

Me quedo un segundo pensativa y concluyo tomando una decisión. Quizás no pueda atacarlo, pero el simple hecho de detectar que hay amenazas desconocidas puede afectar mucho a su estrategia, así que solo mirando una vez más, fijo mi foco en el glaive que pelea con el emisario, empleando entonces mi Barrera Total mientras permanezco oculta.

Pero que diablos has hecho Aura. ¿Estás segura de estar ayudando al bando adecuado? - pregunto mientras observo dubitativo como la magia de Aura protege a uno de los Glaives.

Si te has equivocado, ya podemos considerarnos expulsados de la academia, muy bien Darius, al parecer no podemos quedarnos neutrales. - digo mientras cojo con firmeza mi espada y me preparo para las consecuencias de las acciones de Aura.

De pronto veís llegar otros dos transportes con el escudo de Lucis mientras uno de los bandos empieza a disparar hacia su posición, pues no les toma mucho tiempo darse cuenta de su presencia en el lugar.

De pronto escuchais el sonido de los motores de una aeronave.

Mientras avanzaís por las calles ven caer un objeto bastante pesado del cielo acompañado de lo que parecen dos soldados.

La repentina llegada de los vehículos, como si hubiesen sido llamados por mi hechizo, me resulta cuando menos extraña, así como el hecho de que, estando yo oculta y ellos en mitad de una batalla, sean capaces de determinar mi posición a través de un hechizo de bajo coste que ni siquiera realiza la trayectoria (no es una bola de fuego, vaya) cuando ayer mismo no fuimos capaces de determinar la situación de una fuente de magia tal que podía controlar a una persona y hacer que se causase un efecto con un radio considerable.

Ante la pregunta de Eladamri, replico:

- Solo hay un bando posible. Y todavía podéis escabulliros entre los edificios. No tenemos ni por qué responder el fuego, no necesitamos abatirlos, se están distrayendo mientras son atacados. -concluyo, a fin de cuentas, será por puertas y ventanas.

Por otro lado, la Teniente había dicho que si no intentábamos robar el paquete, no había problema, y no es eso lo que estoy intentando.

El del cliente ¿Cierto? - pregunto sin saber si quiero oír la respuesta.

Tuerzo el gesto ante la pregunta de Eladamri.

- El contrario. -replico- Intentemos irnos mientras siguen entretenidos, aquí ya ni pinchamos ni cortamos. -indico.

A fin de cuentas, habían llegado múltiples refuerzos, a saber si de uno o los dos bandos. El equilibrio estaba a punto de irse al garete, y solo me queda rezar a Fénix para que el artefacto no caiga en manos equivocadas.

Eres una idiota, ahora no podemos irnos de rositas, si alguno de ellos sobrevive no tardaran de hablar de la traición de los SeeD.

Ahora sí que la liaste, rápido larguémonos de aquí mientras aún podamos, pero recuerda esto Aura tus acciones tendrán consecuencias y si el.cliente ataca el jardín, toda la sangre derramada estará en tus manos. - digo a modo de advertencia mientras me apresto a correr.

Al llegar, dos bandos idénticos entre sí estaban luchando a muerte entre sí. Darius se preguntó como aquellos soldados sabían a quien atacar, dado que no había distinción alguna entre ellos. Tanto Eladamri como Euphemia se pronuncian sobre el camino a elegir: La prudencia y no inmiscuirse. Darius, aunque quizás no con las mismas convicciones que Aura, también pensaba que era necesario tomar partido en el asunto.

Pero si no había abierto boca todavía, era porque buscaba una forma de hacerlo en la que ellos pudieran sacar ventaja o algo en claro. Al menos, en saber cada bando cual era, o la forma de diferenciar unos de otros. Dado que solo unos días atrás había luchado y sangrado junto a soldados de Lucis, no quería acabar luchando contra nadie con quien hubiera compartido cena solo unas noches atrás.

Pero sin esperar a un consenso, Aura toma la iniciativa y realiza un conjuro. Él estaba a punto de mandar a Dayka acercarse para que les diera más información, pero automáticamente rechazó la idea ahora que Aura había tomado la iniciativa. - Nunca hemos sido neutrales. - contestó al elfo. - Tampoco adelantemos consecuencias. - intentó tranquilizar a Eladamri ante su temor de ser expulsados.

Pero cuando comenzaron a abrir fuego sobre su posición, se agachó ligeramente mientras movía la mano de arriba abajo, indicando que los demás repitieran el gesto. - Cubríos, cubríos. - les pidió, para que el fuego cruzado no les alcanzara. Eso, sumado a los nuevos transportes indicaban claramente que lo mejor sería replegarse.

- Tranquilizaos. - pidió al ver que la cosa se caldeaba. - El Jardín siempre puede utilizar el principio de negación plausible. Nos retiraremos de forma ordenada. Formad una fila y avanzad, yo iré el último. - De esta forma, él podría ofrecer cobertura a costa de su propio cuerpo si les alcanzaban algunos disparos perdidos.

Reduzco el paso e incluso me detengo haciendo un gesto a Kain y Kiel para que hicieran lo mismo, ladeo un poco la cabeza para poder hacerles el gesto típico de que no hicieran ruido, me agache y volví a moverme esta vez mucho mas lentamente en dirección a donde había caído ese objeto junto a los soldados rogando porque el resto no estuvieran ahí porque ya me imaginaba que tendríamos graves problemas como así fuera.

¿Alguna vez en la vida has ido a algún sitio siendo consciente de que no deberías estar allí? ¿Alguna vez has tenido la sensación de que estabas jodido incluso antes de empezar algo?

Pues eso mismo así, exactamente, era como me sentía en aquel momento.

La primera ya nos la llevamos en la frente. Y es que, en lugar de encontrar a los dos bandos que esperábamos, nos encontramos a gente de aparentemente el mismo bando que luchaban entre sí. Y eso, en amplio resumen, complicaba bastante las cosas. Porque sí, había ido hasta allí dispuesta a hacer lo correcto y todas esas cosas pero.... ¿Y qué era lo correcto exactamente? No había cojones a saber quién llevaba razón y quién no. Ni siquiera sabíamos quien había atacado a quién ni por qué.

-¿En serio? - fue lo unico que dije, cogiendo aire, en un gesto de frustración, buscando alguna forma de poder, al menos, diferencias a los "buenos" de los "malos".  A ver, ya que estaba allí ahora no iba a darme media vuelta sin al menos intentar hacer algo de provecho, como sugerían Euphemia y el mago. El problema era que había que buscar una forma inteligente de hacerlo sin que nadie nos viera, ni se diera cuenta ni nos pudiera acusar de...

¡¿Pero qué cojones haces, Aura?!

En un solo instante, las ideas se me congelaron en la cabeza y lo unico que vi fue cómo Aura decidia actuar unilateralmente, lo que hizo que, literalmente, comenzaran a llover balas sobre nosotros.

-Me cago en la puta de oros. - dije, negando, con incredulidad. Joder, ¿Tanto costaba consensuar las cosas?

No entendía por qué había actuado así. Sin embargo, cuando Eladamri comenzó a increparla, fruncí el ceño, dirigiéndome hacia él, mientras aprovechaba una trozo de muro para cubrirme- Eh, no te pases tampoco, ¿eh? Que no hace falta insultar. - no, no estaba dispuesta a consentir que se insultara a nadie, menos a ella, en mi presencia.

Por desgracia, no podíamos quedarnos mucho más, ni podíamos pararnos allí a discutir qué estaba bien o que estaba mal. - Venga, vámonos. - dije, asintiendo cuando Darius afirmó que era momento de irse- Sin pararse. Nos largamos y aquí nadie ha visto nada. - añadi, alzando ligeramente con el cañon de mi arma el ala de mi sombrero, recolocándolo, mientras animaba al resto a comenzar a moverse, saliendo de allí yo misma una vez llegado mi turno.

Aquella vez parecía que hacer lo correcto no había tenido el resultado esperado.

Tendría que hablar después con Darius sobre el dilema moral que me planteaba esto.

Con la decisión tomada, proceden a retirarse mientras no muy lejos de ustedes ven pasar a otro escuadrón de soldados de Lucis acompañados de una unidad mecatrónica, lo que daba a entender que nonse trataba de fuerzas regulares del reino.

Muy probablemente fueran refuerzos del cliente.

Conforme os acercaís a la zona del conflicto ven que sus compañeros están corriendo en dirección opuesta, ellos aún  no han reparado en su presencia.

Ese objeto cayendo y los guardias que le protegían, una sensación muy rara me recorrió la espina dorsal, siempre que eso pasaba solo podía significar problemas, así que cuando Renall dio la indicación de movernos en sigilo, realicé la indicación, en especial por que la orden era llevar las piezas que hacían falta y de paso matar a Darius, bueno ese era un bono secundario.

Renall se mantenía observando a los soldados, esperaba por mi parte que no nos hubieran notado, después de todo sería complicado hacer entrar en razón al resto si había un combate inevitable, lo mejor era mantenerse oculto por el momento y ver que ocurría, aún así decidí cronometrar el tiempo, cuando faltarán 5 minutos para cumplir el pedido de Sasha volvería con ellos o sin ellos, aunque para eso tuviera que sacrificar valiosos peones.

Sin duda, la situación había escalado muy por encima de sus posibilidades. Por un lado, transportes con más tropas, por el otro, aquella bípedo mecanizado de combate. Aquello ya no escapaba a un posible dilema moral, escapaba a un dilema de posibilidades. Dada las fuerzas en juego, su posible actuación no variaría nada el equilibrio de poderes allí reunido. Reafirmandose en su última afirmación, lo mejor era retroceder. Replegarse, dar el informe y marcharse de allí.

Ya tendrían tiempo en el viaje de vuelta para hablar o discutir sobre ética o moralidad sobre las decisiones tomadas.