Partida Rol por web

Te encuentras solo y tirado en medio del bosque mientras tratas de recordar cual es la matrícula del chocobo que te atropelló. Notas extrañas precencias en forma de sombra...

Al notar que las sombras no son lo que parecen me levanto rapidamente, aunque aun algo mareado por lo que me ha sucedido. Subo la mano izquierda hasta mi cabeza de forma instintiva como si fuera a ayudarme a reducir la sensación de mareo y trato de discernir a las presencias que me rodean mientras mi mano derecha está lista para desenfundar mi espada ante el mínimo signo de peligro.

Sientes nauseas y calor. El bosque alrrededor tuyo parece intacto pero a lo lejos, un humo negro y espeso te avisa de un fuego inminente acercandose a tu locación. Las sombras que apenas distingues parecen ser animales en su mayoría, pequeños. No distingues bien que pasa pero parece que el peligro del fuego ha puesto en marcha a los habitantes del bosque.

Fuego?? que ha pasado?? me pregunto al ver el humo elevarse sobre los arboles. Mi instinto me lleva a alejarme de las llamas mientras tranto de recordar los eventos que me llevaron al bosque.

En tu memoria aparecen flashes de lo que fue la invasión a Rabanastre. Los soldados y las naves, ambas grandes naves, acercándose junto con sus bombas de Magi y bombs cargadas.

Chocobos corriendo desesperados sin jinete, o con uno que no podía moverse. Tu, desde tu posición con tu escuadrón fuiste atacado y aparentemente vencido, pero por alguna razón estas vivo, aunque bastante debilitado aun. No tienes heridas graves, pero la herida del orgullo es profunda.

Mientras te alejas del fuego, los animales a tu alrrededor parecen moverse más rápido y en mayor número. No te sorprende ver espíritus del bosque, normalmente calmos, en estado de alerta.

Tampoco te sorprende ver uno de ellos parar y mirarte como si fueras el responsable.

Me acerco al espíritu que me observa como si fuera el responsable.

No soy responsable de lo que ha sucedido, pero te recomienndo que salgas rápido de aquí le digo antes de retomar mi camino.

El espíritu habla, pero sus palabras retumban en tu mente:

Tu raza es maligna, Hijo de Adán. El bosque es mi hogar, y mis amigos los árboles. Ustedes lo queman todo con el fuego. ¿Sabes como se siente ser quemado? Es como si cada parte de tu cuerpo gritara al mismo tiempo y tu no pudieras librarte de su grito ensordecedor.

La muerte viene de la magia oscura. Y el bosque no puede defenderse por sí solo.

Yo no tengo poder sobre la magia, ni he iniciado un fuego en este bosque. No todos los de mi raza somos malignos, y si hay algo que pueda hacer para demostrartelo, lo haré.

El arbol duda:

En este bosque se encuentra la piedra de Watera. La magi cuidada por los espíritus del agua. Si logras activarla, podrás renovar el círculo y apagar el fuego.

Si haces eso, demostrarás tu honradez, Hijo de Adán.

La piedra se encuentra en una cueva a 100 metros de aquí al norte. Esta cuidada por los espíritus del agua, ten cuidado.

El espíritu corta una de sus ramas.

Llévate esto: (Recibes "rama sagrada")

El espíritu desaparece.

Tras guardar la "Rama Sagrada" empiezo a correr hacia el norte, como me dijo el espíritu.

Debo apagar este incendio. Le demostraré a todos los espíritus que no todos los humanos somos malvados.

Tras un corto camino, entras agitado al territorio de los espiritus del agua. Un río entrecruzado por otros más pequeños, marca la diferencia con otras locaciones.

De la misma agua, ves salir a una especie de perro azul con brazos. Su boca y cuerpo gotean. Parecen bastante enojados, o por lo menos no parecen dispuestos a hablar...

Al ver al perro de agua me pongo instintivamente en posición de guardia, avanzando lentamente, listo para el combate.

El espíritu tira ini.

Pero Fracasa: Tienes 2 turnos y él uno.

Uso mi primer sub-turno para esperar.

Tomo la rama para analizarla...

Una planta debería ser fuerte contra el agua...

Piensas: Demasiado Pókemon, pero ese pensamiento se va olvidado...
La rama late con fuerza como si necesitara algo. Cuando te das cuenta, la rama comienza a afilarse y alargarse, como si se tratase de una bakkutou.

Obtienes "Espada de madera encantada"

Una sonrisa se dibuja en mi rostro a medida que la rama se vuelve un bokutou. Con esto debería ser acil anarle. pienso a medida que la agarro como una espada y me dispongo a lanzar una estocada.