Partida Rol por web

Después de atacar a Sefirot... Saliste malherido y Cloud intentó acabar tu trabajo, viste cómo salía de la sala de Jenova y se desplomaba junto a ti por las escaleras metálicas pero después, todo se torna confuso y surrealista.
Dolor, voces, cambio de lugar, agua... ¿agua?

Cuando empiezas a parpadear y abres los ojos te encuentras metido en una especie de probeta gigante con un líquido verdoso que puedes reconocer cómo energía mako en estado licuado. Tienes varios cables conectados en brazos y tórax además de una máscara de oxígeno.
Te duele la cabeza pero va remitiendo poco a poco. A tu lado ves a Cloud en un tubo en tu mismo estado pero inconsciente.
Parece que estáis en u pequeño laboratorio, al fijarte mejor aprecias que es ni más ni menos que el del subterráneo de la Mansión Shinra en Nibelheim, pero no parece haber nadie más a parte de vosotros... Al menos por el momento.

Sephiroth... detente... Mis pensamientos aun permanecían en aquel combate mientras se abrían mis ojos. No parecía encontrarse herido, pero todo daba vueltas. Al observar a Cloud en la misma situación su cuerpo reaccionó con fuerza, como si canalizara todo el líquido que lo envolvía para destrozar aquel cristal. ¡CLOUD! aguanta... Los ojos del aspirante a SOLDADO aún estaban cerrados y un miedo se enredó en su corazón, que comenzaba a latir con fuerza. Sus palabras apenas cobraban sentido mientras enormes burbujas se desprendían de su boca acompañadas de un monótono murmullo. Por desgracia aun no conseguía controlar con soltura sus extremidades mientras flotaba en ese líquido, así que sintió el duro golpe que su hombro asestó contra el cristal, al tiempo que sus ritos eran apagados al poco de salir de su boca.

Golpeas con dureza el cristal, te haces algo de daño pero no demasiado, además consigues resquebrajarlo y la idea de liberarte y liberar a Cloud contigo es más primordial que un simple rasguño en el hombro.
Sigues golpeando con insistencia el extraño tubo en el que te encuentras hasta que finalmente consigues que estalle una parte, liberando el líquido que te retenía y pudiendo desenchufarte todos los cables que te rodean saliendo de ahí dentro.

Te tambaleas y te sientes un poco débil, pero es un efecto que va remetiendo y pasando cuánto más tiempo pasas fuera.
Oyes cómo la puerta que conduce al laboratorio chirría, y allí plantado un hombre con bata blanca larga te mira sorprendido y alarmado antes de darse la vuelta y salir corriendo por dónde ha venido.

EL panel de control del módulo que contiene a Cloud no parece difícil de manejar, y junto a él están vuestras armas.

Tras rascarse los ojos, arrodillado, enfoncar con claridad y sentirse capaz, se levanta rápido para liberar a Cloud, pues temía por su salud. Antes de hacer nada enfundó su espada en la espalda, pues el tiempo no iba de su lado y debía detener a ese científico. Tras eso su mirada se clavó preocupada sobre Cloud mientras comenzaba a trastear la consola para liberlarle. CLOUD, ¿me oyes?, ¿estás bien? Cloud no era SOLDADO y quizás estuviese más afectado por la energía Mako.

Cloud todavía permanece con los ojos cerrados hasta que consigues que el tubo empiece a vaciarse y se levante, momento en el que tienes que sujetar a tu compañero para que no caiga rendido al suelo.
Desenchufas sus cables y su mascarillas y entonces empieza a abrir los ojos, tan sólo un poco, ahora son cómo los tuyos, con ese fondo verde intenso debido a la exposición a Mako pero quizá él... No estaba preparado.

Emite un quejido prolongado y eso es todo, no parece dispuesto a decir nada más por el momento, su mirada está perdida y probablemente su mente también, pero con un poco de suerte reaccionará dentro de un tiempo, al menos albergas esa esperanza.
Junto a tu amada espada, herencia de Angeal, está el rifle de Cloud, aunque no parece que vaya a ser capaz de usarlo por el momento pero quizá sería mejor tenerlo por si acaso.
Sin duda el científico os lleva ventaja y no podrás correr mucho con tu amigo en este estado. Empieza tu huida.

Soportaba todo el peso del cuerpo de su amigo sobre sus brazos, apoyándolo en sus hombros para evitar desequilibrarse, pero sus pasos se hacían demasiado lentos Mierda... Vamos Cloud, tu eres un chico de campo, puedes con esto. Mientras lo sostenía la tensión por su cuerpo aumentaba. Recogió el rifle de Cloud y se lo ciñó al cinturón. Apoyó a Cloud en la pared. ¿Dame un segundo vale? Te sacaré de aquí... no te... muevas esas palabras casi no querian salir de su boca, pues no parecía que pudiera moverse demasiado. Imediatamente salió y cruzó la puerta, buscando con su mirada atento el rastro del científico.

Cloud se limita a emitir otro de sus sonidos irreconocibles, sentándose mansamente donde le dejas y quedándose con la cabeza gacha, observando el suelo con la mirada perdida. Sin duda alguna no va a moverse...

Sales del laboratorio con decisión, te encuentras en la gruta subterránea de la Mansión Shinra, cómo ya sabías. Hay varias puertas de madera desconchada en dicha gruta, húmeda y con olor a cerrado... Se distingue el goteo incesante por la roca, y los pasos del científico alejándose de la zona amplificados por el efecto del eco.
Probablemente se dispone a subir a la parte de arriba, quizá para alertar a los guardias o quién sabe... Poco debe quedar de Nibelheim después del incendio.

Al escuchar esos pasos, la pequeña esperanza que poseía crecía en su interior. ¡Eh espera! ¡¡¡Necesito hablar contigo!!! comenzó a gritar en la gruta mientras emprendía su carrera hacia las escaleras por donde se subía a la planta superior.

Sales corriendo detrás de tu posible captor, aunque no te cabe la menor duda que el artífice de todo esto habrá sido Hojo, es el único lo suficientemente ruin y cuesta creer que sea jefe del Departamento Científico dados sus pocos principios morales. O quizá precisamente por eso...

Empiezas a recorrer la gruta a grandes zancadas, y tus pasos son propagados y amplificados debido a las paredes huecas y vacías del lugar, pero el científico no detiene su marcha.
Llegas hasta las escaleras de caracol sin incidente alguno, pero Cloud ya se está quedando muy atrás... El doctor se detiene varios metros por arriba de ti para mirarte un instante antes de resoplar sonoramente y continuar con su precipitada carrera.

Al girarse el científico, alza su mano abierta para llamar su atención, Ey Vamos, Cloud necesita ayuda, está mal, ¡qué dirá Hojo si lo abandonas! en su tono de voz se notaba la preocupación por Cloud, que hacía que sus pasos cada vez fueran más dificiles de dar, pero tenía que intentarlo. Por extraño y estúpido que pareciese, no podía rendirse si conseguía ayudar en algo a su amigo.

El científico no se detiene ante tu segunda frase, dejando claro que no le importa lo más mínimo vuestro bienestar y corriendo nuevamente, aunque quizá consigas alcanzarle ya que se nota que no está en demasiada buena forma física...
Asciende por las escaleras y cuando tú llegas lo encuentras resoplando y respirando agitadamente.

-¡AH!- exclama con un respingo antes de ponerse en marcha nuevamente, metiéndose la mano en uno de los bolsillos y tirando una probeta al suelo, la cuál provoca una espesa nube de humo verduzco difícil de respirar. Te provoca una insistente tos y te hace llorar los ojos así que te ves obligado a retroceder. Cuando el humo se dispersa obviamente ya no queda rastro de ese hombre.

El cuerpo de Zack se desploma frustrado al no haber conseguido siquiera llamar su atención... Qué carajo les pasa a esta gente... pensando en como abandonaban a Cloud, cayó en la cuenta que él podría estar haciendo lo mismo, por lo que volvió aprisa al laboratorio para recogerlo. Tengo que sacarlo que aqui como sea

Vuelves a bajar las escaleras a toda prisa y deshacer el camino recorrido por la cueva, la verdad es que a pesar de tus intensos entrenamientos cómo Soldado empiezas a sentirte un poco cansado, quizá sea por lo que han hecho contigo en esa probeta gigante, al fin y al cabo no estás muy seguro de lo que pasó.
Llegas nuevamente al laboratorio sin interrupciones y sin problemas, por suerte Cloud sigue ahí pero no dónde le dejaste si no sentado en el suelo y apoyado en la pared pero mucho más cerca de la puerta, de hecho por poco le pisas debido a tu carrera.

Sigue con la mirada perdida en algún lugar indeterminado del suelo y no parece muy dispuesto a hablar. Deberías llevarle a un hospital pero probablemente todos tengan contacto con Shinra.

Aprovechó los segundos de tranquilidad que le ofrecieron encontrarse de nuevo con Cloud para descansar un poco, sonríe algo forzado entre una fuerte respiración. No he tardado más de un segundo, te dije que no movieras. Despeinó a CLoud como si tratara a un niñio travieso, seguidamente su rostro se tornó algo más serio, pero en seguida quiso recuperar su picardía. Creo que es hora de salir disparados. Su cabeza se dejó caer con un suspiro expresando la pesadez de su situación. Se agachó para coger a Cloud y elevarlo sobre sí mismo, apoyado en su hombro, como si fuese un saco de patatas. Se levantó tras unos leves impulsos, preparando su cuerpo de la tensión a la que serian sometidos sus músculos. En marcha... espero aguantar lo suficiente.

Cómo era de esperar Cloud no reacciona a ninguno de tus gestos o palabras, pero continúas hablándole esperanzado en que tarde o temprano lo haga. Seguro que dentro de poco se recupera... Al menos eso te repites interiormente, no eres de los que pierde la esperanza fácilmente.
Cargas con él en uno de tus hombros, por suerte no pesa demasiado, es un muchacho bastante delgado y algo más bajito que tú, cómo un hermano pequeño.

Te giras hacia la puerta y descubres que estáis siendo observados por un desconocido algo extraño. ¿De Shinra? Tienes tus dudas...
Va vestido de negro pero enfundado en una capa desgastada y raída de color escarlata al igual que la bandana que sujeta su largo cabello oscuro y sus ojos, distantes y atentos.
Lleva unas botas metálicas que a pesar de ello no han emitido sonido alguno y su brazo izquierdo está fabricado del mismo material.

Al enfrentarse a su fría mirada temía lo peor, pues inspiraba una sensación muy distinta a la que sentía al enfrentarse con cualquier otra criatura por fuerte que fuera. Vaya... Shinra ha respondido más pronto de lo que esperaba... Su mano libre se dirgía a su espalda lentamente, agarrando el mango de su espada. Nunca te he visto por SOLDADO, no será complicado entonces... sonrió de medio lado, seguidamente acentuó su mirada tomando un tono más serio. No sé qué es lo que Shinra quiere, pero pienso salir de aquí con Cloud y nadie va a impedírmelo. Esperó la respuesta del desconocido, mientras flexionaba sus piernas dispuestas para lanzarse de ser necesario y agarraba con fuerza su espada.

Mi mirada se fija en el chico; escucho sus palabras, que resuenan huecas en mi cabeza. Poco a poco mi vista se centra más allá, en el fondo de la sala. El laboratorio, la biblioteca. Era la primera vez estaba allí desde hacía años...

Los recuerdos se vuelven más intensos, más dolorosos, mi rabia crece y mi mirada refleja un odio reprochado. Por un momento creo que voy a perder el control. Repentinamente golpeo con furia la pared con mi brazo mientras cada uno de mis músculos tiembla. Mantengo la mandíbula apretada y poco a poco intento sobreponerme.

Finalmente mi agitada respiración se tranquiliza y mi atención vuelve al chico que se encuentra delante de mí. Shinra... susurro mientras comienzo a avanzar a pesar del gesto del joven.
Envuelto en mi capa carmesí y con una danza lenta y fantasmagórica me acerco lentamente. Mi rostro no refleja hostilidad, tampoco amistad, simplemente se mantiene frío como la piedra que nos envuelve ...Hace mucho que no se de Shinra. Prosigo con una voz profunda. Finalmente me paro a pocos metros del chico ...No voy a impedirte nada... sólo quiero hacerte una pregunta.

La quietud del desconocido le desesperaba, pero era una buena señal evitar el enfrentamiento, no podía entretenerse demasiado combatiendo. Sus palabras eran desconcertantes, sin alentar a soltar su espada a pesar de tener su palabra para seguir avanazando. De acuerdo, pero no tengo... tenemos mucho tiempo, de qué se trata, rápido. Su postura se relajó un poco, incroporándose y manteniéndose firme frente a la extraña figura.

Bajo un poco la vista frente al muchacho. Durante unos segundos permanezco en silencio con la mirada perdida. Sin mirar al chico a la cara le pregunto

¿Qué sabes de Hojo?... Él...¿ha estado aquí?. Mis palabras son escuetas y directas sin una tonalidad establecida, sin exigencia.

Espero la respuesta del miembro de Soldado mientras me hago a un lado cabizbajo, dejando libre el camino hacia la salida, mostrando que no tengo ninguna intención de retenerle.