Partida Rol por web

Don Corneo pone ojos llorosos pero no protesta más. Del otro lado de la puerta no se escucha a nadie en el momento en que revisa. Entonces, al abrir la puerta un poco, puede ver el pasillo en que se encuentra. Según su sentido de la orientación, hacia la izquierda de la puerta debería estar cerca del patio en el que entraron junto a Santoku. Hacia la derecha, puede ver una escalera que desciende. ¿Debería ir lo más rápido posible hacia la salida? ¿Priorizar encontrarse nuevamente con su compañero? 

Al parecer no habia nadie en el pasillo. Sea cual sea la razón, mejor para Raven. Al verificar bien que no habia nadie sacando bien la cabeza por la puerta y mirando a ambos lados, volvió a entrar y agarrí a Don Corneo por el cuello y lo jaló bruscamente para guiarlo fuera de la celda. Era un poco incomodo mover a alguien de su tamaño, pero por suerte, Raven y Don Corneo tenían una estatura parecida, aun así, Raven tenia que forzar al señor cerdo a agachar la cabeza y caminar encorvado.

El próximo paso era buscar una forma de sacarlo. La idea de buscar la entrada principal era y sacarlo por allí, no terminaba de convencer a Raven. Si siquiera tuviese una idea de donde estaba la puerta, tal vez lo intentaría, pero ese no era al caso. Así que la idea de volver a la terraza por la que llegaron ella y Sentoku al edificio parecía la mejor. ¿Como sacarían a Don Corneo por allí? Raven pensaría en eso mas tarde.

Al no recibir señal (o quizás si, y haya un cambio en la línea espacio temporal) Santoku simplemente suspiro y guardo el telefono.

Tenia que seguir avanzando para asegurar la extracción del... ugh... objetivo, así que tocaba seguir adelante, con cuidado, siempre con cuidado, para asegurarse de que Raven no se encontrara con mas problemas de los que ya tendría al encontrarse con esa maldita persona y tener que rescatarla.

Aprovechando que Samantha y Barestar tienen a sus rivales entretenidos, e ignorando deliberadamente la pregunta de King, Alden retrocede un par de pasos, y, sin perder de vista a sus enemigos, saca el teléfono que le dieron.

- ¿Sí? - responde el joven secamente, intentando disimular el ansía por saber qué estaba pasando con el grupo de rescate. ¿Estarían ya fuera?

Después de un par de tonos, Santoku está a punto de rendirse cuando escucha una voz masculina del otro lado de la línea. 

-¿Sí?-dice la voz secamente. 

Don Corneo sigue el paso de Raven con nerviosismo, pero sin cagarla (al menos aún). Al parecer, su instinto de supervivencia puede más que su natural descontrol. Después de unos pocos metros, Raven llega a esquina para doblar. Cautelosa, asoma primero su cabeza para otear lo que sigue. En efecto, el pasillo lleva hacia la puerta de la terraza, ahora levemente abierta. Lo único que la separa de ella es un solitario guardia que mira por una ventana cerrada hacia el exterior. ¿Podrían intentar pasar sigilosamente? ¿Sería mejor intentar someterlo con un ataque sorpresa? 

Santoku se alegro de escuchar una voz conocida al otro lado de la línea.

-Hey, ¿todo bien por allí? El teléfono me sonó en mitad de la infiltración, y como ya me ocupe de quien me vio, quería saber si era por algo urgente. Nosotros nos hemos separado, pero creo que esta todo bajo control.

Alden no pudo evitar sentir alivio al oír la voz de Santoku. Al parecer estaban bien, aunque aún parecían seguir dentro.

- Aquí se nos están complicando un poco las cosas - Alden evitó dar detalles y nombres, y su voz se oía tensa -. Debéis daros prisa. Vuelve a contactarme cuando acabéis.

Dicho esto, Alden colgó el teléfono rápidamente.

Alden colgó el teléfono y volvió a centrar su atención en los rivales, negando con la cabeza en dirección a Samantha y Barestar. Tocaba seguir plantando cara.

El aprendiz de Turk colgó el teléfono mientras se encogía de hombros.

-Supongo que seria alguien ofreciéndome una oferta para mejorar mi servicio telefónico.

Se dijo a si mismo mientras se acercaba al matón para darle otro golpe, no por odio, ni por ensañarse, simplemente en su mente pensaba que la inconsciencia era como un contador, así que si lo volvía a golpear lo reiniciaría, y así el tiempo que había perdido con la llamada lo recuperaría para seguir investigando.

Decidió continuar hacia adelante de la manera mas sigilosa posible, y rezo para que no quisieran ofrecerle de nuevo una oferta y volviera a sonar su teléfono en el peor momento.

Suspiré con algo de resignación. Supongo que se tocaba seguir peleando. Me lancé contra ellos nuevamente dispuesta a retenerlos todo lo posible

Parecía que la misión podía salir bien si todo seguía así. Sacar a un solo guardia de comisión seria pan comido para Raven, o por lo menos eso decía la teoría. Raven estaba a punto de comenzar a escabullirse detrás del guardia y ponerle la pistola detrás de la cabeza para reventarle los sesos, cuando una idea paso por su cabeza. ¿Que habia pasado con Sentoku? ¿Lo habían atrapado? ¿Habia escapado? Era cierto que en un principio, a Raven no le importaba mucho su compañero, pero no podía dejarlo por allí solo en una guarida llena de enemigos. Hubo un pequeño cambio de planes, ya no le reventaría la cabeza al guardia. Si le podría la pistola detrás de la cabeza pero en vez de matarlo lo empujaría hasta la terraza para interrogarlo sobre Sentoku.

Raven se acerca al guardia con paso rápido pero cuidadoso. Don Corneo le sigue detrás. La agente presta mucha atención a que el Sr. Cerdo no haga ningún ruido innecesario y lamentablemente ella patea pisa un envoltorio de cigarrillos y esto produce un chasquido. El guardia llega a darse vuelta justo cuando Raven arremete contra él. El impacto se hace frente a frente y el guardia es empujado hacia atrás. aún tiene su cigarrillo en los labios y logra sostenerse de los lados de la ventana para no caer. 

Don Corneo lanza un chillido desagradable por la sorpresa de los movimientos de Raven. 

-¿Qué? -balbucea el guardia 

-¿Quién eresh?-pregunta molesto. 

Después del golpe gratuito para el guardia somnoliento, Santoku se interna en el pasillo cuya puerta forzó. Caminando con cuidado, ve que el pasillo dobla hacia la derecha. Se asoma con cuidado y, para su sorpresa, ve a Raven  y a -ugh- Don Corneo en él. Raven hace un trote corto y arremete contra un guardia, y lo mantiene presionado contra la ventana abierta. 

Don Corneo lanza un chillido desagradable por la sorpresa de los movimientos de Raven. 

-¿Qué? -balbucea el guardia 

-¿Quién eresh?-pregunta molesto. 

Barestar usa un hechizo de sueño contra el oponente que enfrenta, que éste salta hacia adelante y le clava un arma arrojadiza en el hombro. Por su parte, King lanza un hechizo de fuego a Alden cuando ve que éste vuelve a la batalla. Una bola de fuego se materializa en el aire frente a Alden y le da de frente. Samantha aprovecha el momento para darle una patada a King, lo que lo empuja un poco hacia adelante. 

-¿Era su empleador? Los envía alguien, ¿cierto? -pregunta King. -Cada vez tengo más la sensación de que están reteniendome aquí a propósito... 

Alden recibe el fogonazo en el pecho, notando durante unas milésimas de segundo un ardor insoportable en el torso. Cuando el dolor desaparece, nota como gotas de sudor le recorren la cara.

- ¡Pero que mal pensado...! - exclama Alden con cierta burla mientras se lanza contra King y, blandiendo la lanza como si fuese un bastón, golpe con el mango de ésta en el estómago de su rival.

Santoku puso una mueca de molestia cunado se encontró cara a cara con Don Corneo, y mas aun cuando soltó aquel desagradable sonido que despertaron ganas de silenciarlo para acabar con su sufrimiento.

Con un suspiro se acerco al guardia que le había preguntado, crujiendo sus nudillos se acerco a el.

-¿Qué? -balbucea el guardia 

-¿Quién eresh?-pregunta molesto. 

-Eso depende, si te interpones en mi camino soy tu enemigo, en caso contrario, alguien que pasaba por aquí.

Ante la aparición de Satoku, Don Corneo se retrae un poco, en especial por la mirada asesina que el cocinero le dedica. 

El guardia acorralado por Raven se sostiene con algo más de fuerza, esperando sostenerse ante un posible empuje. 

-¿Es esto? ¿Vienen a rescatar a su jefe? -pregunta el guardia. 

La mirada asesina de Santoku se intensificó cuando aquel guarda se atrevió a decir que aquella babosa inflada, sudorosa y asquerosa era su jefe.

Se acerco lentamente a el, mientras se arreglaba el nudo de la corbata y puso sonoramente la mano junto a su cabeza.

-Jefe... vuelve a llamarlo asi si te atreves.

Dijo en un tono que no daba lugar a dudas que si lo volvía a decir lo próximo que chafaría no seria la pared, si no mas bien su cabeza.

-Aun no nos has respondido. ¿Te vas a interponer en lo que tenemos que hacer, o te vas a quedar en un cuartito encerrado y sin armar bullicio, diciendo que te dejaron insconsciente...?

A Raven se le congelo la sangre por un instante cuando el guardia reacciono a su embestida, pero por suerte no todo salió tan mal como pareció que saldría en un inicio, por alguna razón, Setoku habia aparecido, y eso cambiaba todo a su favor. Era una verdadera pregunta el porque el estaba allí específicamente incluso después de separarse hace rato, pero no era momento de pensar en eso. Rápidamente Raven dio un salto hacia atrás para alejarse del guardia y le apunto directamente con el arma a la cara.

- Llama a tus amigos y te regalo una bala en la cara. -Le advirtió al guardia mientras que esperaba a que le contestase a Sentoku.

Tenían a Don Corneo y se había reunido con su compañero de nuevo, las condiciones para el escape se habían cumplido, ahora solo era cuestión de encargarse de el guardia, lo cual no seria gran problema, Setoku era lo suficientemente gorila como para asustar a un tipo como este. Ademas, si algo pasaba, siempre podía dispararle.