Partida Rol por web

El golpe de Alden hace a King retroceder un poco. Sin mediar más palabra, el hombre revela su segunda lanza con un movimiento rápido y enarbola ambas con fuerza, como si fuera una enorme tijera. Una de sus lanzas golpea a Alden mientras que la otra falla; aunque la potencia del golpe se hace notar. 

-Entonces mejor que termine con ustedes cuanto antes ¿no? -responde el hombre con una desagradable expresión de sorna. El esbirro que acompaña a King aprovecha la ocasión para lanzar un arma cortante a Sam, quien recibe el golpe en un brazo. Barestar dispara con furia contra éste con un salto hacia adelante, con intención de ganar terreno. 

-Aun no nos has respondido. ¿Te vas a interponer en lo que tenemos que hacer, o te vas a quedar en un cuartito encerrado y sin armar bullicio, diciendo que te dejaron insconsciente...?

 - Llama a tus amigos y te regalo una bala en la cara.

El hombre se lo piensa unos segundos y suspira. -Como sea. Llévense al cerdo. -responde con aire desinteresado. 

-¡Hmmgr! -protesta Don Corneo a través de su mordaza. 

¿Sería mejor encerrarlo en una habitación? El pasillo donde se encuentran no tiene ninguna habitación abierta, por lo que seguir ese plan requeriría volver un poco sobre los pasos de Raven.  Por otro lado, la única "salida" que tienen cerca es el balcón al cual llegaron por una movida de alpinismo. 

¡Ay! Me sujete el brazo con dolor, vale se acabó. Me habéis cabreado... Ahora voy a ir con todo 

Sentí como mis fuerzas aumentaban momentáneamente entrando en furia hacia el esbirro King, al cual me lancé a atacar sin pensarlo 

Alden retrocedió ante el golpe de King. Volvían a estar entre la espada y la pared. ¿Acaso ese tío no se cansaba jamás? Y parecía que sus ataques apenas hacían mella en él.

Alden se alejó unos pasos atrás, dejando a espacio a Samantha, quién parecía preparada para realizar un ataque devastador, y lanzó una pequeña bola de fuego que impactó directamente contra King.

Santoku afirmo con la cabeza.

-Así me gusta, no me hubiera gustado tener que emplear la fuerza de nuevo.

Dijo mientras miraba de reojo a Don Corneo y deseaba en secreto que le cayese algo encima y lo descoyuntase, pero por suerte o desgracia no tendrían esa suerte.

-Bueno, pues será mejor que nos marchemos, cuanto antes devolvamos al cerd... a nuestro objetivo a su casa, mejor para todos. ¿Lo dejo fuera de juego y salimos de aquí?

Dijo mirando a Raven a la espera que le dijera que plan tenia, después de todo, Santoku había demostrado que no era muy de crear planes intrincados.

Samantha concentra sus energías durante unos segundos y lanza un grito potente. Un efecto de presión se puede sentir a su alrededor; señal de que se encuentra en un estado de euforia de combate. Con una rápida carrera, corre hacia King y le da una fuerte patada en el brazo. El golpe claramente le afecta el brazo y su siguiente ataque usa sólo una de sus lanzas. Alden aprovecha para lanzar una bola de fuego a King, lo que lo toma por sorpresa. Finalmente se lo comienza a ver cansado. 

Barestar y el esbirro de King restante cruzan golpes finalmente hasta que el esbirro cae y Barestar se mantiene apenas en pie. 

Con creciente tensión, el guardia miraba alternadamente a Santoku y a Raven, como si de un partido de ping pong se tratase. 

Alden observa con gozo como el compañero de King cae, y éste empieza a mostrar signos de cansancio. Se alegraría si no fuese porque tanto él como sus compañeros no estaban en mejores condiciones. Empezaba a arrepentirse de no haber cogido aquella materia de curación. Además, notaba como su magia empezaba a agotarse, y quería guardar lo que le quedaba para una posible huida.

Sin dar tregua, Alden avanzó un par de pasos y, clavando sus pies al suelo, estiró todo su cuerpo acompañando su lanza con el brazo derecho con la intención de clavarle el filo a King en la pierna, pero calculó mal la distancia y tan solo consiguió rozarle.

Estaba totalmente metida en el  combate, apenas sentia nada mas a mi alrededor asi que sin mas me volvi a lanzar a King sin esperar un segundo mas. 

Raven se debatió que hacer con el guardia mientras Sentoku mantenía las negociaciones, el momento de pensar habia llegado. Dejarlo suelto así como así podría terminar en un problema, lo mejor seria deshacerse de el de forma definitiva, pero al mismo tiempo necesitaban información sobre la base, y tener al guardia así como lo tenían era perfecto.

- Vamos el techo un segundo. -Le dijo a Sentoku y al guardia al mismo tiempo.

Sin dejar de apuntarle al guardia, Raven comenzó a caminar hacia la azotea, hablar de esas cosas en un pasillo no podía ser una buena idea. Una vez en el techo, Raven se quedo en silencio un segundo pensando en su próximo paso, y al cabo de un par de segundos tuvo un par de ideas.

- Oye, Sentoku, cierra la puerta y busca por aquí a ver si se te ocurre alguna forma de sacar al señor cerdo desde aquí.

Raven no quería alargar esto por mas tiempo. No sabe cual es el avance del grupo de asalto, así que no sabe si King estará en camino o que. Si a Sentoku se le ocurría alguna forma de sacar al señor cerdo por aquí, Raven la tomaría incluso si implicaba tirarlo del techo y que se rompa las piernas en la caída. De todas formas, en caso de que no encontrar forma de sacarlo, Raven se apresuro a preguntarle al guardia si habia una forma de sacarlo.

- Hey, amigo, -Le dijo sonriente al guardia mientras guardaba la pistola- ¿Sabes? Nosotros estamos aquí en una situación un tanto peliaguda. Tenemos que sacar al Señor Cerdo sin que tu y tu gente se den cuenta y no sabemos muy bien por donde. Se me pudieses dar un par de consejos de como sacarlo seria genial. Pero que sea rápido, no tenemos toda la noche. Nuestro jefe es un estirado de primera y si llegamos tarde nos va a quitar la paga.

Santoku miro a Raven.

_{-Por mi lo tiramos desde aquí, con lo gordo que esta, seguro que sobrevive}

Dijo mas para si mismo que otra cosa, sabiendo que despeñar a su objetivo no era una buena manera de proceder en una extracción.

Echo un vistazo a los alrededores, a ver si había algo que pudiesen usar, que no fuera lanzarlo y luego utilizarlo de colchoneta.

El lanzazo de Alden llega a tocar apenas a King gracias a que éste lo bloquea con la propia. Samantha, por su parte, da un feroz salto hacia adelante y embiste a King con toda su fuerza. El impacto lo empuja hacia atrás y cae al suelo. Pero antes de que puedan darle el golpe de gracia, una pequeña esfera cae desde arriba en el suelo frente a ellos. De ésta comienza a salir una nube de humo y luces cegadoras. En medio de la confusión, pueden escuchar otras voces hacerse presentes. 

_{-¿Se encuentra bien, jefe? Perdón por la demora.} 

_{-Vuelvan a base, el jefe necesita tratamiento.} 

Barestar se queda atrás para recuperarse un poco de sus heridas con un hechizo curativo. 

El guardia avanza a regañadientes frente a la pistola ansiosa de Raven. Detrás de él van Santoku llevando con extremo asco a Don Corneo. Una vez nuevamente en el balcón pueden ver a otro guardia inconsciente y atado, obra de Santoku. 

Tenemos que sacar al Señor Cerdo sin que tu y tu gente se den cuenta y no sabemos muy bien por donde. Se me pudieses dar un par de consejos de como sacarlo seria genial. Pero que sea rápido, no tenemos toda la noche. Nuestro jefe es un estirado de primera y si llegamos tarde nos va a quitar la paga.

-O sea que son mercenarios... ¿No preferirían abandonar esta misión y trabajar para mi jefe? Seguamente les pague más que el suyo. No es un mal trato...

_{-Por mi lo tiramos desde aquí, con lo gordo que esta, seguro que sobrevive...}

No hay otra manera de salir de este edificio si no es por la planta baja. -sentencia el guardia. Antes de seguir, siente una nueva punción por la intimidante pistola y agrega. -Hay una... una puerta trasera. La principal siempre está vigilada, pero la trasera sólo suele estar cerrada con llave. Si consiguen la llave, pueden salir por allí directamente.  Da al callejón detrás de este edificio. 

Raven escucho al guardia con su sonrisa caracteristicamente extraña en la cara sin dejar de apuntarlo. Cuando el guardia menciono lo de dejar los Turks e irse a trabajar para King, Raven dejo salir una pequeña carcajada.

- Jajajaja, dudo que tu jefe pueda pagar mas que el nuestro. ¡El de nosotros tiene una bola de dinero así de grande! -Dijo mientras extendía los brazos lo mas que pudo para expresar la clase de dinero de la que estaba hablando.

La verdad a Raven le importaba poco el dinero, lo único que quería de su trabajo era ser capaz de divertirse y correr por allí. Ademas los turks le regalaron una pistola y le dijeron que la podía usar ¿Que mas podía pedir? Este era el trabajo de sus sueños, no lo cambiaría por nada.

- Oh, así que hay una puerta trasera ¿eh? -Dijo Raven ante el comentario del Guardia- ¿Como podemos llegar a ella?

El tema de la llave era lo ultimo que le preocupaba, le podía pegar un tiro a la cerradura o dejar que Setoku se encargase de eso, el verdadero problema era que a Raven no le gustaba mucho la idea de navegar la base enemiga de esa forma, pero si esa era la única opción que tenían, pues no había de otra.

Santoku afirmo con la cabeza al escuchar lo de la puerta trasera, ciertamente, podía intentar abrir la cerradura, aunque con la ultima no había tenido especial suerte, quiso creer que fue mas por fortuna que por habilidad, no estaba orgulloso, pero había abierto cerraduras mas complicadas que aquella.

A el tampoco le atraía la idea de tener que pasearse por la planta baja, demasiada gente a la que noquear, aquello podía ser bastante agotador, además, tenían que preocuparse de que al gordo no le pasara nada, con lo que exponerlo al peligro no era lo mejor, pero parecía no quedar otra.

-Esta bien, acabemos esto cuanto antes.

Dijo estirando los músculos, preparándose para lo que suponía que estaba por venir.

Alden retrocede de un salto cuando empieza a surgir humos del suelo, llevándose el brazo con el que no sujeta la lanza a la boca para cubrirse un poco con la manga. Parecía ser que había llegado más gente.

- Es hora de largarse - susurró Alden a sus compañeros. Había entretenido a King más que suficiente, y lo habían dejado claramente cansado -. Aquí poco más podemos hacer.

Dicho esto, y a la espera de la confirmación de sus compañeros*, Alden retrocedió con el grupo hacia el lado contrario por el que se oían las voces. Debían llegar al coche y volver a la base.

-No es difícil llegar. Una vez en planta baja, es una puerta un poco apartada en un pasillo que conecta con el hall inicial; pero deberán distraer a los guardias con algo. Abrir esa puerta va a requerir la llave o algo de tiempo. -explica el guardia cautivo. -Tengo una idea que los puede ayudar, pero no funciona con un grupo grande. Tendríamos que separarnos en 2 grupos. -propone el hombre. 

Don Corneo, mientras tanto, mira a su alrededor ansioso. Al parecer, cuanto más tiempo se encuentra en ese lugar, más nervioso se pone. 

Entre el humo, el grupo comienza a retroceder rumbo a (lo que creen al menos) el auto que los trajo a ese lugar. Con la mayor velocidad posible, se alejan del centro del conflicto. El humo se va disipando de a poco y logran orientarse finalmente.

Aún se encuentran algo lejos del auto de servicio. Estiman que probablemente no lleguen a éste antes de que el humo se disipe. ¿Deberían emprender una carrera hacia el coche con intención de alejarse del lugar antes de que los esbirros recien llegados los alcancen? ¿O quizás sería mejor intentar esconderse entre las casas cercanas y dar la ilusión de haberse esfumado? 

Santoku pensó en distraer a los dos guardias de la manera mas efectiva, mandándolos a dormir, pero eso era arriesgarse y que pudieran hacer daño a su VIP, o que avisasen al jefe, sea como fuera, no parecía la mejor opción meditándolo, por muchas ganas que tuviera de que dañasen a su VIP, no podía permitirlo. _{Por desgracia.}

Tampoco sabia si confiar en un tipo al que habían atrapado podía ser lo mejor, por que iba a colaborar, aparte de por no tener un bonito trozo de metal en su cráneo...

Miro a Raven, esperando que ella decidiese si era o no buena idea confiar en aquel tipo, en cualquier caso, Santoku no tendría problemas en ir a partirle la cara a esos dos guardias, aunque igual, 2 contra el podía ser un mal numero.