Partida Rol por web

El destino... dijo el elfo dejando el final de la palabra en el aire y guardando completo silencio tras ello.

Mientras tanto, su sombra interna le decía claramente: ¿Quién coño es este? ¡Degüéllalo aquí mismo! pero como siempre, Veldrahin ignoraba a la maldición que le acompañaba desde que tenía memoria...

- Yo decidí cambiar de aires... y sí, supongo que algo de azar nos habrá reunido aquí a todos nosotros. - al tiempo que contempla el sombrío rostro del elfo que hacia rato se sentaba frente a él, pero no había abierto la boca.

 -Exactamente yo creo que estoy aquí como podría haber estado en cualquier otro sitio.- Me encogo de hombros sonriendo. -Aunque si es cierto que, aunque no nos conocemos entre nosotros, has dado con una mesa de gente con ganas de ver mundo.- Viendo que la conversación puede acabar siendo interesante guardo el libro en mi mochilita y agarro la taza con las dos manos dando un laro sorbo.

jajaja entiendo... mm sin embargo, el mundo es vasto, y moverse, comer, dormir bien, cuesta dinero... Tal vez les interesaria ganar unas monedas, y de paso hacer una obra de bien?

El hombre deja la jarra en la mesa, frotandose la barbilla.

Veldrahin escuchó atentamente lo que decía aquel hombre aunque no dijo palabra alguna, sólo le observó...

- ¿Y de qué se trata, exactamente? - preguntó Kium fijando su mirada en los ojos del parroquiano.

Regresando de haber escudado las conversaciones de aquellas personas.

Observo que hay un individuo que a tomado mi lugar , sin interrumpir aquella conversacion; tomo mi gran jarra de wiskye y empiezo a escuchando atentamente a la conversaciones que ya transcurria.

Cuando termino de tomarme aquella bebida, apoyo mi mano derecha en el hombro de aquel ser para que me tome en cuenta. -¿Disculpe  ese es mi asiento le molestaria correrse?-  

-De limpiar una casa, y a su vez el mundo de un monton de molestosos kobolds... He comprado recientemente una mansion en las afueras, bastante decaida pero... una ganga es una ganga. Demasiado... Cuando fui a verla, estaba llena de apestosos que me recibieron con jabalinazos y hondas. Obviamente, a estas alturas no voy a cederles sin mas la casa, asi que si la despejan por mi, les daria a cada uno 50 po... Les interesa?

Dor llega a escuchar esto. Luego se produce su pedido, el sujeto lo mira y le dice.

-Que raro, creo que la silla no tiene nombre. Sientese en cualquiera de las otras vacias jejeje. +rie despacio, señalando el otro par de las mismas sin ocupantes, en la mesa.

Escucho atentamente las palabras de aquel señor arqueando una ceja. -Antes de nada, ¿podríamos saber su nombre?. Y con respecto a esa casa...¿de cuantos kobolts estamos hablando? así por encima, no hace falta que me diga el número exacto pues imagino que seria imposible.-

-oh jajaja, mil perdones, se me olvido jaja... Me llamo Teral, un gusto.

Sonrrie un momento, mas luego continua

-Mmm... diria que mas de 10, pero menos de 20...aunque no puedo estar seguro, no llegue a entrar... estaba ocupado esquivando sus disparos +hace una mueca de disgusto, como si el recuerdo no le agradara.

Kium pensó en su bolsa de cintura... verdaderamente estaba bastante vacía. Quizás con esas monedas de oro que ofrecía Teral, el viaje a Melvont fuera más tranquilo y con menos penurias.

- Yo estoy dispuesto a ayudarle, señor. Mi nombre es Kium.- al tiempo que hacía una respetuosa reverencia agachando su cabeza. 

Contad también conmigo. dijo simplemente el elfo que ya comenzaba a echar de menos el tacto de su arco y su espada.

 Me quedo pensativo un instante. -Vale por mi, no soy diestro con la espada, pero supongo que mis artes ayudarán a su manera.-

jeje exelente... Bien, segun tengo entendido, los kobolds son criaturas subterraneas... y por eso no aprecian la luz. Mi idea es atacarlos de dia, cuando tengan menos vigilancia y la mayoria esten dentro de la casa. Que les parece?

- Usted es el especialista en esas criaturas... ¿cómo ha dicho que se llaman?¿Kobolds?... A mí me parece bien ¿Son fuertes y duros?- pregunta Kium con cara de ignorancia.

Agachandome de hombros -Lamento aquel ato de estupidez-.Me siento en alguna de las sillas restantes  empezando asi a escuchar la conversacion entablada

-Disculpe mi intromision, si es verdad  que nesesita ayuda podria intentar darle una mano Claro esta que no le cobrare nada- sonriendo un poco

El hombre examina a Dol, haciendo un gesto que lo olvide y se siente.

-Una espada gratis siempre viene bien +sentencia, riendo despues+ jejeje

Luego mira a Kium, algo intrigado.

-Nah... esas lagartijas no son mas grandes que un gnomo, pero mucho mas feas +haciendo un guiño a Dorin+ Cobardes y rastreros, solo atacan en grupo y cuando tienen ventaja, sino son unos miedosos. Dicen que decienden de los dragones, pero si eso es cierto me comere mis botas... Normalmente no son mas que molestias, pero como crian rapido... su numero se hace respetar.

Mis pies ya cansados de moverse me hacían cada vez más daño, la verdad no era que el dolor me importara much, puesto que siendo guerera no debería tener problema alguno, pero aquel díaestaba de acuerdo con mis piernas ya habiamos echó bastante camino y se estaba haciendo oscuro.

Así recien llegada a la aldea de Tiboar me fui a la primera taberna que vi, mire algo el ambiente que se respiraba en aquel lugar, despues de varios msegundos quieta en la entrada tome asento en una de las mesas libres que había por ahí.

La taberna esta a reventar de gente, principalmente labriegos y algunos mercaderes. Sin embargo, en una mesa ves un grupo variopinto, con armaduras de diversas clases la mayoria. Las unicas sillas libres de todo el local, son 2  estan alli y una la acaba de ocupar un elfo alto y delgado...

me quedó observando de nuevo el ambiente, no veo ninguna plaza para mi, ha estas horas de lamañana y aquella taberna ya estaba tan llena, hubiera sentao en la silla libre que quedaba, pero no me gustaba hablar por tonterías como era pedir una silla, asi que me quede de pie.