Partida Rol por web

- Ejem, señorita. Disculpeme pero ¿se ha dado cuenta de que tanto mi amigo como yo no somos precisamente altos como para montar solos a caballo? A no ser, claro, que quieran llevar 3 caballos de los cuales 2 irían con exceso de carga ...

- Prefiero ir a pie.

Ir a caballo, muy pocos hobbits son capaces de montar a caballo y yo no soy uno de ellos. He montado en pony alguna vez y no se me daba nada mal aunque claro no se puede comparar a un caballo. Veo que mi amigo el enano prefiere ir a pie. No voy a hacerle un feo ya que él se ha portado bien conmigo hasta el momento y eso habla bien de él.

- Señorita, los hobbits no somos muy buenos montando a caballo...puede que en pony quizás nos defendamos pero no somos expertos jinetes...por lo tanto si el pueblo no está muy lejos podríamos ir andando hasta él...soy un buen andador aunque mi tamaño se preste a indicar lo contrario... - digo acompañado de una sonrisa

Brielle se ruborizó. Era la primera vez que había tenido contacto con enanos y hobbits, a los pequeños medianos de hecho era la primera vez que veía uno de ellos.

- Espero no haberos ofendido con mis palabras. - dijo tapándose delicadamente la boca con una de sus manos. - La verdad que yo también prefiero ir andando, aunque tardemos mas. En estos momentos no dispongo de caballo y tampoco soy muy buena montando. - dijo y luego sonrió.

- No hablemos más, andando pues. Salimos al alba. - digo mientras me siento en una mesa y pido una jarra de cerveza. Personalmente no tengo nada que comprar.

Una vez que el grupo se ha puesto de acuerdo, todos se despiden para encontrarse en las afueras del pueblo con las primeras luces del día. La posada alquila habitaciones en el piso de arriba así que Brandir y Brielle se retiran para descansar. Gorak y Mutfast se quedan un poco más compartiendo una buena jarra de cerveza y una pipa de oloroso tabaco. Aún tienen tiempo de ver regresar a Ahrimán que viene de atender a su caballo. El hombre del sur les dedica un saludo antes de subir las escaleras rumbo a su alcoba.

El nuevo día amanece desapacible aunque despejado. A mitad del primer mes del año, son los primeros días del invierno y empieza a hacer frio. Los compañeros se encuentran a las afueras del poblado y se dan los buenos días. El hobbit aún bosteza, poco acostumbrado a que le saquen de la cama tan temprano. El último en llegar es Ahrimán, montado en un bello corcel de color negro con adornos en las riendas y la silla. Una vez más, el hombre del sur deja claro que es una persona sin muchas estrecheces económicas.

- Bien, veamos. ¿Alguno sabe por donde se va a la Ciudad del Suelo? Deberiamos comprobar que realmente se han ido hacia allí. - digo mirando al suelo en busca de huellas.

Saludo a todos los integrantes del grupo entre bostezo y bostezo, la verdad es que es una hora demasiada temprana para un buen hobbit como yo pero realmente así de dura es la vida del aventurero. Madrugones y noches enteras sin dormir.

Veo a Gorak mirar al suelo en busca de algo y me pongo a imitar en busca de algo perceptible pero siendo sinceros sólo veo el camino salpicado por briznas de hierba. Al parecer busca huellas, pero no se yo si encontraremos alguna. Las palabras de Gorak sobre ir a la ciudad del suelo...me desorientan un poco.

- ¿Ciudad del Suelo? Pensé que íbamos a la ciudad del Fuego... - digo rascándome la cabeza ante esa duda.

Brandir miró a sus dos compañeros y una mueca se dibujo en su cara.- no hace falta rastrear el camino en busca de huellas, muchos viajeros transitan estos caminos hacía la ciudad del FUEGO, con tantas huellas como hay en este camino dudo que pudierais seguir el rastro de alguna, es como una aguja en un pajar.

.- El hombre señaló hacía el camino que llevaba a la ciudad .- solo hay que seguir ese camino y en bastantes horas de buena caminata estaremos allí, lo único es que habrá que ir precavidos, por que estas tierras están repletas de ladrones y proscritos, yo propongo caminar como si fueramos viajeros e intentar no levantar sospechas, llegar será fàcil... lo dificil serà sacar el cuerno de esa guarida.-

Me alegra escuchar las palabras de Brandir y el hobbit. Estaba claro que por lo menos no estaban tan desorientados como el enano.

La ciudad del suelo...  Dioses, espero que manejando un arma no la empuñe por el filo.

El grupo tenía la intención de moverse a pie, lo que ralentizaría la marcha una barbaridad, pero la única opción que me quedaba era partir solo a caballo...

Escuchad, os acompañaré a pie, pero si vemos algo sospechoso en el camino avanzaré con mi montura para echar una ojeada.

No es el momento de partir en solitario, el camino puede ser peligroso y quiero ver como se comporta esta gente.

Brandir, conoces mejor que nadie estos caminos, al menos eso escuché anoche en la taberna. Serás nuestro guía a la ciudad.

- Pues pongamonos en marcha. Vayamos en pequeños grupos. Vosotros dos juntos. - digo señalando a Brandir y a Brielle. Luego iremos el hobbit y yo y por último irás tú. - digo señalando al sureño. Dado que vas a caballo sería raro que fueras junto con cualquiera de nosotros que vamos a pie. Guardemos una distancia prudente entre nosotros para no levantar sospechas. Evidentemente actuaremos como si no nos conocieramos por lo menos hasta llegar a la Ciudad del Fuego.

Brielle asintió con decisión.

- Bien! No se hable mas, emprendamos el camino. - dijo la mujer de los bosques. Acto seguido susurro algo a su compañero halcón que tras hacer una especie de chillido, emprendió el vuelo y enseguida se perdió en los bosques circundantes. Acto seguido, agarró su lanza a modo de bastón y empezó a caminar junto a sus nuevos compañeros.

Brandir emprendió la caminata junto con Brielle, la idea del enano había sido buena, lo de caminar separados no levantaría ningún tipo de sospecha.- La idea de Gorak es muy buena... será mejor que caminemos separados, aunque a una distancia prudencial, para que cada grupo vea al otro al fondo del camino por si pasa alguna cosa extraña, nosostros iremos en primer lugar y luego marchad vosostros dos.- dijo señalando a los de pequeña estatura.- y por último Ahrimán y si quieres podras ir con el caballo a paso lento... en marcha pues!

Brandir empezó a caminar a paso ligero junto con Brielle en dirección a la ciudad del fuego.

Una vez decidido el orden de marcha, el grupo comienza a moverse. Poco a poco, el pueblo va quedando atrás mientras avanzan por el camino. Este está en buen estado, demostrando que es transitado a menudo y atraviesa una serie de colinas bajas. Calculáis que llegareis a la ciudad en unas cuatro horas. Más o menos al mediodía.

Desde que saliste del pueblo tienes la vaga sensación de que hay algo que no anda bien. Es como una especie de desasosiego. Miras a tu lado, a Brandir, y ves que el montaraz también lo ha sentido y que mira disimuladamente hacia las colinas a vuestra izquierda.

Desde que saliste del pueblo con el grupo, sabes que hay alguien que os está siguiendo. Es un único hombre y se oculta de forma bastante torpe. Ahora mismo se encuentra en las colinas que están a vuestra izquierda. Brielle, a tu lado, se encuentra un poco nerviosa. Tal vez ella también se ha dado cuenta.

Brielle avanzaba entretenida, fijándose en las plantas y los arboles que encontraba por el camino. La compañía de Brandir era grata, aunque solía ser muy silencioso y la mujer de los bosques a veces temía romper la concentración del montaraz. Le gustaba observar la naturaleza y fijarse en lo que tenía alrededor, pues desde pequeña se había criado rodeada de bosque y le habían enseñado como sacar partido de lo que le rodeaba. También estaba atenta a ruidos de los pájaros y otros animales, aunque en definitiva, estaba tranquila.

Brandir miraba inquieto a su alrededor, aunque lo hacía discretamente, alguien los estaba siguiendo y no le gustaba nada la idea, tenía que averiguar porque, sin dejar de caminar, Brandir observó que se ocultaba en las colinas que les quedaban a la izquierda y susurrando habló a Brielle.- alguien nos está siguiendo... aunque sigue caminando disimulando, hay que atraparlo vivo, no quiero que se nos escape, el nos ve mejor a nosotros que nosotros a él, asi que hay que actuar rápido... cuando te lo indique salimos corriendo hacía la colina tu por el flanco derecho y yo por el izquierdo, no puede escapar, vale? .- Brandir seguió caminando normalmente, esperando que Brielle asintiera preparada para la emboscada al furtivo, al llegar justo frente a la colina daría la señal.

Avanzo junto a Mutfast cerrando el grupo. Me pongo la capa de forma que las armas queden cubiertas.

Estoy atento a todo lo que me rodea sin perder de vista el camino y a mis nuevos compañeros de viaje.

La compañía del hobbit es amena. Definitivamente me cae bien el pequeño.