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Fratricidios y malas nuevas

Capítulo 2: La casa de Beorn

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03/06/2022, 17:04
Director

Claro —les respondió el beórnida encogiéndose de hombros—. Podéis marcharos cuando queráis. Pero será más seguro para vosotros pasar la noche aquí. Buenas noches —les dijo después tras mostrarles el camino a los establos.

Los caballos de Beorn eran unos animales dóciles y hermosos. Como todos los animales que rodeaban a Beorn, se comportaban como si tuvieran una inteligencia extraordinaria. Uno de ellos incluso les sostuvo la puerta mientras pasaban al interior del establo y se acomodaban en su interior. Eran criados por el propio Beorn, al igual que los ponis que compartían espacio con ellos. Pese a todo, el establo no era un mal lugar, y la compañía de los animales ahuyentaba el frío. La paja era algo incómoda cuando te pinchaba a través de la ropa, pero daba algo de comodidad. De todos modos, tampoco es que Beorn contase con grandes comodidades en su casa.

Durante la noche, cuando el grupo se encontraba sumergido en ese estado de duermevela que precede al sueño, un sonido les alertó. Era algún tipo de animal enorme que gruñía y husmeaba cerca de los establos y de la casa de Beorn. Escucharon su respiración olisquear a través de las rendijas de la madera de la puerta y después, con pesadas pisadas, se alejó hacia la casa de Beorn. Pero cuando se atrevieron a mirar al exterior, todo estaba en calma y la noche se mostraba todo lo silenciosa que las aves nocturnas y el viento lo permitían.

A la mañana siguiente, uno de los perros de Beorn, con gran parecido al de la posada de los medianos, abrió la puerta del establo poniéndose en pie sobre sus patas traseras, y les ladró amistosamente dando vueltas para indicarles que le siguieran. Pensaban que Beorn habría designado a aquel can la tarea de cerciorarse de que el grupo realmente abandonara sus tierras, pero en vez de ello les guió de vuelta a la casa de Beorn. Frente a la vivienda, había una docena de picas con cabezas de orco recién clavadas. En el interior, encontraron al robusto líder de los beórnidas preparando tostadas y queso para el desayuno. Sobre la ancha mesa de su salón había una docena de cascos de orco amontonados, alguno de ellos abollado como si lo hubieran golpeado con una fuerza inmensa. Beorn parecía de mucho mejor humor.

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03/06/2022, 17:46
Beorn

Ah, amigos, tomad asiento, por favor. Tú también maese enano, claro que sí —Beorn colocó bandejas de tostadas y queso frente al grupo, parecía lo más cercano que obtendrían a una disculpa por parte suya.

El enorme hombre sacó del fuego un gigantesco caldero de hierro y llenó con su contenido una extraña tetera hecha de algún metal verdoso que no supieron identificar y que estaba decorada con dibujos de pájaros. Beorn les sirvió un vaso de la humeante bebida, guardó un poco para sí mismo y se sentó en su robusto asiento.

Ayer por la noche tuve trabajo —empezó diciendo—. Una docena de orcos en mis tierras sin ni siquiera pedir permiso. La muerte de un millar de orcos no bastaría para pagar las muertes de Merovech y de Odo, y preferiría tener a mis amigos de vuelta, pero por lo menos se ha hecho algo de justicia —gruñó—. Ahora bien, también encontré señales de que había un tercer hombre en el bote. Tal como vosotros dijisteis. No hay lugar a duda. Las huellas, los olores y el habla nocturna de los pájaros son claros a ese respecto. Como adivinasteis se trataba de un prisionero, y parece haber escapado cuando atacaron los orcos. Se fue hacia el sur y hay que encontrarle —extendió su manazas sobre la mesa, clavando su intensa mirada en ellos—. Me habéis impresionado. No es algo que diga muy a menudo de mucha gente, pero debí habérmelo imaginado cuando os vi en compañía de Baldbrand, hijo de Randmar. Es por ello que me gustaría pediros que emprendierais la misión de encontrar y capturar al prisionero fugado. Si aceptáis, os estaré muy agradecido. Podéis considerarlo como un favor personal que os pido, y algún día, cuando necesitéis de mí, os haré un favor a cambio. Y por supuesto el trabajo será bien pagado. Os daré una buena recompensa a cada uno1.

Notas de juego

1Será 1 punto de tesoro por persona.

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03/06/2022, 18:55
Welf Ramaverde

     A punto de empezar a devorar la comida que hay sobre la mesa Welf se dió cuenta de la falta de modales y nuevamente avergonzado dejó con calma lo que acababa de coger.

     No le sorprendía la respuesta de Beorn al ataque orco, conocía la rabia que llegaba a dominar a los hombres que se habían unido a él. Entendía que habían realizado una batida y después de encontrar al grupo de orcos la venganza se había consumado. Para el hombre del bosque era una lástima que no tuvieran más relación con el resto de pueblos que rodeaban el Anduin, su fuerza con el conocimiento del Bosque de su propio pueblo serían una gran ventaja frente a la Sombra que ganaba terreno en cada invierno.

    Contar con nosotros, dijo mirando a sus compañeros, nos quedamos con ganas de resolver el misterio de ese prisionero y su desaparición pero Baldbrand nos hizo entender la importancia de traer hasta aquí los cuerpos de Merovech y Odo, eso estaba por encima de todo. Ahora estamos libres... bueno... casi libres. Hay unos tarros de miel que deben ser entregados a los medianos. Y con eso su voz se fue apagando porque no sabía si era posible realizar las dos tareas de alguna manera y de todas maneras las palabras, por más que lo intentara no eran lo suyo.

 

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03/06/2022, 21:48
Miriel

Miriel había dormido a gusto con los animales a quienes se acercó a acariciar y susurrar un rato. No tenía la capacidad de Vanwa para hablar con ellos, pero se sentía conectada a los animales que rehuían la Sombra, como aquellos. La paja era cómoda, más estando acostumbrada a dormir en el duro suelo del bosque o del camino. Al oír los gruñidos de fuera ni se molestó en levantarse. Imaginó que sería Beorn, probablemente confirmando que su olor era el que encontró en donde le dijeron. No se había engañado, tenía muy claro lo que pretendía el viejo oso sin modales cuando se marchó por la noche, verificar su historia por si mismo. Aún no sabía como podía recorrer tan bastas distancias tan rápidamente, pero conocía las historias sobre él y les daba crédito.

Acarició detrás de las orejas a su perro guía. Era un buen perro, sin duda. Asintió con satisfacción al ver la docena de cabezas de orco clavadas. Aquello solucionaba aquel tema… de momento. Aun así, se sentó a la mesa con el ceño fruncido. El insulto de Beorn no sería olvidado. Aceptaba aquello como disculpa, aunque fuera tan pobre que no llegaba ni remotamente a poder llamársele así, pero sabía que el carácter de Beorn era tan voluble como el viento y era tan testarudo como las montañas. Algo de enano había en él.

Tras una mirada larga a la propuesta de Beorn se limitó a asentir aceptando su encargo antes de coger una tostada y un trozo de queso. Aunque aún estuviera enfadada con él tenía hambre y Vanwa ya se encargaría de matarlos a hambre con una menú de setas los próximos días.

- Lo que quiere decir Welf, es que necesitaremos que nos dejen un poco de sitio estos días para guardar la miel que hemos de llevar a la posada de los medianos. Cuando regresemos se los llevaremos como esperan, aunque si pudieran avisarles de alguna forma de que nos retrasaremos en regresar, les quedaríamos muy agradecidos. – dijo con un tono de voz tenso, pero que trataba de mantener las formas. No iba a pedirle que enviara a sus hombres a llevar los tarros, aunque si él mismo se ofrecía no se negaría a ello.

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03/06/2022, 22:37
Baldbrand

El hijo de Randmar durmió bien aquella noche. Los animales de Beorn eran magníficos, un reflejo de la sabiduría y la   que tenían. No por menos se había ganado el respeto de todos sus seguidores.

Los sonidos nocturnos alertaron al joven beórnida, pero, al igual que la elfa, entendió pronto de qué se trataba.

La mañana siguiente les esperaba una invitación a desayunar y la maravillosa visión de la cabeza de aquellos orcos ensartadas. Aunque el entusiasmo se volvió un poco de decepción. En verdad le hubiera gustado estar ahí, al lado de Beorn, para ajusticiar a aquellas asquerosas criaturas.

Escuchando sus palabras, algo más tardes, frente a la mesa, Baldbrand terminó de entender las razones de todo aquello. Necesitaba hacerlo él y en cierto modo eso hablaba aún más del apego y respeto que tenía por los caídos. Cuando se les hizo la petición de encontrar a aquel prófugo, enseguida se golpeó el pecho con sinceridad.

-Para mí, el honor de encontrar a ese traidor y traerlo a vuestra presencia, será más que sobrada recompensa. -dijo de forma humilde y escueta. Aquel truhan, fuera quien fuera, había robado la espada de Merovech y había huido seguramente con el dinero, eludiendo además su juicio.

Asintió hacia el hombre de los bosques al ver que tenía la misma predisposición y sonrió levemente a la elfa al ver que también aceptaba. Luego tomó un trozo de queso y pan y lo disfrutó en su boca, emitiendo un sonoro "mmmm" de satisfacción.

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04/06/2022, 12:07
Vanwa

Vanwa había pasado una buena noche. No solo había departido con los caballos y ponies de Beorn, magníficos animales y más listos que mucha gete que conocía, sino que además Beorn los atendió de forma muy distita que el día anterior. Era como si fueran dos Beorn distintos. 

Era un hombre testarudo y desconfiado, pero fiero. Como un viejo oso. Había mucho de animal en aquel hombretón, grande como una motaña. Vanwa no necesitaba excusas y aunque le molestaban aquellas cabezas ensartadas como trofeos, no le impidió comer lo que le ofreció Beorn. Para él no había ofensa en el comportamiento de ayer y sonrió durante todo su discurso.

Asintió a las palabras de sus compañeros.

- Como han dicho mis compañeros, y aunque no lo hayan dicho, sí que lo sienten y lo comparten, no vamos a buscar ese fugitivo por recompensa alguna, ni por un trueque de favores. Lo haremos por ser lo correcto. No queriamos entrometernos en vuestros asuntos, pero si así nos lo pedís, no vamos a negarnos.- Explicó.- Como ya han dicho, teníamos un compromiso previo con los señores Brandigamo, pero también entendemos que la miel puede esperar unos días, pues es más importante atarapar a un prófugo de vuestra justicia que entregar un cargamento de miel.

Y tras explicar eso siguió comiendo con fruición. Todo estaba delicioso y para el elfo no existía razón para sentirse ofendido o triste. Estaban vivos y en aquel rincón de mundo es como si no existiera la Sombra. Los prados verdes, las abejas industriosas, los animales inteligentes y dóciles... Tomó otro gran bocado y sonrió una vez más. Miró al enano de reojo y le lanzó un guiño, no fuera a estropear aquel momento mágico con su habitual carácter gruñón.

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05/06/2022, 21:40
Ainar, hijo de Ai

Ainar no se había despertado ni con los gruñidos, pero Vanwa le comentó ni bien se despertaron. El enano se preparó como si estuviera en cualquier otro lugar, aunque con más extrañeza por esos animales tan curiosos. Bueno, tampoco es que le tendría que extrañar tanto, después de todo hablaba con Munin, compartía historias, entre tantas otras. Pero le extrañaba en un perro, caballos amables, y vaya a saber cuántas cosas más habría ahí. Claramente era un buen entrenador ese Beorn. Entrenador, no diplomático.

Sonrió sinceramente cuando vio las cabezas de orcos, pero una parte de él se entristeció. Ahora no podría cazarlos.

Pero la mayor sorpresa se la llevó ante la reacción de Beorn al invitarlo de manera tan despreocupada. Tanto fue así que miró a los demás como sin entender, y hasta miró a Munin que le devolvió la mirada de sorpresa aún en sus ojos y plumaje negro azabache.

De todas formas, no se le decía que no a ese manjar, así que aprovechó a comer. No le quitaba el ojo al líder de los beornidas, como si esperara a que cambiara de humor nuevamente, como la imprevisibilidad de la veta de mineral en la montaña que cambia de dirección sin previo aviso.

Lo del favor le interesaba, especialmente habiendo demostrado la labor con los orcos… no confiaba del todo, especialmente con el humor que tenía el hombretón, pero no había qué perder.

El prisionero era uno. Y había recompensa también. Era mucho más interesante que los tarros de miel de los medianos, lo lamentaba pero era así.

-En Erebor se dice que encontraron tarros de miel en lugares recónditos de la Montaña Solitaria, y estaban tan exquisitos como si hubieran pasado un par de días- dijo el enano, acompañando la moción de Vanwa.

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06/06/2022, 13:50
Beorn

No os preocupéis por esos tarros —Beorn dio una palmada que resonó en el aire y uno de sus gigantescos perros apareció cargando una cesta, se sentó junto a ellos con la cesta en la boca y esperó a que la llenaran con los tarros de miel. Cómo había hecho Beorn para transmitirle lo que debía hacer era un increíble misterio, pero allí estaba el perro dispuesto a llevarse los tarros en la cesta—. Tekliff los llevará a los medianos de la posada. 

Todos, uno a uno, fueron aceptando la misión que Beorn les solicitaba. Llegó un momento en el que solo quedaba Ainar por pronunciarse al respecto, y se levantó cierta tensión. Vanwa miraba al enano como si rogara porque no volviera a empezar una guerra sin sentido que terminaría perjudicando a todos, pero Ainar hizo un comentario sobre la miel que provocó que Beorn se girara hacia él y lo señalara con uno de sus gruesos y grandes dedos. Se hizo un incómodo silencio mientras el gran hombre terminaba de masticar la tostada de miel que se había llevado a la boca un segundo antes. 

Eso es cierto —dijo al fin—. La miel, amigos míos, no caduca nunca. Podrían haber pasado mil años más hasta el descubrimiento de esos tarros de la Montaña Solitaria y vuestros primos enanos que la encontraron podrían haberse preparado un delicioso desayuno sin preocupación alguna. Al menos con la miel pura que producen las abejas, en cambio esas mezclas de melaza que hacen en la Ciudad del Lago y en otros lugares... puaj. No sé que insensato prefiere comer eso a un buen tarro de miel recién salida de la colmena. 

Mientras hablaba no dudó en prepararse otra tostada y cubrirla de densa y espesa miel. Le dio un crujiente mordisco y frunció el ceño, la frase del enano le había desviado de la conversación. 

Volviendo al tema, me alegra contar con vosotros. ¿Queréis marchar de inmediato o preferís esperar al funeral de Merovech y Odo? Sois invitados a quedaros si así lo decidís. 

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06/06/2022, 23:56
Miriel

Miriel asintió a la propuesta de que Tekliff llevara los tarros. Dejó los que ella llevaba en la cesta. Para ella la conexión que había entre Beorn y sus animales era digna de admiración, algo que no cuestionaba. Si Beorn decía que el perro los llevaría, confiaba plenamente en que el can lo cumpliría salvo que los orcos lo mataran en el camino, pero habría que tener fe en que los orcos ignorarían a un simple can con una cesta de miel.

Siguió comiendo en silencio mientras Beorn divagaba sobre la perdurabilidad de la miel y despotricaba sobre la melaza de la Ciudad del Lago, la cuál a ella no le disgustaba aunque reconociera que la miel pura fuese más rica.

- Por mí partiríamos sin demora. – contestó a la pregunta de Beorn – Pero creo que Baldbrand preferiría esperar al funeral de Merovech y Odo. – algo que ya había expresado el beornida y que podía comprender. De momento terminaría su desayuno.

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07/06/2022, 02:28
Ainar, hijo de Ai

Al final, detrás de todo eso... había algo parecido a Ainar. Decididamente había algo de enano en él. Sonrió mientras masticaba un pedazo grande de tostado con miel y Munin comía los restos que iban cayendo a la barba.

-Es increíble lo que logra con los animales...- dijo entre masticar y tragar -Nosotros con nuestros cuervos no hemos llegado a tanto- asentía con la cabeza, asombrado por la conexión.

No es que le preocupara de sobremanera, pero le llamaba la atención, así como Vanwa con cada cosa que había en la naturaleza. ¿Quería tener un don como ese? No, tampoco era tan sociable. ¿Le llamaba la atención? Sí, sería un necio como su padre si no fuera así.

-Por mí saldría ahora...- y se encogió de hombros. No saldría solo, era seguro, pero entendía si el muchacho quería despedir a los suyos.

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07/06/2022, 13:18
Baldbrand

Baldbrand estaba disfrutando del desayuno. Aquella miel era especialmente buena y no siempre tenía la oportunidad de comer en Casa de Beorn.

Cuando se les dio la oportunidad de quedarse o marchar, su primer impulso fue el del enano, pero agradeció las palabras de la elfa. Debía presentar sus respetos al menos y permanecer. Ya se imaginaba la voz de su madre o de Borgforn echándole en cara su impulso vengativo.

Cabeceó en dirección a la elfa.

-Sería lo... adecuado. -miró también a Beorn, aunque no pudo ocultar su impaciencia por ir a cazar a aquel traidor. El interior de Baldbrand se debatía entre lo que debía hacer y lo que quería hacer.

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07/06/2022, 16:40
Vanwa

¿Cómo conseguía comunicarse Beorn con sus animales? Era esa la pregunta que bailaba en la cabeza medio vacía del elfo. No solo le hacían caso, sino que lo hacían sin ser pronunciada palabra alguna. Tenía eso sus ventajas... ¿Pero se perdería con ello la sutil conversación de las amapolas? ¿O el lento gorgojeo del discurrir del granito? ¿O la conversación atropellada y enigmática de los torrentes? ¿Sabría distinguir Beorn entre el hablar directo y orgulloso del río de la Carroca y las palabras enigmáticas y espesas del río encantado del Bosque Negro? No. Decididamente no necesitaba saber los secretos del lenguaje de Beorn. Le llamaba la curiosidad, y le gustaría saberlo, pero no lo necesitaba.

Miriel habló sabiamente, y desde luego, deberían esperar. Sería lo correcto, y en verdad que le gustaba escuchar hablar al Beorn amigable, sobre abejas y miel. Al parecer elfos y miel compartían la misma cualidad imperecedera.

Asintió a todos, como dando a entender que dejaba la decisión en manos de aquellos con más criterio que él en esos temas. Si de él dependiera, marcharía con Tekliff, pero estaba claro que el grupo tendría necesidad de sus conocimientos y sus guisos austeros para mantenerlos listos para la acción.

 

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08/06/2022, 11:08
Director

A pesar de las prisas que les acuciaban y de las ansias que tenían de salir en busca de aquel traidor misterioso, decidieron quedarse a los funerales de Merovech y Odo. Era lo adecuado, lo más respetuoso. Beorn asintió con su gran y pesada cabeza como dándoles su aprobación a aquella decisión. No sabían cuanta ventaja les llevaría el prisionero fugado, pero fuese la que fuese podría esperar un poco más; tampoco supondría una diferencia significativa. 

El funeral de Merovech y Odo tuvo lugar aquella misma tarde. Ninguno de los dos hombre estaba casado, aunque Odo estaba prometido con una joven escudera llamada Avila, quien permanecía con ojos rojos, negándose a llorar a pesar de la emotividad del momento. Los cuerpos de los dos caídos fueron llevados en volandas por sus hermanos beórnidas hasta una hilera de túmulos en las cercanías donde serían enterrados. Beorn los honró cubriendo sus cuerpos con sudarios decorados con abejas bordadas en oro. Los ritos funerarios de los beórnidas duraban varios días, pero la primera de las noches se dedicaba a honrar a los caídos contando historias y cantando canciones acerca del heroísmo y el valor de los amigos muertos. Muchos hablaron destacando la fiereza del joven Odo en el combate, su resolución y su gran manejo de la espada. Muchos más honraron a Merovech contando cómo había intervenido en disputas con sabiduría y justicia. Beorn contemplaba en silencio la ceremonia, pero asentía con gravedad cuando los relatos le complacían. Llegado un momento, uno de los beórnidas se giró hacia ellos, invitándoles a compartir sus pensamientos si así lo querían, a fin de cuentas eran ellos quienes habían encontrado a los caídos y los habían traído hasta allí. Muchas cabezas se giraron hacia el grupo expectantes, deseando saber qué dirían aquellos extranjeros sobre sus héroes. 

Notas de juego

Podéis lanzar Inspirar o Cantar si queréis decir algo en honor a los caídos, o podéis pasar respetuosamente. ;)

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08/06/2022, 12:30
Vanwa

¿Qué podía contar él de los caídos? El ambiente espeso y triste no era del agrado del elfo, acostumbrado a la risa. Toda aquella gravedad abatía a Vanwa. ¿Y qué podía contar él de aquellos desconocidos? ¿Acaso decir que Merovech había atravesado a dos orcos con su lanza sería consuelo para sus seres queridos? ¿Acaso decir que habían sido necesarias muchas flechas negras para abatirlos ayudaría a que se sintieran mejor? ¿Qué esperaban aquellos hombres que pudieran decir ellos? Los mortales eran enigmáticos y extraños.

Suspiró y cantó. Una canción vieja como el mundo.

Adiós dulce tierra y cielo del norte,
benditos para siempre, pues aquí yació
y aquí corrió con miembros ligeros
bajo la Luna, bajo el Sol,
Lúthien Tinúviel,
tan bella que ninguna lengua mortal
puede decirlo.
Aunque cayese en ruinas todo el mundo,
y se deshiciera, arrojado de vuelta,
desvanecido en el viejo abismo,
aun así fue bueno que se hiciese
—el crepúsculo, el alba, la tierra, el mar—
para que Lúthien fuera por un tiempo

Y con su voz suave, fue cantando, como un arrullo, para alejar toda aquella tristeza, de la misma manera que la corriente del rio arrastra las aguas estancadas.

- Tiradas (1)
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08/06/2022, 16:50
Welf Ramaverde

     Welf hizo dos intentos de levantarse y hablar y las dos veces volvió a bajar la mirada y la cabeza. Un nuevo intento de hacerse notar en su incansable búsqueda de unión de los pueblos del Anduin y un nuevo fracaso sin ni siquiera intentarlo porque realmente se sentía incapaz, no sabía qué decir ni cómo y entonces sonó la dulce voz de Vanwa y entendió que le quedaba demasiado que aprender y que probablemente una vida humana no fuera suficiente.Se dejó arrastrar por la melodía y la letra llenando su cabeza de imágenes de hermosos tiempos pasados.

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08/06/2022, 17:46
Baldbrand

El joven Baldbrand permaneció en el más absoluto respeto durante la ceremonia. No era para menos, puesto que ambos hombres se habían hecho un lugar y un nombre entre los suyos. Su pérdida era algo triste.

Cuando llegó la hora de ensalzar a los caídos, Baldbrand apoyó todos y cada uno de los elogios, pero añadió mucho más, ni siquiera cuando el resto lo esperaba. Ni era hombre de palabras, ni tenía una relación estrecha con los finados.

El canto de Vanwa rompió el ambiente un poco, haciendo que la pesadumbre fuera más liviana. Baldbrand miró con el ceño fruncido al elfo. No sabía si aquello había sido adecuado o no. Igual el elfo no comprendía la solemne tristeza que debía envolver el momento y quiso levantar el ánimo de todos... al menos eso quiso pensar. 

No pudo evitar lanzar una mirada algo preocupada a Beorn. Esperaba que entendiera aquel canto inspirador como él mismo lo había entendido.

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08/06/2022, 20:21
Miriel

Cuando el último verso de Vanwa moría se oyó los golpes de la mano de Miriel sobre la mesa. Lentos. Pesados. Contundentes. Rítmicos. Su voz comenzó con un tono suave, apenas más que un murmullo, que pronto creció con una resonancia interna inesperada en un cuerpo menudo como el de la elfa, salvo para aquellos que ya la habían oído cantar. Incluso para sus compañeros que ya la habían escuchado esta vez había algo diferente. No era solo la solemnidad de la letra, la atmosfera que creaba pesada y que elevaba el espíritu a la vez, era algo más, era el peso de la muerte unido a la liviandad de la esperanza del regreso de los espíritus caídos para ayudar a su pueblo en su más triste hora. Una letra que ensalzaba la ferocidad y bravura de los guerreros caídos frente a un enemigo mucho más numeroso. Unos guerreros que aún en esas condiciones habían sido capaces de atravesar a dos orcos con la misma lanza.

Era una canción antigua, animal, una mezcla que rara vez se escuchaba en el repertorio de los elfos y que en algún momento haría que alguien se preguntara dónde una elfa había aprendido una melodía así, pero muy del gusto del pueblo de beorn que respetaban su lado más instintivo. 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Los dados una vez más me tratan bien y mantienen la tradición de Miriel Diva de la Tierra Media.

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13/06/2022, 04:09
Ainar, hijo de Ai

Ainar se mantuvo en silencio. No había sido muy bien recibido en un principio, así que no se quería arriesgar a meter la pata. Además, ¡ni conocía a esos hombres! Prefirió disfrutar de la música, la bebida y la comida. Eso sí pudo hacer...

Notas de juego

¡Disculpen la demora!

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13/06/2022, 22:15
Director

El respeto mostrado por el grupo hacia los caídos fue del agrado de los beórnidas, que sintieron que su dolor y su pérdida era compartida incluso por aquellos extranjeros que habían llegado con Baldbrand. La canción de Vanwa les dejó sumidos en un silencio que no fue triste, sino tan calmado como esperanzador. La dulce voz del elfo con sus bellas palabras lograron apaciguar los corazones de los dolientes amigos de Merovech y Odo. A pesar de la preocupación del joven Baldbrand, Beorn entendió perfectamente la canción de Vanwa y se mostró complacido. Entonces, mientras la voz arrulladora de Vanwa se desvanecía lentamente, Miriel comenzó a golpear rítmicamente la mesa y su voz surgió tan inesperada como bella. Los beórnidas se animaron a seguir el ritmo golpeando sus pechos o piernas, o el suelo con sus pies mientras la elfa cantaba. 

Tras finalizar los últimos versos de la canción de la elfa, los beórnidas miraron con renovado respeto al grupo. No solo habían traído de vuelta los cuerpos de sus amigos, sino que además los respetaban y les honraban con canciones propias. Tal vez las culturas fueran distintas, pero el sentimiento que ambos pusieron al cantar era un lenguaje universal que no necesitaba de más explicaciones. A pesar de que Baldbrand conocía al grupo de pocos días atrás, los beórnidas allí reunidos los consideraban amigos suyos, y la buena impresión que habían dado en aquel momento hizo que Baldbrand gozara de una mejor reputación entre los suyos por rodearse de gentes tan peculiares y de gran corazón. 

El resto del funeral continuó según las tradiciones de los beórnidas, alternando momentos más tristes y emotivos y otros en los que se recordaban anécdotas graciosas que habían protagonizado los dos homenajeados. Al finalizar la noche se sirvió hidromiel y cerveza y muchos fueron los que bebieron para olvidar su dolor. Beorn les permitió, esta vez sí, quedarse a dormir en sus estancias. Y así concluyó el primer día del funeral de Merovech el Poderoso y Odo el Joven.

Notas de juego

2º punto de avance en Costumbres para Vanwa y primero para Miriel. Y lográis que Baldbrand gane 1 punto de estatus entre su gente. 

Cambiamos de escena a: La persecución.