Partida Rol por web

Fratricidios y malas nuevas

Capítulo 4: Luchas fratricidas

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15/07/2022, 06:01
Director

La cena que les prepararon fue digna de reyes. Un venado que se asaba lentamente sobre la hoguera les hizo abrir el apetito en cuanto sus fosas nasales se llenaron del olor que desprendía, lo sirvieron acompañado con abundante guarnición. Levantaron suficiente interés entre los habitantes de Vado de Piedra como para que les acosasen a preguntas sobre sus respectivos orígenes y sobre qué habían logrado hacer para recibir el favor de Beorn. Las noticias sobre la muerte de Merovech y Odo entristecieron a todos, y la desaparición de Odorico preocupó a los lugareños, que se dirigieron miradas inquietas. Charlando con los lugareños durante el banquete pudieron obtener alguna información sobre el fugitivo. Ava les contó buena parte de lo que escucharon aquella noche, pero su información era más concreta, mientras que otros lugareños aportaron rumores y opiniones personales, más difícil de verificar que lo que les contaba Ava. 

La familia de Odorico había resultado muerta cuando él era niño. Desde entonces se había mostrado muy extraño y nunca dejó de practicar la lucha desde ese día. Odorico fue criado por un viejo guerrero llamado Helmgut, padre de Brunilda. Helmgut trataba a Odorico como a un hijo, aunque las malas voces decían que nunca le gustó, que solo le crio para honrar al difunto padre de Odorico. Helmgut era el mejor guerrero del poblado, y entrenaba a Odorico para seguir sus pasos. Odorico y Brunilda eran como hermanos, él apreciaba mucho a la hija de Helmgut, hasta el punto en que llegó a obsesionarse con ella y la seguía por todo el poblado. Se decía que haría cualquier cosa para protegerla. Algunos lugareños afirmaron con rotundidad que si Odorico hubiera regresado a Vado de Piedra, ella lo sabría, pues así de unidos estaban.

Unos pocos años atrás. Un joven llamado Rathfic bajó de las montañas para asentarse en Vado de Piedra y se convirtió en el Primer Guerrero del poblado. En cuando Rathfic llegó a vivir a la aldea, Odorico tuvo celos de él, cosa que fue a peor cuando, como Primer Guerrero, se le prometió a Brunilda. De hecho algunos aseguraban que Rathfic se encaprichó de Brunilda y se la compró a su padre. Algo que fue bien aceptado por Helmgut, que quería tenerlo como yerno. Rathfic era un gran guerrero y un hombre de honor. Sin embargo, eso no le impedía tener sombras: Rathfic a menudo era cruel. Solo se ocupaba de sí mismo y trataba a su mujer como una criada. Odorico lo odiaba, algunos lugareños creían que era porque ocupó el puesto de éste en el corazón de Helmgut mientras que otros pensaban que era porque se casó con Brunilda, aunque puede que ambos tuvieran parte de razón. Una noche, Odorico y Rathfic lucharon, y Odorico mató a Rathfic. Algunos creían que Odorico lo había hecho colándose en la casa de Rathfic y matándolo mientras dormía, y otros afirmaban que Rathfic descubrió a Odorico en la cama con Brunilda. Aunque también había quien manejaba otras versiones, que Odorico estaba espiando a Rathfic y éste le descubrió, o que Odorico se introdujo violentamente en la casa de Rathfic y le desafió a un combate. Había versiones diferentes sobre el suceso, y nadie llegaba a un acuerdo para acoger una como definitiva. 

El caso fue que después de matar a Rathfic, Odorico se entregó a su padre adoptivo Helmgut y éste le envió a la Carroca entregándoselo a Merovech. Odorico podría haberse abierto paso luchando hasta las afueras del pueblo y huir, pero no pudo enfrentarse a su padre, aunque otros decían que en verdad había sido Brunilda quien le pidió que se entregara. 

Les informaron también que Helmgut y Brunilda no habían acudido a la fiesta en honor a los visitantes. El primero no había vuelto a ser el mismo desde el suceso y se pasaba el día sentado en su cabaña en compañía única de un odre de vino, mientras que la segunda había tomado un papel de viuda doliente y todavía guardaba luto, por lo cual, acudir a una celebración no era apropiado. 

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15/07/2022, 08:40
Vanwa

Antes de ir al banquete no pudo evitar que lo venciera la curiosidad, y menos si hasta el propio Ainar parecía también cotillear con las piedras. Iba a conseguir convertir al tosco enano en una persona simpática.

La verdad es que le interesaba más hablar con las piedras que con los humanos en este caso. Las piedras eran mucho más sinceras. De habla lenta y a veces desesperante, por entrar en bucles infinitos, pero sinceras. Estuvo un buen rato discutiendo con ellas, mientras Miriel revisaba la casa, pero poco pudieron decirle. para aquellas piedras, que habían vivido miles de años, lo sucedido una noche no era más que un parpadeo, por muy violento que fuera. Al hablar con ellas de violencia, le hablaron de cuando fueron talladas para ser apiladas de forma tan desconsiderada. Para ellas aquella era la afrenta, explicada entre muchos "rumrum" y muchos rodeos estériles. Que un mortal matara a otro no parecía haber marcado mucho a aquellas piedras. Parecían dolidas por el trabajo de mampostería hecho con ellas. Y el rencor de una piedra puede durar muchos siglos. Así que Vanwa decidió abandonar aquella conversación con piedras resentidas y le dedicó una sonrisa a Ainar.

- Al parecer no tienen muchas ganas de hablar. O muy poco tienen que contar. Si hubieran sido talladas por las manos de vuestro pueblo seguramente estarían más contentas... Sin querer desmerecer vuestra hospitalidad, señor Baldbrand.- Añadió, volviéndose al para no ofender al irascible beórnida.- Pero no parecen muy contentas con su situación actual, que opinan que es peor que la anterior que tenían. Y el enfado de una piedra es terriblemente obstinado.

 

En el banquete disfrutó como un niño. Hablaba con todos, repartía sonrisas y canciones. Chistes y divertidas historias de sus aventuras pasadas*. Vanwa despreciaba la solemnidad de las cortes de los pueblos libres. Le gsutaba reirse de todo y de todos, y aunque eso le huviera causado problemas en el pasado y se los crearía en el futuro, le daba igual.

 

Cuando hubieron reunido la información de los lugareños se sintió aún más lleno de contradicciones. Odorico parecía un muchacho tocado por el infortunio a lo largo de toda su vida.

- Deberíamos ir a hablar con los ausentes en esta fiesta...- Comentó el elfo al resto del grupo.- Quizás ir todos puede parecer amenazante, pero por otra parte, a alguien se le puede ocurrir algo que el resto pase por alto...

- Tiradas (1)

Notas de juego

* uso mi rasgo de juglarías para que la gente se relaje y se lo pase bien.

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17/07/2022, 19:35
Welf Ramaverde

     El Hombre del Bosque intentó integrarse con la gente del Vado. Conocía alguna de las canciones que cantaban aunque cambiaban algunos detalles, también le sonaban algunas de las historias que contaban entre risas pero las había oído en su hogar hace mucho con otros protagonistas. Después de todo no había tanta distancia entre estos pueblos y sería fácil que muchas de las cosas que se contaban hubieran sucedido incluso en algún punto intermedio de unos y otros.

 

     En su cabeza la historia de Odorico se había situado en un plano donde él no era un ser malvado, no sabía porqué pero algo en su forma de actuar reflejaba cierta nobleza y sin conocer los detalles era fácil caer en la tentación de limitar todo a blancos y negros cuando por propia experiencia sabía que, especialmente los humanos, vivían continuamente en una escala amplia de grises. El hecho innegable es que había matado a un hombre. Bueno, no iba a ser ni el primero ni en último en morir en el Anduin a manos de sus semejantes y no siempre por motivos equivocados. La violencia en una comunidad tan pequeña siempre es una horrible noticia, la suerte había sido que Rathfic no tuviera más familia que la viuda y que Odorico tampoco tuviera familia. Las deudas de sangre podrían haber acabado para siempre con el poblado.

 

     Le comentó sus dudas y pensamientos a Miriel durante la cena, ella le llevaba muchas vidas de ventaja y aunque a veces no entendiera la pasión que animaba el corazón de los hombres si sabía del comportamiento que los había llevado a grandes proezas y grandes males.

 

     Intentó acercarse a alguno de los comensales para conocer un poco más de la figura de Rathfic, creía que sería más fácil hablar del fallecido que del huido. 

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18/07/2022, 13:42
Director

Tras la fiesta, lograron compilar una gran cantidad de relatos y rumores sobre la relación entre Odorico y Rathfic y los antecedentes que podrían haber desencadenado todo, pero sobre el suceso más crítico e importante, el asesinato, no lograron obtener ninguna información que resultara completamente verídica, solo rumores y suposiciones. Ninguno de los presentes había sido testigo de lo ocurrido, y los únicos que podrían saber algo del asunto, o estar implicados de algún modo, no estaban presentes en la bienvenida. La sugerencia de Vanwa de ir a hablar con Helmgut y Brunilda era la mejor opción para poder obtener información realmente relevante. En el caso de Helmgut, era posible que éste hubiera escuchado las confesiones de Odorico tras el crimen, y Brunilda pudo haber sido una testigo más directa de lo ocurrido, posiblemente habiendo estado presente en el momento del fatídico suceso. 

La casa de Helmgut no estaba muy lejos de donde se celebró la fiesta, y cuando pasaron junto a ella pudieron verlo sentado en el exterior con un odre de vino en la mano y la vista perdida en los juncos entrelazados del techo. Desde lejos, el grupo pudo advertir que Helmgut estaba borracho y que junto a él, apoyado en la silla, descansaba una gran hacha.

Notas de juego

Si deseáis interrogar a Helmgut se trata de un Encuentro. La tolerancia es Valor+1 por Baldbrand, es decir, 3. 

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18/07/2022, 15:16
Baldbrand

A Baldbrand pareció extrañarle mucho que pusieran venado en la celebración.

¿Acaso no eran seguidores de Beorn? Negó con la cabeza y se recordó que no todos asimilaban de la misma forma las palabras del viejo oso. En el pasado había sido el primero en lanzarse contra un plato como aquel, pero conocer a Beorn y sus enseñanzas le había cambiado. Para él, era un ejemplo a seguir en todos los aspectos.

Estuvo a punto de echarselo en cara a los presentes, pero simplemente negó con un gesto y siguió comiendo el resto de viandas que le ofrecían, sobretodo las que fueran nuevas y no fueran en contra de sus creencias.

Viendo que Vanwa y el resto se desenvolvían bien con sus vecinos de Vado de Piedra, Baldbrand decidió desconectar un poco al ver un par de críos que lo miraban con una mezcla de curiosidad y suspicacia. Recordándole a sus propios hermanos o sobrinos, el enorme beórnida empezó una guerra de bromas y chanzas a las que se unieron otros pequeños de la aldea.

En aquellos momentos, el fuerte y malhumorado beórnida parecía ser una persona completamente diferente. Generoso en humor e incluso en enseñanzas a los más pequeños, repitiendo algunos de los preceptos de Beorn de forma concisa aunque carente de narrativa, eso si.

 

La cena llegó a su fin y el grupo decidió ir a ver a Helmgut para preguntarle por lo sucedido. Algo le decía que el viejo no iba a hablarles de buenos modos, menos cuando descubrieron que estaba borracho. Si los rumores que habían oído eran ciertos, era posible que el hombre estuviera embargado por muchos sentimientos oscuros: vergüenza, tristeza por la pérdida, rabia, venganza... El joven se quedó un momento mirándole a él y observando los alrededores.

Volvió a mirar a sus compañeros.

-Creo que igual se mostrará más abierto conmigo... y si algo pasa, es mejor que yo esté delante para detenerle. -comentó como si su tamaño y corpulencia fueran argumento suficiente para ir delante en caso de que las cosas se complicaran. Miró especialmente al elfo y añadió: No creo que el estado de este hombre esté para florituras... Seguramente la honestidad y nuestra simpatía sea lo mejor.

Finalmente se acercó por delante del grupo y alzó la voz abriendo las manos ostensiblemente para que el viejo viera que no tenía malas intenciones hacia él.

-Saludos noble Helmgut. Soy Baldbrand, hijo de Randmar. Ojalá estuviera aqui por cuestiones menos oscuras, pero he sido enviado por Beorn junto a mis compañeros para ocuparme del insidioso asunto de Odorico, que aún no ha terminado. -hizo una breve pausa y a continuación realizó un gesto hacia el grupo- Ellos son los señores elfos, Miriel y Vanwa, el señor enano Ainar, hijo de Ai y el respetado Welf Ramaverde, de los Hombres del Bosque. Todos ellos son gente de bien y necesita, como yo, de vuestra ayuda para llevar a cabo nuestro juramento.

El tono del joven estaba algo alejado del más pasional y quizá algo malhumorado que mostró a la entrada de Vado de Piedra. Buscaba un entendimiento con el viejo borracho, pero también había cierta autoridad que había ido asimilando con su entrada en el pueblo... la autoridad que le había dado su misión y juramento a Beorn.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Creo que mi tirada de Perspicacia generaba uno o dos dados. En cualquier caso, para empezar con buen pie, he preferido usar un dado por el estado en el que se encuentra el hombre... que un beórnida borracho y enfadado podría ser un verdadero problema y en cierto modo Baldbrand siente algo de lástima por lo sucedido.

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19/07/2022, 09:13
Vanwa

Vanwa acompañó a Baldbrand tras asentir a su propuesta. Era el menos interesado en despertar las iras de un beórnida viejo, borracho y resentido.

Apenas cabeceó cuando Baldbrand lo presentó, nuevamente impresionado por la fuerte presencia de su nuevo compañero. No le interesaba mucho hablar con el padre amargado.

De hecho, buscó con la vista a Brunilda. ¿estaría espiando desde dentro de la casa? Era su padre el custodio de su hija? ¿Habría huído ya, avisada por su amante? Le encantaban las historias de amor humanas. Tan intensas como sus cortas vidas. La pasión humana le desconcertaba.

Era con ella con quien más deseaba hablar. Si alguien sabía la verdad era ella. O como mínimo tendría una bonita historia por contar. Empezaba a pensar que podía salir de ahí una canción interesante. El Lamento de Brunilda y Odorico.

- Oh! Calla, Vanwa. No puedes poner el título antes de conocer la historia, por favor!- Pensó, azorado.

 

 

- Tiradas (2)
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19/07/2022, 12:34
Ainar, hijo de Ai

Ainar no era bueno con las conversaciones. Su abuelo, con quien más tiempo había pasado en su vida, no era precisamente del tipo hablador. Por eso mismo es que atesoraba sus frases como si del mismísimo tesoro de Smaug se tratara. Pero sí era bueno juzgando a las personas. Eso le había granjeado más de una y más de dos peleas.

Por lo que simplemente se mantuvo observador, con el hacha apoyada en el suelo, pero listo para actuar si llegara a ser necesario. Los borrachos no eran personas de fiar en cuanto a tranquilidad se trataba, aunque un poco más en cuanto a la verdad.

Minutos antes, le había dicho a Munin que revoloteara por la zona y le avisara si notaba algo extraño, como otro humano rondando en las inmediaciones, o alguno escabulléndose en la oscuridad.

Notas de juego

Invoco el Rasgo Suspicaz para la tirada de Perspicacia. Entiendo que sería sólo 1 dado extra, más que suficiente como aporte de Ainar jaja

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19/07/2022, 20:50
Welf Ramaverde

El Hombre del Bosque se mantuvo a prudente distancia. Cuando vió como Baldbrand le presentaba hizo un leve asentimiento con la cabeza y retrocedió unos pasos. Dudaba mucho que la presencia de tanto extraño (y tan variado se dió cuenta) fuera del agrado de uno de estos hombres que solían preferir la soledad.

Por lo que habían contado se había ocupado no del todo convencido de la educación de Odorico y ahora no sabía si sentiría la culpa de no haberlo hecho bien viendo el resultado o el arrepentimiento de haber dado cobijo a alguien asi...o quizá, pensó Welf para si mismo, había aún algo por descubrir en esta historia y Odorico realmente hubiera hecho algo que su propio tutor no se había atrevido a hacer y ahora ahogaba su vergüenza en alcohol.

Por esto Welf disfrutaba de haber salido de su comunidad, no tenía tanto que pensar y había suficiente mundo por descubrir y mal que enmendar sin estar rumiando las propias culpas.

Notas de juego

Welf le hace señas a todos para que den espacio y que sólo Baldbrand sea quien se acerque.

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20/07/2022, 00:05
Miriel

Miriel había disfrutado del venado (¡al fin algo de carne! – adoraba los platos de Vanwa, pero no por ello echaba menos de menos la carne en sus viajes) y de la fiesta, de la compañía de humanos tan sencillos y pasionales como los beornidas. Había compartido canciones con ellos, enseñando parte de las que ella conocía y aprendiendo otras nuevas. No importaba cuantos años viviera, siempre podía aprender canciones nuevas de los hombres. Como extra descubrieron más detalles sobre la vida de Odorico. Una vida con claros y oscuros, como todas las vidas de los hombres. No era una en la que parecieran predominar la oscuridad. Los sentimientos que les narraban eran concebibles. Aún debían conocer más versiones, aunque fuera Beorn quien lo juzgara al final.

 

Se detuvo unos pasos por detrás haciendo caso de las señas de Welf. Era prudente que solo Baldbrand se acercara a él, al menos de momento. Helmgut estaba borracho y su hacha descansaba cerca. Aquella era una mala combinación. Debían andarse con mucho tiento o aquel encuentro podría acabar con algo peor que palabras airadas.

Se mantuvo a la espera, observando alrededor, fijándose en el lenguaje del cuerpo de Helmgut, en lo que podía atisbar de su porche y del interior de la cabaña por las ventanas. Podría haber indicios que les pudieran guiar sobre como abordar la conversación con él sin levantar su ira.

Notas de juego

Invoco Buena Vista para pasar la tirada inicial de Perspicacia y sumar un dado extra al pool.

Pool total adicional: 3 (2 Baldbrand, 1 Ainar, 1 Miriel , -1 Baldbrand) – Corregidlo si no es correcto.

 

Invoco Buena Vista para pasar una tirada de Alerta/Perspicacia/Buscar/Guerrear para estudiar el comportamiento, lenguaje corporal, entorno de Helmgut para evaluar como proceder mejor. Si es redundante con la tirada de Perspicacia inicial, no hago nada más este turno de momento. Voy a esperar un poco para ver si puedo intervenir con Impresionar/Cantar/Persuadir en algún momento posterior.

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20/07/2022, 16:45
Helmgut

La casa parecía vacía. Desde fuera podían vislumbrar un ápice del desorden que reinaba dentro, donde la vida de Helmgut parecía desmoronarse desde el crimen de Odorico. No parecía que nadie viviera con él últimamente, ni siquiera Brunilda. Era tradición entre los beórnidas que cuando una joven se casaba con alguien, se trasladaba a vivir a su casa, en la cual permanecería incluso tras enviudar. Si a Rathfic le habían otorgado una casa al llegar a Vado de Piedra, algo que seguramente sería así por su cargo como Primer Guerrero, entonces era de suponer que Brunilda estaría allí. 

Sobre Helmgut, poco se podría entrever de un hombre ahogado por la pena y el alcohol. Aunque al parecer la decisión de Baldbrand de tomar la iniciativa y presentar al grupo fue adecuada. Especialmente con aquella voz fuerte y vibrante de la que hacía gala. Sospecharon que introducirse de otra manera, con mayores cortesías y palabras engalanadas no hubieran servido. Como Baldbrand le dijo acertadamente a Vanwa: el estado de Helmgut no estaba para florituras. Baldbrand había logrado captar su atención. Cuando habló con su voz fuerte, el anciano se llevó la mano al mango del hacha sobresaltado, pero al ver al beórnida nombrando a Beorn y yendo directamente al grano del asunto que les traía a su cabaña hizo que se relajara y volviera a colocar la mano sobre la botella de su regazo, antes de llevarla a la boca para dar un buen trago. 

Saludos, Baldbrand y su extensa compañía —dijo el anciano con voz rasgada por el alcohol—. Me encantaría ayudaros pero no sé que más puedo hacer. Merovech se llevó a Odorico para que lo juzgaran en la Carroca por lo que hizo. Su suerte está echada. 

Sospechaban que si querían que Helmgut les contara algo sobre lo ocurrido en la trágica noche, tendrían que persuadirlo de alguna manera para ello, pues tal vez no quisiera contar lo que su hijo adoptivo hubiera hecho. O tal vez podrían mejorar su alicaído ánimo de alguna manera, pues apenas les miró con sus deprimidos ojos regresó su interés a la botella. 

Notas de juego

Hiciste bien en usar el dado extra, Baldbrand. La dificultad de esa tirada de Impresionar era 16. 

Puntos de Comunidad: 2.
Dados extra: 3.

Éxitos: 2
Fallos: 0
Tolerancia: 3

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20/07/2022, 21:52
Miriel

Entendía el dolor de Helmgut. Era el dolor por haber perdido a un hijo, el dolor de un padre cuyo hijo lo ha deshonrado y ha olvidado el amor que sentía por él.

Suave, dejando que la canción simplemente se elevara lo justo por encima del silencio que se había creado, Miriel cantó una breve tonada que hablaba de los tiempos en que la tierra era joven, en que la Sombra era algo lejano y ajeno a la vida diaria de los elfos. Era una tonada que hablaba del júbilo de la sencillez de ver a los niños jugando y de como crecen, pero sobre todo del amor incondicional de sus padres que es su ancla para mantenerlos en el buen camino, un amor capaz de perdonarlos para redimirlos y que lleguen a ser tan perfectos como lo son a los ojos de sus padres.

Poco a poco la canción fue desvaneciéndose, con un poco de suerte lo haría después de reavivar el amor de Helmgut por Odorico y reblandecer su corazón.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Bendito dado extra con ese 6 :) Y mi segundo avance en Costumbres, espero :D

Si hiciera falta a pesar del 19 gasto 1 PC o de Esperanza.

 

Dados extra: 2

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22/07/2022, 14:51
Baldbrand

De nuevo, la voz de la dama Miriel resonó en el entorno. Era imposible no emocionarse con ella. El joven Baldbrand a veces llegaba a pensar que aquellas canciones eran una especie de encantamiento. Con su longevidad, estaba claro que aquella raza sabía numerosos secretos que los hombres sólo podían sospechar.

Una vez acabó la canción, observó al viejo Helmgut y su reacción y luego intentó convencerle desde su sinceridad.

-Tenéis razón. Odorico fue llevado en barca a la Carraca por el Anduin. El problema es que por el camino fueron atacados por orcos. Merovech y Odo murieron y Odorico aprovechó la ocasión para escabullirse robando el dinero de Merovech y su espada. -hizo una pausa- Mis compañeros y yo fuimos los que encontramos la escena y llevamos los cuerpos al gran Beorn. Tras dar caza a lo que quedaba de los orcos nos encomendó seguir su rastro y... bueno, por eso estamos aqui. Odorico ha regresado. No sólo sus huellas le delatan. Geral, un anciano que vive a poco de aqui le dio cobijo.

Había explicado todo despacio, intentando que la mente del hombre lo entendiera.

-Por eso necesitamos su ayuda noble Helmgut. Odorico ha regresado. Todo lo que nos pueda decir de lo sucedido o de él mismo nos podría ayudar a encontrarlo. Se que no es grato, pero es todo lo que necesitamos. Hemos de acabar lo que Merovech y Odo no pudieron hacer por esos viles orcos. -terminó de decir siendo en todo momento honesto y veraz.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Gasto punto de Esperanza propio... que fallar por 1 es una kaka de la vaka que no me salga.

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22/07/2022, 15:09
Ainar, hijo de Ai

Ainar no solía meterse en las conversaciones, pero luego del bálsamo de melodía que Miriel había hecho y la frontalidad de Balbrand, se envalentonó para preguntar, dando un paso al frente, poniéndose junto a Balbrand:

-Queremos saber lo que realmente sucedió, porque hay muchos rumores dando vueltas como remolinos en el agua, pero perdemos el sonido del río. No estamos para juzgar a alguien, si no para cumplir con las órdenes de Beorn y compartirle lo que encontremos- dijo el enano sorprendido por sus propias palabras, ya que de nuevo quería transmitirle esperanza al viejo y hasta había usado una imagen que bien podría haber sido Vanwa arrodillado en la orilla.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Uso un dado extra, que me entraron ganas de hablar jajjaja Edit: ¡Y bien con el resultado! :D

Dados extra: 1

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22/07/2022, 19:53
Helmgut

El anciano permaneció en silencio mientras la voz de Miriel se elevaba sobre el arrullo de las aguas del río acariciando sus oídos y meciéndose con armonía con la suave brisa nocturna. Fueron versos conmovedores que llegaron a tocar la fibra más sensible del anciano hasta el punto de que una lágrima se escurrió por su mejilla recordando los tiempos en que Odorico era un niño feliz que jugaba con los demás chavales de Vado de Piedra. Tal vez pensando en sus errores y aciertos como padre, lo que había configurado la vida adulta de Odorico. Las palabras de Baldbrand le sacaron de ese letargo, pero fue difícil determinar si las tomaba con pena, si simplemente las aceptaba o si estaban perturbándole de algún modo. Si ya es difícil aceptar que tu hijo es un asesino, que además de eso sea un ladrón y un fugitivo a la justicia que merece era algo casi imposible de asumir para un padre. Pero Ainar pareció hablar con certeza. 

Os diré lo que pasó, maese enano —dijo volviéndose hacia Ainar—. Escuché gritar a mi hija. La cabaña en la que vive es aquella de allí, la que tiene el escudo de Rathfic en la puerta. De inmediato fui a investigar qué sucedía y encontré a Odorico ante el cadáver de Rathfic y de inmediato supuse que le había matado por celos —el hombre negó pesaroso con la cabeza—. No pude contenerme, le quite la daga de las manos y le pegue. Con ese acto estaba trayendo la desgracia a nuestra familia. Odorico —su voz era ahora un sollozo—, siempre fue un joven difícil, dominado por la ira, y aunque traté educarlo correctamente, fallé. Su pecado es mi deshonra como padre. Ahora mi yerno está muerto, mi hijo adoptivo es un asesino y mi hija se niega a hablar conmigo. ¿Cómo puede un hombre vivir con eso? 

Era evidente que no esperaba contestación a aquella última pregunta. Helmgut se puso en pie secándose las lágrimas con el dorso de la mano. Tomó el hacha para, tambaleante por el alcohol, dirigirse al interior de su casa arrastrando el arma por el suelo de madera del porche. Cuando tenía la puerta entreabierta se detuvo y volvió su cabeza de nuevo hacia Ainar. 

Espero que eso ayude con sus remolinos, señor enano —y dicho aquello entró en la casa y cerró la puerta de su casa dejándoles solos en el porche. 

Notas de juego

Baldbrand, ¿cómo tiraste 2 dados? Tienes 0 en persuadir y de los dados extra solo se puede usar 1 por tirada. 

2º punto de avance para Miriel en costumbres y para Ainar en Personalidad.

Fin del encuentro. 

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25/07/2022, 11:45
Vanwa

Vanwa suspiró. Tanto por la bella canción de Miriel como por la narración del viejo borracho. Observó a aquel despojo humano arrastrase hasta dentro de su casa. Como un caracol que se oculta dentro de su cáscara. Allí donde nadie puede cuestionar tus argumentos ni tus suposiciones.

- Vamos... Que ha hablado de suposiciones. El hecho cierto es que Odorico mató a Rathfic. Y alguien que huye nunca da una buena impresión... Supongo que lo mejor es ir a hablar con Brunilda. Quizás tampoco será una opinión muy objetiva, pero por lo menos espero que nos de una imagen de Odorico más amable...- En el corazón de Vnawa se había ido generando una imagen de Odorico como alguien triste e incomprendido. Se iba a llevar un chasco si no era así, pero aún tenía esperanzas en sacar una buena historia de todo aquello.

Observó al resto del grupo, como buscando la confirmación a su propuesta, aún dádnole vueltas a la preciosa canción de Miriel y a Ainar hablando con cierta poesía sobre remolinos. Desde luego que al final iba a hacer de Ainar alguien sensato.

 

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25/07/2022, 23:38
Baldbrand

El Beórnida acabó por asentir de forma solemne al anciano y se golpeó el pecho en señal de agradecimiento.

Viéndole con aquel decaimiento de espíritu, le inspiró lástima... y también rabia. No pudo evitar gruñir, una vez el viejo hubo desaparecido en la oscuridad de su casa.

-Eso espero. -añadió contestando al señor elfo- Porque la imagen que me queda ahora mismo es de un hijo desagradecido e innoble. -terminó de sentenciar casi con asco. Parecía difícil que la imagen de Odorico fuera a cambiar a ojos del joven Baldbrand.

Resopló y se preparó para seguir a sus compañeros a la casa de Brunilda.

Notas de juego

Pues eso, que por mi seguimos a casa de Brunilda.

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26/07/2022, 04:28
Director

Con sentimientos encontrados con respecto a Odorico, por las piezas de información que habían recibido, se encaminaron a la casa de Rathfic y que ahora habitaba la jovencísima viuda Brunilda con la esperanza de completar la imagen que se estaban creando sobre el fugitivo y terminar de encajar todas las piezas del puzle. ¿Sería Odorico un desagradecido hijo, asesino y ladrón o sería más bien una víctima de las circunstancias que le habían llevado por un camino terriblemente horrible? Esperaban que Brunilda pudiera arrojar algo de luz a este respecto, y también algo de información sobre su paradero. Como les había dicho Ava, si Odorico había regresado a Vado de Piedra, Brunilda tendría que saber algo. 

Lo poco que sabían de Brunilda era lo que les habían dicho el resto de lugareños durante la cena. Desde la muerte de su marido y la detención de su hermano adoptivo, Brunilda había atendido sus deberes como viuda doliente llevando flores frescas a la tumba de Rathfic, encendiendo velas por la noche para guiar su alma a cualquier Destino que le esperara a la humanidad tras la muerte, y otras tareas propias de su actual estado. La opinión de quienes la conocían bien era que se había vuelto más fría y quebradiza, como una mujer de hielo.

Cuando llamaron a su puerta se encontraron a una mujer cortés pero de mirada gélida que los examinó con detenimiento antes de preguntarles quiénes eran y qué querían de ella en aquella tranquila noche. Vestía todavía guardando el luto según las tradiciones de su pueblo, con el pelo recogido y vestida en negro. Tenía el pelo castaño como el de su padre, la cara repleta de pecas y los ojos verdes claros se le habían enrojecido por la congoja y las largas horas de lágrimas y lamentos. 

Notas de juego

Nuevo Encuentro. La tolerancia es Sabiduría, es decir 2. 

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26/07/2022, 10:31
Ainar, hijo de Ai

-Siempre tiene que haber alguna razón para vivir- dijo el enano acercándose a la cabaña lo suficiente como para asegurarse de que el viejo lo escuchara pero que no se enterara todo el pueblo -Especialmente para un guerrero experimentado como usted. Siempre hay una lucha más. No se suelta el hacha antes de tiempo...- y se unió a los demás.

-De algo sirvió escucharte tantas veces- dijo con una leve sonrisa, melancólica y pensativa.

Para el enano había sido una gran victoria. No tanto por lo que les había contado el viejo, sino por haber hablado tan elocuente, y sentidamente. Era raro para él. Estaba más acostumbrado al silencio, o incluso a hablar de cuestiones más prácticas y concretas, a comparación de hablar de sentimientos, versiones y hasta cantos. No se le daba bien esa parte, pero pudo encontrarle cierto sabor que antes no.

Pero que el viejo estuviera tan oscuro, tan perdido, lo desconcertó. Es verdad, no tenía hijos, no sabía qué era perder uno por su propia mano además, pero lo confundía. ¿Tan rápido había supuesto que era el culpable? ¿Había otra opción plausible?

En el camino hacia la cabaña de Brunilda, Ainar seguía en sus cavilaciones. Tan extraño se lo vio que Munin le picoteó el cuello y lo miraba de costado. Ya con las mujeres era otra cuestión, no se arriesgaría a meter la pata, por lo que se mantuvo aún más al margen.

-¿Dónde suelen tener las tumbas?- le susurró al joven beórnida -Por si me llego a la de Rathfic-

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26/07/2022, 19:07
Welf Ramaverde

Esta vez Welf no esperó a ser presentado, se dirigió directamente a la mujer expresando con toda la sinceridad de la que siempre había hecho gala (rasgo Sincero) Siento vuestras pérdidas. Sabía que el plural quizá no fuera todo lo adecuado que debería ser... pero estaba convencido en que los actos de Odorico tenían alguna explicación y para esta mujer perder a la vez a un amigo y su marido no tuvo que ser fácil.

 

Después se apartó para dejar que los demás dieran también el pésame o se acercaran a hablar.

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27/07/2022, 10:02
Vanwa

Oh... Una doncella triste. Era ideal para una verdadera historia de amor. Y los hombres mortales eran capaces de expresar contoda la intensidad esos sentimientos. La fugacidad hacía que brillara más intensamente la luz de sus vidas.

Fueron las palabras de Welf solemnes y muy acertadas. Asintió con una sutil reverencia y en esta ocasión no pudo refrenar su lengua, aunque se esforzó para no dejarse llevar por la emoción de conocer una preciosa historia.

- Námo os ha impuesto duras pruebas, mi señora...- Añadió, mostrando su hermoso rostro* con la solemnidad que guardaba para sus actuaciones más sobrias.- Permitid que nos presentemos. Bladbrand de Beemoore...- Presentó, esperando que sintiera cierta empatía por alguien con una vida también desgraciada.- Dama Miriel, Ainar hijo de Ai, Welf Ramaverde, y yo mismo, Vanwa.- Anunció con una sencilla y discreta sonrisa.- Muchas cosas han sucedido, y unas de ellas nos han llevado a seguir el infortunio... El infortunio del cual sois muy conocedora y hemos venido aquí, por deseo de Beorn, par conocer los detalles. Os parecerá raro que Beorn envíe a gentes tan extrañas, pero aquí estamos por nuestras hazañas y él nos pidió que nos encargáramos de... De saber la verdad sobre todo lo ocurrido para que pueda juzgar sabiamente.

- Por favor...- Añadió tras una breve pausa, evaluando a la muchacha.- Solo deseamos saber la verdad y ver hasta qué punto son las cosas como parecen ser. Alguien puede decir que el cielo es rojo si lo ve al atardecer, pero no por ello se puede decir que el cielo sea rojo.- Dijo Vanwa**.

Evitó citar de forma directa que habían seguido el rastro de Odorico, o la muerte de Merovech y Odo. No quería cargar más culpas sobre los hombros de la muchacha... Y así quizás hablaría más abiertamente si no creía que habían venido en busca del fugitivo. Al menos no aún.

- Tiradas (3)

Notas de juego

* tiro de rasgo de belleza, (o juglarías) si es factible para sacar la tirada de presentación. Hago tirada por si no fuera aplicable.

** acertijos para sacarle info a la muchachasi es aplicable. "oh! dime que sí, que he sacado tirada Ainar!"

 

PD perspicacia: cierto, cierto, que cabeza la mia, quiero decir... ¡¡Vanwa no necesita esas tiradas previas!! :D suerte que he fallado esa y no las otras