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Fratricidios y malas nuevas

Capítulo 7: Malas nuevas

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18/11/2022, 13:36
Director

Acompañados de Ava y los otros dos líderes, el grupo hizo un reconocimiento por el Folde Sombrío, a un par de horas de distancia de Vado de Piedra. Efectivamente se trataba de un valle con un desnivel bastante pronunciado que se salvaba por una empinada ladera. Si Odorico guiaba a los bandidos por donde había dicho, éstos llegarían por la parte inferior y tendrían que subir la pendiente, dándoles una considerable ventaja a los defensores.

Inspeccionaron el lugar y determinaron los mejores lugares para apostarse y preparar trampas, dónde esconder a los guerreros para saltar pillando desprevenidos a los bandidos y dónde a los arqueros para que tuvieran mejor ángulo de tiro. Cómo llenar la pendiente de trampas y los mejores lugares por los que flanquear al enemigo cuando llegara, junto al resto de preparativos necesarios. Al día siguiente volverían con el resto de guerreros para comenzar. 

Ainar le dio a Munin el mensaje que debía transmitirle a Beorn junto a una ración de frutos secos y el cuervo salió de nuevo batiendo sus alas negras hasta perderse en la inmensidad del cielo. Una vez más confiaban su supervivencia en aquel cuervo, y esta vez era la definitiva, sin los refuerzos de Beorn estarían perdidos. Munin no podía fallar. 

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18/11/2022, 15:16
Vanwa

Vanwa le dedicó una ácida sonrisa al enano. Después de tantas chanzas se la estaba devolviendo, el muy ladino. Malditas las ganas que tenía de quedarse allí a ensartar humanos. Cuando vió partir a Munin, deseó tener alas para poder irse también volando.

Acompañó al grupo observando, aburrido, como hablaban, emocionados, de donde plantar estacas, empalizadas, cuerdas y otras cosas igual de peligrosas. Siempre le impresionaba ver a la gente hablando de guerra y muerte con cierta emoción. No era que les gustara matar, no, pero era como si al preparar todo aquello no vieran al hombre que aúlla de dolor cuando se atraviesa el pie con una estaca, que morirá a los pocos días por la infección de la terrible herida, o no vieran al arquero que cae con el ojo atravesado con una flecha tras la barricada, o...

Esperó el momento adecuado para decir la suya, una vez más. No podía quedarse sin probar una última vez.

- Ejem...- Carraspeó, para llamar la atención del grupo, interrumpiendo una bonita disertación sobre la capacidad de camuflaje de los distintos arbustos de la zona.- Munin es muy capaz de hacer la tarea encomendada pero... ¿No sería mejor asegurarse que llega el aviso con dos mensajeros? Imaginemos que Munin se topa con cualquier imprevisto, pasa cualquier cosa que no hemos pensado, algún contratiempo, y no puede avisar a tiempo a Beorn. Todos vuestros esfuerzos serían en balde.- Propuso, sin atreverse a volver a nombrarse como segundo mensajero.- Aún estamos a tiempo de enviar a alguien por tierra. Para asegurarnos de que llega el mensaje.

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18/11/2022, 16:43
Ainar, hijo de Ai

Claramente no era Ainar quien hablaba de camuflaje, pero sí de los mejores lugares desde los cuales resistir una embestida de las fuerzas enemigas, con pocos efectivos.

-Por eso dije antes que enviáramos al menos a algún muchacho rápido y lleno de energías- dijo casi sin mirar -Que sirvan las piernas largas...- eso lo agregó con cierta mueca de gracia, y concluyó -Dos se deben poder encontrar, ¿no?-

Continuó con lo que venía haciendo, ya que estaba interesado en que sobrevivieran...

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19/11/2022, 11:57
Welf Ramaverde

Yo no apostaría la defensa del Vado a la llegada de Beorn. Ni siquiera sabemos si él y sus hombres podrán llegar a tiempo.

Pensemos en nosotros, esta gente y este lugar. Si al final viene ayuda será recibida con júbilo pero no nos juguemos todo a esa posibilidad que puede salir mal por mil razones desconocidas. Estamos aquí, ellos están aquí y pronto vendrá gente a la que tendremos que frenar de la forma más dura y contundente que podamos para que no se vuelvan a levantar. Nunca.

Estan los esclavos, no debemos olvidarnos de ellos. Alguien debería quedarse escondido al otro lado para liberarlos cuando los bandidos empiecen su ataque. ¿Y si después quieren usarlos como escudos? Seria una tortura para todos esa posibilidad.

Yo me quedaré con los arqueros de inicio. Después bajaré a impedir que se acerquen si superan la primera defensa.

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19/11/2022, 17:37
Miriel

Que una docena y media de guerreros pudieran contra medio centenar… la fe de Welf era encomiable, pero Miriel mantenía los pies en la tierra; si Beorn y su ayuda no llegaban a tiempo acabarían sus días allí. Tampoco le gustaba confiar su supervivencia a que Munin llegará bien y a salvo y que Beorn decidiera creer las palabras del cuervo.

- Si quieres ir con Munin, aún estás a tiempo de seguirlo, aunque él vuele más rápido. Yo también me sentiría más tranquila si un mensajero lo acompañara. – confirmó – Aunque aquí también serías de ayuda. Tus pies ligeros serían ideales para infiltrarse tras líneas enemigas y tu lengua de plata seguro que convencería e infundiría valor a los esclavos para luchar por su libertad. – le propuso como alternativa - La decisión es tuya. – sabía que Vanwa tomaría la decisión correcta.

 

- Yo me quedaré con los arqueros salvo que os superen en número. – confirmó, aunque ya conocían sus fortalezas en el combate – Creo que aquellos árboles nos ofrecerán más cobertura para disparar.

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21/11/2022, 12:55
Ava

Sin Beorn estamos perdidos —dijo Ava, procurando que el resto de hombres de Vado de Piedra que los acompañaba no lo escucharan—. Lucharemos con honor y hasta el último aliento, de eso no hay duda, pero hay que ser realistas. Si nuestro objetivo es obtener una victoria, necesitamos a Beorn y los suyos. Si no, lo máximo que podremos hacer es retrasar la victoria de esos bandidos o hacerla lo más cara posible. 

Vanwa volvió a plantear la posibilidad de que alguien fuera tras Munin para asegurar que el aviso de Munin llegara y hubo varios comentarios al respecto. Todos parecían estar de acuerdo en que había que mandar a alguien más, pero no se decidían por el mensajero. Ava dijo que cualquiera de sus guerreros iría de buena gana a avisar a Beorn si finalmente el elfo no quería ir, aunque dejó aquella decisión en sus manos. 

De vuelta a Vado de Piedra se organizaron las cosas para la batalla. La población abandonó sus casas, las cuales dejaron con las puertas y las ventanas atrancadas, y se dirigió escoltada por cuatro de los soldados de Williferd a Garra de Oso, un pueblo beórnida situado a un par de días de viaje en dirección al Bosque Negro. De los tres líderes de Vado de Piedra, Ava y Williferd se quedaron para plantar cara al enemigo, y el anciano Hartwulf lideró a los exiliados. Solo dieciséis hombres y mujeres de armas se quedaron para preparar la emboscada, entre los que se encontraban Ava y Williferd. 

Notas de juego

Vanwa, si al final te vas maca sólo para el director y lánzame una prueba de fatiga. 

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22/11/2022, 10:02
Vanwa

Vanwa se encontraba dividido después de escuchar las palabras de todos. La utilidad de sus compañeros era indudable, y aunque él podía ser de utilidad en la batalla, maldita la gracia que le hacía tener que ensartar a alguien con su lanza. Aún en la victoria, habrían perdido, pues cada asesinato es una carcajada de regocijo para el Enemigo. Cada muerte violenta contamina a quien la inflige. ¿Quién puede escuchar los gemidos de los caídos? ¿Los aullidos de los jóvenes, agarrándose las entrañas mientras lloran pidiendo por sus madres? ¿Quién puede vivir todo eso y mantenerse inocente? Los hombres y sus fugaces vidas mueren y olvidan antes de acumular demasiadas de esas vivencias, pero un elfo inmortal... ¿Cuánto es capaz de aguantar hasta quebrarse? ¿Cómo debía ser Miriel hace doscientos años? ¿Cómo será dentró de doscientos?

Escuchó, por último las palabras de Ava. Se quedó anormalmente serio. Para él era un profundo dilema. ¿Sería realmente Munin suficiente para hacer venir a Beorn? Quizás no venían, o venían en número insuficiente, o demasiado tarde. O todo a la vez.

¿Podía irse y dejar a sus compañeros en la hora más oscura? ¿Podía dejar la función de mensajero a un muchacho de la aldea? Él conocía la floresta y era ágil de pies y podía andar sin descansar si era necesario, pero...

- Está bien.- Concedió.- No voy a dejaros ahora. Alguien tendrá que mirar que el gruñón de Ainar no se tropiece con su barba, cuando empiece la lucha. Un chico de pies ligeros puede ir a avisar a Beorn de la situación, por si Munin se retrasara por la razón que fuera.- Entonces pasó la vista por Miriel y Welf.- ¿Qué hago?- Dijo, animoso, olvidando sus nefastos pensamientos de hace un momento. Ambos habían propuesto liberar a los prisioneros. Ese le pareció un cometido mucho más amable que ensartar bandidos. Se puso a disposición de Welf, que junto a Baldbrand, parecían un lugarteniente más de Vado de Piedra.

Notas de juego

No. Me quedo. No me quiero perder la fieshta.

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22/11/2022, 12:05
Baldbrand

Las palabras de Ava parecían una sentencia.

-Puede que tengáis razón. -comentó- Pero yo he visto a esos hombres. No son del tipo valiente o idealista. Son rufianes malencarados que aprovechan la fuerza del número y la sorpresa. Bandidos y cobardes. En una situación adversa, veremos si todos pueden mantener la línea. -dijo con decisión. No había mentira en sus palabras, sino lo que había visto en aquel grupo de rufianes y parásitos.

Luego viró hacia el elfo y sonrió levemente, asintiendo. Las muestras de valor y compañerismo le gustaban.

-Creo que una estrategia se va haciendo clara. Mientras unos emboscan y entretienen desde la altura a la vanguardia, otros más rápidos podrían ir a la retaguardia a liberar esclavos. -hizo una pausa y añadió- Yo sólo tengo mi lanza y mi hacha, pero me pondré allí donde consideréis que puedo hacer mejor las cosas. -terminó de decir con humildad. Y es que, aunque había participado en algunas escaramuzas contra trasgos, mayormente, todas esas ocasiones habían sido más improvisadas y brutales que quirúrgicas y preparadas.

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23/11/2022, 12:33
Director

Finalmente, Ava mandó a uno de sus muchachos a avisar a Beorn de lo que estaba ocurriendo, ya que Vanwa prefirió quedarse con el grupo. Durante los días siguientes hicieron los preparativos necesarios para la emboscada: prepararon lugares donde apostar a los arqueros, crearon escondites que aparentaran ser simples arbustos o matorrales, colocaron las líneas defensivas, obstáculos para los invasores, y todo tipo de desventajas que situaran el terreno en su favor. Prepararon un campamento cerca del Folde Sombrío para pasar allí las noches hasta la llegada de Valter y los suyos. Y esperaron. La espera era sin lugar a dudas lo peor. Una vez hubieron terminado los preparativos no había nada más que hacer sino esperar. En cualquier momento podrían ver aparecer una fila de hombres avanzando hacia ellos, listos para la guerra. La espera se hacía interminable. Williferd colocó a un vigía más adelantado para que les hiciera saber cuándo llegarían los bandidos, cada día observaban en dirección a su posición para ver si daba la señal acordada para avisar de la llegada de los malcarados enemigos. Hasta que el quinto día dio la señal. 

Un gran grupo se acercaba por el camino, aproximadamente cuatro decenas de hombres y mujeres armados. La primera línea iba a caballo, el resto caminaban detrás. Era hombres rudos, salvajes, de melenas alborotadas y largas barbas, fornidos y grandes, mujeres fieras, de miradas duras como la piedra y brazos nervudos. Eran como Baldbrand y como Ava, eran beórnidas. Un graznido se escuchó en el cielo, y un pájaro de alas negras revoloteó sobre sus cabezas y descendió hasta posarse en el hombro de Ainar, hijo de Ai. Munir había cumplido su misión con éxito. Beorn había movilizado a los suyos, no sólo a quienes vivían con él en las proximidades de su casa, sino también a las aldeas cercanas. Muchos se habían juntado para plantar cara al enemigo que amenazaba, no solo Vado de Piedra, sino también todas las aldeas de los alrededores y su forma de vida. Ahora las fuerzas se igualaban. Sin embargo, del gran Beorn no había ni rastro entre quienes lideraban el grupo, para desilusión de muchos. 

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23/11/2022, 16:13
Baldbrand

Una vez establecido el plan y los preparativos, las siguientes jornadas se hacían casi angustiosas por lo que Baldbrand hizo lo posible por emplear el tiempo, siendo, como era, alguien inquieto, acostumbrado a patrullar

De vez en cuando salía para ayudar a los vigías. A su vuelta, regresaba al campamento con hierbas, frutos, raíces y algún tubérculo o verdura para echar al guiso de la noche. Al menos podía entretenerse hablando con el maese elfo sobre aquellas cosas. Ambos eran muy diferentes, no había más que verles, pero tenían puntos en común.

También pasó tiempo con el enano. Le había llamado la atención el hacha que portaba y compartió con él algunas maniobras. El beórnida descubrió que el fornido enano tenía una experiencia mucho más larga que él. Desde luego, el enano parecía más un espíritu afín.

Menos tiempo pasó con Welf y Miriel. El hombre del bosque, como él, era un hombre parco en palabras. Baldbrand le comentó su paso por la tierra de sus gentes cuando era más joven y pudieron compartir sus impresiones sobre lugares que habían conocido. Sin embargo, la dama elfa era todo un enigma para el beórnida, por lo que se mostraba más silencioso y expectante en su presencia. De vez en cuando arrancaba a recitar alguna tonada, cosa que era digna de escuchar.

 

Al quinto día, la llegada de Munin aligeró su espíritu. Siempre se decía que los cuervos eran portadores de malas noticias, pero en aquella ocasión, era todo lo contrario. Baldbrand se situó al lado de Ava y Willifred cuando la comitiva de sus hermanos llegó, esperando ver el liderazgo de su caudillo, pero al no verle se extrañó bastante. Fue entonces cuando buscó con la mirada algun conocido de su aldea o alguien que pareciera el líder enconmendado a aquella misión. Había mucho que explicar, no había duda.

Notas de juego

Siento "el rapto" de vuestros personajes ^^. Como son unos cuantos días, se me ha ocurrido que Baldbrand bien podría haber sacado las cosas en común que atan a los pjs para hacer algo más de piña.

Si os parece mal lo edito eh? ;-).

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23/11/2022, 23:28
Miriel

La espera siempre era la peor parte. En la incertidumbre, el no saber, la imaginación cabalga desbocada y si no se la frena tirando con fuerza de las riendas puede llevar al precipicio a cualquiera. Bien lo sabía. A ella no. Miriel estaba acostumbrada a cazar en el Bosque Negro. A ocultarse largas horas para no ser detectada por las criaturas sombrías que allí vivían, para esperar el momento adecuado en que abatirlas o pasar rauda por su espalda para dejarlas atrás, pero sabía que ninguno de los allí presentes tendría su entrenamiento de dos siglos. Sabía que su esperanza podía menguar, que eso podía ser igual de terrible para el resultado de la batalla que la mala elección del terreno. Por eso por las noches en más de una ocasión cantó canciones antiguas de viejos héroes. Héroes élficos y héroes humanos. Habría cantado alguna de héroes enanos, pero solo sabía cantarlas para hacer chanzas sobre los enanos aunque al final de la historia fueran los héroes; no creía que eso hubiera gustado a Ainar. Luego se sumía en el silencio fumando de su pipa observando a los demás junto al fuego, estudiando sus caras, sus cuerpos… se sentía tan distante de aquellas criaturas cuyos sentimientos tanto trabajo le costaba entender…

Por el día ayudaba a vigilar en la avanzadilla la llegada del ejercito de Valter, de los esperables exploradores que él mismo enviaría. No compartía las ideas de Baldbrand. Ella tenía bastante claro que aquel no sería un simple ejército de desarrapados. Probablemente combatirían con más disciplina de lo que se esperaría de unos bandidos. A pesar de la ventaja del terreno y los preparativos sería una batalla cruenta. El objetivo no era solo ganar, era hacerlo perdiendo al menor número de hombres y mujeres como fuera posible.

- Hay que acabar con Valter en cuanto podamos. Es la mejor opción para que se dispersen y pierdan la moral para combatir. – dijo en una de aquellas noches interrumpiendo su silencio. No estaba claro si era un pensamiento en susurro alto para ella misma o si estaba dirigido a los demás.

La ausencia de Beorn no la cogió del todo por sorpresa. No descartaba que el viejo oso hubiera cogido a algunos de sus hombres de mayor confianza y se preparara para aparecer en la batalla atacando desde la retaguardia al ejercito de Valter cogiéndolos en una pinza. Podría pensar muchas cosas del viejo oso, pero no que fuera un cobarde ni que no liderara a su pueblo en la batalla.

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24/11/2022, 08:44
Vanwa

Vanwa pasó los cinco días de forma despreocupada, como acostumbraba. Como si estuviera en una de las fiestas silvanas de Thranduil. Estaba fascinado con el uso de raices y bayas de Baldbrand. Algunas no las conocía, bueno, más qu eno conocerlas, es que no había sabido apreciar los gustos ásperos de aquellos condimentos hasta que Baldbrand se los redescubrió. Todo lo huraño que era en su trato diario, con los guisos y condimentos se descubría un beórnida sensible.

- El mundo sería un lugar mejor con más cocineros y menos guerreros...- Comentó en una ocasión, mientras compartían el fuego.

Iba y venía del campamento. El ambiente era tenso. Asfixiante. La incertidumbre de lo que tenía que venir se le contagiaba, y eso a Vanwa no le gustaba. Cantaba a menudo, canciones ligeras, junto a los chicos de Vado de Piedra. para infundir ánimos y arrnacarles una risa. Incluso una carcajada. Como Miriel, Vanwa tambiéne ra amigo de la música y las canciones. Conocía el poder de la canción primodial, pero él daba un uso distinto de ella. Para Vanwa los héroes en batallas épicas no eran su tema principal. Prefería las historias que llevaban a la risa (o al llanto) y las historias de los héroes sencillos, arrastrados por su destino, sufirendo una transformación a lo largo de su viaje.

La llegada de Munin fue una bendición, y no pudo evitar alborotar el pelo de la cabezota del enano, con una risa cantarina, de pura alegría, y felicitó a munin por su tarea.

- Es usted un gran mensajero, Munin! A ver si le enseña más cosas al señor Ainar, Munin. Espero que un día llegue a ser aunque sea la mitad de lo que es usted!- Elogió al cuervo.

 

Llegaba el enemigo. No había duda. El elfo se escurrió con el sigilo de un ratón, para colarse entre la floresta, hasta llegar a la retaguardia, tal y como se había acordado. En aquellos días le había pedido a Ainar que le hicera alguna herramienta que pudiera servir para abrir los cerrojos de los prisioneros, en caso de no tener la llave a mano. No quería que se repitiera lo ocurrido con el periannath, y en aquella ocasión no tendría al enano a su lado para ayudarlo sobre la marcha.

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25/11/2022, 13:48
Director

Los recién llegados fueron recibidos con alegría a pesar de la ausencia de su líder. No recibieron muchas respuestas sobre el paradero de Beorn, pero una vez se asumió que no estaba presente se pusieron manos a la obra para repartir tareas, ocupar puestos y elaborar estrategias para la batalla que se avecinaba. Los beórnidas se dividían en grupos de media docena de hombres y cada uno de estos grupos tenía un cometido, ya fuera atacar por el flanco, cargar o asaetear a los enemigos. Por supuesto, Ava y los otros líderes dejaron que los viajeros se organizaran como gustaran, y no se cansaron de agradecerles el aviso salvador que habían dado. 

Al día siguiente, bien entrada la mañana, los vigías alertaron de la llegada del contingente de Valter. Tal y como Miriel se esperaba, caminaban muy bien organizados para ser una banda de malcarados bandidos, formando filas casi tan rectas como si fueran un ejército. Debían haber hecho un campamento más atrás, porque caminaban sin los prisioneros y bien pertrechados para la batalla. Su intención era tomar y someter al pueblo de Vado de Piedra y una vez allí reorganizarse para conquistar el resto de poblados beórnidas. Parecía que Odorico había hecho su trabajo engañando a Valter, los había convencido para tomar el Viejo Vado y así dar más tiempo a los defensores para prepararse, y los había conducido hasta el Folde Sombrío sin que sospecharan que una emboscada estaba a punto de caer sobre ellos. Valter estaba tan confiado que ni siquiera había mandado a sus exploradores por delante. El líder de los bandidos había sobreestimado las ansias de venganza de Odorico para con su pueblo, y creía que contar con el chico renegado le otorgaba una ventaja decisiva. Algo que estaba a punto de comprobar que no era así. 

Notas de juego

El NO de las tiradas de Guerrear para obtener ventajas es de 12. 

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27/11/2022, 03:39
Ainar, hijo de Ai

Ainar había agradecido que hubieran mandado a alguien más, aunque confiaba plenamente en Munin. En el que no confiaba del todo era en Beorn. Es cierto que su fama lo precedía, y no por la cobardía, pero sí en cuanto a si confiaría sólo en un cuervo que había acompañado a un enano que había pasado por sus tierras más de una vez.

De todas formas, en esas cosas era pragmático: ¿podía hacer algo más? No. Entonces a enfocarse en lo que sí podía atender. Y así lo hizo.

Con ahincó y la firmeza del pueblo de Erebor, ayudó a generar lo necesario para un combate adecuado. Es cierto que lo suyo no eran precisamente las emboscadas, pero sí la estrategia y el entrenar a otros. Por lo que su mayor energía estuvo destinada a entrenar a quienes fuera necesario, proponer vías de ataque, y disfrutar de la comida que preparaban Vanwa y Balbrand, que parecían estar compitiendo por quién era el mejor cocinero. Al menos así lo veía Ainar, y no haría algo porque dejara de ser así.

Para cuando llegó Munin, el enano soltó una sonora carcajada y hasta no reaccionó hostilmente hacia Vanwa, si no todo lo contrario: un abrazo fuerte que el esmirriado elfo sintió al entrar en contacto con la fría armadura de Ainar, que apenas dejaba de usar para dormir.

-Deberían confiar mucho más en mi amigo, por algo por siglos hemos sido aliados con los cuervos de Erebor- dijo entre risas y cariños hacia el cuervo de buenas noticias.

Para cuando llegaron las comitivas, él ya estaba serio nuevamente.

Pero cuando llegó Valter... el enano no es que se alegró, porque estaba impaciente y no tenía la parsimonia de la elfa, pero sí hubo alivio: había desaparecido la incertidumbre y sabía qué tenía que hacer, cómo y cuándo. Ahora sólo quedaba actuar.

Antes de que Vanwa se fuera, le propuso que se llevara a Munin con él por si necesitaba avisarles de algo que les fuera útil. Quedaría en él llevarlo o no, pero el enano confiaba en el elfo. Sí, así era.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Esta vez no voy a gastar Esperanza. Confío en que alguno de ustedes logrará un mejor desempeño :(

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27/11/2022, 20:05
Welf Ramaverde

Welf intentó moverse entre todos los recién llegados para que todos tuviera clara la descripción de Odorico. Seguro que venía con las fuerzas de Valter y no quería que por un descuido alguien acabara con su vida.

 

Después se dedicó a comprobar una vez más la zona por la que llegaría, quería saber si había zonas de tierra más removida donde irían más lentos, su propia zona donde cubrirse y protegerse de los arqueros de los bandidos. Cuando tuvo clara toda la situación fue a colocarse donde creía que podría hacer uso de su arco en los primeros momentos del combate. Clavó varias flechas en el suelo para tenerlas a mano, dejó apoyada el hacha y el escudo junto a él y esperó. 

La sensación no era diferente a la que tenía cuando luchaba emboscado en el bosque solo que aquí estaba mucho más desprotegido. Bueno, sus enemigos lo estarían aún más.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Guerrear gasto 1 punto de Esperanza para ganar 1D6 que puede se muy útil. 

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27/11/2022, 20:54
Miriel

Miriel había aprovechado a fondo los días que habían tenido para preparar el terreno. Ella misma había indicado y supervisado donde colocar algunas de las trampas, había localizado los mejores puestos para que los arqueros se escondieran y mantuvieran a resguardo el mayor tiempo posible. Por ello conocía bien el lugar donde la batalla se desarrollaría; ahora era capaz hasta de verla con los ojos cerrados.

- No os confiéis. Romper esas líneas será difícil, pero debemos lograrlo para llegar hasta Valter. Él debería ser nuestro objetivo. – se giró a Vanwa - ¿Todavía quieres arriesgarte a ir tras las líneas enemigas para liberar a los esclavos? Si lo haces estarás solo, es muy arriesgado. – expuso llanamente. Confiaba en las capacidades de Vanwa, pero no por ello se preocupaba menos por el hecho de que fuera  a estar completamente solo.

Sobraba decir que ella misma se mantendría en la zona de los arqueros cuanto pudiera, ya que era más útil allí.

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Notas de juego

Un par de dados extra para la batalla :D

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28/11/2022, 16:47
Vanwa
Sólo para el director
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28/11/2022, 17:02
Baldbrand

De entre las caras peludas y rudas que aparecieron en aquella comitiva, Baldbrand sonrió al ver a algunos de sus conocidos de Arroyo Serpentino, especialmente la del viejo Borgforn, el que había sido casi como un mentor para él en los últimos años.

Baldbrand se adelantó para saludar con fuerza al veterano hombre de mundo, uno de los primeros en tomar la invitación de Beorn tras una dura vida como soldado y mercenario. También saludó a Igwald Galdam, dos de sus compañeros en las patrullas de Arroyo Serpentino. Con cierto desparpajo a pesar de la sombra que se cernía sobre ellos, se pusieron al día de todo lo ocurrido en aquellos días, aunque pudieron notar como Baldbrand preguntaba a cargo de quien había quedado la defensa de la pequeña aldea donde estaba el resto de su familia.


Para cuando llegó el ejército de Valter, Baldbrand estaba dispuesto ya para la batalla. Había pasado horas afilando la hoja de su enorme hacha. Cada vez que lo hacía recordaba los rostros de sus seres queridos. Aquello le daba fuerza. Había perdido a su hermana pequeña y a su padre por los trasgos. Aquellos tipos no eran los pérfidos monstruos que se había jurado a si mismo exterminar, pero aquellos hombres malcarados también estaban poniendo en peligro a los suyos.

Él era joven y no tenía experiencia en una batalla como aquella. Siempre había presentado batalla y matado trasgos como parte de un acto primordial e instintivo, no aquel enfrentamiento planeado, frío... calculado. Le costaba permanecer en su sitio, pero sabía que debía esperar la señal de los que lideraban. Entonces se lanzaría a por aquel Valter y sus lugartenientes como una fiera salvaje.

Lanzó una mirada a Borgforn, el cual, como alguien más curtido, parecía una piedra a la que aferrarse en aquella tormenta que llegaba. Sus miradas se cruzaron y asintió. Luego miró a Ainar, que también parecía saber lo que hacerse y también asintió, esperando su señal...

- Tiradas (1)

Notas de juego

Pues ahí va la tirada por si las moscas y.....

OOOOOOOOH, nada XD

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28/11/2022, 20:57
Director

Valter el Sanguinario y su grupo de bandidos se fueron acercando al Folde Sombrío sin tener ni idea de lo que les esperaba. Cuando el grupo de hombres malcarados ya estaba más cerca, pudieron distinguir a Odorico en el grupo que iba en cabeza, cerca de Valter. El joven beórnida caminaba tranquilo, como si también ignoraba el peligro que había tras la inclinada pendiente que ahora comenzaban a ascender.

Williferd alzó un brazo y lo contuvo en el aire, inmediatamente los arqueros tensaron sus cuerdas todavía agazapados en sus escondites. El día antes habían estado lanzando unas cuantas flechas para calcular más o menos a que altura liberar el ataque. Cuando los bandidos llegaron al punto óptimo, Williferd descendió la mano y de inmediato empezaron a volar flechas contra el tumulto que ascendía por la pendiente del folde. Valter dio un grito y todos se cubrieron con escudos, alguno de sus hombres cayó bajo sus flechas en aquella primera andanada. Con otro grito indicó a sus arqueros que devolvieran los proyectiles, pero no era lo mismo disparar desde lo alto que hacerlo con la gravedad y la pendiente en contra. Las flechas beórnidas caían directas sin apenas inclinación, rápidas y mortíferas, mientras que las flechas de los bandidos tenían que ser disparadas prácticamente al cielo y en su gran mayoría quedaban cortas. 

Pero aquella no sería una batalla que se solucionara solo con flechas, en breves instantes Williferd daría otra orden para lanzarse a la carga contra los bandidos. Aquí la pendiente también jugaría en su favor, pues correr cuesta abajo les daría más impulso y no llegarían cansados como sí les pasaría a Valter y los suyos. Williferd dejó que los arqueros hicieran un par de disparos y alzó el brazo de nuevo, los guerreros se prepararon para la carga. Pronto llegaría la hora de la verdad. 

Notas de juego

Descuento el punto de Esperanza de Welf.

Tenéis 3 oportunidades para hacer voleas iniciales, en lugar de 1. Podéis lanzarlas a la vez, luego yo resuelvo en orden (la iniciativa entre vosotros será por turno de posteo). 

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28/11/2022, 22:30
Miriel

Miriel cargó la primera flecha esperando la señal de Wilfred, no debía adelantarse aunque sus flechas pudieran llegar más lejos que las de los mortales. Soltó la cuerda, la flecha voló directa hacia Valter… hasta clavarse en el escudo de uno de sus hombres. Apretó los dientes un instante antes de preparar la segunda flecha.

Controló su respiración, tensó de nuevo el arco y apuntó de nuevo, esta vez al protector de Valter. La flecha voló certera hasta el hombre que se había preparado para proteger de nuevo a Valter. Una tercera flecha voló igualmente hacia el grupo para causar más bajas en los protectores de Valter. Llegar hasta el líder no iba a ser rápido.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Tres 1s. En serio... XD