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Frecuencias fatales

La triste historia de Sadie

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03/08/2021, 21:47
Director

La triste historia de Sadie

Era una mañana tranquila de mayo, de esas en las que ya empieza a hacer calor y el ambiente se llena del olor de la primavera, todo está florido y los niños juegan en la calle alterados por la inminente llegada del verano. Corría el año 1937 y soplaban aires renovados después de lo duro que habían sido los años anteriores. Durante la dorada década de los años veinte, Nueva York había relucido como ninguna otra ciudad. Fue la época del auge de los clubs de jazz en los que corría el alcohol con total libertad y las autoridades hacían la vista gorda al amparo del Tammany Hall1, que odiaba la Ley Seca, y también la época de Wall Street, que creía a un ritmo tan rápido que cada mes sorprendían al mundo con un nuevo rascacielos estratosférico. Pero entonces todo se fue al garete. En un principio la ciudad intentó fingir que todo seguía como si nada, incluso reeligieron al alcalde demócrata Jimmy Walker, un playboy de altos vuelos, con la esperanza de que si cerraban los ojos las cosas volverían a ser como antes. Los banqueros se hacían eco del discurso tranquilizador del presidente: la prosperidad estaba a la vuelta de la esquina. Sin embargo, los bancos cerraban uno tras otro. Wall Street luchaba para evitar las temidas regulaciones y las fábricas se hundían incapaces de vender sus mercancías. A comienzo de 1932 la tasa de desempleo en la ciudad rondaba el veinticinco por cien. Los inmigrantes europeos continuaban llegando a la isla Ellis bajo la mirada imperturbable de la Estatua de la Libertad y se aglomeraban en poblados de chabolas que ocupaban los grandes parques y los muelles. Ahora, la política del New Deal intentaba poner remedio a todo eso, acometiendo una serie de mejoras en transporte, infraestructuras y vivienda que dieran trabajo a la ciudadanía. El Lincoln Tunnel, que conduciría el tráfico procedente de Nueva Jersey directamente al centro de la ciudad, estaba a punto de ser inaugurado y el sector privado apostaba por continuar alcanzando las nubes que flotaban sobre la ciudad con la construcción de grandes rascacielos, edificios culturales y empresariales como el Rockefeller Center o el Empire State Building, este último finalizado poco después del crack del 29 se había ganado el sobrenombre del Empty State Building, debido a la cantidad de plantas vacías y al hecho de que tenían que sobrevivir a costa del turismo ofertando las mejores vistas de la ciudad desde el edificio más alto del mundo. No obstante, en el interior de estos resplandecientes edificios nuevos, el corazón de la Gran Manzana seguía pudriéndose. La mafia era más poderosa que nunca bajo la dirección de Lucky Luciano y las Cinco Familias de la Ciudad. El nuevo alcalde, Fiorello La Guardia, cabeza de una candidatura de fusión, trataba de enfrentarse a la mafia por un lado y al poder inveterado del Tammany Hall, y, a veces, a los dos al mismo tiempo. Esta era la Nueva York de las colas del pan y los tiroteos entre bandas, la Nueva York convertida en espacio vertical por los rascacielos, donde personajes sombríos envueltos en gabardinas esquivaban las luces de las farolas. La ciudad que nunca dormía. Una ciudad que ofrecía un millón de historias que Vivian Sinclair podría sacar a la luz, siempre y cuando sus editores se lo permitieran.

Aquel lunes, quince de mayo de 1937, la intrépida periodista Vivian Sinclair se encontraba charlando con sus compañeros de redacción del Herald Tribune para relajarse un poco después de trabajar desde primera hora en su último artículo y entregárselo a Phil Haynes, su editor, tras retocarlo en consideración a las correcciones que le había sugerido para "no quedar mal con los del Tammany". Vivian esperaba que el editor no metiera más tijera y permitiera que se publicara tal cual, pero mientras esperaba el veredicto trataba de relajarse escuchando las anécdotas de Bobby de la sección de sociedad sobre la noche que pasó frente al apartamento de Babe Ruth viendo entrar y salir a gran cantidad de celebrities de Hollywood la noche previa a un importante partido en el que Babe volvió a batir el récord de Home Runs en una temporada. Las historias de Bobby podrían dar para escribir un libro. Viv aprovechaba aquellos pequeños momentos entre artículo y artículo para relajarse un poco antes de volver a enterrarse de nuevo en una montaña de recortes de periódico y de notas, trabajando en su siguiente investigación.

Apenas pasaban unos minutos de las nueve en punto de la mañana cuando le avisaron de que tenía una llamada telefónica en la recepción. Una tal Sadie Cain, cuyo nombre no le sonaba de nada, quería hablar con ella. La recepcionista preguntó a Vivian si la hacía subir a la redacción o la mandaba al Jospeh's Dinner, un restaurante que había justo frente al edificio de la redacción donde los periodistas del Herald Tribune tenían prácticamente alquilada la cafetera. En más de una ocasión Viv se había reunido con alguna fuente o contacto en aquel lugar, así que podía reunirse allí con su visita o invitarla a subir para charlar con ella frente a su escritorio, en medio de una habitación llena de humo de cigarro y ocupada, sobre todo, por hombres inclinados sobre máquinas de escribir en mesas cubiertas de papeles.

Notas de juego

1La maquinaria política del Partido Demócrata.

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03/08/2021, 22:13
Vivian Sinclair

Había perdido la noción del tiempo sumergida entre sus recortes y apuntes, cuando aquella recepcionista avisó de la llamada, fue consciente de que eran las nueve de la mañana pasadas y no había tomado nada de café para animarse de cara a la mañana de trabajo que la esperaba. Con el cigarrillo aun en los labios pero sin encender, hizo un gesto a la recepcionista hacia fuera del edificio, lo que ya en más de una ocasión le había dejado claro a esta que prefería recibir la visita en el Dinner. El constante repiquetear de las máquinas de escribir solía poner nerviosa a la gente no acostumbrada a esos ruidos, ni hablar ya del armonioso (para algunos) sonidos que hacia el empezar una nueva línea, con su campanilla para indicar al simiesco escritor que podía volver a hacer otra línea de valiosa información.

 

-Bueno Bobby, parece que me reclaman, me contarás más tarde quien iba con quien en aquella especie de fiesta, ¿sí?.- Sonrió al hombre que le amenizaba días de trabajo con información más humana que los extraños casos en los que algunas veces ella se metía. Marchó hacia el exterior, si tenía suerte aún podría fumarse un cigarrillo, beber algo de café y leer algún articulo interesante en el periódico, si algo no le faltaba al Dinner era prensa, desde luego, suponía que el pez gordo del Herald Tribune ya habría llegado a algún tipo de acuerdo con el dueño del restaurante para que todo fuera como la seda, y la casual visita pudiera abrir el periódico editado en la calle de enfrente.

 

-Sadie Cain.- Se repitió a si misma.- Suena falso.

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05/08/2021, 18:53
Director

Vivian entró en la cafetería y enseguida sintió como sus fosas nasales se impregnaban del olor a café recién hecho, el pan recién tostado y de la canela los dulces que abarrotaban el mostrador. Alzó la vista hacía la Judith, la simpática camarera que llevaba más de treinta años sirviendo cafés en el Dinner, y la saludó con una sonrisa. No necesitaba más en verdad para que ella le trajera el café como sabía que a Vivian le gustaba. Viv alzó la vista y estudió las mesas del local. Pudo ver a algunos compañeros que la saludaron con un cabeceo y a otros clientes habituales. La única que desentonaba era una señorita rubia de apenas veinte años que llevaba el vestido de los domingos como si esperara que Vivian le ofreciera trabajo. Era un vestido de un color morado muy oscuro, confeccionado con un corte elegante, pero la calidad de la tela dejaba al descubierto que se trataba de un traje barato y que aquella muchacha no se podía permitir nada mejor. Se trataba de una chica frágil de aspecto desamparado, guapa, y con una de esas miradas cargadas de sueños sobre el amor verdadero y las historias con final feliz de Hollywood.

Sadie Cain se levantó en cuanto puso sus ojos en la periodista y la invitó a sentarse con ella. Ahora que estaban cara a cara, Viv se dio cuenta de que tenía unos ojos azules muy bonitos pero que cargaban con una expresión agotada y que llevaba enrojecidos como si hubiera estado toda la mañana llorando hasta que sus lágrimas finalmente se secaron. Pudo notar que se había retocado el rímel, pero descubrió algunas marcas oscuras producto del recorrido de las gotas saladas que habían emanado de sus ojos. Viv desconocía el motivo de la visita de esa joven, pero sabía ya que no tardaría en meterse en problemas que le eran ajenos por culpa de una cara bonita, como tantas otras veces.

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05/08/2021, 19:29
Sadie Cain

¿Señorita Sinclair? Buenos días, mi nombre es Sadie Cain parecía algo nerviosa en presencia de Vivian, tanto que después de remover el azúcar en el café no sabía qué hacer con la cucharilla. Verá, acudo a usted en busca de ayuda. Leo todos sus artículos y me parece usted una mujer muy valiente y me dije: si la policía no es capaz de ayudarme, seguro que Vivian Sinclair si lo es. Ojalá yo fuera una mujer tan valiente como usted. Es usted mi última esperanza, señorita Sinclair.

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05/08/2021, 22:34
Vivian Sinclair

Viv hizo un gesto para pedir permiso antes de sentarse delante de aquella mujer, incluso en sus horas más bajas se las arreglaba para ser agradable a la vista. La periodista no se permitió soñar despierta, claro, y enseguida adoptó un comportamiento mas profesional.

 

-Bien, ahora que estoy aquí, podemos hablar del tema largo y tendido…-Dijo sin querer interrumpir mucho lo que la joven iba diciendo; si tomaba carrerilla todos saldrían ganando, ella entendería el misterio de porque la estaba buscando, y posiblemente le sirviera de desahogo a Sadie. No tardó mucho en llegar la humeante taza de café, tal y como la gustaba a ella, con su chorrito de leche y dos azucarillos que tardó poco en echar en el interior, meneando la cucharilla quizá más de lo necesario, atendiendo a lo que pudiera decir su interlocutora. Al dejar la cucharilla a un lado no fue directa a por el café, obviamente porque se habría quemado los labios de hacerlo, si no que alargó la mano para acercarse el cenicero de la mesa y usarlo para la ceniza del cigarrillo que se había encendido de camino al Dinner.

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06/08/2021, 09:16
Sadie Cain

—Verá, mi prometido desapareció hace tres días de manera muy extraña. Creo que la policía está intentando tenderle una trampa para inculparlo por un asesinato. Me gustaría pedirle que lo busque y me ayude a demostrar su inocencia. Se llama George Preston. Es una buena persona. Él no haría daño ni a una mosca.

No sería el primer montaje policial al que Vivian debía hacer frente. En ocasiones, cuando llevaban tiempo sin resolver un asesinato importante o cuando ellos mismos eran los que cometían los crímenes, los agentes del orden y la ley de la ciudad de Nueva York cogían al primer desgraciado que se encontraban por la calle y le colgaban el muerto. Hace algunos años Vivian escribió una serie de artículos sobre la corrupción en la ciudad después de que el Comité Hofstadter hiciera una limpia en la que el juez Samuel Seabury tomó declaración a miles de testigos y sacó a la luz un complot para inculpar a personas de clase obrera con acusaciones fraudulentas y falsos testigos. Los acusados de estos crímenes se enfrentaban a sentencias de cárcel o a simplemente pagar una multa si lograban dar con el abogado adecuado, pues de otro modo se arriesgaban a perder los ahorros de toda su vida, o del dinero que no disponían, que iba a parar a engordar los bolsillos de los representantes del sistema judicial: políticos, jueces y policías. Los periodistas que cubrieron la historia, entre los que se encontraba Viv, se hicieron eco de hombres y mujeres trabajadores que perdieron todos sus ahorros, sus empleos y su reputación en mitad de la Gran Depresión para que los buitres del sistema pudieran llenarse los bolsillos.

Sadie Cain continuó explicando lo sucedido. Hablaba con un tono suave y hastiado que sugería que ya había tenido que contar lo mismo varias veces en aquel día y que no le habían hecho ningún caso. Miraba a Vivian como si realmente ella fuera su última y única esperanza.

Un vecino del apartamento de George murió asesinado el día antes de que él desapareciera. Puedo darle la dirección, es un apartamento de Brooklyn, cerca del astillero militar. George fue a trabajar al día siguiente, pero nadie ha vuelto a verlo desde entonces. Eso fue el jueves. No acudió al trabajo el viernes y tampoco volvió a su casa. Yo no sabía nada de esto hasta que la policía puso patas arriba su apartamento el sábado y vinieron a buscarme a mi trabajo y me interrogaron sobre George y su posible paradero. Llevo buscándolo desde entonces Las lágrimas afloraron de nuevo a sus ojos volviendo a estropearle el maquillaje. Verá, no puedo permitirme contratar uno de esos detectives privados. Apenas cobro lo justo en la fabrica textil para poder pagarme el alquiler, solo soy una simple operaria... al menos lo era hasta que la policía le dijo a mi jefa que mi prometido era un asesino.

Vivian sabía que la policía no solía molestarse demasiado en dar con el verdadero culpable cuando tanto la víctima como el sospechoso eran de baja extracción social.* Lo más probable era que detuvieran a George en cuanto dieran con él y se acabó.

Notas de juego

*Te doy esta información por Bajos fondos. Puedes echar un ojo a tus habilidades y ver si puedes obtener información extra con alguna de ellas. En el caso de las Habilidades de Investigación solo tienes que decir que usas tal habilidad y narrar en el post cómo la usas.

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07/08/2021, 13:39
Vivian Sinclair

Vivian escuchaba con atención, agradeció que la taza de café ya estuviera lista para beber, aunque fuera a pequeños sorbos, para ir escuchando lo que decía Sadie, si mirada no solo tomaba nota de lo que decía y los datos que aportaba, si no de cuan sincera estaba siendo. El sábado se había enterado de lo ocurrido, había tenido más de un día entero para darle vueltas e investigar, para asimilar lo ocurrido, pero aquí estaba, un lunes de mañana aun lacrimosa. El crimen, que supuestamente su prometido no había cometido, había sido descrito muy someramente, tanto que a Vivian le extrañó no encontrar un mínimo de datos que corroborasen que efectivamente su marido no era un asesino, ¿creía a pies juntillas en él?, eso era una demostración de amor muy profunda…Pero también era una muchacha joven, así que no era del todo extraño. Tras evaluar si Sadie estaba siendo sincera, alargó la mano para posarla sobre la de ella, dedicándole una sonrisa.

 

-En cuanto me termine el café, podemos ir allí, seguro que hallamos algo que pruebe ante las autoridades que George no es el culpable. Háblame más de ese vecino suyo, ¿tenían alguna relación más allá de ser vecinos?-Dijo Viv, tratando de aprovechar el tiempo que le tomaría terminar aquel café. No podía embarcarse en una aventura sin al menos terminarse uno, alternando los sorbos con alguna calada casual al cigarrillo que descansaba sobre el cenicero a ratos.

Notas de juego

Pues uso evaluar sinceridad, no porque crea que Sadie miente, si no mas bien porque Viv piensa que puede estar ocultando datos por vergüenza, incredulidad, o pasando por alto estos debido al trauma.

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09/08/2021, 17:10
Sadie Cain

—No que yo sepa —respondió Sadie—. George pasaba todo el día trabajando, tanto en su empleo como en sus propios proyectos. Y el poco tiempo libre que tenía lo pasaba conmigo. 

Vivian había conocido a personas que intentaba obtener un juicio mediático para sus seres queridos antes de que lleguen a los tribunales, buscando lograr que la ciudadanía y la opinión pública se pusiera de su lado. Tener a la gente a favor permitía que la prensa hablara bien de esas personas, tomando las acusaciones como injustas, y que los jurados empatizaran con sus historias, lo que se traducía en menos probabilidades de que sus seres queridos salieran condenados. A veces incluso contrataban detectives o periodistas para que les facilitaran el camino. La mayoría de las veces saben que la persona es culpable, aunque lo nieguen y juren que es una trama contra dicha persona. Sin embargo, Vivian miró a los ojos de Sadie y vio que aquella chica parecía absolutamente convencida de que su prometido era inocente. Aunque eso no quitaba la posibilidad de que estuviera viviendo engañada y cegada por el amor. Sadie no parecía estar ocultando nada por ningún motivo, aunque Viv todavía necesitaba mucha más información sobre aquel asunto.

Notas de juego

Con ir a allí, ¿a dónde se refiere?

Puedes hacerle más preguntas.

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10/08/2021, 16:37
Vivian Sinclair

Viv dio un trago a su café, disfrutando de la sensación de este bajando por su garganta, antes de darle otra calada al cigarrillo, saboreando el momento mientras miraba a Sadie. Hubo un silencio, antes de que la periodista volviera a hablar.

 

-¿Enemigos, deudas, alguna conducta extraña en su escaso tiempo libre?.- Lanzó algunas preguntas genéricas, esperaba que su interlocutora no se enfadase por hacer algo así. Y si lo hacia bien, conseguiría una reacción por parte de ella.

Notas de juego

Me referia a ir a donde se encontró el cuerpo de la victima, que no lo expresé del todo bien xD. Lo mismo he asumido que aparecio muerto en su casa y la he liado, claro xD.

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10/08/2021, 19:51
Sadie Cain

—Oh, no. Por supuesto que no —respondió la muchacha mostrando un gesto en el rostro que rechazaba aquella idea por completo—. George es un cacho de pan. Por eso lo quiero tanto, ¿sabe? Lo conocí en la Biblioteca Pública de Nueva York, es un hombre totalmente distinto al resto de los hombres que se ven por ahí. Lee libros sobre el cerebro humano, sobre el mundo de los espíritus y sobre muchas otras cosas. Piensa mucho. Y es muy inteligente, podría haber ido a la universidad si su familia se lo hubiera podido permitir. Pero nunca se ha labrado enemigos ni contraído deudas. Bien es cierto que tampoco es que tenga muchos amigos, personalmente solo conozco a Charlie, pero eso no quiere decir que tenga enemigos. Hay gente en su trabajo que se mete con él, solo por ser de familia humilde, como si ellos fueran marqueses o algo así. Pero él no les guarda rencor, jamás me habló mal de nadie. De todos modos no importa, porque estoy segura que algún día se va a convertir en alguien importante gracias a su proyecto. Su tiempo libre lo pasa conmigo, cuando por fin sale del trabajo y de su proyecto personal se detuvo un momento y se miró las manos un instante. Mire, le digo esto porque si habla con la policía estoy segura que se lo dirán. Reconozco que no veo a George todas las noches, y por ello la policía ha pensado que me engaña con otra. Pero eso es porque no lo conocen. Él no es así. Algún día será un inventor famoso. Lo que hace por las noches es construir su máquina. El señor Fuller le deja usar su mesa de trabajo. Algunas noches viene a mi casa a verme, pero otras se queda trabajando hasta tan tarde que luego se queda a dormir en el taller. Los fines de semana, en cambio, siempre queda conmigo.

Sadie no había probado apenas su café, se percató de ello y le dio un ligero sorbo. Prácticamente estaba frío.

—No se lo he dicho, ¿verdad? George trabaje en el taller del señor Fuller. Es un taller de reparaciones. Está a un par de manzanas de Fulton Street, en el centro de Brooklyn.

Notas de juego

Ok, vale. Sí, a la víctima se la encontró en su propia casa.

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12/08/2021, 17:10
Vivian Sinclair

Vivian ladeó el rostro, el hombre parecía un tipo peculiar cuanto menos, y estaba liado con algo extraño, algún tipo de invento. Bueno, en el pasado las mentes brillantes, con el debido estudio, creaban artilugios que luego servían a la humanidad como invento, y al inventor para pagarse el sustento…No era mal plan para salir de pobre.

 

-No, no lo había mencionado…Que trabaje en aquel taller…¿Conoce al señor Fuller?-Preguntó con curiosidad. No sonaba a que George estuviera viéndose con otra mujer, y Sadie parecía bastante segura de que ese proyecto era real; ¿lo habría visto? Dejo un silencio tras la pregunta, e incluso tras la respuesta a esta, intentando ver si era la propia Sadie quien explicaba lo que supiera sobre aquel trabajo.

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12/08/2021, 19:42
Sadie Cain

—No lo conozco personalmente —respondió Sadie—. Pero George siempre decía que era un buen tipo. Les dejaba el taller y la maquinaria para hacer sus cosas cuando cerraban.

Sadie sintió la mirada inquisidora de Vivian, lo que bastó para que la periodista se ahorrara la pregunta. El entusiasmo se dibujó en su rostro, especialmente en sus ojos, y la voz se le llenó de energía al hablar del invento de su prometido, probablemente contagiada de la misma emoción con la que George le hablaba a ella de la máquina en la que estaba trabajando. 

—George estaba a punto de alcanzar un avance fabuloso: una máquina capaz de cambiarlo todo.

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15/08/2021, 13:57
Vivian Sinclair

Que trabajase de más, aunque fuera en un proyecto que parecía personal, solo añadía horas de trabajo a George, y explicaba porque tenían tan poco tiempo para verse. Vivian dio un par de toques al cigarrillo sobre el cenicero para deshacerse de la ceniza, antes de dar otra calada, escuchando y valorando lo que decía Sadie. La instó a seguir con un ademán de su mano zurda, la que no sujetaba el cigarrillo en aquel momento, para que describiera ese trabajo extra que realizaba, esa máquina capaz de cambiarlo todo.

 

No era la única cosa en mente que tenia Vivian, claro. Fuller…¿Le sonaba ese hombre?. Además, no había escuchado nada de un asesinato en un apartamento de Brooklyn, ¿o si?, si no lo había hecho era porque efectivamente la policía había metido las narices en el caso, bien para hacer alguna corruptela, o bien porque la cosa estaba tan reciente que aun investigaban este.

 

-¿Cuántas personas sabían de esta máquina?, ¿trabajaba en ella él solo?.- Terminó por preguntar.

Notas de juego

Vivian trata de recordar algún caso de asesinato en Brooklyn, en un apartamento además de darle vueltas a ver si conoce a Fuller de algo, alguna noticia.

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16/08/2021, 12:59
Sadie Cain

—Bueno —Sadie titubeó—, si le digo la verdad, señorita Sinclair, George nunca llegó a contarme para qué servía la máquina realmente. Me dijo que tendría que verlo por mi misma.

Vivian no había escuchado nada todavía de ningún asesinato reciente en Brooklyn, pero había estado tan pendiente de terminar su anterior artículo durante el fin de semana que era posible que se le hubiera pasado por alto. La policía solía ser desconfiada con los periodistas en general, aunque sentían una especial aversión por ella, y no era buena idea intentar obtener información del agente que estuviera al mando de la investigación. Pero siempre podía acudir a hablar con el teniente O'Connor1, con quien le unía una buena relación desde hacía tiempo.

Por otro lado, a Viv no le sonaba de nada el nombre de Fuller. Puede que hubiera visto algún anuncio del taller de reparaciones en los anuncios del periódico, pero como ella no vivía en Brooklyn no le había puesto demasiada mente. Además, cuando ella necesitaba alguna reparación acudía a un taller cercano a su casa cuyo dueño, el señor Hughes era un viejo amigo de su padre y sabía que no le iba a dar gato por liebre.

—Dudo que mucha gente supiera de la maquina. El señor Fuller con toda seguridad, y tal vez Charlie.

Notas de juego

1 Una de tus fuentes.

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17/08/2021, 12:08
Vivian Sinclair

Vivian aplastó la colilla del cigarrillo contra el cenicero, escuchar a Sadie la hacía que fumase bastante rápido, puesto que tenía mucho que escuchar y evaluar de sus palabras; vigiló que su interlocutora hubiera terminado el café, haciéndole un gesto si no. Necesitaría a esa mujer con una buena dosis de cafeína y algo de energía si pretendían empezar a mover el caso.

 

-¿Quién es el tal Charlie, qué relación tiene en todo esto?.- Preguntó Vivian, inclinando el rostro un poco hacia un lado, su mirada paseó por los que estaban en la cafetería. No era raro que allí se produjeran preguntas, encuentros,  y se manejasen datos, no en vano estaban delante del periódico, claro, pero también había que tener un poco de ojo para que nadie te pisara la noticia.

Notas de juego

Mas tarde exploraremos esas fuentes, que lo de llamarles al movil no se estila en esta epoca, ¿no?, jajaja

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18/08/2021, 12:29
Sadie Cain

Ante el gesto de Vivian para que apurara el café, Sadie miró su taza y dio un pequeño trago. La tenía casi llena y el café ya estaba frío, pues apenas le había dado dos sorbitos en todo aquel rato que llevaba allí. No bajó la taza de nuevo a la mesa, sino que la sostuvo a media altura con ambas manos, como para impedir olvidarse de la bebida de nuevo.

—Charlie es una mujer— corrigió de manera sorpresiva—. Charlene Fitzpatrick, pero todos la llaman Charlie. George no tiene muchos amigos, pero conoce a Charlie desde la infancia. Ella también trabaja en el taller de Fuller. Cuando eran niños tenían planes de viajar juntos por todo el mundo, siempre han sido grandes amigos. Supongo que si George le enseñó su proyecto a alguien, sin duda sería a Charlie.

Notas de juego

Esa sí sería una máquina asombrosa. XD

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20/08/2021, 14:30
Vivian Sinclair

-¿Señorita Sadie, como se encuentra? De ánimo, me refiero, aparte de lo evidente, ¿la idea de acompañar a una periodista por las calles es lo que tenía en mente al acudir al periódico?.- Dijo Viv tras una pausa. Quería evaluar un poco el estado de ánimo de su interlocutora, si podía colaborar con ella o era mejor que Sadie durmiera y descansara. Un baño, y una cama podían hacerle mucho bien a alguien que estaba pasando por una mala racha, pero aprovechar el tirón también podía hacer que Sadie se animara, y mantuviera la mente centrada en un objetivo en vez de terminar por derrumbarse.-Imagino que esto tomará, como mínimo, unas horas de nuestro tiempo, pero su compañía será más agradable que hacer esto sola y seguro que la colaboración de ambas nos lleva a su marido más rápido.

Notas de juego

Vamos a tratar de animar a Sadie a centrarse en la meta con Inspirar. Que no se nos hunda la moza...Y es que a Viv su compañia le resulta agradable tambien. xD

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21/08/2021, 20:06
Sadie Cain

Sadie mostró una sonrisa cansada y algo triste, intentando transmitirle a Vivian que se encontraba bien, aunque saltaba a la vista que no era cierto. Se le notaba agotada y exhausta después de probablemente contar una decena de veces la misma historia y tener que aguantar a los policías de turno que, con toda seguridad, no le habrían creído ni una sola palabra. Viv sabía identificar a aquellos que salían de una comisaría con el ánimo tocado y con esa mezcla de enojo y frustración que solo un par de agentes de policía escépticos podían provocar.

—Oh, no, señorita Sinclair. No puedo ir con usted. Me encantaría pero tengo que tratar de recuperar mi empleo ella no lo quiso verbalizar, pero era más que patente que en realidad no estaría encantada de acompañar, y no solo porque Sadie se sentiría más un estorbo para Vivian que alguien de ayuda, sino que además tampoco tenía el arrojo suficiente para meterse en los lugares turbios por los que Vivian solía acudir en busca de sus historias.

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22/08/2021, 19:10
Vivian Sinclair

-Hmm…Sí…Recuperar ese antiguo trabajo parece buena idea. Suerte con eso.-Vivian se movió algo inquieta, terminando por levantarse. La mujer que tenía en frente tenia, sin duda, otras cosas en mente y no se veía capaz de hacer las cosas que Viv hacía. Y era normal, Vivian había estado en lugares turbios, y en sitios donde una mujer de bien peligraba, y Sadie parecía una mujer de bien…Y delicada como una flor.

 

-Necesitaré una forma de contacto si es así, intentaré que le llegue cualquier resultado de la investigación…En estos casos, hasta el más ligero indicio siempre es un alivio ¿Ya se ha entrevistado con Charlie? De no ser así, me gustaría hacer a esta persona algunas preguntas…-Dijo dejando aquella frase en el aire.

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24/08/2021, 19:40
Sadie Cain

—Gracias, señorita Sinclair —Sadie rechazó todo intento de terminarse el café ya frío de su taza y se levantó con Vivian, dispuesta a abandonar el establecimiento.

Sadie le proporcionó la dirección de la pensión en la que vivía, en Brooklyn, en la peor zona de Prospect Park. También le explicó con cierta nostalgia que George y ella estaban ahorrando para mudarse a un apartamento mejor tras la boda, además, el puritano casero de George, el señor Simpson, no permitía que Sadie pudiera pasar las noches en el apartamento y tenían que hacerlo a escondidas.

—No sé donde vive Charlie, pero si va al taller de Fuller en horario laboral es probable que la encuentre allí le dijo tras negar a la pregunta de si se había entrevistado con ella. 

Salieron juntas de la cafetería y se despidieron en la puerta, tomando cada una un camino diferente. Apenas se habían separado unos pasos cuando Sadie la llamó de nuevo y fue hasta Vivian rebuscando algo en el bolso.

—Seguro que esto le ayuda —dijo tendiéndole una fotografía donde aparecía un joven enjuto con el pelo y los ojos de color claro y cuya mirada parecía mirar más allá del fotógrafo—. No me gusta desprenderme de esta foto, pero si sirve para encontrar a George.