Partida Rol por web

De la misma forma que lo hizo con el ser de agua, John trató de "aislar" el particular aroma de alguno de los metahumanos y de alguno de los secuaces. A esto últimos suele ser más fácil extraerles información.

La reacción ante el ataque de Impulso lo hizo considerar que Pira y Sílfide estaba relacionados de alguna manera (hermanos, pareja, amigos cercanos), pero esto era algo que por el momento era pura especulación

A los rehenes que Granito a tocado:

¡¡Corred, insensatos!!

A Granito:

Sal por el agujero y apresa al señor fuego.

Déjalo inconsciente cuanto antes, que hay más que reducir.

Manteniendo su llave sobre el villano, Ulrich sigue apretando el cuello entre su antebrazo y su voluminoso bíceps, haciendo una tenaza que impide una normal respiración. No contento con estar estrangulando a su víctima y arreglándoselas para colocarse en una postura que fuerce a Fathom a usar sus manos para tratar de que no le descorche la cabeza como si se tratara del tapón de una botella de vino, Ulrich incrementa el castigo administrándole una serie de codazos con el brazo libre. Definitivamente no debe haber mucha gente que quisiera estar en su situación.

Impulso empezó a encontrarse mejor y se puso en pie. Se pensó unos segundos si seguirles o no. Todavía tenía fuerzas, pero no para sobrevivir al ataque de todos aquellos villanos. Se giró y miró a los demás.
No tenía ni idea de dónde habían salido, pero estar a cara descubierta no decía nada bueno de ellos.

Bueno, parece que se ha acabado la fiesta y los que se queden van a tener que lidiar con los dueños de la casa.- dijo apoyándose con la espalda en la pared.- Por lo tanto, a pesar de lo que me ha gustado estar junto a vosotros recibiendo una brutal paliza, creo que es un buen momento para irse, ¿a no ser que alguien quiera quedarse a dar explicaciones a la policía?- preguntó con ironía, aunque esperando respuesta.

Francesca se movía hacia Ulrich para dejar escapar a los rehenes y no dificultarles el paso, mientras observaba como se marchaban de allí sin tan siquiera agradecerles la ayuda que les habían dado.

Mientras tanto los secuaces continuaban huyendo aún más deprisa y salían corriendo de allí cargados de bolsas, bolsos y maletines llenos de dinero. John, Impulso y Ejecutor estaban demasiados malheridos o distraídos para seguirlos, por lo que se limitaron a observar como se alejaban.

Ulrich continuaba apretando el cuello del Pr. Fathom, pero éste logró recuperarse del mal estar que sentía y se acostumbró al aprisionamiento que le estaba haciendo aquella mole de hombre. Fathom transformó su cuerpo en agua empapando por completo la ropa de Ulrich y quedando bajo sus pies convertido en un charco.

Mientras tanto Granito huía también del lugar escapando tras el agujero y saliendo del banco igual que habían hecho el resto. Y con él se escapaban todos los metahumanos a excepción del Pr. Fathom que ahora era un charco de agua en mitad del vestíbulo del banco.

-¡Maldición! ¡Se me está escurriendo entre las manos, literalmente! ¡Que alguien haga algo o me pase un bote hermético grande! -Exclama el grandullón con su potente vozarrón en un tono sobreexcitado que delataba un poco su juventud. Mientras tanto se planteaba si pisar el charco o... ¿o qué? ¿Qué hacer contra alguien a quien no puedes herir?

-Si, creo que va a ser mejor irse y evitar tener que dar explicaciones a la policía de este lugar- luego, dirigiendo su mirada al grandulón que antes tenía agarrado al sujeto de agua, del cuál ahora sólo quedaba un charco, mientras pateaba un tacho de basura de algún escritorio hacia él. -Tomá, fijate si te sirve, pero no creo que podamos hacer mucho. Ya se fue.

Al finalizar de decir esto, John simplemente optó por la solución planteada por el sujeto enmascarado: salir del lugar antes que llegue la policía. Una vez fuera del banco, decidió buscar a su compañera

Una gota de sudor cruzó mi sien cuando dejé de concentrarme. Me fijé en toda la situación y cómo los atracadores huían con las bolsas de dinero.

¿No vamos a hacer nada por evitar que se escapen? Bueno, la verdad es que de momento no le debo nada a esta ciudad soltó al aire, sin esperar respuesta.

-Genial, un charco en el suelo, un agujero en la pared y un banco saqueado. Seguro que nadie se fija en el tipo de dos metros y medio... Me quedaré a explicarlo todo a la policía, que se vaya el que se tenga que ir -dijo el grandullón a punto de desmoronarse.

Era demasiado tarde para salir tras los ladrones, los malos habían huido, demostrándose más allá de sus capacidades y había una víctima que tal vez no hubiera habido de no haber intervenido. Un día genial. Simplemente genial.

Comprobe desanimada que la gran mayoria de los criminales habian logrado huir a pesar de los esfuerzos conjuntos (que no coordinados) de varios metahumanosjuntos, yo incluida. Estaba claro que aunque en China era una mutante muy temida, aqui en Freedom city no era mucho mas que una novata en un lugar llenos de gente superpoderosa. De repente me sentia vulnerable, debil... algo que hacia mucho que no sentia. Adaptarme a esa ciudad iba a ser duro.

Me gire a Ulrich e hice una peuqeña reverencia.- Lo siento, honorable giganton blanco, pero no puedo permitir que la policia me vea.- El acento chino se me notaba demasiado, era algo reconocible, asi que intente forzar un acento mas neutro para continuar.- podria tener problemas. Lo siento.

Dicho esto,recurri a la misma artimaña que use para entrar, y cree a mi alrededor una ilusion para hacerme invisible.

Ejecutor no se iba a quedar a dar explicaciones a nadie, así pues tal y como había aparecido, desapareció. Activó y se preocupó de que el traje funcionara de forma correcta y no se fuera a hacer visible en mitad de su camino, y así, salió del banco.

Ya en el ubral de la entrada al banco, John se detuvo un minuto luego de escuchar las palabras de sus compañeros. Girando hacia ellos, en un tono relajado les dijo: - Nada personal, pero digamos que es mejor para mí ,y en parte para Uds., que evitara la policía Y - dirigiendose a aquel que si bien no se había movido mucho ni hablado hasta ahora, se notaba que había estado ocupado y concentrado en algo. - ¿Quién dijo algo sobre dejarlos escapar?

Al finalizar esta frase, John se acomodó su ropa, sacudiendo un poco el polvo y salió del banco para (intentar) perderse entre la mltitud y encontrar a su compañera

Bueno grandullón, por lo visto te quedas solo porque yo tampoco me voy a quedar para hablar con la policía. He de decir que ha sido agradable caballeros y dama, incluso podríamos volver a vernos para quedar en ridículo ante unos ladrones mejor preparados otro día. Si a alguien le interesa, estaré esta tarde, a eso de las 6, en el parque que hay unas manzanas al oeste, parque NewTown creo que se llama, junto a la estatua de la mujer que llora.

Y tras decir eso, se estiró haciendo crujir los huesos de su espalada, se incorporó y se sacudió los trozos de cristal y polvo de la chaqueta y los pantalones.

Se despidió con la cabeza y se fue más bien rápido para encontrar un lugar tranquilo dónde quitarse el traje.

Si me hubieran apalizado seguro que me sentiría mejor...

Con un gran suspiro el enorme Ulrich se sentó en el suelo cruzando las piernas en posición de yoga (una de tantas gimnasias o ejercicios exóticos que había aprendido a lo largo de su corta vida) y trató de relajarse mientras esperaba a que llegara la policía para darles su versión de lo que había pasado. Puede que no hubiera conseguido parar a los supervillanos, pero al menos podría identificarlos y servir de algo. Además, serviría de poco que tratara de huir, no hay mucha gente que encaje en la descripción "dos metros y medio de alto, supermusculoso y como unos 200kg de peso". No llegaría muy lejos antes de que lo reconocieran.

Sí que tarda tardan, ¿no? A ver si voy a tener que llamarles yo...

Tranquilo, gigante, me quedo a tu lado dijo Jaime acercándose al sentado Ulrich. Si no les convences, siempre puedo echarte un cable.

Al fin y al cabo, sus mentes no tienen por qué ser muy complejas

El gigante se giró sorprendido al escuchar la voz del señor Nikols y su mueca de triste aceptación se transformó en una expresión sonriente al asimilar lo que éste había dicho.

-Ulrich, Ulrich VanBroek, encantado. Vaya una situación rara, ¿no? -comentó el joven de físico portentoso extendiendo la mano para estrechársela a su único aliado en la sala.

Un grupo de agentes de la policía llegó al banco cuando todos, incluídos Fathom habían escapado. El hombre de agua había desaparecido esparciéndo sus moléculas y escurriéndose por un pequeño desagüe sin que os dierais cuenta. Estabais suficientemente distraidos hablando entre vosotros.

La mujer policía entró seguida de un grupo de agentes y con una porra en sus manos la golpeó repetidamente contra sus manos con la esperanza de intimidar a los dos hombres que quedaban allí presentes.

Tan solo estaban Ulrich y Jaime, puesto que Francesca estaba en forma invisible aunque seguía presente en el local.

- Buenos días, señores. ¿Qué ha pasado aquí? Tenemos un guardia de seguridad inconsciente, un cadaver de una anciana, un agujero en la pared de enfrente y una cámara de seguridad abierta y saqueada. Algo ha sucedido y no cuela que me digais que nada. Comenzad a soltar todo por esa boquita y seré diplomática con vosotros dos.