Partida Rol por web

Habían pasado un par de meses desde el encuentro con el profesor Pathom y Factor Cuatro. Hasta el momento no había habido grandes sobresaltos y se podría decir que todo iba sobre ruedas.

De vez en cuando la Liga de la Libertad les pedía ayuda con algún caso, o con algún asunto menor que ocurría en la ciudad, y que coincidía con algún otro suceso en el resto del mundo. Mientras ellos se encargaban de lo que pasaba en el exterior, el nuevo grupo se encagaba de lo que pasaba en el interior.

Así fue como entre todos lograron formar un buen equipo.

De Ulrich se seguía sin saber nada, su factor regenerativo había sido anulado y seguía en un estado vegetal que le impedía salir de la silla de ruedas gigantesca en la que se encontraba. Montoya ya se había recuperado del todo del disparo sufrido, pero aún estaba de baja y no podía ayudar al grupo.

Rápidamente fueron pasando los días, hasta que una buena mañana, el Capitán Thunder había recibido información del exterior, información relevante a Francesca y a su pasado. Sería mejor que se reunieran todos en el salón de actos, pues lo que tenía que contarles no pintaba nada bien.
 

Hacía buen día, al menos lo que ella consideraba buen día. Refrescándose la cara con hielo y agua, se puso algo de ropa, no mucha, y bajó a la planta baja. Su sorpresa al ver al Capitán Thunder fue lo que le hizo despertarse del todo.

Buenos días - le dijo asintiendo sin más.

Aunque habían pasado ya un par de meses desde el famoso enfrentamiento, su carácter no había cambiado en absoluto, ¿por qué iba a hacerlo?.

Como todas las mañanas, Francesca estaba haciendo sus ejercicios matinales cuando recibio la notificacion de la reunion con el Capitan Thunder. Se le formo un nudo en la garganta al ver que tenia que ver con ella, finalmente las consecuencias de lo que paso en casa la habian alcanzado. Al menos habia podido disfrutar de un par de meses de tranquilidad, hacer algun amigo y en general empezar una vida nueva.

Aunque la idea de huir llego a rondarle por la cabeza, finalmente Fran aparecio en la sala de actos a la hora estipulada. - Buenos dias a todos, camaradas.

A pesar de su saludo formal,una gota de sudor le corria por la frente, su mirada denotaba preocupacion, y su habitual mascara de serenidad imperturbable parecia a punto de resquebrajarse. 

El tiempo había pasado rápidamente y cuando quiso darse cuenta ya hacía dos meses desde que conoció a los recién llegados. Los nuevos, Jaime, Ikari y Franchesca finalmente se habían quedado en la ciudad y ayudaban a la Liga de la Libertad junto a Next-Gen. Lo cierto era que en estos dos meses no se habían encontrado con un enfrentamiento tan duro como aquél de Factor Cuatro, lo que les había permitido descansar. 

Sonic recibió una mensaje en el peor momento posible: cuando uno está en la biblioteca. Se intentaba preparar para un examen de gramática, pero no le resultaba sencillo estudiar, era demasiado inquieto. Todo eso de sacarse un título era como una exigencia social. Sus padres le seguían insistiendo en eso, cuando la realidad era que nunca iba a tener la oportunidad de trabajar, salvo que montara un buen negocio por internet y lo malo respecto a eso es que apenas le enseñaban informática en el bachillerato. Estaba deseando terminar y dedicarse a algo útil. Lemar tenía un montón de práctica con los sonidos, lo que quería aprender era a guardarlos en un ordenador y luego venderlos. Por eso también no paraba de practicar intentando usar de forma más sutiles sus poderes. Si conseguía crear sonidos a voluntad, ya no efectos destructivos, sino cualquier sonido, podría grabarlos, incluso hacer música. Ese tipo de cosas le gustarían, pero hasta el momento cuando intentaba crear un sonido era como un elefante, destrozando y reventando sin capacidad para hacer algo refinado.

Estaba apoyado con los codos en la mesa, pensando en sus poderes y su página de venta de sonidos cuando le llegó el aviso. En fin, no estaba nada concentrado, así que no le importó recibirlo. Guardó los libros, se levantó con urgencia y salió a paso rápido. En cuanto dio con el baño se cambió y salió volando a la nueva cita. 

No tardó en llegar a su destino, entró llevando su mochila e inmediatamente saludó.

- Hola a todos.

Tetis volvió a una aparente normalidad asistiendo a clases con su carácter alegre un poco altivo, y ayudando a sus amigos en las misiones en las que les pedían ayuda, pero se acercaba al hospital cuando sabía que nadie la iba a echar en falta. Al día siguiente había ido a ver a Montoya, le dió las gracias por salvarle la vida y no supo qué mas decir, su mirada huyendo de la de la morena, por suerte la agente tenía muy asumido los peligros que corría debido a su trabajo y le quitó importancia* con lo que la rubia pudo elevar el rostro y medio sonreir con una promesa en los ojos "No volverá a pasar". Después se pasó alguna que otra vez para llevarle alguna hamburguesa de 'contrabando' e intentar aprender de las palabras de la mujer mas experimentada.

Con Ulrich lo tuvo mas difícil, a pesar de estar en el mismo hospital no fué hasta una semana mas tarde de su primera visita a la agente Montoya cuando por fin fué a verlo. La visión de su gran cuerpo sin reaccionar y en una silla de ruedas casi pudo con ella, pero había dejado pasar el tiempo preparándose para ese momento, con determinación avanzó hasta llegar a su altura y, a pesar que los médicos le dijeron que estaba en un estado vegetal, empezó a hablarle contándole como habían logrado detener a Factor Cuatro y lo importante que había sido él para la motivación de todos. Desde ese día en cuanto había tenido un rato se había acercado, se sientaba a su lado, apoyaba su mano en el brazo de él y le contaba las nuevas noticias del grupo.

El tiempo había pasado, dos meses habían transcurrido desde aquel día, y esa mañana recibió un mensaje del Capitán Thunder para una reunión importante -De nuevo algo gordo- pensó la chica mientras cogía su chaqueta y se dirigía hacia el lugar de reunión. En el texto solo ponía que era algo del pasado de Fran, los ojos de Tetis adquirieron un tenue brillo, no iba a permitir que nada ni nadie hiciese daño a otro de sus amigos.

Al llegar vió a las otras dos chicas así como a Lemar, pensó que lo mejor era demostrar a Fran que la apoyarían en lo que fuese, se acercó y al hacerlo pudo ver que su rostro no tenía su serenidad habitual. -Debe ser muy peligroso para que algo la perturbe así- pensó pues, si bien no salían de fiesta juntas, sí que se habían llegado a conocer bastante es ese tiempo.

-Buenos días a todos.

Pero su mirada se dirigió hacia la chica asiática "Estamos contigo" intentaba decir su rostro.

El tiempo parecía pasar rápido, pero para Jaime algo se había detenido. Tras uno o dos días descansando para que su cerebro descansara, fue a visitar a Ulrich. Había hecho buenas migas con el grandullón desde un principio, parecía que conectaran bien, aunque fuesen bastante diferentes. Pero algo parecía molestar en la conciencia a Jaime, y sabía que tenía que ir a ver a su compañero para terminar de adiviniar qué podía ser.

Se sentó en una silla, al lado del grandullón. Las máquinas pitaban tranquilamente, simulando el sueño de Ulrich. Jaime no dejaba de mirarlo y, por unos segundos, esperaba que volviera en sí. Pero esperó y esperó, sin que sucediera nada. Sin saber por qué, se sintió asqueado, y decidió irse.

Visitaba el hospital con frecuencia, aprovechando para saludar a Montoya. Pero su obsesión era Ulrich. Le visitaba prácticamente todos los días. A veces estaba solo, otras había alguien más por allí. Pero siempre era lo mismo. Se sentaba y lo miraba. Hasta que un día se le ocurrió. ¿Y si penetraba en la mente de Ulrich? A lo mejor, concentrándose, podría conseguir que sus células le hicieran caso, que el grandullón se recuperase...

Pasó toda una tarde intentándolo, consiguiendo únicamente un gran dolor de cabeza y un gran sangrado de nariz. Se sintió desdichado nuevamente y muy culpable. Si hubiese detenido a Sílfide, su compañero no estaría así. Ella no habría entrado en su cuerpo y no le hubiese destruído, no le hubiese dejado como un puto mueble. La culpabilidad le asaltó, impidiéndolo a volver al hospital en días. Pero, los trabajos que les encargaban, parecían ayudar a Jaime a recuperarse lentamente, y volvió a ver a su amigo.

Y allí estaba cuando el capitán Thunder les llamó a todos. Francesca sería el centro de atención. Jaime se dirigió al centro todo lo rápido que pudo, pues seguramente sería muy importante.

Buenos días saludó nada más entrar.

El capitán Thunder estaba sentado en su sillón de cuero negro junto a su hermosa mujer que estaba colocada en el brazo del mueble. Ambos tenían un par de tazas de café que daban vueltas con unas pequeñas cucharillas. Aquella pareja parecía más un solo individuo que dos personas diferentes. Ambos tragaron a la vez, y ambos iban dando los buenos días a todos los que iban apareciendo en la reunión.

Estamos apunto de partir. Dijo Thunder directo al grano. Esta vez sí que tenemos que hacer una misión bastante complicada y vamos a viajar al espacio exterior, por lo que no podréis contar con la ayuda de ninguno de nosotros porque necesito a todo mi equipo al frente de esta misión. Dijo mirando a su mujer.

Montoya está en el hospital, ella podrá ayudaros a nivel teórico y supongo que vuestros contactos dentro de la ciudad también, como es lógico. Pero si nos necesitais solo podréis comunicaros con nosotros a través del intercomunicador y desconodemos si habrá o no cobertura.

Con esto os quiero decir que estaréis en esto solos.

Y entonces la mirada del capitán se centró principalmente en Francesca. Como todos sabían aquel día la misión tendría que ver con ella.

Francesca, dijo mientras sacaba un dvd. Ha llegado este mensaje de audio para ti. Lo hemos escuchado porque no ponía que fuera dirigido a nadie en concreto, pero el mensaje era totalmente claro.

Nancy tomó el dvd y lo colocó en el portatil que estaba cargando sobre la mesita de té que estaba en el centro de la sala. La mujer se puso en cuclillas para activarlo, y tras pasar menos de un minuto una nota de audio se activó:

蜂蜜嗨，我是一个父亲，我来接你了。我找到了你，我发誓，我会付出一切，你对我做了

Que sonaba a algo así:

Fēngmì hāi, wǒ shì yīgè fùqīn, wǒ lái jiē nǐle. Wǒ zhǎodàole nǐ, wǒ fāshì, wǒ huì fùchū yīqiè, nǐ duì wǒ zuòle

La pareja había traducido el mensaje, pues habían pensado que era un código. Al descifrarlo averiguaron el contenido y miraron con espectación a Francesca. Esperaba que aclarara el significado de aquel mensaje y que les explicase todo lo necesario sobre el mensajero.

- Hola cariño, soy papá. Voy a ir a buscarte, te he encontrado y te juro que voy a devolverte todo lo que me has hecho.

El mensaje era frío, pero sin duda la voz era la de tu padre. ¿Xin Yu estaría verdaderamente muerto? ¿Quién habría sido entonces quien había mandado ese mensaje?

Fuera quien fuese, había llegado la hora de ofrecer todos los datos sobre tu pasado y sobre tu padre que fueran relevantes. Si Xin Yu venía a por ti, es probable que necesitase a todos tus compañeros para que te protegiesen. Al fin y al cabo, uno no se hacía el  amo del crimen de la noche a la mañana.

Francesca se puso completamente palida al oir la voz de la grabacion, la conocia demasiado bien para olvidarla. Temblorosa y con la respiracion entrecortada, la joven asiatica se levanto de un salto y exclamo desesperada.- 这是不可能的！他已经死了，是不可能的！

Por las caras de confusion de los presentes, pudo deducir que probablemente nadie entendia el chino, por lo que repiro hondo para calmar sus pensamientos, y volvio a hablar, esta vez en ingles, aunque la perturbacion de la noticia le hacia marcar mas el acento chino que de costumbre.- La voz de esa grabacion, es mi padre, la reconoceria en cualquier idioma y lugar. Pero eso es imposible! Esta muerto, yo vi el cadaver con mis propios ojos! - Fran se dejo caer en el asiento abatida y se tapo la cara con evidente desesperacion.- Y-yo misma lo mate con mis propias manos... me niego a creer que el grabara el mensaje.

Sabia que su pasado tarde o temprano acabaria dandole problemas, pero aquello era mucho peor de lo que jamas podria haber imaginado. Tenia que ser una broma de mal gusto, si, eso era. Una broma de pesimo gusto. 

Lemar no sabía cómo responder ante aquella revelación. De repente Fran les había soltado a todos que había matado a su padre, así, como si en China fuera algo normal. Se quedó un poco frío al principio, pero Fran ya se veía que tenía unos cuantos demonios interiores y al parecer acababa de confesar uno de ellos. Solo que, bueno, si su padre estaba vivo, entonces o no había matado a nadie o había matado a otra persona. Eso segundo era bastante preocupante, pero en este momento, se tenía que poner de su parte y darle un voto de confianza.

- Fran, tanquila, si estás en peligro sólo nos lo tienes que decir y vigilaremos las cercanías.

La chica estaba tan nerviosa que no parecía darse cuenta de que la mayoría de los presentes no se estaban enterando de nada.

- Podrías traducirnos el mensaje.

Lemar se imaginó que su padre intentaba darle unas instrucciones sobre algo que tenía que hacer.

Al escuchar al capitán y posteriormente el mesaje de grabación, habló:

A veces, aunque no entendamos las palabras, podemos comprender su significado. Apoyó su mano en el brazo de Francesca. Era la primera vez que Ikari mostraba cercanía hacia uno de ellos. Ya saben todos que mi debilidad es el dolor ajeno, así que si puedo ayudarte a solventar lo que se avecina no dudes que ahí estaré.

Después miró al capitán.

¿De dónde ha llegado el dvd?, ¿quién se lo ha entregado?, y lo más importante, abrá alguna forma de averiguar quién lo hizo o desde donde lo grabaron, ¿no?

Era increíble pensar que esta mujer hubiese hecho tal atrocidad con su padre, pero sus motivos tendría y ella no iba a juzgarle por ello.

Permanecí atento a la conversación, aunque más silencioso de lo que solía ser, o al menos desde el incidente con Factor Cuatro. Hacía ya un par de meses de aquello, y si bien habíamos afrontado un par de misiones de menor calado, seguía con la sensación de no estar preparados para algo realmente importante como aquello. La sensación de impotencia de aquel día no se borraba de mi cabeza, y el fallo pesaría sobre mis hombros por bastante tiempo. Desde entonces había estado entrenando incansablemente, y trataba de ser más consciente de las situaciones y de actuar de forma más precabida, en contraposición a mi comportamiento más despreocupado que tenía anteriormente.

También solía ser más serio, aunque tal vez se debía al mal recuerdo que aún acarreaba conmigo, y a la sensación constante de ir a fallar cuando llegara el punto álgido, tal vez lo que necesitase fuera volver a ponerme a prueba de verdad para, esta vez, darlo todo y demostrar que podía hacerlo mejor, que todos podíamos hacerlo mucho mejor que aquel fatídico día. 

Entonces hablé, aunque de momento traté de no pronunciarme sobre el asesinato que Francesca acababa de confesar pues no conocíamos las circunsatancias. - Capitán Thunder. - Comencé, puesto que finalmente había logrado dominar el hábito de llamarlo papá cuando estábamos en reuniones oficiales. - Como bien dicen mis compañeros ¿Hay alguna forma de rastrear la procedencia del mensaje? ¿Alguna pista por la que podamos empezar? - Pregunté, para después dirigirme a Francesca. - Podría haber sido un doble, no es algo común, pero no sería la primera vez. ¿Podrías traducirnos el mensaje y también contarnos algo de tu padre para ponernos en contexto, por favor? - Predí respetuosamente, sabiendo que sería un tema escabroso.

Cuando llegaron todos, al menos todos los que continuaban, el Capitán y su esposa comenzaron a exponerles el motivo de su llamada -Se van, estaremos solos, es algo que incumbe a Fran directamente y estaremos solos. No puedo fallar, otra vez no.- Las palabras que salieron del cd no le dijeron nada a la rubia pero estaba claro que a Francesca sí, su reacción y el tono de sus palabras hicieron que Tetis la mirase intentando descifrar qué pasaba.

Después de un instante la chica se dió cuenta y les explicó el porqué de su agitación, la revelación de que ella misma mató a su padre hizo que el corazón de Tetis se encogiese, no porque sintiese rechazo si no porque no quería ni imaginar qué podía llegar a hacer un padre para que su propia hija lo asesinase y no sintiese ningún remordimiento por ello -Mas bien pánico de que esté vivo-. Enseguida sus amigos le dijeron palabras de ánimo y preguntaron por lo que decía el mensaje, de dónde había salido y si había alguna forma de rastrearlo.

Tetis se quedó todo ese tiempo callada, lejos de su habitual verborrea, a lo mejor fué por la impresión de la revelación o por otra cosa pero parecía que no se le ocurría nada mas que añadir a lo ya dicho. Al fin se acercó los dos pasos que la separaban de la joven asiática, puso su mano en el hombro de ella y apretó un poco.

-Nos tienes contigo. -susurró.

Jaime se quedó apartado, espectante. Las palabras del capitán no le sorprendieron ni le pusieron nervioso. Realmente cuando cayó el grandullón ellos tampoco estaban presentes, así que no sería ninguna diferencia. Quizá para los más jóvenes el saber que no iban a tener ayuda de los superhéroes fuera algo más delicado, pero no le ocurría lo mismo a Jaime. Allí pocas cosas tenía que perder.

Pero la reacción de Francesca era otra cosa. Miró cómo la mujer contestaba en su idioma natal y cómo contaba que era su padre, al que ella había asesinado. Todos parecían querer acercarse a la mujer, para darle ánimos. Él decidió seguir en su lugar. Fran debía estar pasando por algún tipo de trauma al escuchar de nuevo a su padre, y estaba convencido de que no le haría ninguna gracia que todos estuvieran sobre ella.

¿Tiene algún poder, Francesca? era algo que le preocupaba. Quizá, si era un simple humano, no sería tan complicado dominarle, llegar a él. Pero si era poderoso... Sería diferente.

El capitán Thunder miró a Ikari que parecía interesarse en su compañera. El dvd nos ha llegado esta mañana con el correo, iba dentro de una carta completamente en blanco en la que solo figuraba la dirección de la academia pero no indicaba remitente. Por eso decidimos abrirlo. Dijo pensativo.

Lo de ver donde se grabó o quien lo hizo podríais averiguarlo, ¿alguno entiende de tecnología? preguntó echando un vistazo a todos los novatos, siempre podréis ir a alguno de los laboratorios de la ciudad para que lo investiguen.

Luego observó a su hijo pedir respuestas sobre el padre de Francesca y sobre la traducción del mensaje, si ella no decía el significado, serían ellos quienes se lo dirían, pero de momento sería mejor guardar su privacidad y ver si estaba dispuesta a compartir aquello con sus nuevos compañeros.

Ikari asentía con lo que iba diciendo Thunder. Al acabar y sugerir que llevásemos el dvd a un laboratorio, dijo:

Creo que saben de sobra que la tecnología y yo no casamos para nada. Miró a los demás compañeros para que alguno de ellos dijera lo bien que entendía de esos asuntos.

La idea de que el padre de Francesca tuviese un poder era más que una posibilidad nada remota. Empezaba a notar que en breve tendrían nuevos enfrentamientos. 

Francesca  se sintio abrumada por tanto apoyo, aquellas eran sin duda buenas personas, mucho mejores que ella. No podia permitir que se vieran involucradas en lo que se avecinaba.- Mi padre... mi padre es Xin Yu, y esta diciendo en ese mensaje que... que viene a por mi. A vengarse.- un escalofrio le recorrio la columna al pensar en la idea. 

Por primera vez en mucho tiempo la joven notaba como una emocion se apoderaba de ella, una que no habia experimentado en muchos años: panico ante lo que se avecinaba.- Capitan, ustedes tienen que saber quien es Xin Yu! Saben de lo que es capaz! es un psicopata, y mientras este aqui todos estaran en peligro!- Recuerdos de su pasado en China, de su anterior vida, no dejaban de venirle a la mente. 

Solo se le ocurria una solucion. Temblorosa, Fran se levanto.- Les agradezco la amabilidad y generosidad que he recibido de todos ustedes, estos meses han sido los mejores de mi vida. P-pero tengo que marcharme de aqui, no puedo permitir que todos ustedes sufran por un monstruo como yo.- La joven se giro al Capitan y extendio los brazos como si la fuesen a esposar, y una mirada de suplica.-  honorable Capitan, le ruego que me entregue a la policia. Estoy ilegalmente en este pais, y he cometido muchos delitos terribles en mi tierra, las autoridades chinas estaran encantadas de extraditarme lo antes posible. 

Definitivamente Franchesca era una joven extraña. Que dijera que estos últimos meses, en los que no había pasado nada del otro mundo habían sido los mejores de su vida era un tanto desconcertante. Aunque sí que era divertido hacer de héroe y hacer el bien, pero no habían logrado nada remarcable últimamente. 

Lemar observó al Capitán Thunder. El Capitán era un buen tipo y era listo, pero él no había estado formando equipo con Fran este tiempo y el joven no podía contar con que tomara la decisión correcta.

- Venga ya. Tu no eres un monstruo, Fran, yo lo que he visto es que eres buena chica, pero pierdes los nervios con un poco de facilidad. Eso de la extradición no tiene sentido, seguro que hay trámites que realizar y se demora semanas. En ese tiempo tu padre tendrá tiempo de tramar libremente en tu contra. Si tu padre es un asesino que pone en peligro a la gente, lo tenemos que detener y punto, es así de sencillo. 

A la mujer se le estaban metiendo ideas raras en la cabeza fruto de las malas experiencias del pasado y Lemar se dispuso a intentar combatirlas.

Si todos estamos en peligro porque estés aquí, lo seguiremos estando cuando te vayas, porque es posible que tu padre se entere quién te ha estado ayudando en esta ciudad dijo Jaime, pensando que él haría eso si quisiera una venganza.

Nosotros no sabemos de lo que es capaz tu padre, así que para estar preparado deberías contarnoslo. Creo que queda claro que da igual lo que hayas hecho, lo que importa es lo que estás haciendo ahora.
 

La pregunta de Jaime tenía mucho sentido, al menos eso fué lo que pensó Tetis pues ya que sus padres tenían poderes por qué no los pudiese tener el padre de Fran, si era así se complicaba la situación pero ellos eran seis -Espero que si es así no venga con mas 'amigos'- pero no dijo nada esperando la respuesta de la joven.

La rubia negó con la cabeza ante la pregunta del Capitán de si entendía de tecnología, apenas había aprendido a manejar los reproductores de audio y a moverse con soltura por internet. La verdad es que cuando llegó a la ciudad se dió cuenta de lo atrasada que estaba en ese sentido en comparación con el resto de jóvenes de su edad, pero es lo que tenía vivir bajo el agua: los aparatos no se llevan bien con ella.

Y entonces la joven asiática dijo por fin el mensaje que había recibido, mientras hablaba Tetis miró su perfil con el ceño ligeramente fruncido y negando levemente con la cabeza. Como casi siempre Lemar fué el mas rápido y tomó la palabra diciendo lo que Tetis misma estaba pensando, la joven rubia también asintió a las palabras de Jaime y añadió su contribución para convencer a Fran de la tontería que era irse.

-Te guste o no nos vas a tener que aguantar, no te vamos a dejar sola. Además ya sabes eso de que si le salvas la vida a alguien eres responsable de sus actos, pues vas a tener que seguir vigilándome*.

En su rostro una pequeña sonrisa de ánimo, sus ojos expresando toda la determinación que sentía.