Partida Rol por web

Tras agradecer de nuevo la ayuda, salieron de la mansión. Había sido bueno visitar a Presagio. Era un valioso aliado y ójala no le pasara nada. Le había deseado suerte el salir de allí.

El grupo estaba reunido de nuevo y el siguiente paso parecía muy claro, salvo que ellos pensaran otra cosa.

- Vayamos a ver a Montoya.

Dijo y observó entonces a Tetis.

- No te gustaría ser su novia, te tendría todo el día controlada con sus poderes. "No vayas hoy por ahí", "No veas hoy a tal", "La crisis de Grecia va a acabar mal", "La bolsa de China va a seguir hundiéndose", "No escuches a Sonic, va a hablar en mi contra". Buf, vaya agobio.

Lemar le sonrió, intentando picarla un poco, amistosamente.

- Pues eso, vamos primero a por el equipo y luego podéis ir a hacer de chicas malas.

Comentó a Fran y Tetis esta vez.

Agradecí que apoyasen mi plan, por una vez, no era lo más común dado que al ser el pequeño del grupo solían ignorarme más que a los demás, así que me sentí bien cuando a alguien más que a mi no le gustó la idea de quedarse plantado esperando a que vinieran a por nosotros. - Bien, vayamos todos a ver a Montoya entonces. Al fin vamos a tener intercomunicadores, ya era hora. - Dije, recordando que los había propuesto para la pelea con Factor Cuatro. - Aunque creo que después deberíamos organizar grupos que se encarguen de varias tareas, así actuaríamos más rápido e ir todos en grupo quizá haga más visible nuestra ubicación. - Añadí, poniéndome en marcha. Dado que Montoya estab de baja, primero deberíamos ir a su casa. - En realidad podría adelantarme para ir contándoselo todo a Montoya. Al fin y al cabo no se para qué tenemos que estar todos para pedirle que nos eche una mano para conseguir intercomunicadores. - Respondí a Sonic.

Rayo era muy inquieto y siempre trataba de adelantarse a los demás. También le gustaba llevarle la contraria, pero siendo hijo del Capitán Thunder era bastante evidente que intentaría convertirse en jefe de algún grupo de superhéroes algún día. Eso no le preocupaba a Sonic, no hasta dentro de varios años, así que de momento no pensaba competir contra él, aunque le enervaba en ocasiones, aunque no ahora. 

- No nos tenemos que separar porque estamos a la espera de que nos ataquen. Pero te puedes adelantar con cuidado para ver que todo está bien allí. Tampoco queremos ir directos a una trampa.

Seguro que eso le gustaba a Ray y era una buena forma de hacer una exploración rápida.

- ¿Estáis todos preparados para luchar? Nos atacarán tarde o temprano, así que estemos todos alerta. Recordad cubrir a Jaime para que pueda usar sus poderes.

Aunque Fran no estaba del todo de acuerdo con tener que esperar a pasar primero por Montoya, prefirio ceder ante Sonic, que claramente se habia metido en su papel de lider y estaba intentando organizar a todo el mundo.- De acuerdo Sonic, vayamos primero a por esos rastreadores.

Poco a poco se iba concretando el plan. Por su parte, Ikari, que no era muy buena en ese tipo de cosas, esperaría instrucciones para actuar.

¿Serían el blanco perfecto?, ¿les costaría atraparnos?, ¿lograríamos lo que nos pretendíamos?, ¿después de estar hablando tanto, no sería mejor irse ya de aquí?.

Esas y más preguntas le tenían sumida a esta mujer en un descontrol.

Jaime se encogió de hombros. No iba a obligar a los demás a aceptar su plan, pero estaba claro que, sin algo definido, todos serían objetivos más que claros. Si conseguían que el padre de Fran se centrara en el "amor" de su hija, los demás estarían libres para ejecutar la emboscada y apresar a alguno de los secuaces de esa criatura.

Pero no, habían optado por decir que no. Su plan consistía... No, no tenían plan. Sólo querían conseguir comunicadores y correr de un lado a otro esperando encontrar a algún rival o que les atacaran. ¿Por qué no iba a funcionar?

Muy bien, seguro que a Montoya la hace ilusión.

La rubia asintió, ella ya se había puesto al lado de Fran y esperaba el movimiento de ésta para avanzar.

Asentí ante las palabras de Sonic, aliviado por poder ponerme en acción. - Bien, me adelantaré. Vosotros ponéos en camino, si ocurre algo me encargaré de avisaros. Revisaré los alrededores primero, después os esperaré frente al apartamento. Soy enérgico, pero no veo a través de las paredes. Si por algún casual el apartamento fuera una trampa el espacio reducido no sería bueno para mi velocidad. - Respondí, luego de esperar un poco para que mostraran brevemente su acuerdo eché a correr en dirección al apartamento de Montoya, a examinar los alrededores.

Rayo echó a correr para revisar todos los alrededores del piso de Montoya y observó que no había ni rastro de ningún enemigo por toda la zona, por lo que pudieron estar tranquilos. Así que esperó a que llegaran el resto y esperaron todos frente a la puerta del apartamento de la agente.

Cuando estaban todos reunidos decidieron llamar al timbre y esperar a que Montoya saliera para recibirles. La mujer estaba de baja y tenía que estar allí casi obligatoriamente, pues no se encontraba en estado de salir fuera y mucho menos en algún tipo de misión. Pero, ¿por qué tardaba tanto en abrirles la puerta?

Alguien decidió no solo llamar a la puerta, si no también llamar por teléfono a la casa de la mujer pero nadie descolgaba el teléfono y su móvil parecía estar sin cobertura. Fuera lo que fuese, Montoya estaba incomunicada y no parecía querer abrir la puerta, o al menos no estaba allí para abrirles. ¿Dónde podría estar? O peor, ¿la habría pasado algo?

Sonic se impacientó al ver que la agente no respondía. La vida de un superhéroe era peligrosa, así como la de la gente que conocía, de forma que ante cualquier suceso extraño era fácil pensar en lo peor.

- Mierda. Esto no me gusta.

Echó un vistazo al resto del grupo.

- Vamos a tener que entrar. 

Comentó con el semblante serio. Había una buena forma de hacerlo, pero era mejor esperar a ver qué pensaban los demás. A Lemar le estaba reventando que la pudieran haber tomado con la agente. Después de haberla atendido en aquella ocasión, cuando estuvo al borde de la muerte, no quería que volviera a pagar los platos rotos.

Jaime tenía un mal presentimiento. Muy malo. Si tenían los datos del superordenador de la mansión, ¿no sabrían de Montoya? ¿No supondrían que acudirían a ella en busca de ayuda o consejo? Datos, información sobre supervillanos...

No va bien se repetía mientras negaba con la cabeza, esperando sin ningún tipo de esperanza que la policía abriera la puerta

Estaban esperando esto dijo en voz alta, sabiendo que los demás entenderían por dónde iba Tirad la puerta y preparaos. Se habrán llevado a Montoya, y puede que nos hayan dejado una sorpresa dentro.

Nereida había seguido al grupo sin decir nada, en realidad pensaba que todo eso les quedaba muy grande pero como cuando estás metido en algo solo puedes luchar para salir y de nada sirve lamentarse estaba dispuesta a hacer lo que hiciese falta.

Al llegar a destino y no obtener respuesta de Montoya se temió lo peor, pero lo peor para ella no era solo lo que le hubiese pasado sino que se encontraba en ese estado de indefensión por su culpa. Así en cuanto alguien sugirió tirar la puerta abajo no lo pensó, se puso delante de la puerta y lanzó su brazo con toda la fuerza que tenía para derribar el obstáculo. Estaba preparada para transformarse en agua al primer indicio de ataque.

(Mal augurio, sensaciones negativas, muerte, muerte, muerte...)

Ikari se apartó unos instantes del grupo ante lo que pudiese avecinarse. Buscó un sitio a pocos metros, pero lo suficientemente cerca como para poder mantener contacto visual.

(Nervios, manos sudorosas)

Ladeaba el cuello de un lado a otro, buscando esos crujidos que tanto le relajaban, pero que a la vez le predisponían para algo peor.

(Puños tensos, mirada a la izquierda, mirada a derecha)

Calma, cálmate, es mejor para todos tus compañeros, no lo desencadenes, ¿acaso quieres sacrificarte?

Fran torcio el gesto al ver que la agente Montoya no daba señales de vida por mucho que llamaramos, a pesar de que debiera estar casi obligatoriamente en su apartamento por las heridas. - Esto no me gusta.

No habia tiempo para tonterias, la agente podia estar en peligro, asi que tan pronto alguien dijo de tirar la puerta abajo, Fran ayudo a Nereida con su telekinesis, lanzando un impacto contra la puerta con suficiente fuerza para romper el cerrojo.

Efectivamente se habían llevado a Montoya. De eso no había ninguna duda. Cuando lograron abrir la puerta pudieron encontrar el piso de la agente patasarriba. Como si además de haberla secuestrado, hubieran estado buscando algo en su interior. Desconocían si la mujer escondía algo, así que no podrían saber si se lo habían llevado.

Y entonces Francesca encontró una nota encima de la cama de Montoya. Debía de ser de su padre, aunque realmente aquella no era su letra. Lo cuál tampoco era muy raro, pues su padre había muerto y ahora debía ser algún tipo de extraño ser.

Querida Francesca, éste ha sido el principio. Si queréis saber cómo seguirnos la pista, pregúntale a tu amigo Rayo, quizá su madre sepa algo sobre donde encontrarla. ¿No te parece?

^{Y recuerda algo, sabes que siempre iré un paso por delante de ti.}

Atte. Xin Yu.

Diablos, esto cada vez iba a peor, como era de esperar. Habían raptado a su amiga Montoya y eso le hizo hervir la sangre.

- ¡Maldito cerdo! ¡Lo va a pagar!

Dijo cabreado, tratando, simultáneamente, de controlar el enfado. También era malo que no tenían forma de ver quién había hecho esto para conseguir pistas sobre los secuaces de Xin.

- Rápido, hay que volver a la academia y buscar a Nancy, podría estar en peligro.

No tenían que haber hecho caso a la mujer cuando les dijo que se fueran, pero estaban acostumbrados a escucharla y esta vez podría haber sido para mal. Lo peor es que seguramente ya era tarde.

Xin les había tomado la delantera y Presagio se había equivocado, pues el jefe criminal pensaba guiarles directamente a una trampa.

Después de que pensáramos que podrían estar allí, nos llevamos una sorpresa al no encontrar a Montoya. Ikari se calmó algo más, bajó los brazos y articuló unas cuantas palabras.

Han ido a por una pieza clave y sabrán jugar bien sus movimientos - dijo. 

¿Rayo?, ¿sabría él algo de todo ésto?. Le miró.

¿Qué puedes contarnos?

El cerebro de Jaime trabajaba rápidamente, y algo le dijo que tenía que haber supuesto todo esto. ¿Cómo no iban a ir a por una agente que les había estado ayudando? Era lo más lógico, parecía tonto.

Pero eso ya no era lo principal. Ahora Nancy podía estar en peligro. Pero... ¿no les llevarían a otra trampa?

No es el momento, Ikari. Corred a la mansión sin esperarnos. Rayo, vuela a por tu madre y tráetela si puedes. Si no, no te hagas el héroe. No debemos quedarnos a luchar, no ahora, si están allí es que lo están esperando.

Jaime siguió buscando en las habitaciones. Con un poco de suerte, encontraría algo más allí, algo que les diese más información.