Partida Rol por web

Phileas sale del Loro Azul y se encamina, sin mirar atrás hacia la parte inferior de la ciudad, donde se encuentra el espaciopuerto.

Al ver salir al ingeniero, lo acmpaño en silencio, con Elena detrás de mi

Parece que nuestro curso hacia el navío esta abierto - comento al ver salir al Ingeniero decidido. Hay un deje de ansia que no consigo controlar - ¿Vamos, William? ¿Hacemos los honores? - pregunto alisandome la capa disponiendome a seguirle.

Braden siguió al Ingeniero hasta el hangar sin decir ni una palabra, ya iba siendo hora de zarpar.

Haciendo una mueca de indiferencia, tiró la colilla, pisándola para apagarla y metiendo las manos en el bolsillo, hizo un movimiento con la cabeza para seguir a Phileas:

- Si claro, vamos tras él. A ver en que tipo de lata de conservas nos mete aquí el amigo.- dice mirando a Varma, sonriendo pícaramente. 

- Te veo ansiosa Varma.-

Tras la salida de Phileas, cedo el paso a las damas, y al salir del local, me ciño un poco la capucha, debido al contraste de luz. Parece que al fin nos ponemos en movimiento; iba siendo hora, el tiempo que pasa esa mujer en manos del pirata es como tener una espina clavada, a veces te olvidas, pero siempre vuelve ese pinchazo para recordarte que está ahi.

Me situo en los últimos puestos de la comitiva, observando a los nuevos compañeros de viaje, sus actitudes, forma de caminar, indumentaria y equipo. Aquí hay mucho silencio y misterio, veremos que sale de todo esto.

¿Ah?... esto... sí - balbuceo tratando de recuperar la compostura y sonrojándome un poco - No creo que sea difícil ver que me muevo mas a gusto en la acción que en el politiqueo.
Saludo cortésmente a los que se van agregando a la comitiva. Me siento mas resuelta ante el engrosamiento de nuestra fuerza - Veamos la Lata, William y que podemos esperar. Por si acaso, atento a la Herramienta - le comento con una sonrisa.
Mis manos descansan en las empuñaduras de las armas pero es mas un gesto rutinario.

Llegáis al hangar 7J en la parte baja de la ciudad, justo en la entrada de los muelles. El ingeniero abre una puerta lateral con una tarjeta magnética y os abre paso.

Dentro hay una oficina de tamaño no muy grande que en seguida queda llena con toda la gente que veníais con él. A través de los cristales de la oficina veis una lanzadera bastante atrotinada, aunque al menos parece que tiene todas las partes en su sitio.

Phileas saca una pila de papeles y os dice:

Aquí tenéis el contrato estándar, con el sueldo y la descripción del trabajo

Veamos... tomo el contrato y me dispongo a leerlo

Tomo también el legajo con la intención de revisarlo a la par que le dirijo pequeñas ojeadas a la lanzadera. Parece mas escueta que los vehículos de la iglesia en los que he viajado. También carece de las alas para vencer la gravedad de los voladores que he manejado. Comprimo mi curiosidad en una mueca extendida. Quizás William pueda comentarme algunos principios con los que funciona que ahora se me escapan.
Ahora, con el contrato en mis manos la señalo y cara a Phileas le pregunto con interés - ¿Tiene Nombre?

Se trata de un contrato estándar, como los de la Asamblea.

Os compromete a embarcaros en un viaje con origen y regreso en Galapaga, con destino intermedio en la luna Barbuda para recuperar la nave Competidor y los restos posibles de la Transformación. Tiempo máximo estimado diez días.

Los gastos médicos corren de vuestra parte y el salario es de 600 fénix por persona.

¿Nombre? ¿La lanzadera? No, su objetivo es llevarnos hasta Barbuda. Si no vuelve de allí tampoco me preocupa demasiado

Lo firmo y lo deposito en la mesa Bueno, ¿a qué hora nos reunimos mañana?
Bien, acabemos con esto, y besquemos un sitio agradable en el que dormir, a oarte de una opipara cena y tal vez una pequeña práctica de tiro con Elena, no debemos perder la práctica, o tal vez simplemente demos una vuelta por el mercado a ver si hay algo interesante, ya veré

Apretado en los últimos puestos de la comitiva en la pequeña oficina, espero a que John Drake estampe su firma en el documento. Un buen seguro de que todo está correcto es que lo firme un aparente hombre de negocios avezado como él. Tras ello, lo leo brevemente y lo rubrico, tras lo cual se lo entrego al Ingeniero.

- Le echaré un vistazo a esa lanzadera por dentro si le parece, Maese Phileas, ¿cuánto dijo que duraría el viaje? Creo que estaremos bastante apretados... -

Si nos da permiso, me acercaría a la nave para examinar su integridad y los Trajes de Vacío.

Siendo una lega en el tema legal no me parece que el contrato ofrezca consideraciones que interfirieran con mis otros compromisos. Obvio la discusión sobre la validez de la palabra dada ante testigos considerándola estéril en esta situación. No tengo reparos en llegarlo a firmar aunque lo que sí hago es tomarme mi tiempo. Más que nada para aprovechar en echarle un vistazo más detenido al tipo. Como se comporta mientras espera, cómo reacciona ante las acciones de cada uno de los presentes.
Por su respuesta parece un utilitarista ansioso por alcanzar los artilugios de la 2ª República. Ansioso, si esa es la palabra que me viene a la mente. Como si tan cerca del objetivo se lo pudieran arrebatar. Lo que me hace meditar si esta excursión no es sino una carrera encubierta contra alguien más.
Sacudo la cabeza con falsa contrariedad siguiendo el hilo de la conversación - No me parece bien. Lo que se trata como un objeto suele al final tratarte idénticamente. Yo le pondría nombre. Algo inspirador - suspiro resignada - Pero es vuestra... Aunque si me permitierais. Antes de que se convierta recurrentemente en La Lata..
Con tranquilidad firmo en el final del documento y lo dejó sobre la mesa.
Noble Markus dejadme acompañaros y ayudar - comentó mientras espero a ver si Phileas nos otorga los permisos demandados.

LLego justo cuando la gente esta firmando, con el petate a la espalda.

-Siento llegar tarde, tengo la obligacion de dejar mis asuntos en orden.

Doy un vistazo a la escena.

-¡Bien el contrato!.

Lo leo someramente mientras miro si el cara gris lo ha firmado, al ver que esto es asi me relajo y lo firmo sin mas.

-Todo en orden maestro ingeniero. Cuando usted disponga podemos partir. A menos que prefiera hacerlo mañana.

Me dirijo a la Dala Li Halan con expresión seria, aunque un buen observador podría ver la tenue sonrisa que brilla ligeramente en mis ojos-

- Markus estará bien mi Señora, llevo tiempo alejado de la Corte y sus entresijos, y y he llegado a apreciar la comodidad de un nombre sin florituras. Tendremos poco espacio en la nave para las reverencias y circunloquios que marca el protocolo, ¿no crees? - enarco ligeramente una ceja - Por supuesto acepto tu avezado ojo y tu agudo ingenio para revisar la nave, si gustas de acompañarme -.

Le cedo el paso, hacia la aun innominada lanzadera.

Partiremos mañana a las 7 de la mañana. Estar aquí a las 6 sería una opción pruedente. Ruego puntualidad.

Se dirige hacia la lanzadera, que tiene la rampa posterior abierta.

Si queréis inspeccionar la nave o el equipo...

El viaje debería ser de unos 4 días

Sin mediar palabra, le hago un gesto a Elena y nos vamos.
Busquemos algún sitio donde dejar nuestras cosas y dormir, démonos una ducha y vayamos a ver el mercado digo ahora mas relajado y menos serio Me han parecido unos compañeros adecuados para esta misión, y sin duda parece que puede volverse emocionante...