Partida Rol por web

Mientras os alejáis de los nobles y sus problemas de protocolo Lobo suspira:

Por fin. Estos nobles no saben hacer nada de forma eficiente. Siempre están con sus chorradas de quedar bien unos con otros.

Unos pasos después:

Como algunos ya sabéis, tengo un amigo Ingeniero que sabe como recuperar dos naves perdida en una luna de uno de los planetas gigantes. Cuentan con tecnología de la Segunda República y al menos una de las naves está intacta. Estamos intentando reclutar gente con las habilidades necesarias para hacernos con una de las naves y lo que podamos de la otra. Aquí es donde podéis entrar vosotros si estáis interesados.

- Yo ya estoy dentro.

Alberth mira mientras caminan a Parches y Saxon a ver que opinan.

- Wow!! Amigos esto empieza fuerte- Mira alrededor - ¿creeis que este es un lugar adecuado para hablar de esto?

-Naves de la republica eso es un buen monton de fenix,seguro que hay competencia.- Mira a saxon y se sonrie- Gracias al dios de mi amigo que esta aquí, nos va ha hacer falta seguro.-

- Antes de seguir con los detalles, ¿en calidad de que, entramos mi amigo y un servidor en esta caza del tesoro? Socios , empleados...- No llega a terminar la frase como la piensa -Carne de blaster.-

Eso depende de vosotros, de si queréis una parte de lo que se saque o un sueldo. 

Necesitamos un piloto, por descontado. Y vuestro amigo nos puede ser de utilidad por si alguien se interesa demasiado.

Saxon sonrió un poco, para disimular su alerta. Si bien estaban en un barrio alejado en un planeta alejado, hablar en voz alta en la calle de estas cosas no era algo que el sacerdote recomendaría.

"Ninguna empresa llegará a buen puerto si no tiene el aval del Pancreator." dijo en voz baja, entre ridículo y serio "Yo garantizo ser la presencia viva de nuestro Señor. Con tener un techo y una comida diaria me conformo..."

Dejó la frase inconclusa, pero eso dio más énfasis a sus últimas palabras. Cruzó miradas con Parches y le sonrió. Luego siguió hablando "... así que le daremos mi parte a mi amigo."

Como queráis. Si no tenéis más preguntas, podemos ir a ver a mi amigo Cargill, para que os explique lo que necesitáis saber.

Alberth animado exclama

- Pues vayamos!

-Pues a que esperamos, cuanto antes sepamos de que va esto antes podremos discutir los detalles menores.-

Mientras sigue a Ryddle, le dice: -Perdona si me meto donde no me llaman pero...no se si estas relacionado con alguna casa noble o gremio y francamente eso me desconcierta ¿podrias decirme algo mas de ti?-

 Alberth se sorprende ante la iniciativa de Parches. Mientras caminan comenta

- La verdad, es que soy un tipo independiente. Voy de un lado para otro sin ligarme a nada para aprender y hacer algo de fortuna. Al único que debo pleitesia es a mi propio culo sobreviviendo cada día.

Saxon siguió al grupo en silencio. No sabía del todo donde se estaba metiendo, pero no podía ser peor que su pasado. Le rogaba al Pancreator que lo ilumine con la sabiduría para manejar lo mejor posible la situación.

Llegáis al taller de Phileas, el amigo de Lobo, situado en un callejón poco transitado cerca de una de las calles perpendiculares a la avenida principal.

El taller está bastante ordenado, no lo que se suele ver. Las paredes están llenas de herramientas colgadas y hay bastantes aparatos electrónicos en las estanterías.

Phileas aparece por el fondo. Es un tipo alto y delgado, de origen asiático, con el pelo largo, vestido con un mono limpio. Se acerca a Lobo y se dan un abrazo casi fraternal.

Veo que has llegado hasta aquí. Y traes compañía, supongo que nuestros nuevos socios.

Se dirige a vosotros.

Bienvenidos a mi taller. Soy Phileas, de la Orden de los Ingenieros y amigo de Lobo. Y espero que nuestros negocios sean prósperos.

 Alberth extiende la mano a Phineas mientras exclama

- Yo también lo espero. Me llamo Alberth

Y deja espacio al resto para que se introduzcan

Rapidamentee su atenión se fija en las herramentas , especialmente en aquellas para las cuales pueda desconocer su uso. Extiende lentamente la mano  hacia una de ellas para observarla detenidamente, pero se detiene...

- No debería tocar las herramientas de otro sin permiso, yo no se las dejo a nadie, y si a alguien se le ocurre urgar en mis cosas...-

Escucha las presentaciones, y eleva la mano saluda con un gesto.

- Soy "Parches", piloto y mecanico ocasional-

Vuelve su atención  a las herramientas, mientras empieza a jugar distraidamente con una de las suyas propias.

Saxon sonrió cortesmente ante Phileas. Cuando saludó, hizo una pequeña reverencia en forma de saludo. 

"Mucho gusto, señor Ingeniero. Venimos porque Lobo nos ha ofrecido cierto negocio, y dijo que podríamos saber más detalles con ustéd..."

El sacerdote dejó la frase abierta, con intención de ver como reaccionaba el ingeniero.

Directos al meollo, así me gusta. Supongo que Lobo os habrá puesto en antecedentes.

De todas formas, mi taller no es el sitio más adecuado para una conversación tranquila. Vayamos a mi casa.

Os abre una puerta al fondo que da a una escalera descendente. Bajando por ella llegáis a una amplia estancia con un par de sofás, una mesa y varias sillas. Desde ella sale un pasillo y un par de puertas.

En la mesa hay una tetera y tazas. Presiona un botón en la tetera y ésta empieza a calentarse.

Bien, empecemos. Hace 450 años, la Cofradía, los mandamases de Galapaga, decidieron explotar Barbuda, la décima luna del gigante Anahuac, rica en oxígeno helado y minerales. Para ello lanzaron una expedición con una de sus mejores naves, un carguero construido con lo mejor de la tecnología que conservaban de la Segunda República. Y creedme, esta gente necesita la tecnología para vivir.

La nave, Competidor, aterrizó en la luna y comenzó a emitir la información de los sensores y la que suministraba la tripulación. Las expectativas eran buenas, a pesar de que uno de los pasajeros enfermó. Poco después se perdió la comunicación aunque los sensores seguían enviando información.

Sirve té a los que quieran. Es un té, denso, aromático, que impregna el ambiente.

Ese mismo año se fletó otra nave, la Transformación, para descubrir qué había ocurrido. Llegaron a la localización de la Competidor, pero según la información oficial, la Transformación se estrelló al aterrizar. Tras esos fracasos, abandonaron la explotación de la luna, en parte por la pérdida de tecnología.

Los sensores de la Competidor siguieron emitiendo de forma constante durante un par de años más, pero nadie les hizo caso. Después la nave entró en modo de ahorro de energía y sólo manda información dos veces al año, hasta ahora.

Yo me he dedicado a analizar los bancos de datos antiguos y he descubierto que la Transformación fue derribada por los laser de la Competidor. Y que el que los activó era el mismo que acabó con la tripulación de la Competidor, el tripulante que había enfermado por causas extrañas.

Ahora mismo, la nave está allí, con un mínimo de energía, vacía e intacta, esperando que vayamos a recuperarla. Por las leyes de este sistema, el que encuentra una posesión abandonada por más de 100 años la puede reclamar como propia.

 Alberth escucha antento la explicación. Dudo que encuentre mucha información que me interese en una nave minera. Por lo menos, sacaré unos buenos créditos para ir más suelto estos. Al concluir Phineas la explicación, Alberth avanza su voz y añade.

- Y ahora la pregunta evidente. Y por qué ahora habeis decidido ir a por la nave? Nadie lo ha intentado recientemente?

Saxon acompañó al ingeniero por el pasadizo, y cuando llegaron a la sala de los sillones se quitó su espada y la apoyó a un lado, demostrando cordialidad ante la hospitalidad.

Aceptó el té y escuchó lo que Phileas tenía para decir.

Un escalofrío recorrió la espalda del sacerdote guerrero mientras escuchaba la historia. Misterios antiguos, naves abandonadas, conflicto de intereses... No parecía ser el mejor lugar para buscar al Pancreator, pero algo lo atraía. La aventura, tal vez. La curiosidad... ¿todo eso junto?.

Sonrió mientras tomaba el exótico té de a sorbos y pacientemente. Cuando Alberth hizo su pregunta, asintió con la cabeza. "Además" agregó "¿Por qué cree que cuatro sujetos podríamos realizar semejante trabajo? A primeras vistas, podría decirse que se necesita una expedición militar para recuperar la nave."

Su mano izquierda buscó el rosario instintivamente y comenzó a juguetear con él.

Nadie ha dicho que vayamos a ir nosotros solos. Para pilotar la nave se necesitarán al menos dos personas, más varios para protegernos aquí y allí, gente resolutiva, para cargar bultos, arreglar cosas y tomar decisiones arriesgadas. Aún estamos buscando candidatos.

De todas formas, ¿tenéis miedo a los fantasmas? El loco que los mató a todos murió poco después de destruir la segunda nave.

Y aquí, casi todos han olvidado o preferido ignorar el desastre. Han pasado página. Perdieron sus dos mejores naves de exploración de una tacada.

 Alberth mira con cara desconfiado ha Phineas y repasa la mirada a sus nuevos compañeros. Será mejor no confiarse en exceso de lo que haya allí. Se repasa disimuladamente que está todos su equipo con él mientra pregunta.

- ¿Y en total cuantos vamos a ser?

-Has hablado  de una nave, Supongo que yo sere uno de los encargados de  tripularla, pero... ¿ Quién  va ser el  mecenas que va arriesgar una nave en esta epedición?-  realiza una pausa mientras jugetea con la taza de té.

 - Y, el dinero para contratar a la tripulación que nos falta ¿de dondre sale?

- Esta aventura puede ser muy interesante pero si no pulimos bien los detalles...-